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jueves, 30 de junio de 2022

Cuaderno de pasatiempos. Brush Willis

A veces las cosas no son como parecen. Por ejemplo, en el interior de las páginas de Cuaderno de pasatiempos (Oberón), de Brush Willis. Este diseñador e ilustrador de humor gráfico castellonense se ha propuesto entretenernos este verano con humor gracias a su nuevo libro. 

  En efecto, es repetidor en esto del ingenio y el humor impreso tras el éxito de su anterior Escape Brush Book. En Cuaderno de pasatiempos, Willis nos propone no solo juegos tipo escape room, también de otro tipo y retos para trabajar nuestras neuronas ejercitando nuestra imaginación e ingenio. Una manera lúdica de soltar nuestros smartphones, tablets y otros dispositivos electrónicos para desatontarnos de tanta maquinita, si se me permite decirlo. Fiel a su estilo,  Willis ha incluido  nuevos acertijos, minicrímenes por resolver, nuevos escape rooms, y algunas sorpresas. 

  Y todo ello envuelto en páginas totalmente ilustradas y donde no necesitarás saber de matemáticas ni tener un máster en dirección de empresas, pues los juegos y retos de Cuaderno de pasatiempos están pensados para desarrollar tu imaginación, intuición y creatividad... de forma divertida. Pasatiempos de todos los niveles, recomendado para personas a partir de 13 años. El propio Willis tras poner el punto final confesó que este libro ha sido su mejor trabajo y que ha disfrutado como nunca haciéndolo. 

  Por cierto, os propongo que le echéis un ojo a la portada del libro. ¿No veis algo intrigante en ese decorado? Si ya lo has descubierto, enhorabuena… Sobre todo si no has tenido que ir a Google a buscarlo. 


  Brush Willis (Castellón, 1976) es un diseñador e ilustrador zurdo y de mente muy inquieta, se comenta. Su nombre es Fran Ávila Rubio, aunque es conocido en redes sociales como @brush_willis (con más de 200 mil seguidores en su cuenta de Instagram) y prefiere no desvelar su rostro. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Castellón. Trabaja en una agencia de diseño en Almassora. Tiene varios libros editados, y ha diseñado agendas y ropa deportiva de lo más divertida entre otras muchas cosas. Los pasatiempos y acertijos -bien bañados con su humor ácido y muchas veces sin filtros- han sido siempre su sello de identidad en Instagram, donde ha colaborado con grandes marcas a nivel nacional como HP o la cadena de restaurantes Vips.


  Cuaderno de pasatiempos. Brush Willis. Ediciones Oberón. 

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lunes, 27 de junio de 2022

Prolepsis. Entrevista a Miguel Ángel González

Hace unos días compartía en Maleta de libros la reseña del libro Prolepsis (Alrevès). Hoy, agradecido al autor y a la editorial, comparto con vosotros la entrevista que me concedió. Como siempre,  estaré encantado de atender a vuestros comentarios y espero que os guste.

Foto: ©Javier Verdugo


  P.: El título de esta novela, Prolepsis, es una herramienta narrativa. De escritura, escritores y del universo literario se nutre de algún modo esta historia. Le faltaba redondearse con un premio de novela y… también lo tiene. ¿Qué ha supuesto el Ciudad de Badajoz para ud. y qué cree que le deparará a la novela en sí?

  R.: Siempre digo que los premios literarios a mí me suponen libertad. La libertad de poder escribir lo que quiero en cada momento sin preocuparme de nada. Un premio supone un sustento económico que me permite dedicarle a cada proyecto el tiempo que necesita para ser cocinado. Sin el premio Ciudad de Badajoz o muchos de los anteriores que he tenido la suerte de ganar, mis libros serían otros. Los plazos se hubieran acortado y la creatividad se habría resentido. Eso es lo que me dan los premios que logro ganar. 

 P.: Háblenos de los temas medulares de Prolepsis. Creo que veremos la importancia de la memoria, los recuerdos, las decisiones que tomamos, los errores y las imposturas, tanto personales como las de la vida en sí, eso que alguien llamó en su día un constructo social.  

  R.: Todo lo que citas aparece en la novela y en cierta manera forma su columna vertebral. Para mí, si tuviera que resumir Prolepsis en solo dos temas, dirían que son la mentira y el fracaso. Prolepsis es una historia que habla del fracaso y de la forma en que lo envolvemos de falsedad para poder sobrellevarlo. 

  P.: Dos protagonistas masculinos parecen acaparar el escenario de esta novela, pero me va a permitir que le pregunte por dos personajes femeninos. Por la madre del narrador y por Claudia. 

  R.: Son dos personajes fundamentales para entender el libro. Quizá el párrafo que más me guste sea en el que presento a ambas:

  «Claudia es mi mujer. Claudia es mi mujer y está muerta. La maté yo. No del todo. La maté un poco yo y se murió un poco ella sola. Mi padre no lo sabe. Mi padre cree que su mujer está muerta —aunque esté viva— y que la mía está viva —aunque esté muerta—.»

  La madre de Mina es la estructura que mantiene en pie a toda su familia, es el personaje más fuerte del libro. Porque además de tener una entereza encomiable, simula ser frágil para que Augusto pueda seguir ejerciendo ese papel de protector que tanto le gusta interpretar, aunque no se ciña en nada a la realidad. Y Claudia es la persona más importante en la vida de Mina, mientras ella está, todo tiene un cierto orden, cuando ella desaparece, llega el caos. 

 


  P.: Tras leer Prolepsis creo que Augusto hizo cuanto pudo para ser feliz y para hacer feliz a su familia. No sé si ud. cree en el karma y, de ser así, si hay algo de karma o de “maldito karma”, a lo Safier, en la epopeya personal de Augusto.

