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lunes, 8 de agosto de 2016

ROBERTO MALO: "Veo lo de los eBooks como un soporte complementario al del papel."


Roberto Malo.
Regreso de unas cortas vacaciones para compartir una 'nueva' entrevista.
   Lo hago con una doble ilusión al presentar a Roberto Malo, a quien tuve la oportunidad de conocer en persona en octubre de 2014 en una librería -ya desaparecida- en Valencia. Presentaba con la ilustradora Veronica Leonetti y con J. E. Álamo la obra 'Leo Circus'.
  Nos conocíamos virtualmente desde hacía tiempo, por lo que no solo fui entusiasmado sino que regresé a casa con otro regalo, más material, su novela 'La marea del despertar' (Hegemón,  2007). Y lo que son las cosas, el libro ha estado en una balda de mi estantería esperando el momento de sentarme y leerlo con la tranquilidad y el respeto que se merecen autor y libro.
   De su novela me guardo hablar por el momento ya que haré una reseña en breve. Prefiero compartir sus respuestas a mis preguntas en esta entrevista. No creo hacer 'spoiler' si anuncio que también en breve espero compartir una más reciente sobre esa novela, pero todo a su tiempo.

Dado que sé que tenemos al menos un género afín a la hora de crear historias quiero preguntarte por el terror, ¿por qué nos gustan tanto las historias de terror? ¿Por qué te gustan a ti? 

“No hay placer como el terror”, que diría Clive Barker. Supongo que a todos nos gusta pasar miedo; debemos ser algo masoquistas…

Publicas dentro del género de terror pero además has incursionado con éxito en la literatura infantil, haces cuentacuentos y te consideras animador sociocultural. ¿Cómo empezó todo, literariamente?

Supongo que empezó a los trece años (más o menos) cuando me puse a escribir cuentos por puro placer, como una respuesta a mi necesidad de leer. De repente me venían historias a la cabeza y me sentía impelido a plasmarlas.

¿Dónde te sientes más cómodo?

En cuanto a lo esto, lo cierto es que me siento muy cómodo en todos mis ámbitos. Espero poder seguir compaginándolos. Y no solamente le pego al terror, también le pego al humor, a la fantasía, a la ciencia ficción, al policíaco y a lo que se tercie.

Al decir lo de los trece años he evocado mi adolescencia, cuando yo también me dejaba tentar por las musas y alguna musaraña, como se decía antes. ¿Tú has sido siempre un buen estudiante o eras de los que hacía pellas o te ponías a escribir tus historias en la última fila ajeno a las asignaturas?

Con su obra Leo Circus, en una feria del libro.
Lo cierto es que he sido un estudiante muy serio y aplicado, y apenas he hecho pirolas. Sin embargo, ya escribía historias en clase, o al menos las imaginaba. Recuerdo estar estudiando algún examen, y dejarlo momentáneamente para escribir algún cuento que me venía a la mente. Aun así, aprobaba…

Has publicado un buen número de libros, obtenido premios y conseguido que te reediten y te traduzcan a varios idiomas, ¿qué te impulsa a escribir ahora que ya no tenemos trece años cuando te sientas en tu escritorio?

Escribo por puro placer. Disfruto haciéndolo. Las ideas me llevan al papel, y no al revés. Yo no voy al papel buscando ideas, ellas viene a por mí, sin avisar.

¿Cuáles son tus aspiraciones literarias?

No creo tener grandes aspiraciones literarias, pero sí que hace ilusión cada libro que sale, cada contrato que llega, cada lector que te anima a seguir…

La pregunta anterior casi lleva pareja otra que nos hemos preguntado algunos de los que escribimos, yo mismo, y ahora te lanzo a ti. ¿Se puede vivir de la literatura y alrededores? ¿Es mejor tener otro trabajo no relacionado y así escribir por placer (u obsesión, según cada cual)?

Yo no quiero vivir de la literatura, sinceramente. Es algo tremendamente difícil, por otra parte. A mí me gusta mi trabajo de animador, me lo paso en grande, y espero pese a la crisis seguir en ello por un buen tiempo. La literatura la veo como un plus, en el mejor de los casos. Y es cierto que a veces esos “alrededores” como dices dejan algún dinero, pero mi consejo realista a los chavales cuando me preguntan sobre el tema es tener un trabajo que te llene y luego escribir en los ratos libres. Pretender vivir de la literatura, tal y como está el patio, es una quimera.

Roberto Malo interpretando como miembro del grupo Galeón.
Dado que ‘le pegas a lo que se tercie’ como decías y te mueves por igual en las distancias cortas y la novela, ¿cómo se aborda, desde tu punto de vista, la creación de una novela tan distinta (o no) de la cocina rápida de un relato corto?

