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jueves, 4 de octubre de 2012

CINCUENTA SOMBRAS DE GREY, E. L. James

Cuando los personajes empezaron a tener una vida y una historia independiente, quizá mucho más sexual y erótica que los originales, decidió retirarlos de internet para dotarlos de una personalidad propia: cambio de nombre, aspecto físico y características personales que le permitieron crear una ficción completamente diferente.
  
   Desde luego ya no hay vampiros ni hombres lobo, lo que no significa que la fantasía haya desaparecido de la trama. La historia arranca cuando la joven Anastasia Steele (Ana), en el último curso de la universidad, conoce a Christian Grey. Él es un hombre riquísimo, guapísimo, jovencísimo (26 años), está buenísimo y todos los ísimos más que se os ocurran. De hecho consigue con solo una sonrisa que las mujeres caigan rendidas a sus pies. Que es, literalmente, lo que le ocurre a Ana, al conocerlo, tropieza y  cae, no en sus brazos, pero casi. Anastasia tiene veintiún años, es tímida, torpe y sobre todo virgen e inexperta, porque nunca ha encontrado, en esos años previos de universidad y vete a saber que, a nadie que le despertara la libido. Sienten una irresistible pasión uno por el otro, como no podía ser más. Ya está el drama servido. Y la fantasía ¿No os suena a cuento de hadas?
  
   El señor Grey está lleno de oscuridades y misterios. Controlador, obsesivo y desconfiado. La joven Ane se pregunta si será capaz de responder a sus peticiones y necesidades muy especiales. El sexo corre por las páginas. Una, otra y otra y más otra vez, hasta que incluso yo, llegué a saltarme las escenas de sexo tratando de encontrar a los personajes y su historia en medio de tanto ardor desenfrenado. Un ardor polémico por la introducción del Bondage muy ligeramente Sado-maso que se le da al asunto.
¿Cómo evolucionan y porqué los personajes?  Lo segundo está claro, por amor, en cuanto a lo primero, él se va abriendo a Ana y permitiéndonos echar un vistazo a alguna de sus sombras, a veces sorprende con sus cambios inesperados de humor y sus toques de ternura.
   
   El lenguaje es fácil, frases cortas y sencillas, tiende a ser repetitivo con algunas situaciones, y no solo de sexo. Las veces que se morderá Ana el labio o pone los ojos en blanco son para contarlas. Escrito en primera persona nos cuenta la historia desde el lado de Anastasia. Lo que logra (si es que consigues meterte en la piel de una universitaria virgen) una cierta identificación con sus sentimientos, sus dudas y sus miedos. Me divierte, como recurso, el que  divida al personaje en tres voces: Ella misma, su conciencia y su diosa interior. Dando de esta forma voz a sus deseos confesables e inconfesables y a sus represiones internas.
  
Si soy sincera, para mí el mayor misterio de la novela no son las Sombras de Grey, si no el hecho de que tantos millones de lectores (reconozcamos que casi seguro que podría usar el género femenino, en vez del genérico) se hayan quedado enganchados en ella. Quizá la clave esté en el comentario que me hizo una amiga sobre él: “Para leerlo con tu pareja al lado.” Y otro escuchado de forma casual en una peluquería: “Tengo que convencer a mi marido de usar la corbata conmigo”

   Es el primer libro de una trilogía junto a: Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas. La autora es Erika Leonard, bajo el seudónimo de E.L. James. Nació en 1963, en Londres; todas las biografías consultadas, no sé porqué recalcan que está casada y es madre de “dos hijos adolescentes”.  Empezó a escribir Fanficción, si no sabéis que es no os preocupéis yo os lo explico: se trata de escribir historias propias y originales sobre personajes de los que somos seguidores, vamos, fans. En este caso, Erika, empezó a publicar en la red Master del Universo, un fanfic protagonizado por los personajes del Crepúsculo: Edward Cullen y Bella Swan.
Por May Barberá

8 comentarios:

