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sábado, 30 de marzo de 2019

Adictos al caos, Carlos Meneses Nebot


Adictos al caos (Sloper) es la última novela publicada por el escritor Carlos Meneses Nebot.

Suelo acercarme a la web de la editorial para ver sus novedades (os lo recomiendo, de paso) y si veo que una nueva obra de Meneses ni me lo pienso. 

Le conocí, literariamente (nos separan kilómetros y agua salada), con un libro de relatos. Mi afición al género breve es algo ya sabido por quienes frecuenten/frecuentéis este blog. Disfruté con aquel ‘El día que murió Amy Winehouse’ (Sloper) y, como digo, le llevo siguiendo la pista. 

En el caso de su última novela, Adictos al caos, Meneses ha echado mano de un suceso real ocurrido hace años. Es una historia ‘inspirada en hechos reales’, como leemos en la contraportada. Aunque al preguntarle me comenta dos cosas. De una parte que puede que a los lectores les recuerde a una historia sucedida por esos lares (Palma de Mallorca) a mediados de la década pasada. Y, de otro, que al parecer aquella historia era ‘tan rimbombante que uno no daba crédito de que hubiera sucedido realmente.’ Dejaré al lector de este post que indague, si gusta, acerca de los hechos verídicos de los que Meneses ha bebido para este ‘Adictos al caos’.

Volviendo a la trama de esta novela, hago mías las palabras que la definen como: un trepidante juego de engaños, chantaje y extorsión que engloba a drogadictos, prostitutas, traficantes, policías y abogados, a merced de su propia anarquía. Porque es cierto. Todo. Da la sensación de que algunos de sus personajes sean, como bien anticipa el título, adictos al caos.

El propio Meneses, al preguntarle por el personaje de Santi, afirma que es ‘un pringado’. Santi, además de un pringado, como asegura Meneses, es un drogadicto envuelto en un robo. Y no uno menor. Uno de 5 millones de euros nada más y nada menos que al Clan de los Chungos. 

Obviamente, el acto no va a acabar impune y La Trini, la matriarca del poblado de La Lebrija, clamará venganza. Los del Clan no solo querrán recuperar el dinero robado, también dar un escarmiento a quien lo hizo. El problema es que la cosa se tuerce al errar aquellos en su objetivo primero y, más tarde, cuando el asunto cae en manos de El Chulo. Que es un policía codicioso, un inspector de atracos con ‘un cierto aire al actor José Coronado’, según leemos en la novela.

De Santi, al preguntarle a Meneses por este personaje, me adelanta que ‘de antemano está marcado el fracaso de su hazaña: robar a un clan de narcos.’ Y sobre la matriarca del poblado de La Lebrija, comenta que ‘en un mundo de necios, cretinos, bravucones y pendencieros, ella sobresale porque es más inteligente que todos.’

Los lectores que se quieran atrever a cruzar la linde de Adictos al caos comentarles que Meneses nos introduce en los arrabales de la mezquindad humana con una historia dinámico-adictiva y de final sorprendente en tres actos. Los dos primeros se desarrollan como una narración novelada al uso para llegar a la tercera, la de El Chulo, contada casi como un diario fechado de los acontecimientos finales.

Una novela negra basada en un robo suicida que bebe de la realidad pero a la que Meneses le aporta su singular estilo de ficción con ese sabor a proteina humana, sudor, testosterona, fatalidad y a mucho más porque las etiquetas y la narrativa de Meneses no se llevan bien. Hay que leer a Meneses.

Adictos al caos. Carlos Meneses Nebot. Editorial Sloper.


2 comentarios:

  1. Qué buena pinta tiene!No lo conocía así que tomo buena nota.
    Besotes!!!!

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    1. A Carlos le he traido por Maleta de libros en alguna ocasión. Literariamente, claro. Gracias y un saludo, Margari.

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