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jueves, 30 de noviembre de 2017

Raza Pérez: «Surgirán nuevas herramientas y las existentes evolucionarán».


Esta semana mi entrevistado es Raza Pérez, director de producto del Grupo Ayondo y Responsable para el Sur de Europa y Latam. Su licenciatura en Matemáticas Puras y el MBA en IESE Business School le han aportado las bases para poder desarrollar negocios revolucionarios. Acaba de publicar un libro en el que es coautor junto a Josef Ajram titulado ‘Social trading para dummies’ (Editorial CEAC). Un libro muy recomendable quienes no quieran quedarse desactualizados en el “social trading”, la última tendencia de inversión en bolsa.

‘Social trading para dummies’ está organizado no solo en bloques y capítulos con contenidos teóricos, ejemplos y recomendaciones, también se disponen de forma que pueda interesar desde a los neófitos en la materia hasta a aquellos que ya vengan operando en bolsa y hayan oído lo del social trader pero sin fiarse de la información que les llegaba al respecto. ¿Un libro de amplio espectro?

Sí, es un libro de la colección Dummies. Lo hemos escrito pensando en varios perfiles a la vez y está estructurado en distintas partes en función de los niveles. Desde una persona que quiere invertir sus ahorros en bolsa sin tener que dedicar el tiempo y el esfuerzo que exige operar como trader, hasta el perfil de un profesional que quiere aprender sobre social trading para aumentar sus fuentes de ingresos pasando por perfiles intermedios.

Al igual que con los libros sobre salud y dietas milagro, ‘Social trading para dummies’ ha de leerse y ‘aplicarse’ con responsabilidad. Con el dinero no se juega. Quien quiera aventurarse en el mundo del social trading ¿debe saber e interiorizar en todo momento que el dinero invertido nunca debe ser fundamental para garantizar su estabilidad financiera?

Sí, es algo en lo que siempre comentamos y que le gente lo puede tomar como un apunte informativo o como advertencia pero que siempre se ha de tener en cuenta. Invierte en renta variable aquella cantidad que no necesites en el corto plazo. La renta variable tiene sus riesgos; no es como tener el dinero metido en el banco a plazo fijo. Cuando decidas la cantidad a dedicar a la renta variable pregúntate qué pasaría si perdieses todo ese dinero. ¿Pondrías en riesgo tu estabilidad financiera? ¿Dejarías de pagar la hipoteca o facturas? ¿O, por el contrario, la pérdida supondría un enorme disgusto … y nada más?

Es posible obtener rentabilidades muy interesantes usando el social trading ‘siempre que se empleen el estudio, la cabeza y el trabajo’, leo. Quizá uno de los grandes errores, como figura al final del libro, sea esperar grandes beneficios; ¿seguir una estrategia de alto riesgo apalancándose al máximo para conseguir rentabilidades superiores al 25% implica que disgustos llegarán tarde o temprano, se han dado casos así en el tiempo que llevan aconsejando acerca del social trading?

Al final es el nivel de riesgo que se asume para llegar a esas rentabilidades. No es lo mismo un 30% en dos semanas que un 30% a lo largo de dos años. A la hora de identificar Top Traders todos tienen asociado un nivel de carrera y un parámetro que mide su puntuación de riesgo de 1 a 10, entre otras variables. La puntuación de riesgo ayuda a entender la sensibilidad del Top Trader para generar resultados y en general puntuaciones de riesgo bajo (1-4) tienen una volatilidad baja y viceversa.

Como decíamos antes, la información es poder, y entre el decálogo de consejos finales advierten a los lectores que ‘Social trading para dummies’ es el principio, una herramienta, pero que animan a leer más, a bucear en internet, ya sea en webinars, ya en foros, o en cursos que ofrezcan garantías… ¿Hay que renovarse continuamente, el aprendizaje y la experiencia distinguen al trader exitoso?


El trabajo es lo que distingue a las personas. Estamos ante una nueva clase media en muchas partes del mundo, especialmente en Asia, gente menor de 35 años que se plantean, en algunos casos por primera vez, qué hacer con sus ahorros. Este aspecto está dando forma a redefinir la inversión. Lo que ocurrirá en los próximos 10 años no lo sabemos, de la misma manera que hace diez años hubiese sido inimaginable lo que tenemos hoy. Por eso decimos que surgirán nuevas herramientas y las existentes evolucionarán.


miércoles, 22 de noviembre de 2017

Miguel Morata: «No se vende más por ser mujer o por ser hombre».

Me resultaría difícil decir cuándo fue la primera vez que entré en la Librería Primado. Hace mucho. Las librerías en general tienen un algo especial, nada que no le pase a mucha gente, incluso a quienes además de lectores, escribirmos. Por eso, cuando supe que la Librería Primado cumplía treinta años, ahí es nada, me puse en seguida en contacto con Miguel Morata, el librero, y le pedí abiertamente entrevistarle. Quería saber más de ese sitio mítico para quienes amamos los libros ubicada en Valencia, cerca del Campus de Blasco Ibáñez. Y como siempre, Miguel (me permito tutearle, se mostró amabilísimo y encantado. De las preguntas, más bien de sus respuestas, descubro que ha cambiado mucho cómo se leía y se compraba antes y ahora. Me habla de la Feria del Libro de Valencia, de algunos escritores de talla que han pasado por aquí, por la Librería, y de que el futuro de esta es incierto. Mejor que resumir sus palabras será que os deje la entrevista íntegra que podéis leer aquí.


Gracias Miguel, por todo, pero en especial por esta entrevista. Felicidades.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Salvador Raga: "El íntegro de nuestros beneficios va destinado a proyectos solidarios".


Hace unos días tuve la oportunidad de charlar con Salva Raga. 

Salvador Raga Navarro es una de esas personas con las que da gusto conversar y, sobre todo, escuchar y aprender. Le conocí meses atrás en la Feria del Libro de Valencia donde me fichó para un proyecto solidario que pronto verá la luz. 

Precisamente en la línea de ese proyecto se enmarca el del libro que ha publicado recientemente con el sello de la editorial Vinatea. Sobre la editorial Vinatea le pregunto, no solo sobre su gestación, también sobre el nombre de esta, el libro "Treinta mujeres fascinantes en la historia de Valencia" y más curiosidades.

Entre las respuestas se cuelan la ONG Valencianistes per la solidaritat , Francesc de Vinatea, Alfonso II el Benigno, visitas guiadas por Valencia, un caso en el que una escritora dijo a Salvador que solo escribiría en la antología solidaria si iba a cobrar..., y que me confesara que lo que tuvo que hacer en la antología"Treinta mujeres fascinantes en la historia de Valencia" fue 'un trabajo de seducción'...

La entrevista íntegra podéis leerla en el siguiente enlace, os la recomiendo.


lunes, 13 de noviembre de 2017

Víctor Martín: «Este libro no pretende ser una lectura de una sola vez».

Me concede una entrevista el influencer en marketing online Víctor Martín. Considerado una de las personas más influyentes en social media a nivel nacional, su marca personal es una de las más sólidas y reconocidas. Speaker internacional en diferentes charlas y congresos siempre relacionados con el social media, el blogging, el emprendimiento o el marketing online. 

Actualmente compagina su trabajo como consultor de social media y marketing online, en la agencia Young Media, con su blog personal victormartinp.com, uno de los blogs más influyentes de España sobre social media.

