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jueves, 26 de septiembre de 2013

STANDARDS, de Germán Sierra.

Germán Sierra es profesor de bioquímica y biología molecular en la universidad de Santiago de Compostela. Un dato que leí en la solapa interior de su último libro Standards (Pálido Fuego, 2013), antes de comenzar a leerlo. No es una novela al uso, una historia lineal con un protagonista bien señalado y con el que empatizar con sus aventuras y desventuras. Ya la portada nos advierte de la música, del ritmo que va imponiendo en las distintas historias convergentes, en apariencia viñetas deshilvanadas. Hay que refugiarse en la lectura melódica de estas ‘trayectorias vitales’ para percibir el hilo argumental, la maestría de Sierra en la estética y lo narrativo. Desde la pareja de jóvenes en una furgoneta al cosmonauta ruso fuera de la nave hay un entretejido que el lector más audaz logrará reconocer, a ritmo de jazz, tal vez, aunque admito que esto lo he vuelto a leer en la solapa. Os dejo el extremo del hilo a modo de moderno Ariadna: ‘La moda, aseguran, se originó en algún remoto escondite escandinavo; (...)’

Por Ginés J. Vera.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Entrevista a CAROLINA PUNSET: «Estos temas no ayudan a ganar elecciones a los partidos».


Si hace poco subía una reseña del libro de Carolina Punset, hoy comparto la entrevista que me concedió también estos días. Agradeciéndole además la deferencia pues coincidió con los múltiples compromisos de ese día en su visita a Valencia. Gracias. Como siempre, espero vuestros comentarios y sugerencias.

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Uno de los términos más repetidos en el libro es, sin duda, el de ecología política, apoyado con numerosos ejemplos reales dentro y fuera de España; ¿tal vez el hándicap sea, como he leído, que fuera de los partidos políticos ‘los postulados ecologistas ni progresan, ni se difunden, ni se aplican lo suficiente’?

Una de las cosas que me llevo a escribir este libro es precisamente explicar porqué la ecología a estas alturas, y a pesar de las evidencias científicas respecto a la crisis ecológica que son absolutamente alarmantes, no progresa, ni se difunde ni se aplica lo suficiente. En parte es culpa del sectarismo de los partidos verdes y en parte es una falta de concienciación de la gente ya que nadie les habla con claridad sobre estos temas porque no ayuda a ganar elecciones a los partidos.

Un puñado de ecologistas convencidos no son suficientes para la causa ecologista, he leído, debe ser un movimiento de ‘todos’; me pregunto si entre ambos extremos existe una mayoría suficiente, un ‘umbral’ mínimo de concienciados para lograr ese cambio propuesto en su libro.

Si desideologizamos la ecología, si no la condenamos a pertenecer a izquierdas o derechas, si la ponemos por delante de las trifulcas políticas, existe una mayoría suficiente de gente que puede compartir nuestras preocupaciones y contribuir a poner en marcha los cambios necesarios.  

Aceptando el alto nivel de consumismo de nuestra sociedad, parece difícil hacer entender a un amplio sector de la población que podemos –y debemos– autolimitarnos si queremos alcanzar la felicidad. ¿A qué habría que renunciar sin que sonase la palabra ‘recorte’, tan mal digerida desde hace unos años?

Habría que renunciar al despilfarro, a los excesos, a la acumulación material, nada que afecte esencialmente a nuestra felicidad.

Ecología política, medio ambiente y sostenibilidad son términos que aparecen en No importa de dónde vienes sino a dónde vas,  unidos a la búsqueda de la felicidad, esa ‘ausencia de miedo para encarar la vida con más libertad’ y así poder ser más felices. ¿Debemos buscar la felicidad en el cambio a lo ecológico y dar por agotado el modelo consumismo y crecimiento ilimitado actual?

La crisis que estamos viviendo tiene una única ventaja: ha dejado meridianamente claro a todo el mundo que hemos llegado a un callejón sin salida. Solo cuando todo se ha venido abajo se ofrece la oportunidad de repensar como nos gustaría volver a ser.

El camino a la transición ecológica pasa –entiendo–, entre otros caminos, por una revolución pedagógica. ¿Deberían implantarse más ecología y más asignaturas ‘verdes’ en los programas educativos tendentes a un cambio de mentalidad en las nuevas generaciones?

Efectivamente todo pasa por no colaborar con lo que consideremos injusto, educar y organizarse.  Por lo demás, el resto se puede conseguir si hay voluntad política.

