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domingo, 21 de junio de 2015

JUAN MANUEL PEÑATE RODRIGUEZ: «Es verdad que a ciertos personajes se les acaba cogiendo cariño».



Juan Manuel Peñate Rodríguez es un escritor sevillano que empezó a interesarse por el mundo de los libros desde adolescente. Apasionado de la lectura y el cine, la ilustración y la escritura. Aunque tiene en su haber varias obras escritas ha publicado un libro titulado ‘Al otro lado del cristal’ (Ed. Círculo Rojo), en el que recoge no solo relatos sino también tres novelas cortas.

¿A qué obedece la selección de estos siete relatos para agruparlos en este libro? ¿Por qué incluir junto a cuatro relatos tres novelas cortas?

Desde un principio me apeteció tocar todos los palos posibles; cuando terminaba una historia, con la siguiente me imponía el reto de cambiar por completo de registro, tal como suele pasarme cuando leo un libro a continuación de otro, que me gusta variar. Sin embargo, pese a lo diferentes que son, guardan un patrón muy definido, una homogeneidad que el lector enseguida reconoce como si cada uno de los relatos formase parte de un mismo universo.
La idea de combinar relatos con novelas cortas es algo que nunca me propuse, salió tal cual porque las propias historias así lo quisieron. No me pongo límites a la hora de desarrollar una trama u otra; es curioso porque de algún modo sé cómo empiezan y cómo terminarán, el punto exacto adonde quiero llevar de la mano al lector; es en el durante donde cualquier cosa puede pasar y la historia cobra vida por su cuenta. Solo me limito a narrar ese viaje enigmático e imprevisible.

He leído que uno de los grandes consejos literarios que más admiras es el de escribir exactamente el libro que a ti encantaría leer, en ese caso, qué autores te han llevado hasta ‘Al otro lado del cristal’.

Como lector, uno va picoteando de aquí y de allí, enriqueciéndose, ampliando gustos con cada nuevo libro que llega a sus manos, pero creo que son los orígenes literarios los que te forjan como contador de historias, aquellos por quienes en su día aprendiste a apreciar la lectura, y hasta inspirar tu estilo. Podría decirte muchos, aunque solo citaré mis favoritos:
-Stephen King, cuya principal particularidad, y con la cual me identifico, es la de crear grandes historias a partir de ideas sencillas, cosas tan simples que cualquiera diría “A mí podría habérseme ocurrido”, por lo que conecta rápido con el lector. Eso y el surrealismo u originalidad, que también da mucho juego.
-Tolkien. De su obra lo que más me ha influenciado es el amor por la naturaleza, la belleza de las pequeñas cosas en un mundo hostil y sin esperanza, y que en cierta forma también reflejo en mis historias. Siempre me ha gustado definirlo como un “escritor verde”, una especie de legendario Tom Bombadil amante de la vida en su estado más primigenio.
-Paul Auster. Lo que más me identifico con él son los personajes que perfila: solitarios, imperfectos, llenos de dilemas existenciales, que en ocasiones optan por dejarse zarandear gustosos por los vientos del azar.
-Clive Barker. Con él aprendí a desarrollar el gusto por la crudeza, la sexualidad y el horror en la literatura. El relato “Tercera planta, por favor” es mi pequeño homenaje a él, un autor todavía poco conocido en nuestro país aunque cueste creerlo.

¿Crees que hay un punto de surrealismo en tus historias del mismo modo lo puede haber a menudo en la vida real de muchos de los que hemos leído tu libro?

Totalmente. Solo que en el papel el surrealismo se eleva a la enésima potencia para despertar emociones, ironías y reflexiones, tensando las circunstancias hasta llevarlas al límite. En el relato o novela corta que da título al libro por ejemplo, lo que me interesó desde el principio fue explorar la relación de ambas protagonistas al margen de lo que pasa ahí afuera, al otro lado del cristal, en un mundo estéril. Es decir, una excusa para ver hasta dónde me llevaban las posibilidades de dos mujeres que han abrazado una existencia anómala y la han acabado aplicando a sus rutinas. Ese planteamiento de… Bueno, y a partir de este punto qué hacemos.

Los géneros literarios son variados pues amén de ese halo de surrealismo también hay terror psicológico con algo de ciencia ficción por poner un par de ejemplos. ¿Es una forma de sorprender al lector o hay una intención más profunda?