Acaba de publicar un libro ‘Desata tu éxito’ (Alienta editorial) con prólogo del Mago More y epílogo de Anxo Pérez. 

El Mago More en ese prólogo ya nos avanza que el libro está dirigido a personas normales con sueños extraordinarios. Y del prólo al epílogo, pues me adelanto a las preguntas y respuestas de la entrevista para indicaros que el autor del epílogo, Anxo Pérez, es también el autor del exitoso libro ‘Los 88 Peldaños del Éxito’ y creador del método de aprendizaje de idiomas 8Belts que ha revolucionado el mundo de la enseñanza de idiomas, además de haber trabajado para el FBI y para la ONU, habiendo sido intérprete del presidente de los Estados Unidos Barack Obama, actor de cine y haber dado conciertos en 7 países.

Volviendo al libro de Victor Martín, ‘Desata tu éxito’, he disfrutado de su lectura no solo por las teorías, herramientas, aplicaciones y ejercicios prácticos que su autor incluye para ayudarnos, a los lectores, en la consecución de nuestras metas. También por la parte personal en la que, en efecto, pone ejemplos de superación y consecución de sueños extraordinarios consigo mismo como ejemplo.

Casi como en ese principio de parsimonia llamado la Navaja de Ockham, donde ha de tenderse a la solución más sencilla, para Martín el éxito lo es. Lo ejemplifica con una fórmula Éxito = metodología + Hábitos + Mentalidad. Aunque lo difícil, le pregunto, es que cada cual lo ponga en práctica.

Pasar a la acción sin duda es lo más difícil. Aquí es cuando entramos en combate con nosotros mismos y nos ponemos a prueba. Luchamos contra la procrastinación y con los fundamentamos de nuestra motivación. La clave está en ahondar en nosotros mismos y descubrir “por qué” queremos hacer las cosas. Sin un “por qué” que nos empuje nos resultará más difícil lograr lo que queremos.

En ‘Desata tu éxito’ vemos cómo gestionar el tiempo, así como las técnicas para evitar la fatiga mental y el cansancio, a tomar decisiones adecuadas, a delegar el máximo, a combatir la multitarea, a usar hojas de planificación diarias, a establecer tareas prioritarias, a lidiar con distracciones e interrupciones, a dejar de procastinar y mantener la motivación, a decir no, así como a establecer rituales y rutinas beneficiosas como, por ejemplo, la meditación.

Me ha parecido un gran acierto leer acerca de  la matriz de Eisenhower, una herramienta sencilla y eficaz, todo y que -como bien dice- hay quien se la atribuye erróneamente a Stephen Covey.

Sí, Stephen Covey habló en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” de esta famosa matriz, y de ahí que se le atribuya a él. Pero esta matriz la creó Dwight D. Eisenhower durante la segunda guerra mundial en la que participó. Con ella determinaba cuáles de las acciones que tenía que llevar a cabo requerían de su intervención inmediata, concluyendo que habían tareas que podía delegar, posponer o planificar, o incluso eliminar. Esa matriz es una de las herramientas más utilizadas en la gestión de tareas a día de hoy, y es gracias a Ike (como lo llamaban en su entorno familiar) considerado el presidente de los Estados Unidos más productivo de la historia.

Hay un capítulo dedicado al descanso saludable. Quizá es el que veo más inquietante, por una parte hay científicos que abogan por dormir 7,5 horas, en tanto otros parecen apostar dormir poco, pero dosificándolo a lo largo del día. ¿Qué nos aconseja y por qué?

Yo aconsejo que cada uno (y siempre con la supervisión de un médico) encuentre la fórmula que mejor se adapta a él, ya que la cantidad de horas de sueño recomendada varía en función de cada individuo. La cuestión es darle al sueño la importancia que se merece, y saber por otro lado que hay métodos (como del que hablo en Desata tu Éxito) que te permiten “hackear” tus horas de sueño para dormir menos y sentirte igual de fresco y energizado por las mañanas.

Leemos que usted leyó una cita que incluye en su libro acerca de que ‘algunos mensajes te llegan cuando más necesitas recibirlos’. Por lo que le pregunto si 'Desata tu Éxito' puede tener un momento especial en la vida de cada lector, no necesariamente en el que lo adquiera.

Este libro no pretende ser una lectura de una sola vez –dice–, ya que contiene todas las herramientas y estrategias que te permiten transformar tu vida. De forma que cada uno puede recurrir a él cuando sienta que más lo necesita (sea ahora o en cualquier otro momento).

Foto: cortesía Alienta editorial (c)

jueves, 2 de noviembre de 2017

Entrevista a Ángel Herrera: "Sin silencio no existe el acto creativo".

Me concede una entrevista Ángel Herrera (Santa Cruz de Tenerife, 1975). Hijo de un pescador y una costurera, como leemos en su biografía de su último libro, después de acabar sus estudios de bachillerato en La Laguna, consiguió una beca para estudiar en los Estados Unidos. Su pasión es la música, aunque también la literatura como lo demuestra el hecho de haber publicado dos novelas ‘La eterna fragancia’ y ‘Un mundo idílico’. Este año nos sorprende con ‘El mensajero’, un tratado de pensamientos donde reflexiona sobre el ser humano y su relación con la vida. Le pregunto a Ángel, a Angelico, sobre esta ‘guía para ayudar a vivir una vida realizada y dichosa’.

Leemos en el prólogo de ‘El mensajero’ que la idea de escribir este libro surgió dando un paseo junto al mar, pensando en una situación hipotética; ¿nos la comentas brevemente?

Vivo en un territorio insular, por tanto el mar está presente en mi vida, mi padre fue pescador, las ocurrencias creativas puede aparecer en cualquier lugar y cualquier momento. La idea de ‘El mensajero’ era narración al igual que mis obras anteriores. Imaginé un mundo sin habitantes, pero a medida que iba escribiendo se convirtió en un libro que ni yo mismo pensé en escribir.

Has clasificados estos 500 pensamientos y acciones en siete capítulos, por así decirlo, encabezados por cada uno de los días de la semana. Háblanos de esta ordenación y de tu intención con ello.

En el prólogo del libro escribo que las meditaciones están escritas para ser leídas cada día de la vida y al libre albedrío del lector. Este libro nos acerca a la vida, es un libro si me permites la expresión con “fuerza vital”, además  al igual que mis anteriores responde a la siguiente pregunta: ¿Qué podemos hacer en la más pura soledad de nuestras vidas? Mi respuesta personal es vivir una vida autentica para poder ser dueños de nuestras vidas.

Imagino que hay casos en los que puede que un lector atento descubra en estos pensamientos o meditaciones que algunos se superponen, se conjugan -en cierto modo-. Por ejemplo, el nº 15 al hablar del sonido de la felicidad y el nº 24 sobre el silencio identificándolo como el mejor sonido del universo y la galaxia. ¿Es así?

Sin silencio no existe el acto creativo, yo intuyo que el sonido de la felicidad es una galaxia, (los filólogos dirán que es una sinestesia). Una galaxia de creación puede ser cualquier manifestación artística, es decir, hacer que aparezca en el mundo algo bello y bueno, en mi caso un libro.

