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miércoles, 30 de octubre de 2013

HOMENAJE A HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT por Beatriz T. Sanchez

Con motivo de la festividad de Halloween / Todos los santos nuestra colaboradora Beatriz T. Sanchez ha preparado este texto original e inédito como homenaje a un autor de culto: H. P. Lovecraft

Agradecido, esperamos sea de vuestro interés.

Howard Phillips Lovecraft

“Anhelo lo etéreo, lo remoto, lo sombrío,
y busco reinos nebulosos del espíritu como
solo un Machen o un Dunsany pueden evocar”,
pero Lovecraft alcanza también a sus maestros aunque no se lo crea,
su alma escudriña en el Universo hasta vislumbrar
pozos mucho más oscuros y profundos,
llevando hasta ellos a sus lectores
para que contemplen el umbral de la locura
envuelto en un nuevo terror que su pluma dibuja
y con el trascurrir del tiempo como
Horror Cósmico será conocido.
El solitario anticuario, el astrónomo aficionado,
avanza desde la poesía arcana y lo macabro poesco
dando nombres sonoros a sus dioses innombrables,
ayudado por esos amigos por carta
y los jóvenes discípulos que le miran admirados.


“La emoción más intensa de la humanidad es el miedo,
y el más antiguo de los miedos es el miedo a lo desconocido”
pues él sabe “que vivimos en una plácida isla de ignorancia
en medio de mares negros e infinitos”
y con ello perfila sus relatos el materialista convencido
usando como ladrillos sus sueños y pesadillas;
“Creo en todo y en nada, porque todo es Caos,

siempre lo ha sido y siempre lo será”.

La arqueología y la ciencia, los mitos y leyendas
que guarda el Lovecraftávido lector visitante de bibliotecas,
los bosques de Vermont, las playas de Florida,
las vetustas calles de su natal Providence,
la colonial arquitectura tan de su agrado,
que conoce el Lovecraft de cortos viajes anticuarios,
por el oscuro horror y el hálito maligno serán tergiversados
negro sobre blanco en las hojas de sus múltiples relatos.
Es el espejo inconfeso de quien en su infancia su madre viuda decía
“eres feo y enfermo” alejando a su único hijo de los otros niños,
refugiándose él en los libros y la fantasía, la temprana escritura,
tornándose el árabe loco padre del Necronomicón, Abdul Alhazred,
el extraño atraído por la Tumba, el soñador Randolph Carter…

“El comercialismo y yo no hablamos el mismo idioma.
Sabiendo que nunca seré rico estoy satisfecho de quedarme
el resto de mis días a corta distancia de los bosques, campos y ríos
que recorrí en mi infancia.
Mi  principal ocupación remunerada es la revisión profesional
de la prosa y el verso de otros escritores, una tarea que odio,
pero más digna de confianza que los riesgos de la redacción original,
cuando uno no produce obras populares y de fácil venta.
Amo la libertad ilusoria de los mitos y sueños;
soy un devoto de la literatura como escape;
soy un cínico y materialista con gustos clásicos y tradicionalistas
que siente cariño por el pasado;
ya no queda mucho más que decir acerca de mí como autor;
soy una especie de ermitaño.
 El oeste resplandece rojo con un sol que ha partido,
y por sobre las antiguas copas de los árboles
la delgada hoz plateada de una luna joven se apura.
Debo regresar a casa…”

Por Beatriz T Sanchez

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