Alguien dijo: “Escribir un relato es un placer. Escribir una novela es un reto”. Yo lo veo así, ciertamente. El relato es algo rápido de plantear y escribir, un género muy querido por mí, como lector y escritor. La novela requiere más tiempo, más dedicación, pero el esfuerzo merece la pena. Me siento especialmente orgulloso de mis novelas, y sin embargo me considero básicamente un cuentista.

¿Qué haces cuando te llega un bloqueo, cuando pasan varios días en los que no escribes?, ¿hay algún truco para conjurar a las musas?

Ponerte a escribir cualquier cosa, aunque no tenga sentido, aunque sea una completa tontería. Antes o después se recupera la chispa, lo importante es no dejar el papel, no dejar de intentarlo.

Otro clásico en mis entrevistas a escritores, y más si son de mi generación, es que me hagas una rápida valoración de la irrupción de las nuevas tecnologías –ya no tan nuevas– en la literatura: los eBooks y el mercado que se (nos) abre para los escritores noveles ninguneados por las editoriales tradicionales.

Yo de momento veo lo de los eBooks como un soporte complementario al del papel. Tienes el libro en formato físico y, para el que quiera esa opción, también en eBook. Tener una obra solamente en formato electrónico, hoy por hoy, no me convence. Soy muy de papel. Pero bueno, habrá que hacerse a todo, claro.
Respecto a lo de los escritores ninguneados…, lo cierto es que no se te valora si no te publica una editorial como Dios manda. No veo que eso cambie demasiado con las nuevas tecnologías.

En la presentación de Leo Circus en Valencia.
Al hilo de esto me viene a la mente algo que leí en internet en donde una escritora titulaba una entrada en su blog: “¿qué se puede esperar de un libro de menos de un euro?” al haber publicado ella misma su novela en un conocido portal de internet. ¿Qué opinas de que haya novelas en la red a 0,89 €, por ejemplo?

No, si el precio a pagar me parece bien. Al fin y al cabo, por un archivo no se puede pagar mucho más. El tema es vender miles y miles de libros a un euro, y así ya se ve el tema de otra manera.

Última pregunta -por ahora- y, seguro que otra clásica de las entrevistas, ¿puedes adelantarnos algo de tu nuevo proyecto (o proyectos)?

Soy muy supersticioso con los proyectos futuros. A veces se gafan, se retrasan, no salen… Prefiero callar de momento. Pero sí, espero sacar nuevos trabajos en breve.

Roberto Malo (Zaragoza, 1970) es escritor, cuentacuentos y animador sociocultural. Ha publicado los libros de relatos "Malos sueños" (Certeza, 2006),"La luz del diablo" (Mira, 2008), "La sonrisa del león" (Dissident Tales, 2015, con ilustraciones de Javi Hernández) y "Los soñadores" (Pregunta, 2016); las novelas "Maldita novela" (Mira, 2007), "La marea del despertar" (Hegemón, 2007), "Los guionistas" (Eclipsados, 2009),"Asesinato en el club nudista" (Nalvay, 2011, ilustrada por Abraham Pérez), "El último concierto de David Salas" (Pregunta, 2013) y "El rayo rojo" (Dissident Tales, 2014, ilustrada por CalaveraDiablo); el disco "A escondidas" (Pregunta, 2014), doce canciones de David Salas con música de Juan Verón y letras de Roberto Malo; como guionista, los cómics "Veo por ti" (Cornoque, 2015), dibujado por Chema Cebolla, y "Los guionistas" (Cornoque, 2016), dibujado por Moratha; los albumes "Leo Circus" (Kelonia, 2014), escrito en colaboración con J. E. Álamo e ilustrado por Verónica Leonetti, y "Los tres reyes" (Dissident Tales, 2015), escrito en colaboración con Jesús Mesa y Daniel Tejero e ilustrado por Teresa del Río; y los libros infantiles (escritos en colaboración con Francisco Javier Mateos) "Tanga y el gran leopardo" (Comanegra, 2009, ilustrado por David Laguens), "La madre del héroe" (OQO, 2011, ilustrado por Marjorie Pourchet), "El príncipe que cruzó allende los mares" (Nalvay, 2012, ilustrado por David Guirao), "Abaskhia, el muchacho que quería enseñar a hablar a las vacas" (Delsan, 2012, ilustrado por David Laguens), "El pastel de la buena suerte" (Delsan, 2013, ilustrado por Ignacio Ochoa) y "El rey que no podía dejar de estornudar" (Edebé, 2014, ilustrado por Blanca Bk).

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