He escogido algunos de estos pensamientos porque me gustaría que nos indicases la reflexión que llevan detrás, más allá del epigrama que nos lanzas, en pocas palabras, con estos pensamientos:
La tristeza como camino hacia la felicidad (nº 17)… Casi parecen conceptos antagónicos.

Hay epigramas que son un oxímoron, y si reflexionamos un poco más, la naturaleza humana es así, somos seres contradictorios, quizás la más inteligente contradicción es la que hace nacer en nosotros un impulso creativo. El epigrama número 17 “la tristeza como camino hacia la felicidad…” expresa las vicisitudes de la vida antes de conocer la dicha.

No contar todo lo que vayamos a hacer cara a conseguir un proyecto (nº 101)… Me recuerda a lo de no decir a nadie el deseo que se pide en los cumpleaños o ese lienzo que cubre el lienzo del pintor hasta terminar su obra.

El número 101 “no contar lo que vayamos hacer cara conseguir un proyecto…” es una reflexión  de la actividad artística como un trabajo de máxima concentración y perseverancia.

Leer al menos un libro cada semana (nº 227)... No sé si 52 libros al año estarán al alcance de muchos, imagino que dependerá también del libro escogido.

El número 227 “leer al menos un libro cada semana…”, mi objetivo es leer uno diario... Según los neurólogos nuestro cerebro contiene ciento de miles de millones de neuronas ¿qué hacen las neuronas si no aprenden nada nuevo? 

Hay varios conceptos que parecen cobrar gran importancia entre estos 500 pensamientos, algunos ya los hemos comentado, como la música, el silencio; también cantar, junto a los libros (lectura, escritura, etc.) o ese que llamas areté. Dinos a este respecto cuales son esos grandes temas sobre los que has querido enfatizar en ‘El mensajero’ y por qué.

La arete es un término que se utilizaba en la antigua Grecia. En nuestras vidas podemos sufrir rémoras: pérdida de un buen trabajo, una  casa, una relación sentimental… pero lo que nunca podemos perder es nuestra arete, es decir, nuestra realización personal. El arte, más concretamente la literatura en mi caso, me convierte en un ser realizado, te lleva una felicidad duradera, que  nada ni nadie puede arrebatar.


Muchas gracias, Ángel.

martes, 24 de octubre de 2017

Kafka y la muñeca viajera, de Jordi Sierra i Fabra

Ha llegado a mí, estos días, como de casualidad, un libro del que había oído hablar tiempo atrás. Quizá sea cierto eso de que los libros nos eligen y no al revés y ‘Kafka y la muñeca viajera’ me haya escogido a mí. Por mi parte, elegí leérmelo casi de tirón. Cierto que no es una historia larga, además de ser una novela juvenil (de 8 años en adelante, leo). Pero no es menos cierto que me enganchó desde el principio (como se dice ahora). Y el principio, en mi caso, fue el final: la contraportada.

El autor es Jordi Sierra i Fabra, a quien ya he leído anteriormente y del que guardo con especial cariño por haberle conocido en persona, en una Feria del Libro de Valencia. Decía que el libro me ganó por la contraportada donde se cuenta que la historia de Kafka y la muñeca viajera’, la que novela Sierra i Fabra, viene a su vez de un hecho histórico-literario fascinante. El escritor barcelonés, que este verano cumplió 70 años, recibió hace justamente 10 el premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por esta novela sobre unas cartas de Kafka a una niña. Unas cartas auténticas a una niña auténtica que ni los estudiosos del escritor checo han podido encontrar aún. Se perdieron. No es que el amigo de Kafka las quemara, como sí le pidió este a aquel, aunque no le hiciera caso. Las cartas que Kafka escribió a una niña que, al parecer, perdió una muñeca en un parque berlinés son reales. Lo fueron. Desconocemos qué escribió en ellas el autor de La metamorfoss, el proceso o El castillo, lo que sí puedo decir es que Sierra i Fabra hilvana como pocos una historia deliciosa. No es de extrañar el galardón.

También se cumplió este verano cien años desde el primer diagnóstico de la enfermedad que acabó con la vida del escritor en 1924. Justo un año antes, en 1923, se produjo ese hecho en aquel parque, aquellas cartas a la niña, aquella pérdida de aquella muñeca. Y Sierra i Fabra nos cuenta las cartas y la posible historia de esos días con tal delicadeza que mejor guardo silencio a lo Shakespeare y les invito a leer ‘Kafka y la muñeca viajera’. Grande Kafka, monstruosamente sublime Sierra i Fabra.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Va por ti, José Manuel

Ayer, por esos misterios de Internet en el que buscando una cosa encuentras otra, llegué a una noticia. Una noticia de cultura. Sentí una pena extraña, como cuando uno sale de casa con la sensación de haber olvidado algo sin saber bien qué. En mi caso, ayer, creo que lo que me pasó es que sentí no haber disfrutado más de alguien a quien conocí. Y cuando digo disfrutar, he de aclarar, porque en Internet hay gente de todo pelaje y condición.

En invierno del año pasado conocí en Valencia a José Manuel Sánchez Rodriguez. Aunque firmaba sus obras con el seudónimo Manuel Sánchez-Sevilla.

Tuve oportunidad no solo de poder preguntarle por la novela que promocionaba, en la entrevista que me concedió en el hotel Astoria. También de departir con él sobre lo humano y lo divino. Recuerdo la forma en la que contaba cada frase, cada recuerdo, uno en concreto. Cuando me contó cómo se hizo escritor. 

La anécdota me pareció encantadora y emotiva. Un profesor suyo, muchos años atrás, les obligaba a pasarse la hora de clase sin hacer 'nada', en realidad les dejaba un paquete de folios en una mesa y les 'aconsejaba' que empleasen la hora escribiendo una historia. Y así lo hizo José Manuel. Cogía folios y se ponía a escribir, a contar historias. 

Ojalá hubiera tenido a un profesor así, me parece que muchos deberíamos haberlo tenido. Sobre todo viendo algunos libros que se publican. No es el caso de José Manuel. No lo era. Porque la noticia que leí ayer es que por otro de esos misterios, este nada que ver con Internet, José Manual, Manuel Sánchez-Sevilla, nos dejó. Falleció de repente. Sus libros se han quedado huérfanos, una novela a medias. 

Estoy seguro que allá arriba, en una estupenda mesa, con toda la tranquilidad del mundo, si el que mande allí le deja un paquete de folios, escribirá esa historia inacabada, y otras muchas, porque Manuel, José Manuel, era, es un escritor y eso, amigos, nada podrá quitárselo. Descanse en paz. Nos vemos allá arriba, maestro... Guárdame unos cuantos folios.

Como el que se ha emocionado escribiendo estas lineas soy yo, desde aquí comparto la entrevista que me concedió a título de respeto, admiración y dedicatoria.

Va por ti, José Manuel.


Fotos: Herme Cerezo (c)

lunes, 4 de septiembre de 2017

Las princesas olvidadas, de Antonio Tomasio.

En esta ocasión vengo a hablaros de una novela que llegó a mí hace unos meses. Su autor, Antonio Tomasio, se mete en la piel no de una sino de siete mujeres para reunirlas en esta novela: ‘Las princesas olvidadas’ (Amazon-KDP).