Se impone una reforma radical de la sociedad actual, el nacimiento de la transición ecológica (otro término muy aludido en el libro), me resulta curioso leer que en España no sólo tenemos el talento y la calidad humana para conseguirla, sino además para liderarla en Europa. ¿Realmente esto es así?
España es el primer productor a nivel europeo en agricultura ecológica. Asimismo está entre las cinco primeras potencias a nivel mundial en materia de energías renovables. No es que podamos conseguirlo, es que ya lo habíamos conseguido. Se trata de no abandonar, de no dejar caer injustamente en el olvido esas filiales generadoras de empleo verde y potenciarlas. Claro que podemos.

Me ha resultado curioso el inciso al papel de ciertos medios de comunicación, concentrados en el ‘infoentretenimiento’, favoreciendo el bipartidismo con su estilo informativo. ¿Hace falta más honestidad y pluralidad informativa en los medios de nuestro país?

El debate político se ha abreviado de tal manera que ha quedado reducido a unos pocos lemas de campaña. Básicamente estamos todos condenados a ser de un bando o del contrario, buenos o malos, del Barsa o del Madrid, rojos o fachas, todos borregos de un rebaño. Clama al cielo que la mayor parte de los contertulios de los medios de comunicación se hayan convertido en expertos en una sola material: la de reforzar ideológicamente a los que ya piensan como ellos.

Alude, dentro de los temas relacionados con la agricultura europea, a la ‘malsana dependencia’ que tenemos a las subvenciones públicas. La solución que plantea para España es la de aportar ‘valor añadido’, incluyendo cifras muy esperanzadoras de la agricultura ecológica. ¿Hasta qué punto ‘nuestra agricultura podría constituir un motor anticrisis’, tal como apunta en el libro?
La agricultura y ganadería ecológica ha sido uno de los únicos sectores resilientes a la crisis. Genera ya 50.000 puestos de trabajo y crece un 10% cada año. La historia de su éxito es un éxito silencioso porque el 80% de la producción se exporta al extranjero pero es obvio que podríamos convertirnos en el granero ecológico de Europa y trasvasar a ese sector miles de parados de la construcción que hoy en día no tienen ninguna esperanza.

Respecto a la propuesta de soluciones drásticas, por parte de los gobiernos, ante a los graves problemas que asolan nuestra sociedad, destaco la reflexión de que ‘en demasiadas ocasiones se conocen las causas, pero no se actúa a tiempo por inercia, por comodidad, por miedo o por falta de audacia’.

Lo que quiero decir es que muchas veces los cambios no se imponen no porque sea difícil o imposible llevarlos a cabo en la práctica, sino porque existe una resistencia al cambio muy difícil de vencer.

Al afirmar en el libro que la formación política que representa en Altea puede tener una fecha de caducidad, ¿no es de algún modo contraproducente? ¿No es un mensaje de las limitaciones de la política ecológica en la representación electoral ciudadana?

Nunca hemos pretendido ser un partido al uso, al contrario, somos solo un grupo de ciudadanos que un día decidieron unirse para cambiar las cosas a su alrededor. Nuestra fecha de caducidad no importa, lo que cuenta es haber demostrado que sí se puede actuar y conseguir reformas radicales en nuestro entorno.

Las 25 medidas de bajo coste por la ecología y la sostenibilidad del Anexo, ¿son una invitación a que cada lector se movilice, a que forme parte activa de la transición ecológica?
Son propuestas que nosotros hemos puesto en marcha y que si todos reclamáramos en  nuestros municipios, contribuirán a reinventarnos en verde.

Leo que ‘no solo es importante hacer las cosas bien, también es importante que tengan visibilidad’. Siendo así, ¿no cree que podía haberse llegado a más lectores si este libro hubiera tenido un precio de venta menor, habida cuenta de la situación económica, los bajos índices de lectura de nuestro país y que los libros no son un bien de primera necesidad?

Lamentablemente  los escritores solo cobramos un 10% como derechos de autor y no intervenimos en las decisiones de las grandes editoriales. Ellas hacen sus previsiones de negocio y fijan las tarifas de venta. 


Carolina Punset (Wasintong D.C., 1971) es abogada especialista en ONGs. A partir del año 2006 lidera en Altea (Alicante) una plataforma ciudadana ecologista, independiente y de ámbito local. Ha obtenido varios premios por su compromiso en defensa del medio ambiente como los Premios Verdes 2009, el Premio al Municipio Sostenible de la Diputación Provincial de Alicante por el proyecto Huertos Urbanos Ecológicos o el Premio a la Investigación y desarrollo tecnológico agroalimentario 2011 de la Generalitat Valenciana por el proyecto Residuo Cero en el municipio de Altea. Acaba de publicar el libro No importa de dónde vienes sino a dónde vas (Espasa, 2013) en el que expone su ideario vital ecologista, proponiendo un cambio para ser más felices y más sostenibles.

