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lunes, 4 de julio de 2016

JULIA NAVARRO: «Me interesa construir personajes que puedan resultar reales».



Tuve la fortuna y el privilegio de poder entrevistar a una escritora de la talla de Julia Navarro. Es indiscutible afirmar que es una de las autoras españolas con mayor reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras y que ha conseguido llegar a millones de lectores en todo el mundo, con traducciones de sus libros cuentan en más de treinta países. Me encantó su primera novela ‘La Hermandad de la Sábana Santa’ y aunque soy de distancias cortas literarias he de reconocer que disfruté largamente con ‘La Biblia de barro’. En esta ocasión le pregunté en su visita promocional por Valencia por su última novela ‘Historia de un canalla’ (Plaza & Janés, 2016).


Uno de los temas de esta novela es el maltrato machista, la incapacidad de algunos maltratadores para relacionarse de igual a igual con una mujer.


Esta novela quiere ser un retrato en blanco y negro de la sociedad actual y entre los problemas que tiene la sociedad actual está el maltrato de la mujer. El maltrato es una lacra de nuestra sociedad actual. El maltrato ha existido siempre solo que antes quedaba en el ámbito familiar, en el ámbito doméstico y ahora afortunadamente se ha sacado del ámbito doméstico para que se pueda combatir desde la propia sociedad y desde las instituciones.


¿Por qué Thomas Spencer es capaz de distinguir el bien y el mal pero es incapaz de empatizar con los demás?


No es verdad que no pueda empatizar con los demás, el no empatía con algunas personas con otras si, esta es una novela en la que hago es que los lectores viajen a lo más recóndito del alma humana y que vean la parte más oscura en este caso de este personaje, pero que el lector sepa cómo es el personaje. Porque además el personaje cuenta en primera persona su historia y por tanto no hay engaño posible, no significa que el personaje sea así percibido por los demás.

Él es una persona que se mueve por un mundo absolutamente glamuroso, en el mundo del poder, en el mundo de las finanzas, es un triunfador. Digamos que los demás le perciben de una manera y el lector que tiene todas las claves sabe cómo es. Pero no es que no empatice absolutamente con nadie, es decir, el empatiza con algunas personas con las que va teniendo relación. Lo que pasa es que los lectores desde el minuto uno ven lo que los otros personajes no ven que es la parte oscura del personaje. ¿Qué pasaría si pudiéramos leer detrás de la mirada de las personas?, a lo mejor nos sorprendería saber que las personas que tenemos en frente en lugar de estar pensando en qué amable es esta señora o este señor, está pensando qué insoportable a ver si la pilla un tren.

La cuestión de esta novela es que no hay trampa ni cartón en el sentido de que los lectores yo les cojo de la mano y les meto directamente en la mente del personaje.


Háblenos del papel de las mujeres que aparecen en la novela. Mujeres que no se plantean un mero papel secundario plantando cara a los abusos y la falta de escrúpulos.


Son mujeres que hay de todo, no todas son así, a mí siempre me interesa construir personajes que puedan resultar reales, personajes que tengan claroscuros, que sean poliédricos, y las mujeres en la novela también lo son. Hay mujeres que son más fuertes, mujeres que son más débiles, hay mujeres que son más ambiciosas, hay mujeres que lo son menos, en todo caso, lo que intenta cada una es tener las riendas de su propia vida, como lo intentamos todos en general a lo largo de la vida, ser nosotros los que llevemos la riendas de nuestra vida y ellas lo hacen en un mundo que evidentemente sigue siendo masculino, en el que las reglas del juego siguen siendo muy masculinas.


¿Masculino o machista?


Masculino y machista. Ambas.


Me interesa el punto de vista de la comunicación, ese cuarto poder que a menudo intenta modelar la opinión pública (a veces anulando nuestra capacidad individual de pensar, decidir y mantener una ideología propia).