Amigas desde niñas, Susana, Isabel, Amparo, Mónica, Patricia, Sabrina y María del Carmen han perdido el contacto con los años. Un hecho trágico las reunirá de nuevo en casa de una de ellas. Sus personalidades son muy diferentes, algo que pronto, como lectores, vamos a ir descubriendo en capítulos donde se alterna la mirada de los personajes, de estas ‘princesas’.

Siete mujeres que han tenido que sobreponerse a una sociedad machista y, por tanto, ‘Las princesas olvidadas’ es un prisma a través del cual vemos una realidad ficcionada solo en parte. Bien puede ser el testimonio de siete mujeres actuales, de sus miedos, sus anhelos y cómo han tenido que superarlos a menudo disimulando. Porque si a veces los hijos son el resultado de la educación de los padres la forma de reaccionar puede ser muy diferente.

Las princesas tendrán una oportunidad en esa reunión tras años separadas de quitarse las máscaras y confesar sus problemas personales. Esa confesión individual de cada una será la manera de afianzar los lazos de su amistad incluso tras la pérdida de una de ellas.

La novela tiene un principio sutil antes de ir avanzando con pulso firme y giros dramáticos de tanto en tanto. Además de la mirada psicológica a la realidad de la mujer, destacar el papel del personaje secundario de la madre de Isabel y la sensibilidad puesta en juego entre las protagonistas.

Como bien subraya Tomasio en la portada del libro, es una novela donde la amistad se pone a prueba con una fuerza narrativa emotiva y con una clara invitación a la reflexión. 




Sobre el autor.

Antonio Tomasio es Consultor Empresarial, Coach, Autor y Conferencista. Profesor universitario. Dicta regularmente conferencias y seminarios; contribuye en forma continua en varias publicaciones. Economista por la Universidad Católica de Santa Maria, en Arequipa (Perú). Posee la Licenciatura en Economía y es doctorando en Turismo, por la Universidad San Martin de Porres, Lima, Perú. Aparte del castellano domina el inglés y alemán, A lo largo de su carrera profesional ha trabajado y viajado por más de 40 países. Divide su tiempo entre su nativa Perú, República Dominicana y España.
Además de Las princesas olvidadas, es autor de: 'Wayra de los Andes', 'Mi hijo, mi maestro' (junto a  Frieda Holler), 'UNO (yo)', 'Historias de Arequipa', y 'Cuentos: De la A a la Z'.

viernes, 28 de julio de 2017

Elga Reátegui entrevistada por Isabel Alamar

ENTREVISTANDO A ELGA O 14 PREGUNTAS PARA ELGA

Elga Reátegui Zumaeta
Sé que una de las grandes pasiones de Elga es escribir, otras quizá sean: viajar, el yoga, el contacto con la naturaleza… Pero ¿por qué le gusta tanto a Elga escribir? Y háblanos también un poco de tus otras grandes pasiones.

Sí, me la he pasado escribiendo para mí y para otros casi toda mi vida. Ya de adolescente les redactaba  las composiciones a mis a compañeras de clase en el colegio  o corregía (o mejoraba la prosa) de los discursos o trabajos monográficos de mis amigos y conocidos que cursaban la universidad.  Luego, en la Facultad Comunicaciones, fue más de lo mismo, y cuando entré como redactora a mi primer medio de comunicación siendo tan solo una estudiante, el círculo se amplió, comencé a escribir para varias revistas y periódicos, pero sin cobrar un céntimo. Eso de “apóyame, coleguita”, no ha permitido que llene mis arcas y hoy viva de mis rentas, ja,ja,ja…

El primer viaje internacional que realicé fue a Machala (frontera con Ecuador). Lo hice con salvoconducto. En esos tiempos era imposible ir más allá debido a la severa crisis económica y el accionar terrorista que se había apoderado de mi país, y que nos impedía soñar con un futuro distinto. No había dinero para ‘despilfarrar’ en esas cosas, lo prioritario era dar de comer a los tuyos, sacar a familia adelante como sea. El resto, quizá con el tiempo.

Mi gran oportunidad vino con el nuevo siglo, a través de una invitación de la UNEAC para celebrar el natalicio del poeta Nicolás Guillén en La Habana. Recuerdo que mientras aterrizaba el avión lloraba recordando los románticos boleros y alegres guarachas que había escuchado en casa desde pequeña. Fue un momento mágico.

Ese fue mi primer viaje internacional, pensé que iba a ser el último, pero de allí se han presentado muchos otros de especial significación para mí, como por ejemplo, el realizado a Egipto. Le doy importancia porque nunca pensé contemplar aquellos magníficos lugares que solo vi en las fotos de mis libros de Historia Universal. Nunca lo soñé, sin embargo, fue posible muchísimos años después.

Debo decir que nací y crecí en la ciudad, en un distrito de la populosa y caótica Lima, pero mis raíces están en la selva amazónica peruana. Mis padres yurimagüinos (Loreto), se fueron dejaron su pueblo en busca de mejora a la capital, pero añoraron su tierra por siempre.  A mis viejos les gustaba las plantas y los animales, y la azotea de mi casa asemejaba a una granja: criábamos pollos, patos, cuyes, conejos,  además de gatos y un perro que se coló, y que mantuvimos oculto hasta que mi padre lo descubrió y tuvo que irse (no le agradaban). Era nuestro rancho bonito hasta que un vecino nos denunció, y tuvimos que decirle adiós a nuestro paraíso. Solo las plantas aún sobreviven, mi madre les habla y ellas responden dándole flores y frutos. Deberías ver lo contenta que se pone mi Bruja (la llamo así de cariño), cuando cosecha sus fresas de maceta. Le salen grandes y dulces. 

Elga Reátegui con Isabel Alamar.
Mi hermano Adler es el que se dedicó a los bichos y plantas, profesión que quería mi padre para mí. No era lo mío. Me ganó la Comunicación y la Literatura. Él es ingeniero agrónomo, y trabaja en sanidad agraria.

No fui jamás una gran deportista. En vano me ponían a jugar vóley. Cerraba los ojos y la pelota caía donde sea. Me gustó siempre la gimnasia rítmica. Mi grupo destacaba a la hora de las exhibiciones. Lográbamos las mejores notas. Luego me decanté por el aeróbic, las pesas y los aparatos. Más tarde asocié el movimiento a la espiritualidad y practiqué taichí, falum dafa, yoga y pilates. Hoy por cuestiones de salud (las rodillas) cumplo con una tabla de gimnasia suave en piso y agua, pesas y pelota suiza. Disfruto mucho de esos instantes porque además los combino con mantras y Ho’oponopono.

Disfruto de mi soledad, pero hay momentos en que la busco la música para elevar mi nivel de energía. Me alegra la vida, me llena, evade, invita al recuerdo…Mis gustos en este sentido son variados. Aquí las combinaciones pueden resultar poco convencionales: boleros, baladas (viejas), valses peruanos, ritmos negros, huaynos, salsa, cumbia, rock en español e inglés (70, 80 y algo de los 90), pop, bossa nova y algunos instrumentales. Y si suena la música, de hecho, hay que mover el esqueleto. Los pies se me van…

Ahora que lo pienso, la escritura me halló y tuve que obedecer. Creo que hay personajes e historias que deben contarse. Están circulando por ahí, chocan conmigo, se presentan y me dicen: “Elga, escucha”,  y se ponen a hablar hasta por los codos. Pero cierto es que también viven dentro de mí y pugnan por salir. Entonces cedo, y les doy vía libre.