Muchas gracias y mucha suerte, Carolina.

Por Ginés J. Vera.

viernes, 20 de septiembre de 2013

VENTAJAS DE VIAJAR EN TREN, de Antonio Orejudo.


Empiezo a estar harto de ver anunciado como novela lo que en realidad es un libro de relatos. Las editoriales lo harán con fines comerciales. Lo que se me escapa del todo es que además se empeñen en colocar al principio del libro los peores relatos. ¿Será para que al final nos quede un buen sabor de boca? Bueno, eso será si seguimos leyendo.

   'Ventajas de viajar en tren' es uno de estos casos, pero no es su único defecto. Despliega un humor absurdo que se reduce a la segunda de sus palabras, absurdo, porque para la primera, humor, es preciso un mínimo de identificación –hasta el humor tiene sus reglas– y con un personaje que se come sus propias heces, por ejemplo, es difícil la identificación.

   Acaso si el absurdo fuera fruto de una mente absurda podría ser de gran interés, por lo extraño e inaprensible. Sin embargo, Antonio Orejudo no es un demente, se le ve el artificio. Lo cual no es ni bueno ni malo, simplemente es lo opuesto a la naturalidad de los locos.

   De hecho redacta bien, con un estilo coloquial y moderno. Tan fluido que a menudo pasa de largo por las escenas, sin detenerse en ellas. Y con espíritu crítico, aunque muy particular, denunciando la violencia, por ejemplo, con violencia.

   Su sentido del humor es negro, del color del alquitrán, una especie de humor del patíbulo. Dicen que este tipo de humor se aplica a uno mismo en una situación desesperada. Y es que hay que verlo todo muy negro para escribir: “No somos nada más que un puñado de mierda. Un puñado de mierda y ochenta por ciento de agua”.

   Más cercano me siento al humor que emplea en otro de sus relatos para describir la relación entre una lectora y un célebre escritor: “Ella creyó que se casaba con su autor favorito, pero en realidad se había enamorado del narrador, y se casó con un personaje”. Como veis, a mí también me gusta acabar dejando un buen sabor de boca. Ventajas de viajar en tren con billete de ida y vuelta.

Por Ricardo Guadalupe.

martes, 17 de septiembre de 2013

'EL MAPA DEL TIEMPO' y 'EL MAPA DEL CIELO', de Felix J. Palma

Félix J. Palma dio inicio con El Mapa del Tiempo (2008, XIII Premio de Novela Ateneo de Sevilla) y su continuación, El Mapa del Cielo (2012) a una trilogía victoriana que concluirá el año que viene con la publicación del tercer y último tomo. En ambas obras, de la mano de un narrador omnisciente, la narración se divide en tres partes que imitan la estructura de los folletines de finales del siglo XIX. Aunque el ambiente y algunos personajes repiten, pueden leerse independientemente.
La ambientación está muy cuidada y aparecen personajes reales junto con los imaginarios, de hecho, el protagonista principal es el mismísimo escritor H. G. Wells que se verá implicado en complejas tramas derivadas de la publicación de sus libros La Máquina del Tiempo, en el primer volumen, y de La Guerra de los Mundos, en el segundo.

   La trama es muy entretenida, el ritmo perfecto y es de destacar el efectivo uso de repentinos giros que abren nuevas perspectivas insospechadas cuando uno ya cree saber porqué camino le llevan. Un total disfrute para para todo aquel que busque un homenaje al mundo y la literatura de los últimos años del siglo XIX, donde la fe en la ciencia y el progreso creciente todavía coexistían con el sentido de lo maravilloso en un mundo donde todavía quedaban exóticos rincones por descubrir y que Félix salpica con referencias de los siglos siguientes (de la Segunda Guerra Mundial a films clásicos como El Tiempo en sus manos (1960), en el primero o La Cosa (1982) en el segundo), para los devotos de la ucronía (especialmente El Mapa del Cielo) y los azares de la manipulación temporal (sobre todo El Mapa del Tiempo).