  1. He llegado aquí de casualidad, en realidad entré a leer la entrevista a Javier Pellicer, pero me ha gustado el blog y curioseándolo he llegado a esta reseña. Esta bien y comparto el punto de vista de lo que escribes, sobre todo el que hace referencia al "mayor misterio de la novela", máxime si se tiene en cuenta su escasa calidad literaria -- lenguaje fácil y sencillo le has llamado tú en aras de una generosidad que te honra-- Si alguien tiene interés puede echar un vistazo a la crítica que hice hace unos días de este mismo libro: http://versicula.wordpress.com/2012/10/05/50-sombras-de-grey-cuando-el-porno-se-disfraza-de-erotismo-y-vende/

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    1. Hola Fco. José, pues me parece genial lo uno y lo otro: que curioseando llegues a otra reseña y que quieras dejar tu opinión. Incluso me parece bien que aproveches y dejes el enlace a tu blog. Gracias por tu comentario, espero tu visita próximamente. Un saludo.

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  2. Me parece que has hecho una reseña genial. Yo intenté leerlo, aún me planteo si acabarlo o no. La forma de llegar a mis manos fue cuanto menos curiosa (ya la contaré con un café delante, lo prometo), pero, pero, siempre hay un pero, no me gustó. Entre las repeticiones que comentabas por ahí, la historia que me olía a refrito y las repeticiones de otro aspecto, me desencanté.
    ¿Por qué leí lo que leí? Porque me lo trajeron a casa, tal cual suena.

    También coincido con el comentario anterior en el aspecto de la escasez en lo que a calidad literaria se refiere. En fin, es triste la verdad. Esta misma novela podía haberse escrito mejor (aunque narrara también una historia romántica-porno-sado-raro). Si hubiera sido así creo que los escritores del mundo no nos habríamos quedado ojipláticos al descubrir las entretelas del susodicho súper ventas.

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  3. Agradezco esta pequeña conversación y sí, tenemos que tomarnos ese café y te contaré si no te lo han contado ya que ando liada con la tercera parte. Para asemejarme al libro, pondré los ojos en blanco. O mejor aún los abriré mucho.
    Pues acabo de tener una discusión bizantina con Laura acerca del Señor Grey. Qué sepáis que la cosa es que nos da envidia y que nos fastidiemos. Que las mujeres quieren un hombre como Grey.

    Yo estoy pensando... bueno, ya lo contaré en la próxima reseña.

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  4. No discuto lo que comenta Laura. Quizás sea cierto que las mujeres --o al menos quince millones de vosotras-- queréis un hombre como Grey. Lo que no tolero, como lector, es que un texto no me transmita por su falta de sensibilidad en las formas. Como escritor siento envidia del éxito de la señora E.L.James; he dicho del éxito, no de su nula habilidad con las palabras.

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  5. Uff, veo que esta novela o al menos su reseña aquí abre un curioso debate. Por si no os conocéis entre si los tres os diré que sóis (somos) escritores amén de lectores. No me la he leído, no puedo opinar, tampoco he metido la mano en un horno de fundición para saber que quema. Esto es, me basta lo que estoy percibiendo para hacerme una idea. Y termino, quizá también como Fco. José anhele el éxito que no el oficio de la autora de esta trilogía. A veces lo importante del éxito no es conseguirlo sino merecerlo. Saludo a todos.

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  6. Cuando tanto ha vendido y tan famosa se ha vuelto, que incluso van a hacer un película del libro, es porque algo tendrá que engancha. Me da gracia que gente que no ha conseguido el éxito de esta escritora la critique y critique a sus lectoras y encima se de aires de superioridad. Esta claro que es muy importante escribir bien pero creo que también es importante el tema, y esta mujer ha acertado.

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    1. Hola Laura Pérez, gracias por tu visita y comentario. Por mi parte, humildemente, no puedo y pienso criticar el éxito o el contenido de la trilogía. Coincido en lo de que es importante escribir bien y que ha acertado con la fórmula del éxito. Creo que son los lectores a veces los que hacemos también ese papel de subir o bajar a algún autor. De la película hablarán los espectadores y los críticos de cine. Un saludo.

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