Y… ¿qué otros tipos de arte que no sea la escritura también admiras sobre todo en los demás?

Admiro mucho a los artistas que se pueden expresar a través de los colores, formas y texturas. No entiendo con el intelecto las pinturas, pero me dejo llevar por las sensaciones. No todos me conmueven está claro,  y hasta puedo no estar de acuerdo con que esto o aquello sea o se considere arte, sin embargo ahí radica la diversidad, qué bien que no todos sintamos o pensemos igual. Es estupendo contar con una amplia variedad de creadores. Por citar unos nombres respeto el trabajo de Yorik y Xavier Vela.

Me parece que tienes una forma peculiar de vivir y entender la vida, cuéntame cuál es y de dónde crees que te viene, ¿cuándo crees que nace y cómo va creciendo y configurándose tu personalidad a raíz de ello?

¿Eso crees? Tras una larga lucha por la supervivencia teniendo cuenta la época en que nací (breve gobierno democrático, un año), ser criada, y educada (en dictadura,  la transición democrática, el caos económico y la subversión), y luego tomar las riendas de mi vida, todavía afectada por la secuela de tanta crisis económica, política y el terrorismo, esto sumado a la cultura machista, mágica y esfuerzo pleno que heredaste y  a tus experiencias personales (dolor, decepción, fracaso, que no sé por qué más pesan), que obviamente también suma o influye en el tipo de ser humano casi hecho y derecho que ya eres, pues menuda combinación, ¿no? ¿Qué sale de eso?  

Soy una mujer guerrera, que siempre ha luchado, se ha esforzado por cumplir con sus objetivos y metas. No siempre han salido las cosas como he querido (casi nunca), pero que no se ha quejado, resentido o amargado por eso. Tengo las cicatrices de mis batallas perdidas en el alma. Algunas todavía duelen, pero me recuerdan quien soy. Lloro a mis muertos, aunque sé que están en mí. Les hablo y les sigo preguntando el porqué de un sinfín de cosas. Creo que hay vida en otros planetas, en los ángeles, en fantasmas, que existen pequeños seres que cuidan de mi cuerpo por dentro, en el karma, las vidas pasadas, el poder de la oración, la buena vibra y en que todo da vueltas.  

Respeto los lazos de sangre, y doy el trato de familia a mucha gente que quiero. Valoro el espíritu de superación de la gente, la consecuencia en sus valores y convicciones.

Pinto mandalas como forma de centrarme, buscar armonía y  hallar comunicación conmigo misma.

Eres una persona vitalista, trabajadora, amistosa, que sabe siempre ver el lado bueno de las cosas y sabe extraer lo mejor de las personas. ¿Siempre ha sido así? ¿De dónde y de quiénes aprendiste este gran secreto de la felicidad de dar por el placer de dar y no esperar recibir nada a cambio?

Mis padres fueron gente muy generosa, amable y dada en ayudar a los demás. Recuerdo mi casa llena de parientes, amigos y recomendados viviendo años en mi hogar por estudio, enfermedad o porque no tenían adónde estar. Tenían poco que ofrecer en cuestiones materiales, pero no les faltaba una cama, qué comer y cariño. A veces mi madre era criticada por ser ‘mano abierta’. “Le quitas el pan de la boca a tus hijos por otros”, reprochaban. Sin embargo, ella sonreía y contestaba “algún día mis hijos o descendientes” serán bien recibidos donde sea”. Sé que no lo hacía a la espera de nada. La cuestión es simple lo que das de corazón retorna multiplicado. Se ha cumplido en muchas oportunidades lo que decía.  En mi caso particular,  siempre he hallado gente dispuesta a echarme una mano cuando lo he necesitado sin importar el lugar.

Hasta el momento has escrito más novelas que poesía, pero empezaste con la poesía y nunca la has abandonado, ¿siempre ganará la prosa a la poesía en cantidad pero no en calidad?, y ¿a qué ritmo más o menos crees que podremos ir disfrutando de tus obras?

¿Calidad y cantidad? Creo que las trabajo con igual esmero y honestidad. Que guste más o menos una u otra, ya es criterio del lector. Escapa a mi control.  Soy bastante exigente conmigo y sería incapaz de publicar algo que no sea decente (por lo menos) por más que me guste. Quizá de joven era más atrevida y solo me fiaba de mí (en poesía), y podía caer en errores y cometer horrores, pero aun así puedo afirmar que he sabido detenerme mucho a meditar a la hora de publicar.

No tengo los tiempos programados para la salida de mis libros. Entre la primera novela y la segunda creo que pasaron tres años, y los casos de la tercera y la última un año. Ellas deciden cuando están listas, y me dejo llevar.  Esto no significa que no haya material. Siempre tengo temas que tratar, y lo ratifican las seis obras que tengo en el cajón.

¿Cómo definirías tu manera de escribir? ¿Hacia dónde va tu escritura? ¿Qué metas o logros te gustaría todavía alcanzar? Y ¿cuáles son algunos de los que ya has alcanzado y te sientes especialmente orgullosa de que así haya sido?

¡Ay, las definiciones!  Solo sé que escribo como Elga Reátegui, y que retrato las relaciones humanas en toda su dimensión, lo que le pasa a la gente en su día a día, sus conflictos con el pasado, lo que aspira o sueña, pero también muestro adonde le conducen sus decisiones o destino. No siempre hay un final feliz o de acuerdo a lo que esperan los lectores, pero, como en la vida real, ocurre porque tenía que ser así, aunque no lo entendamos.

Ignoro hacia dónde va mi escritura. Cada libro es distinto tanto en tema como en el modo narrativo. Se plantea un camino y hay que seguirlo.

Publicar y salir a promocionar una obra es un privilegio. Llevo cuatro novelas (sin incluir los poemarios), y me siento orgullosa de haber llegado tan lejos. No fue planeado. Yo no soñé con ser escritora. Lo mío era escribir poesía para mí. Más tarde me junté con otros poetas, y los fines de semana acudíamos a recitales donde compartía lo escrito. Era puro disfrute. Sin expectativas de un futuro literario. De allí mi sorpresa de verme ahora escribiendo y siguiendo la ruta de mis novelas. Tal como me aconsejó un vidente en Lima “Ve adonde te lleven tus libros”.

Me alegra haber podido iniciar mi carrera de escritora, aquí, en España, donde desde el comienzo apoyaron mi carrera. Fue un honor presentar mi primera novela en la Biblioteca Valenciana. Ese fue mi primer éxito.  También recuerdo con enorme satisfacción las dos presentaciones de mis novelas en la Feria Internacional de Guadalajara (México), la última en diciembre del año pasado.  

¿Qué es lo que más le preocupa a Elga en la vida? ¿Cuáles son los grandes temas que la motivan a seguir luchando y que quizá aparecerán una y otra vez en sus novelas y quizá también en su poesía porque los considera fundamentales?

Me preocupa la felicidad de los míos, pero entendida como sentirse a gusto consigo mismos o con lo que escogieron hacer en esta vida. Dependiendo cómo se enfoque entran a tallar mi hijo, esposo y madre. Deseo que mi hijo tenga un satisfactorio futuro, se lo está trabajando y sé que es feliz, en cuanto a mi amor, siempre está en paz y gozando de sus quehaceres, y en lo que se refiere a mi Bruja linda, aspiro a que tenga una buena vejez, y hago todo lo posible porque así sea.