Por Beatriz T. Sanchez.

viernes, 13 de septiembre de 2013

NO IMPORTA DE DÓNDE VIENES, SINO ADÓNDE VAS, de Carolina Punset

Carolina Punset, hija del conocido divulgador Eduard Punset, nos propone en este libro una invitación a la reflexión, pero también a la acción, a la acción ecologista. Uno de los términos que más descubrimos es el de ecología política, no en vano, hace un recorrido sobre políticas aplicadas en el municipio alicantino de Altea –donde defiende una formación política ecologista–, en España y fuera de nuestro país. Otro de los conceptos destacados es el de la transición ecológica, ese cambio ‘necesario’ de mentalidad –por una parte– y de acción –por otra–, frente a la realidad que se nos impone: el sistema actual de consumismo ilimitado ni nos hace más felices ni es sostenible en el tiempo, ya que nuestros recursos son limitados.

Punset cuenta con sinceridad su propia experiencia, desde su apuesta personal tras encontrar su verdadera vocación, a cómo aunó esfuerzos creando una formación política ecologista para emprender una revolución de la conciencias en los ciudadanos.

En el libro se habla pues de políticas, pero también de ideas, de reflexiones y de propuestas; incluye un anexo con Eco-propuestas para ciudadanos activos.

Coincido en muchos de los planteamientos, más allá del (inevitable) debate político, tanto como en la necesidad de preservar el medio ambiente, la naturaleza, los recursos naturales para vivir mejor nuestro presente y poder ofrecer un mejor futuro a las generaciones venideras. La parte política la dejo para los más dogmáticos, sin olvidarme de subrayar que precisamente el título viene a decir eso: No importa de dónde vienes (a qué color político te acerques), sino adónde vas.

Por Ginés J. Vera

martes, 10 de septiembre de 2013

LA CÚPULA, de Stephen King

Stephen King me gusta. Un día en la biblioteca, de esto ya hace unos cuantos años cayó en mis manos It, y los meses siguientes devoré todo lo que encontraba de él. Me gusta en el terror y en esas otras novelas en las que explora (a su manera) los límites de la mente humana. Si dijera otra cosa mentiría. No diré que haya leído todas sus novelas, pero casi. Algunos cuestionaran mis gustos pero lo que es, es.

Con él descubrí cómo circunstancias cotidianas pueden ir alterándose hasta el terror más absoluto. Locura, maldad, desesperación, extraterrestres, fenómenos paranormales, situaciones extremas… lo que quieras y a manos llenas regala Stephen King en sus obras.

Y está, La cúpula lo tiene casi todo. Lo malo es que tiene mucho, pero mucho de todo y que todo pasa a la vez o esa es la sensación que a mí me da. He leído las páginas casi con la lengua fuera y jadeando como si estuviera corriendo los cuatrocientos metros lisos y debiera hacerlo en un tiempo record. ¡Por favor! ¡Qué cantidad de personajes, sucesos, historias, maldades, sufrimientos! Uno detrás de otro, sin dar tregua a la mente para que asimile lo que están leyendo sus ojos o si sois como yo, dé tiempo a proyectar en ese cine mental las imágenes que crean las palabras (que manido, pero seguro que alguien también lo experimenta).

Bien, advertencia: os será útil el plano que tan amablemente Stephen (sí, es que de vez en cuando cenamos juntos, ejem) nos proporciona del pueblo y los alrededores, al igual que la relación de personajes que aparecen. De verdad que sí. Porque son la tira. Seguro que tendréis que volver a ella de vez en cuando durante la lectura.

‘La cúpula’ cuenta los sucesos que acaecen en Chester’s Mill, un pequeño pueblo de Maine cuando una barrera invisible aparece de pronto aislando al pueblo. Impresiona ver como Stephen nos hace “ver” como de fuerte es esa barrera que más parece en sus primeros momentos una gran guillotina:

“La primera fue la marmota. Estaba entera y de pronto quedó partida en dos. Las dos partes se sacudían y sangraban. Barbie se detuvo, boquiabierto, la mandíbula inferior colgaba inerte de su articulación. Era como si hubiera caído la hoja de una guillotina invisible. Y entonces fue cuando, justo encima de la marmota cercenada, la avioneta explotó.”

A partir de ese momento nos cuenta una serie de “accidentes”, a cual más sangriento que se producen por la repentina aparición de la tal barrera. Algunos de ellos ni siquiera tendrán un testigo, solo la voz del narrador dándonos cuenta de los detalles. Otros serán presenciados, como el de la marmota, y así de paso nos presenta a alguno de las decenas de personajes que parece tener esta obra. Entre ellos está “Barbie”, Dale Barbara, cocinero y antiguo capitán del ejercito de los Estados Unidos que tendrá asignado en la novela el papel de salvador.

