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lunes, 20 de julio de 2020

La claridad. Marcelo Luján

La  claridad (Páginas de espuma), de Marcelo Luján me llegó a casa por sorpresa. Agradecí el detalle. No solo porque soy un gran fan de la narrativa breve. Hace años que sigo el fallo de este premio literario. He tenido la oportunidad de leer las obras ganadoras de ediciones anteriores. 

Se lo comenté también al editor. Mantener un nivel narrativo tan alto con las obras ganadoras no es fácil. Creo que estos seis relatos, cinco en realidad, incluidos en La claridad, lo han conseguido. Empecemos por eso de cinco en realidad. Al VI Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero su autor presentó los cinco primeros cuentos. El sexto, el titulado Más oscuro que la luz, es anterior. Y también premiado, si se me permite decirlo. 

Empecé a leer La claridad justo por este último. Manías, nada que impida a cualquier lector o lectora apreciar en los seis de esta antología el nexo común. Sobre todo si se leen desde el inicio. Hay varios elementos vertebrales, además del lenguaje y el efectismo de la voz narrativa elegida. Elementos sorpresivos como el chispazo de la violencia, aunque para nada gratuita, más bien artística, lúcida. Otro de los elementos es la figura femenina sobrevolando o recorriendo en sordina las tramas. Lo femenino como antecedente, como ingrediente de intensidad que ilumina. Justamente la luz, la claridad ya anunciada desde el título, es el gran elemento o eje común en estos seis cuentos. Una especie de luz epifánica, de brillo o fulgor contemplado en lo más profundo de la oscuridad. Ese juego de luces, de contrapunto entre lo que se ilumina y lo que se esconde o se oculta no solo en el paisaje sino en la condición humana. 

Acaso por ello, Luján nos muestra esa violencia para exponernos las motivaciones de los protagonistas un poco al hilo de aquella cita de Faulkner. Cinco relatos más un sexto que han merecido el voto unánime del jurado de este año del Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero. Dos buenas razones para recomendarlo. 

Por cierto, la cita de William Faulkner si no me falla la memoria es: “Una cerilla no ilumina apenas nada, pero nos permite ver cuánta oscuridad hay a su alrededor”.

Marcelo Luján (Buenos Aires, 1973) se radicó a principios de 2001 en Madrid, donde en la actualidad trabaja como coordinador de actividades culturales y talleres de creación literaria. Ha publicado los libros de cuentos Flores para Irene (Premio Santa Cruz de Tenerife 2003), En algún cielo (Premio Ciudad de Alcalá de Narrativa 2006) y El desvío (Premio Kutxa Ciudad de San Sebastián 2007). Ha publicado también libros de prosa poética Arder en el invierno y Pequeños pies ingleses, y las novelas La mala espera (Premio Ciudad de Getafe de Novela Negra 2009 y segunda Mención del Premio Clarín 2005), Moravia y Subsuelo (Premio Dashiell Hammett 2016, entre otros). Parte de su obra fue seleccionada en campañas de fomento a la lectura y traducida al francés, italiano, checo y búlgaro.


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1 comentario:

  1. Paso de puntillas Ginés. Lo tengo en casa para leer estas vacaciones. Me encanta todo lo que publica Páginas de Espuma. Saludos.

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