Mis novelas, aunque no quiera, dicen mucho de mí y de lo que le tocó vivir a mi generación. Mi amiga Sandra afirma que somos sobrevivientes y estamos condenados a trabajar toda la vida. Es verdad, somos veteranas de guerra, con mucho por sanar y ávidos por compartir nuestra experiencia. Cada uno lo hace con el mejor de sus talentos y  cómo mejor le sale. Ella en su rol de periodista  sensibibilizando en educación y yo escribiendo historias de cosas que vi, viví o me contaron con una buena dosis de recreación para quien tenga ganas de leerme.

Me parece que te han hecho algún dibujo, una muñequita que se te parece… Cuéntanos, ¿te ha hecho ilusión recibir esos regalos?, ¿qué otros detalles curiosos has recibido de tus lectores y de los amigos que te quieren y demuestran su afecto?

La muñeca fue un regalo de cumpleaños de mi querida amiga Maribel, quien además es la editora de mi espacio Momentos. La mandó a hacer especialmente para mí. Quedé encantada.

Y algo que me llenó de emoción fue recibir un pañuelo bordado de una señora al finalizar la presentación de mi libro en México. Dijo que le había gustado lo que compartí en una entrevista que me hicieron en la radio, y que se animó a ir a conocerme en persona. Me hizo muy feliz.

Si no hubieras sido periodista y escritora, qué hubieras sido, con qué otras profesiones hubieras estado a gusto y hubieras seguido creciendo como persona y hubieras dejado también tu impronta en el mundo.

De niña me encantaba bailar y cantar. Soñaba con ser una especie de Rafaella Carrá. Imposible serlo con el padre que me tocó, ja,ja,ja…No le gustaba para nada la idea  de tener una hija ‘bataclana’. Luego se metió la onda mística, y por un momento,  pasó por la cabeza ser religiosa, quizá por influencia de mi amiga Sor Rosa Salas, la monja que se encargaba de la catequesis. La veía tan en paz y alegre, que me motivaba a seguir por esa senda. Duró poco, el baile y la música ejercieron más poder sobre mí. Por otro lado, estaba claro que me gustaba socializar, hablaba con la gente y me interesaba por sus problemas. Tal vez de no haber hecho el curso de locución, me hubiese inclinado por la sicología o el derecho, pero la balanza se inclinaba hacia las comunicaciones, por eso, estudié Ciencias de la Comunicación, y me licencié en Periodismo. Era una forma de ayudar a la gente. Me comprometí con muchas campañas de sensibilización social.

Tu programa de entrevistas Momentos tiene muchísimo éxito, ¿cuáles crees que son las claves de su éxito? Por mi parte, creo que su formato desenfadado, alegre, cercano… pero ¿qué más crees que le llama la atención a la gente y cómo te vino la idea de crear este programa?

No lo sé, y también depende de lo que cada quien entiende por éxito. Siempre quise tener un espacio que me permitiera unir mis dos amores: el periodismo y la literatura, y a la vez -y considero que es el fin fundamental del programa-, darle escaparate a los escritores, artistas y gente vinculada a las comunicaciones. Es complicado encontrar medios que te hagan caso a la hora de promocionar tu libro, disco u otra iniciativa artística, de allí, la idea de contribuir de alguna manera a hacerles visibles y que a través de la entrevista puedan darse a conocer y hablar de su obra. Pero no solo me intereso por su trabajo literario o artístico, me aseguro que también el público conozca a la persona, su mundo interior y filosofía de vida. Me gusta Momentos porque hago lo que quiero sin límite de tiempo, si la entrevista da para más, pues se alarga y no pasa nada.

Si gusta o llama la atención es porque se ocupa del ser humano dentro del escritor o artista, y por el nivel de diálogo que se establece entre  invitado y entrevistador. Hay respeto, confianza y gentileza. A veces se crea un ambiente de distensión, humor y complicidad, pero sin caer en la chabacanería u ofensas a terceros.

Si tuvieras que nombrar solo a diez escritores de cualquier género que te gustaran mucho entre clásicos y modernos, ¿cuáles serían?

Wilde
Maupassant
Unamuno
Saramago
Milan Kundera
Julio Ramón Ribeyro
Isabel Allende
Ángeles Mastretta
Alfredo Bryce
Gabriel García Márquez

Tu última novela ha sido Y te diste la media vuelta. Y me consta que has estado mucho tiempo y por diversos países promocionándola y que te ha ido muy bien. ¿Qué destacarías de las presentaciones, entrevistas…?  Cuéntanos cómo ha sido la acogida. ¿Cuáles han sido algunas de las experiencias más llamativas que has vivido y que han contribuido a reafirmarte como escritora?

Siempre quedo impresionada con los debates que se arman a partir de la novela. Resultan reveladores y sacan chispas. Hay mucho de qué hablar sobre la mujer y su rol de madre. También de aquellas que no quieren serlo. Cunde la polémica por los prejuicios y la poca tolerancia. Sobre todo me quedo de piedra con las interpretaciones que hacen sobre tales o cuales situaciones o las motivaciones de los personajes. Se va más allá de la historia e incluso es motivo para que muchas de las asistentes compartan  sus experiencias personales. Es cuando nos hermanamos y nos vemos reflejadas unas en otras.

Recuerdo que una chica en Madrid me llamó la atención diciendo “que no debería expresarme mal de las mujeres”, y a continuación pasó a contar públicamente su historia de violencia de género. Al final, terminamos abrazadas, y le dije “que nadie sabe lo de nadie, por tanto, no debería juzgar”.

Y en Lima, si mal no recuerdo, un periodista me preguntó qué problema tenía con la S. Hasta ese momento, no me había dado cuenta que casi todos mis personajes llevaban nombres con esa letra, jajaja…

Otra bonita experiencia fue el mensaje que me dejó un pescador que escuchó la entrevista que me hicieron en Radio Nacional del Perú en medio del océano. Me pareció maravilloso.

Relléname los huecos:

ELGA ES…. Disciplinada. 
Y ELGA NO ES… Irresponsable. 
Y A ELGA LE GUSTARÍA TAMBIÉN SER… Música.

Y termino la entrevista con una pregunta totalmente abierta, háblame de tus proyectos más inmediatos y de lo que quieras, de aquello que no te he preguntado, pero que te gustaría también que se supiera. El final de la entrevista es tuyo.

Me decanto por hablar de cosas concretas, aunque puedo decir a grandes rasgos que preparo nueva gira de mis dos más recientes novelas A este lado y al otro e Y te diste la media vuelta. Pensé que ya había acabado con el periplo promocional, pero una promotora cultural me ha ofrecido a organizarme una serie de actos al sur de España, y no he podido negarme a esta oportunidad. Hay otros proyectos, pero prefiero estar segura y hablar cuando todo esté en marcha.

Si desean saber más de la autora o su obra pueden pinchar los siguientes enlaces:

lunes, 24 de julio de 2017

Sonsoles Ónega: "La novela es una invitación a que el lector descubra qué hay después del amor."

