Lena Valenti me sedujo con su
mirada, si se me permite decirlo, mientras la entrevistaba en el hotel de Valencia. Hubiera estado más tiempo preguntándole y
departiendo entre risas y consejos sobre escritura. Seguro que muchos conocéis a esta autora de novelas de género romántico-erótico con
gran éxito de ventas y de público. Os dejo la entrevista mandándole un simpatiquísimo saludo.
Tras la Saga Vanir y Amos y Mazmorras, los lectores de Lena Valenti
¿qué van a encontrar en común y sorpresivo en Panteras?
Van a
encontrar en Panteras que la base de la historia es el amor profundo y
sentimental que tienen todos mis personajes, aunque también el desamor y
venganza; también tienen en común esto porque yo soy muy pasional y muy
visceral y va a tener mucho de estos detalles en esta novela. Y de diferente
que es una novela histórica y es la primera que hago, y que es muy romántica y
que la trama es histórica, en tiempos de guerras napoleónicas, en medio del
tratado de Amiens.
Hábleme de Katherine, ¿qué hay de Lena
Valenti en ella, en la protagonista de Panteras?
De Katherine
en mi hay de todo, ella es una persona muy fuerte a la que le han dado un palo
muy duro, entonces tiene que tener mucha garra para salir de ese pozo en el que
se ha metido. A lo mejor yo me identifico mucho con la garra de Katherine, con
sus cenizas, es como un Phenix; me gusta su personalidad, me gusta lo afín que
es a la lectura, el tipo de lectura que le gusta. Katherine tiene mucho de mí y
al mismo tiempo es muy diferente.
Hay que decir que cuenta con ayuda.
Cuenta con
ayuda de mujeres impensables en la época, que no quiere decir que no
existieran. Porque el pensamiento reivindicativo los tenían todas, pero no tenían
valor para darse a conocer. Entonces, las panteras son mujeres que también sufrieron
graves afrentas por parte de un grupo de hombres y creen en el poder de la
mujer y en el poder de tener un lugar en la sociedad y no solo que tienen que
ser meramente objetos ornamentales de los hombres. La ayudan a salir del pozo
en el que se ha metido, la rescatan de una muerte segura que iba a tener y se
ponen de su parte, por eso dicen que tus agravios son los míos y que nunca
caminaras sola: ese es el lema de las Panteras.
Y el de un equipo de futbol, creo.
Ah sí, del Liverpool,
¿no?
Sí, creo que sí, yo no soy muy de
futbol. Es un lema muy inglés.
Es una novela
muy vindicativa, que habla de los derechos de los seres humanos, no solo de las
mujeres, sino de los hombres y las mujeres en sociedad y cómo debe comportarse
y cómo deben caminar juntos y conseguir sus objetivos. El problema de las
panteras es que nunca van a caminar solas y que todas a una consiguen más que
una sola dándose contra un muro.
Yo intento
mandar un mensaje positivo y un mensaje de unión, Panteras es una grandísima
historia de amor, pero tiene mucho de trasfondo, con eso es con lo que se tiene
que quedar la gente, con lo de caminar juntos, con lo de pelear juntos, y que
cuando algo no nos gusta tenemos que hacer por cambiarlo y que, gracias a dios,
ellas lo conseguirán, hoy está en nuestra mano cambiar las cosas que no nos
gustan.
La venganza y el amor están muy presentes
en su novela, también el perdón. ¿Qué cree que les quedará a sus lectores tras
leerla? Dicen que lo contrario al amor no es el odio sino la indiferencia.
Es cierto por
eso las panteras han amado tanto que no pueden ser indiferentes y por eso lo
que quieren es venganza, después de todo el daño que les han hecho, después de
querer tantísimos no lo pueden dejar pasar y que si las panteras se unen para
buscar la venganza a sus propios agravios a los que les han hecho y lo hacen de
manera muy elegante y muy pasional, pero donde hubo amor sigue habiéndolo, con
Katherine, por ejemplo. Ella odia, pero ella odia porque ama mucho.
Descubro una buena dosis de erotismo en
Panteras, ya en la segunda página se nombran pechos, vulva, pene y testículos.
¿Se puso algún límite formal o narrativo mientras la escribía?
Panteras es
el libro menos erótico que he escrito, porque no es un libro erótico, hay mucha
aventura, con mucha trama histórica, con mucha información muy documentado,
pero la base son los sentimientos, el amor, la justicia, el perdón, la
venganza, pero de erótico no tiene nada, de hecho, las escenas que hay son
escenas catalogadas como románticas porque está todo como tratado con
elegancia.
Pero por ejemplo, cuando Katherine ‘toca’ al
egipcio, ¿eso es muy romántico…?
Hombre, pero
lo dice todo con las palabras justas… No tiene porque sonar burdo. Panteras se
desvía bastante de lo que es el género erótico. Me gusta que esas tensiones
sexuales del libro estén justificadas, que no sean porque si.
‘Si un escritor os gusta debéis exigirle
que os sorprenda’, leo en los Agradecimientos. ¿Cuál ha sido la mayor
autoexigencia que se marcó para escribir esta novela?
Sorprenderme
a mí misma, yo soy muy prolífica, llevo muchos libros escritos en muy poco
tiempo e intento que cada libro tenga una trama diferente a la anterior, eso de
plagiarme a mi misma no me gusta. Lo que intentaba era en un genero completamente
diferente a lo que había tocado hasta entonces, que fuera también diferente a
lo que hay del genero, y para eso yo que he leído también muchísimo de todo
necesitaba sorprenderme y decir: esta trama vale, no ha salido en ningún libro,
estas actitudes, es verdad, pueden ser un poco rebeldes para la época, pero
pueden ser reales, ¿por qué no? He querido hacer una historia que aun siendo
ficción la gente, cuando la acabe, se pregunte ¿las panteras existieron? Ahí
está el quid de la cuestión y que alguien se pregunte esto significa que he
hecho un buen trabajo.
Muchas gracias y mucha suerte, Lena.
Por Ginés J. Vera