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lunes, 29 de septiembre de 2014

DEPABLO I MARTÍ: «Siento la necesidad de contar lo que me repatea y mosquea».

Leí con vértigo y un mueca en los labios esta novela de singular título: La increíble y formidable aventura de un escritor que no quería serlo (El desván de la memoria, 2014). Primera novela de Depablo i Martí que nació en Valladolid en 1980 y dice odiar el otoño, el invierno, el frío, la niebla, la nieve y ser fan de la escritura de Bukowski, Galdós y Montalbán.  Un libro de Kiko Amat le hizo saber que quería ser escritor. Actualmente es proletario y años atrás, librero. Quedaba entrevistarle y he aquí la entrevista aunque, con su permiso, recomiendo leer la novela mucho más desenfadada.


P.: No sé si esta es una novela fantasmagórica o una antinovela en un sueño que se pega a los ojos y se lee con las vísceras acordándose de Bukowski y Montalbán.

R.: Yo tampoco sé muy bien qué es en realidad. Espero que una novela que entretenga y haga pasar un buen rato al que quiera leerla. He de reconocer que cuando empecé a escribir, Bukowski era mi referente. No sólo quería escribir como él, también, atrevido yo, quería contar lo que contaba él.  Pero a quién iba a engañar: jamás he vivido en una pensión rodeado de olvidados, ni he apostado a los caballos, ni he escrito borracho, ni he sido cartero, ni vagabundo, ni buen poeta.

P.: Una historia peliaguda para los futuros traductores, muy nuestra hasta el punto de que los personajes ven por televisión algo tan castizo como futbol o toros…  el mismísimo Juancar se da un par de vueltas por aquí.

R.: Sí. Juancar como figura de la españolidad. Al menos, el significado que tiene para mí esa palabra, Juancar lo representa perfectamente. Y aquí, prefiero morderme la lengua.
Me gusta el fútbol. Soy culé. Muy culé, y no pude evitar escribir sobre ello. Montalbán fue la escusa perfecta siendo un barcelonista como era.
Puede parecer raro leyendo ‘La increíble y formidable…’ pero escribo lo que veo, y los toros  se siguen emitiendo por la tele: aunque parezca increíble, aún hay gente que disfruta viendo una corrida.

P.: Una novela escrita por Depablo con un Depablo como protagonista ¿es un ejercicio de sabia ironía con algo de odio y desencanto (no en vano aparecen manifestantes reivindicativos en la Plaza Mayor) mientras se bebe y fuma mucho?

R.: No sé si se capta el tono revolucionario que pretendía dar a la novela. Creo que no del todo. Soy zurdo. Extremo zurdo, y siento la necesidad de contar lo que me repatea y mosquea. Esto tarde o temprano tendrá que reventar. No podemos seguir engañados, explotados, parados, desahuciados, apaleados… Yo aún sigo empleando la palabra proletario en lugar de empleado. Para que después me llamen desfasado o casposo. El mundo no sólo está jodido, también, como dijo Galeano, al revés.

P.: Destaco el tono narrativo, claro guiño a las novelas de Montalbán, con Bukowski -otro al también he mencionado-, aunque imagino que como al protagonista de esta ‘increíble y formidable aventura’ buscará su propio estilo, su pluma propia más allá del alter ego.

R.: Trabajo día a día para encontrarlo. Aunque no me quito del todo las influencias del escritor que esté leyendo en ese momento. Y si es bueno ni te cuento.

P.: Si esta es una novela de personajes, qué decir de la banda sonora que la acompaña a golpe de párrafo y capítulo.

R.: La música ha sido parte muy importante de mi juventud. Ahora escucho menos, pero en mi adolescencia me formó, me hizo pensar y actuar. No sólo tiene el poder de amansar a las fieras, puede transformar a los mansos en peligrosos guerreros.  Forma parte de la vida. La novela, incluso siendo surrealista, no deja de ser una parte de la vida de Depablo.

P.: Algunas frases que me han abierto las pupilas más allá de lo que ya las tenía mientras leía las peripecias de Depablo, por si quiere comentar algo, son: ‘La mala suerte me perseguía como el dinero a un banquero.’ ‘Debió de sentir algo por dentro, eso que los maricas e ignorantes llaman felicidad’. ‘Canciones machaconas que no sirven ni como forma de tortura’. ‘Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos’.

R.: Pues que ahí están.  Sinceramente no sé qué decir. A mí me parecen buenas. Los banqueros son ricos. La felicidad no existe. Las discotecas son minisguantánamos. Y los medios de comunicación se empeñan en decir a quién debemos temer y a quién amar. Todo muy claro. Jejeje.

P.: Aunque creo que mi frase favorita es esta sobre la amistad: ‘La amistad es una institución capitalista’. ¿Qué pensarán los lectores de ‘La increíble y formidable…’ que quieran hacerse amigos de Depablo por las redes sociales tras leer: ‘Amigo es una palabra vacía. Plana. Anodina. Mal entendida y peor utilizada’.

R.: Las redes sociales son el ejemplo perfecto de lo que es hoy en día la palabra amistad.

Muchas gracias.
Muchas gracias a ti, Depablo, y mucha suerte.

2 comentarios:

  1. Leí hace poco su libro y me sorprendió muy gratamente. Más de una sonrisa me arrancó. Una novelita muy original.
    Besotes!!!

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    1. Sí que lo es, original, quiero decir. Muchas gracias por tu visita, Margari. Me alegra que coincidamos en el sabor de esta novela de Depablo i Martí... Ya le he 'amenazado' con entrevistarle de nuevo. Un saludo.

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