Esta semana voy a compartir con vosotros la entrevista que me concediese la periodista y escritora Sonsoles Ónega a raíz de la publicación de su novela 'Después del amor' (Planeta, 2017). Premio de Novela Fernando Lara 2017. Curiosamente al terminar la entrevista me recordó que estuvo también de promoción en Valencia con su anterior novela en 2015. Asentí porque 'coincidimos' en la Feria del Libro de Valencia justamente hace dos años. El entrecomillado es debido a que no nos vimos, ella promocionaba 'Nosotras que lo quisimos todo' (Planeta) en tanto este servidor hacía lo propio con 'El escritor impaciente' (ADD).

A continuación lo que comparto no es la entrevista íntegra, como en otras ocasiones, si un par de enlaces además del oficial de la editorial. En ellos podréis leer las preguntas y respuestas y, como digo, en el de la editorial, el primer capítulo de la novela.

Se aceptan comentarios y sugerencias respecto a este nuevo formato de compartir la entrevista.



jueves, 6 de julio de 2017

Ángel A. Svoboda: «Grandes artistas fueron un desastre en su vida.»

Entrevisto a Ángel A. Svoboda aprovechando su visita a Valencia para presentar su última publicación. Tuve la oportunidad de leer el libro días antes, al proponerme la librería moderar la presentación de ‘Damned Writers’ (Editorial Bululú) junto al autor. Coincido con él, con Ángel y con más lectores no solo en la calidad del libro, escrito e ilustrado por él. También en la convicción de que puede ser un buen libro para los jóvenes lectores, en los centros educativos, para acercarse de una manera diferente a los escritores que aparecen en este libro.

Lo primero que le pregunto es cómo surgió la idea de escribir este libro. «Como todo, surge de la necesidad.», confiesa, antes de explicarme como había estado trabajando en proyecto en los que había desarrollado un estilo propio con personajes conocidos como Marx, Bakunin, Dalí o Picasso… «Enseguida me vino a la cabeza dibujar escritores a los que venero.» También me cuenta que indagó un poco en la vida de esos autores  y que «reunir un grupo de autores de ambos sexos con vidas trágicas y contar las desgracias que les tocó vivir me pareció la mejor manera de rendirles un justo homenaje.» No cabe duda de que es un merecido homenaje, como indica, incluso añade que «ya que nos han dado tanto con su legado literario, qué menos que poner de relevancia su aciaga vida para que los lectores se metan en su piel y disfruten cada palabra de sus obras con conciencia.»

Como en el libro aparecen 23 autores, le pregunto el porqué de este 23, y si hay alguna anécdota detrás de esta elección.

La idea era pensar en una cifra redonda, mitad mujeres y mitad hombres para ser justos. 20 fue el número escogido (10 hombres y 10 mujeres). Pero por el camino apareció John Kennedy Toole, autor de “La conjura de los necios”, quien se quitó la vida al no convencer a ningún editor de que publicara su obra. Y fue su madre, Thelma, quien peleó sin parar hasta conseguir la publicación del manuscrito de su hijo. A Pablo (el editor) y a mí nos pareció un buen nexo de unión entre hombres y mujeres. Por tanto nuestro título cambió de 20 a 21. Y cuando casi estaba terminado el libro caímos en la cuenta de que las hermanas Brontë son tres, aunque aparezcan en la misma ilustración, y de nuevo cambiamos el número por el 23 definitivo.

Otra curiosidad por la que le pregunto es que con tantos autores en el interior no aparezcan unas líneas acerca de él como autor, dentro o fuera.

Es algo que ni siquiera me había planteado. Los importantes son los protagonistas del libro. Ellos tienen calidad demostrada y millones de admiradores en todo el mundo y son los que se merecen todo el protagonismo. Yo me limito a tratar de hacer un libro bonito (como ilustrador) y que haga pensar a los lectores (como escritor) para que intenten entender a estos genios que fueron víctimas de sí mismos, de las circunstancias que les tocó vivir o de diferentes enfermedades mortales.

Sé que una pregunta fácil sería la de su autor maldito favorito, pero prefiero que me dé su opinión acerca de lo que tienen en común estos 23 malditos. Esa visión que nos presenta con esta obra, sobre cómo vemos a estos personajes desde la admiración, la veneración o el respeto pero que no lo tuvieron nada fácil, a menudo gozaron de vidas cortas y desgraciadas.

Esta relación da mucho que pensar. Es una terrible coincidencia que grandes figuras artísticas hayan sufrido tormentos en vida. Ya sea por amor (o desamor), por su vida disoluta o por las convenciones sociales de la época que les tocó vivir, especialmente en el caso de las mujeres. Muchas veces da la sensación de que, cuanto peor está un artista mejores obras hace. Creo que esto ocurre en todos los sectores artísticos. Pintura, música, cine… Mi teoría es que todas las personas con habilidades artísticas tienen tan desarrollada esa parte del cerebro que sufren carencias en el resto, lo que produce un desorden de diferentes magnitudes. Grandes artistas fueron un desastre en su vida. Es la típica mentalidad bohemia desordenada y excesiva. Esta es mi teoría, pero desde luego yo no estoy en posesión de la verdad absoluta. Esto es, claro, en circunstancias de su comportamiento. Pero hay otras circunstancias como comentaba antes que, simplemente, les tocaron en suerte como una maldición. En cualquier caso, me parece una terrible circunstancia común.
Por cierto, mi autor favorito es Lovecraft.

Imagino que en algún momento has pensado, le digo, en la vertiente didáctica de esta obra. Se perfila la bendición y maldición de los personajes incluidos, pero con la intención de que los lectores no se aburran, que busquen más información en caso de que estén interesados en uno en concreto.

Eso es. El libro tiene una clara vocación docente que trata de huir del aburrimiento. La intención es acercar a los neófitos, en mucho casos adolescentes que empiezan a aficionarse a la lectura, a grandes figuras de la literatura, haciéndolas cercanas al contar cómo fueron sus vidas. Creo que en ese sentido el libro es una recopilación resumida de autores indispensables de la literatura que puede servir de ayuda a muchos profesores para hacer más amenas e interesantes sus clases. Siempre he pensado, sobre todo en los últimos años, que en la adolescencia, al menos mi generación, “padecimos” una enseñanza aburrida, basada en clases magistrales en las que se vomitaba una gran cantidad de información de una manera que te resulta difícil establecer conexiones sociales y temporales. A todos nos gusta que nos cuenten historias ¿Por qué entonces nos aburrimos en clase? Es algo que da mucho que pensar. Hace falta una reforma en el modelo educativo, que ya empieza a vislumbrarse en algunos centros con resultados muy positivos.
Con esta información breve que doy de cada autor y por la manera en que la cuento, espero suscitar el interés por la investigación de todos los pormenores de su vida y obra. Si consigo que alguien se aficione a la lectura me parecerá un triunfo y me sentiré tremendamente orgulloso.

Ángel, para terminar, ¿tienes en mente una secuela con más escritores o quizá con otros artistas malditos?

La verdad es que es muy tentador llevar el concepto del libro a otros terrenos que también me interesan como la música, la pintura o la ciencia, por citar sólo unos casos. Esperemos que funcione bien este libro para poder hacer más y ampliar la colección.