No, en este caso no es el cuarto poder, es decir, el cuarto poder es la prensa, la prensa es una cosa y yo hablo de otra cosa. Yo hablo de las grandes agencias de comunicación, que no siquiera es la publicidad, la publicidad es parte de nuestra vida y sirve para decirnos por ejemplo que este perfume es mejor, compre este perfume, compre lotería o compre este turrón por navidad. Yo estoy hablando de otra cosa, yo estoy hablando de las agencias de comunicación que esas sí que tienen una incidencia en la sociedad. Si una empresa, por ejemplo energética, quiere hacer una prospección petrolífera en un lugar en el que pongamos que es una reserva natural de la biosfera lo que intenta es que cambie la opinión de los ciudadanos del lugar, que cambie de opinión los políticos del lugar, es decir, eso son palabras mayores. 


En los últimos 20 o 30 años han cambiado todos los paradigmas de nuestra sociedad, porque han cambiado las técnicas de comunicación hay nuevas herramientas de comunicación recibimos todos información de una forma constante al minuto mucha mas de la que podemos procesar y mucha más de la que si tuviéramos tiempo tendríamos que pararnos a analizar qué nos cuenta, por qué nos lo cuenta, qué hay detrás de lo que nos cuenta, etc. Esas grandes de comunicación son otra cosa, lo que intentan es configurar la opinión pública no para que compres un determinado champú sino para otras cosas mucho más importantes, mucho más trascendentes para la propia sociedad y que, a veces, no tienen nada que ver con los intereses de la sociedad ni de la de los ciudadanos, defienden los derechos corporativos de grandes corporaciones. El cuatro poder es otra cosa, yo hablo de las grandes agencias de comunicación que son importantísimas en la era de la comunicación que es donde estamos viviendo ahora.


Gracias a los viajes de Thomas Spencer a España el protagonista redescubre sus raíces frente a los problemas de identidad por el origen latino de su madre.


Es simplemente una pasada muy leve por España, la novela realmente transcurre entre Nueva York y Londres. ¿Por qué elijo estos escenarios? Nueva York porque en Nueva York está Wall Street y Londres porque en Londres esta la City, que son los centros de poder donde se siguen tomando decisiones todos los días que nos afectan a todos. El paso por España es casi anecdótico, seguramente el momento de su vida en el que está más relajado, en el que incluso es más feliz, en el que es mejor, es en esos dos viajes que hace a España.
Muchas gracias y mucha suerte, Julia.
Por Ginés Vera.

Julia Navarro (1953, Madrid) es escritora y periodista. Ha ejercido a lo largo de su carrera para diferentes medios de comunicación, entre los que destacan las revistas Guadiana, Interviú y Panorama. Ha sido coeditora y presentadora del programa Centros de poder, de TVE, y colaboradora en las tertulias de Telecinco. En la actualidad es analista política de la Agencia OTR/Europa Press, desde donde difunde una columna de opinión, crónicas parlamentarias y análisis que se publican en más de cincuenta periódicos de toda España. Tras escribir varios libros de actualidad política publicó ‘La Hermandad de la Sábana Santa’ con la que logró un éxito sin precedentes a la que siguieron ‘La Biblia de barro’, ‘La sangre de los inocentes’, ‘Dime quién soy’ y ‘Dispara, yo ya estoy muerto’, hasta la actual ‘Historia de un canalla’.

2 comentarios:

  1. Una autora a la que tengo que darle una oportunidad de nuevo. Al contrario que a ti, me costó un poco terminar La hermandad de la sábana santa. Aunque también tengo que decir que es un género que suele costarme. A ver si este último libro sí me convence.
    Besotes!!

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    1. Te confesaré algo Margari, el libro 'La hermandad de la sábana santa' lo compré en su día en una edición de bolsillo para regelar a una amiga. Luego las circustancias hicieron que se quedara en casa. Si bién comencé a leerlo y sí lo acabé en pocos días, su 'Biblia de barro' me costó más, pero también me gustó. Este nuevo libro, el 'canalla' tiene muchas más páginas, es para 'grandes' lectores. Me considero un lector de cortas y medias, así que seguro que has captado la elipsis en mi comentario.
      Gracias siempre por tus palabras y tu fiel visita a este blog. Un saludo.

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