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lunes, 2 de enero de 2017

MIGUEL GRIOT: «Mi objetivo era ser lo más fiel posible a lo ocurrido».


Primera entrevista del año, la que me concedió Miguel Griot acerca de su novela ‘Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje’ (Oxford University Press).
He de decir que esta novela llego a mí gracias al blog de Margari Estévez ‘Mis lecturas y más cositas’, desde aquí quiero mandarle un saludo y otro también muy especial a Amelia Jiménez.

¿Por qué elegiste a Iqbal Masih para escribir precisamente tu primera novela?
Fue un personaje que conocí tangencialmente cuando trabajaba en elmundo.es. Ya entonces me resultó fascinante y me entristeció que su historia hubiera caído en el olvido. Así que resultó muy natural rescatar su vida para mi primera novela. 
En ella asistimos a un relato cronológico de la vida de Iqbal, comenzando con su nacimiento y conformado a través de los testimonios de personas que le conocieron. ¿Cómo se te ocurrió este tipo de trama, con varias voces sucesivas, para darnos a conocer la vida del gran protagonista de la novela?
Confieso que primero fue la necesidad. Al existir previamente varios libros sobre él, debía hacer algo diferente. Elegí esta fórmula porque me permitía no solo hablar sobre él, también explicar cómo funciona el sistema de trabajo forzado en Pakistán y, por último, presentar a Iqbal como un ejemplo de que hay que aprovechar las oportunidades que da la vida.
La forma de expresarse de estos, llamémosles personajes orales, es muy parecida a lo largo de sus testimonios, salvo alguna excepción, ¿fue una decisión meditada, querías que los lectores se centrasen más en la historia que en los narradores?
Bueno, más que en el lenguaje, mi objetivo era la perspectiva de cada uno de ellos tanto respecto al trabajo forzado como a su visión sobre Iqbal.
Creo que el tema de fondo es el drama de la explotación y esclavitud infantil, quizá por ello no todos los relatos son positivos o halagüeños, sí en su mayoría; es curiosa la apreciación, por poner dos ejemplos, de la opinión de la mujer rica, la esnob americana; o la del alumno y compañero de una escuela estadounidense a la que acude Iqbal. ¿Las miradas relativizan la realidad?
La esclavitud infantil existía en tiempos de Iqbal, existe ahora y prácticamente nos acompaña desde que el homo erectus se apoyó sobre dos patas, porque la toleramos. Más que relativizar la realidad, nuestras visiones la construyen. El cartógrafo no se puede separar del mapa.
Decía antes que el tema de fondo es una de las lacras sociales que afectan, aún hoy, sobre todo al tercer mundo, no en exclusiva, que quizá quieras agitar conciencias. Me pregunto si el libro está orientado a un público juvenil, más o menos sensible con esta realidad, o más bien a uno adulto con recursos y posibilidad de tomar cartas en el asunto.
Muy buena pregunta. Tanto el formato como el lenguaje son indudablemente de literatura juvenil, aunque hay muchos adultos que la han disfrutado. Cierto, esos jóvenes no pueden tomar cartas en el asunto… ahora. Pero les dará una visión más amplia de lo que ocurre en el mundo que heredarán y están llamados a construir. 
Que en la portada se vea un niño de espaldas ¿no es un tanto metafórico aunque al revés, en realidad no somos los que estamos a este lado quienes parece que le demos la espalda a Iqbal y a muchos niños como Iqbal?
La portada es un gran logro de la editorial, y lo cierto es que fue todo idea suya. Sí, comparto plenamente tu visión.
Por último, me gustaría saber acerca del proceso de documentación que has llevado a cabo para escribir ‘Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje’, en especial desde esa óptica de los medios de comunicación y los escritores con una función, si no divulgadora, al menos sí social con su trabajo, con su esfuerzo.
El proceso de documentación fue largo pero nada difícil. Hay toneladas de información sobre Iqbal Masih en la Red, solo hay que saber buscarla. En ese sentido el informe de lo sucedido por el Movimiento Cultural Cristiano, los reportes de periódicos de Pakistán de la época, el sindicato BLLF, la web endslavery.com… Mi objetivo era ser lo más fiel posible a lo ocurrido y al mismo tiempo construir una historia amena para los lectores. Por eso escogí el género de biografía novelada, que me ofrecía esa libertad.

Miguel Griot nació en Salamanca (España) tras licenciarse en Derecho en Salamanca se mudó a Madrid colaboró en la web, elmundo.es, como redactor. Los últimos años de actividad profesional se ha centrado en la formación dentro del sector de las telecomunicaciones, además de a escribir. Su primera publicación fue el  relato “El Rey de Abría no se llamaba Guelfi”. En 2005 Timun Mas publicó sus “Cuentos de Cura Sanita”, obra recomendada en Sant Jordi por la Asociación de Libreros de Girona. “Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje” vio la luz en 2008. En 2012 su novela inédita “Yus no quiso ser romusha”, quedó entre las doce finalistas del premio EDEBÉ. Actualmente escribe una serie para ebooks ‘No Pasarán Z’, una perspectiva muy personal del genero zombi.

2 comentarios:

  1. Completísima entrevista! Me ha gustado mucho conocer mejor a este autor. Y desde luego un libro muy recomendable, tanto para los más jóvenes como para los lectores más mayorcitos.
    Besotes!!!

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    1. Solo puedo darte las gracias desde el más sincero deseo de reconocer, como digo, que es a través de ti y de tu blog que tuve la oportunidad de llegar a este libro y a este autor. Gracias por esta fidelidad además viniendo a mi humilde blog. Un estupendo 2017. Nos leemos.

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