Ahora que lo mencionas, la verdad es que sí. Más allá del reto de probarme a mí mismo en diferentes géneros (el principal cometido), también estaba la intención de descubrirle el gusto por ciertos géneros a alguien que se acerca receloso a la antología sin ser demasiado fan del terror, la ciencia ficción o la fantasía. El que es consumidor de un género muy concreto, explorará otros en su recorrido por este libro y, tal vez, si he hecho bien mi trabajo, amplíe sus preferencias.

También me han llamado la atención los personajes, quizá los más sorpresivos, el lector sabrá por qué, los del relato Dios Roco. ¿Qué importancia tienen para ti en su desarrollo psicológico frente a la propia trama argumental de cada historia?

Bueno, este relato es casi inclasificable. Con estos personajes quise hacer una metáfora de lo divino y lo terrenal, la diminuta e insignificante transcendencia que tenemos para el universo, una mota en el cosmos que, todavía hoy, alberga a gente que cree que somos el ombligo del mundo.
De todas formas, lejos de la parida filosófica que te acabo de soltar, te vas a reír de la verdadera razón:
Recuerdo con cariño unos personajes que salían en Barrio Sésamo (esta serie con la que muchos nos sentábamos a merendar de niños), unos insectos muy simpáticos que vivían en un macetero, que siempre hablaban de hacer una excursión o planear esto y lo otro, salían muy ilusionados pero nunca llegaban muchos centímetros más allá pues algo salía mal (empezaba a llover porque Epi o Blas regaba las plantas o lo que fuera). La secuencia siempre era la misma, pero me fascinaba. Transportado por este recuerdo quise crear un relato que hablara de esto, de esa gente con ilusiones que, por el hecho de estar atrapadas en sus rutinas, jamás reúnen el valor para perseguir sus sueños.

Una pregunta comprometida si la aceptas, el género del relato parece que va cobrando adeptos poco a poco en nuestro país, es mucho más usual que la opera prima de un escritor sea una novela. ¿Te planteaste esto en algún momento? ¿Por qué crees que en España los libros de relatos no están tan bien valorados como en otros países de lengua castellana?

Lo cierto es que mi primer libro fue una novela, el primero de una trilogía que pretendía escribir, me quedé a mitad del segundo. Y ahí quedó todo, digamos que era un proyecto demasiado ambicioso, por la extensión y la complejidad de la propia historia. Quién sabe si algún día lejano vea la luz. No obstante, no considero que fueran años perdidos, sino todo lo contrario, me sirvió de rodaje para forjar mi propio estilo y adquirir ciertas tablas. Así pues, al contrario que la mayoría, mi primer libro publicado, uno de relatos.
Respecto al rechazo o mala fama del género de relatos, sinceramente, no entiendo por qué. Tal vez se deba a que piensan que son historias hiperbreves (que las habrá) con las que les sea difícil engancharse. En mi caso me enorgullece haber conseguido, y me remito a las muchas críticas recibidas, que gente que no era aficionada a los relatos o con ciertos prejuicios iniciales de repente haya disfrutado de algunas de estas historias más que con una novela.
Somos muchos los autores que luchamos por descubrir las maravillas de este género que encumbró a Borges, Cortázar, Poe o Lovecraft. Yo siempre digo, qué lujo tener al alcance un surtido de buenas historias en un mismo libro, para al final realizar balance y hacer tuyas aquellas perdurables en la memoria.

Me gustaría saber si ya tienes pensado una nueva obra, si vamos a encontrar también relatos y hasta qué punto si pudieras, le darías la oportunidad a alguno de los personajes de estos relatos de protagonizar una novela independiente.

El segundo libro (que de hecho ya está escrito) va a ser también de relatos, explorando nuevos personajes y horizontes que estoy seguro harán las delicias de más de uno.
Los personajes no creo que tengan continuidad más allá de sus historias, sin embargo, y esto es una primicia, algunos de ellos aparecerán de forma breve en ciertos relatos de ese segundo libro; una manera de premiar a esos lectores más atentos que se leyeron “Al otro lado del cristal”, porque sí es verdad que a ciertos personajes se les acaba cogiendo cariño.

Muchas gracias y mucha suerte Juan Manuel.

Por Ginés J. Vera.

1 comentario:

  1. Este libro de relatos sí que lo he leído y me sorprendió mucho. Mucho talento demuestra el autor. Y me gusta saber que ya está enfrascado en un nuevo proyecto. Me ha hecho gracias saber el origen del relato de Dios Roco. No me acordaba yo de estos personajes, pero cuando los ha mencionado, se me han venido a la cabeza de inmediato...
    Besotes!!!

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