La novela intenta mostrarnos como una sociedad puede transformarse al ser aislada sin posibilidad de ayuda del exterior. Enfrentada a problemas tales como la falta de suministro eléctrico, la escasez de alimentos e incluso de oxigeno, debe además cargar con las ansias dictatoriales del segundo concejal y propietario de un concesionario de coches de segunda mano (¿Qué tendrá este hombre contra los coches de segunda mano o sus vendedores?) y de un negocio sucio, muy sucio que no voy a contar porque ya lo leeréis en el libro: James “Big Jim” Rennie.

Este malo malísimo es un fanático religioso (a su manera, claro) y tiene un hijo qué, ¿Cómo lo diría? Tiene un problema grave de salud (un tumor) que le convierte en un psicópata por no llamarlo hijo de… su padre.

Para acabar de complicar las cosas, los jóvenes y niños de la localidad tendrán una especie de ataques en los que verán visiones, que nos irán preparando para el final que… bueno, eso tampoco lo cuento.

Solo decir que a mí personalmente me decepcionó. El final, digo. Me pareció como si hubiera llegado a un punto en el que se preguntó: ¿Y ahora como salgo de este berenjenal? Venga, así mismo. Por otra parte es un final muy Asimov.  No digo más.


¿Recomendable? Bueno, si os gusta Stephen King, quizá os apetezca leerlo si no os da pereza las mil ciento treinta y seis páginas que tienen que pasar para llegar a un final que, como ya os digo tiene poco de sorprendente y es más bien 'cutrillo'.  Los malos son muy malos y también previsibles. Tiene situaciones emocionantes y va bien surtido de sangre. Tiene la gracia de que nos ofrece diversos puntos de vista según se va centrando por capítulos en uno u otro personaje. Y algo que siempre, siempre me hace mucha gracia de sus novelas: cuando nos hace empatizar con un personaje contándonos que hace o que siente o alguna anécdota para de golpe ¡Zas! Cargárselo y que nos lo cuenta con pelos y señales, ¿Eh?  

Por May Lloret

viernes, 6 de septiembre de 2013

JULIA, de Alejandra Díaz-Ortiz

La escritora Alejandra Díaz-Ortíz nos sorprende esta vez con una narración larga, teniendo en cuenta que sus dos libros anteriores, Cuentos chinos y Pizca de sal recogían textos breves, algunos brevísimos aunque con una indiscutible calidad literaria.

   Julia es el título de esta novela breve, también el nombre de una de sus protagonistas. Dos mujeres, Julia y María, que se encuentran sin tocarse, y así, logran día a día descubrirse una a la otra, vistiéndose no sólo de palabras. Hay una Julia que vive, sueña y palpita entre estas páginas, pero en realidad hay muchas Julias más allá, o más acá. Las lectoras y lectores que se acerquen a esta novela descubrirán que es así, que la realidad de la ficción está a la orden del día. Es una historia presente y creo que al leerla ayudamos a muchas Julias y Marías, a las que conocemos y a las que no conocemos.


   Una novela a dos voces, un cruce de caminos, para leer, sentir y reflexionar.

Podéis conocer más de Alejandra Díaz Ortiz en: http://alejandradiazortiz.wordpress.com/

Por Ginés J. Vera

lunes, 2 de septiembre de 2013

'¿QUÉ QUIERE USTED DE MÍ? y otros relatos' de DORIS DÖRRIE

La casualidad ha hecho que el libro ¿Qué quiere usted de mí? y otros relatos, de Doris Dörrie llegase a mí este verano un seis de agosto. La ilustración de portada de la edición alude a un dibujo de 1907 de Edward Gorey titulado ‘El rapto de Elsie Trudd el seis de agosto’.

   Respecto a los dieciséis cuentos cortos incluidos en el libro, destacar que la mayoría están narrados en primera persona, una voz protagonista. Protagonismo de soledades, indiferencia, aislamiento… La resignación en ocasiones bajo el rol desvalido de los personajes. También destaco el toque irónico de la autora, el ritmo ágil y unos secundarios muy humanos, como la madre de la protagonista en ‘Lo siento’, vestida con su “dirndl”, o el coprotagonista de ‘¿Qué haces cuando salgo de casa?’.

   Mis favoritos son tres: ‘Con cuchillo y tenedor’ por el ritmo y la sorpresa; delicioso. ‘Hollywood’, por la puesta en escena de los personajes, evocándome en cierto modo al toque irónico del cine de Woody Allen; y ‘Mentiras’, por el retrato del personaje masculino, nueva evocación, esta vez a la magistral creación de Mary Shelly y su ‘moderno Prometeo’.


   Dieciséis historias que recomiendo por su concisión, ironía y sensibilidad a la hora de tratar ese aislamiento, la  entereza de los protagonistas.

Por Ginés J. Vera.