Ángel A. Svoboda (Alicante, 1973) Ávido lector de cómics desde temprana edad, se inicia en el mundo "fanzineroso" como colaborador de "Zoom". Se formó en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante, en la especialidad de Gráfica Publicitaria, e influido por figuras internacionales (David Carson, The Designers Republic, Buro Destruct...), colaboró en la revista "Mala Impresión", y poco después fundó su propia agencia ‘I am, I can’, y más tarde retomar el mundo del cómic rescatando y replanteando un antiguo proyecto: Secretos Arcanos. También trabajó para la desaparecida revista Mister K, y más tarde en Amaniaco, antes de publicar Secretos Arcanos.

lunes, 26 de junio de 2017

Harkaitz Cano: “Algo me dice que la compra del libro ha sustituido a su lectura”.

Esta semana me concede una entrevista el escritor Harkaitz Cano que acaba de publicar ‘El turista perpetuo’ (Seix Barral), un libro de relatos muy acorde con estos calores y esta estación estival.

Los relatos incluidos en ‘El turista perpetuo’ parecen moverse en espacios muy vinculados al agua, en su mayoría: la playa, el río o la piscina como telón de fondo. ¿Hasta qué punto se apoya en esos escenarios a la hora de plantear los conflictos y las tramas, por ejemplo, en estas catorce historias?

Sin duda el agua invoca por sí misma esa doble vertiente: purifica y relaja por una parte, pero puede también ser una amenaza latente. Es fuente de placer, pero también de peligro. He tratado de buscar ese contraste entre la temperatura solar de muchos de los relatos y la tensión que los atraviesa, a veces inquietante, a veces oscura. Escenarios y clima pueden contrastar con las tramas o reforzarlas, pero es cierto que una situación de calor extremo puede llegar a desenmascarar; la canícula, por ejemplo, puede llevarnos a saltarnos las fórmulas de cortesía y hacer que nos mostremos más irritables, impacientes o rudos. Tal y como somos en realidad. Y es ahí cuando un escritor pulsa la tecla REC y comienza a grabar.  

La imagen de la portada sobreviene del relato final, ‘Aullad, estrellas’, lo tomo para preguntarle por sus medusas metafóricas, por sus raptos de inspiración, si los tiene.

Así es, las medusas aparecen en el primer relato y en el último y cumplen dos funciones muy dispares, tal y como hablábamos antes al referirnos al agua: en el primer caso representan el miedo y el peligro, mientras que en el último encontramos a un escritor aparentemente supersticioso que cree en el veneno inspirador de las picaduras. En mi caso tengo comprobado que el mejor momento para escribir coincide con las primeras horas del día. No son muchas, solamente un par de ellas. A partir de ese momento es puro reciclaje: puedo releer o avanzar a trompicones, pero ya no es lo mismo. Las dos primeras horas son de puro quirófano, después queda la ronda médica en planta, una parte del trabajo necesaria, pero no tan intensa.

Me quedo con una frase de este mismo relato para preguntarle por ese boom de publicadores, de escritores: se editan ingentes cantidades de libros, pero se lee. La frase es de Bidarte cuando afirma que: ‘No son escritores lo que necesitamos, sino lectores.’

Es algo a lo que doy muchas vueltas, francamente. Nos empeñamos en publicar nuestros libros, pero… ¿no debería ser uno de los trabajos del escritor rescatar las perlas ocultas en ese magma de texto inabarcable y darle un nuevo contexto? Leer a los clásicos y recontextualizar, más que empeñarnos en crear algo “nuevo y original” (¡como si tal cosa existiese!). Algo me dice que la compra del libro ha sustituido a su lectura. Uno compra el libro y ya lo da por leído.

Hay una abundante profusión de personajes con nombres vascos, imagino que es un recurso buscado, que es una forma de dotar de verosimilitud a las historias y, de paso, acercarlas a su realidad más cercana no solo como autor de ficción.

Hay una apuesta por crear historias que suceden aquí y ahora, en mi entorno más próximo, en este rincón de Europa en el que me ha tocado vivir, y en una época muy cercana, que es la que mejor conozco. Si se les aplicase la prueba del carbono-14 a estos relatos en el futuro se podrían datar fácilmente… Creo que durante años ha habido cierto complejo por parte de algunos escritores vascos –entre los que me incluyo– a la hora de utilizar con naturalidad nuestros nombres y hemos buscado otros nombres más “homologables” y neutros como Nora, Laura, Santi, etc. Es un tema curioso.

A pesar del título de estos relatos, nada tan perpetuo como la trama de ‘Boeing 767’, ese monólogo interior, a lo Ulyses de Joyce, que se convierte en un uróboro.

En efecto, me encanta que cites esa figura, porque es exactamente lo que es. Siempre se habla del tópico de que en el momento de su muerte uno puede llegar a ver su vida resumida en una ráfaga de imágenes… Y digo yo, ¿por qué esperar al momento de la muerte si podemos hacer lo mismo con un relato? La hipótesis de este relato, quizá el más experimental del libro, es poder leer el último pensamiento de cada uno de esos viajeros del avión cuando la tragedia parece inevitable y construir, mediante la técnica del zapping, un loop con ese flujo de consciencia colectivo.

‘El Danubio mecánico’ se antoja una metáfora satírica de una realidad demasiado conocida y quizá por ello admite la distancia narrativa de poder fabular y reírnos, en cierto modo, de sus consecuencias.
Es un homenaje a “La autopista del sur” de Julio Cortázar, pero trayendo aquel enorme atasco de tráfico a hoy en día. Se trata de licuar de forma muy subjetiva muchos de los tópicos de la vieja Europa, un intento de poner sobre el tapete sus virtudes y sus complejos, pero también sus miserias, que son las nuestras. También podría interpretarse como una versión steam-punk de “El rapto de Europa” en el que se plantea nuestra identidad líquida… Aunque tiene apariencia fantástica, en el fondo es un relato muy realista, con una protagonista cuyo nombre coincide con el de la canciller alemana y cuyo subconsciente desatado cabalga de modo casi lisérgico.

¿Cree que a veces ocurre que al lector se le encasilla, quizá por el éxito de una primera novela o de una saga, como ha sucedido, por ejemplo, a algunos actores o músicos? Lo comento porque en el relato ‘El velero’ leemos que ‘convenía tener más cuidado con lo que uno hace bien; de lo contrario se corre el riesgo de no hacer otra cosa el resto de tus días.’

Creo que hay que ser consciente de las limitaciones de cada uno. Por ejemplo: a todos nos gustan una serie de escritores, pero no necesariamente nos parecemos a ellos. Está bien conocer los puntos fuertes de uno y sacarles partido, pero a veces me gusta jugar fuera de casa, practicar  disciplinas cuyas reglas desconozco, moldear la propia vocación trabajando a contracorriente u obligándome a sentirme incómodo con el género, el tono o el personaje que he elegido. Eso que decían ciertos pintores sobre atarse la mano diestra y tratar de volver a aprender a dibujar con la otra.

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Harkaitz Cano (Lasarte, Guipúzcoa, 1975)  se licenció en derecho por la UPV de San Sebastián, comenzando su andadura literaria con la creación del colectivo Lubaki Banda, en 1993. Publicó su primer libro de poesía, Kea behelainopean bezala en 1994, al que le siguieron las novelas Beluna jazz (1996) y Pasaia blues (1999); una antología de cuentos publicada en castellano que reúne los mejores relatos del autor, Enseres de ortopedia inútil (2002), y El puente desafinado (2003), un libro de crónicas literarias de Nueva York. Actualmente es colaborador habitual de varios periódicos del País Vasco, así como guionista de radio y televisión.