 R.: En el caso de Augusto no creo que el karma haya jugado un papel fundamental. A mí Augusto me parece un buen tipo, como un niño gigante de más de 100 kilos de peso. Pero todos sus problemas llegaron por las decisiones horribles que tomó. Hay un momento que, además de ser la imagen elegida para la portada, sirve para resumir toda la novela, y es cuando Augusto lanza una moneda al aire creyendo que si cae dentro de una piscina su suerte cambiará. Y ese es su problema, se trata de un personaje que ante problemas reales buscaba soluciones mágicas. 

  P.: Para acabar, le voy a pedir un consejo o algo similar, en consonancia con los temas de Prolepsis. Es para “un amigo”, como se solía decir en los chistes de médicos. Al hilo de una frase lapidaria, a mi parecer. “Solo hay una cosa peor que intentar ser escritor y no lograrlo: intentar ser escritor y terminar impartiendo talleres literarios”. 

 R.: La frase la pronuncia Mina, que es un personaje bastante amargado y pesimista. Pero debo confesar que hay algo de verdad en ella. No ocurre siempre, pero yo llevo muchos años dedicado a trabajar en este sector: escribo libros, participo en certámenes literarios, imparto talleres… y algunas veces es muy divertido ver a personas que nunca han logrado publicar una novela lanzando talleres en los que aseguran tener las claves para que sus alumnos logren escribir y publicar sus propios libros. Ironías del mundo literario. 

Prolepsis. Miguel Ángel González. Alrevès Editorial.


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  reseña Prolepsis. Miguel Ángel González.

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jueves, 23 de junio de 2022

La bahía humeante. José Luis Muñoz

Desde hace años vengo disfrutando de la narrativa de Muñoz. He tenido la enorme suerte de poder leer buena parte de sus novelas y relatos (aunque no toda su obra, ya que es un autor prolífico), por lo que La bahía humeante (Traspiés) ha sido un nuevo acierto. 

  Contra los calores estivales, las refrescantes escenas en la isla de hielo, esto es, en Islandia. Muñoz es un consumado viajero, toma notas y se inspira en sus viajes. La bahía humeante surgió en uno de estos viajes donde comenzó a pergeñar esta road novel para ponerle el punto final en  el Valle de Arán. Mucha nieve de por medio y entre las páginas de esta novela que ha obtenido el Premio de narrativa Carmen Martín Gaite 2021. 

  Merecimientos literarios aparte, La bahía humeante es una historia con un protagonista, Max Rigalt, también escritor, en busca de otro juntaletras (con perdón), Eric Burdom. En su día alumno y profesor de taller literario, respectivamente. Una novela publicada superventas será el motor del viaje y de esa búsqueda a través de los escenarios islandeses. Burdom tendrá que rendir cuentas, también Rigalt, porque Muñoz (casi como un personaje omnisciente más) nos agasaja con deliciosas prolepsis narrativas. Nos adelanta qué va a pasar a través de la segunda persona verbal que nos cuenta. 

  Sí, la literatura también emerge como la punta de un iceberg entre el mar dramático de esta historia. Nos hace reflexionar La bahía humeante sobre el papel de los nuevos escritores, sobre sus ínfulas y sobre la presión mediática llegando el caso hasta la necesidad de hacer algo reprobable. En esta isla novelada hay bellos paisajes helados y más personajes, amén de los ya nombrados. Porque más allá de que leamos que “Islandia está poblada, por este orden, por chinos, corderos y cisnes”, también la habitan personajes femeninos con los que Max tendrá una doble prueba personal. 

  Y es que La bahía humeante tiene el sabor de la buena novela negra, se paladea el sexo, la violencia y la crítica social además del interés por saber el final de la trama. Muñoz no decepciona; como el celebre recurso narrativo apodado el arma de Chejov, en la portada Muñoz pone la Glock y, por ello, el final… bueno, el final lo pondrán las y los lectores en el calor del clímax, rodeados del frío de Islandia aunque sea verano. 

  La bahía humeante. José Luis Muñoz. Ed. Traspiés.

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lunes, 20 de junio de 2022

El libro de las especias. John O´Connell

Me ha abierto el apetito sumergirme en El libro de las especias (Debate), de John O´Connell. Doble apetito, el literario y el culinario. El primero a la sazón de que este libro no es un libro de cocina, sino una introducción al fascinante mundo de 60 especias escogidas. Al intercalar datos curiosos con anécdotas y otros más técnicos he pensado en emular al autor con un maridaje litero-culinario. 

   Respecto al apetito culinario, ha surgido de las citas a las que O´Connell recurre para hablarnos de los diversos usos de estas especies. Bueno, y del apartado final llamado Guía de mezcla de especias. Porque no todas las que conocemos, ni las que figuran en El libro de las especias han sido siempre o lo son actualmente usadas solo en la cocina. ¿A qué nos suena la mirra? ¿A los Reyes Magos? 

  La semilla de adormidera se usó con fines medicinales aunque al parecer, desde 2009 eBay prohibió la venta de cabezas de esta planta a causa de un trágico suceso con dos estudiantes estadounidenses. En el apartado dedicado al clavo (de olor) nos aparece el gran marino Fernando de Magallanes. Es de sobra conocida las páginas de la Historia, con mayúsculas, que se han escrito al tratar de hacerse con el comercio de ciertas especias y su monopolio por países europeos desde la Edad Media al siglo XVIII. 

  Con todo, en El libro de las especias también hay sitio para los usos culinarios de muchas de estas especias, unas más conocidas que otras. O´Connell acompaña a la algarroba, el anís, el azafrán, la canela o el pimentón, con la cedoaria, el mahleb, el sansho o el zumaque. A algunas de estas especias se le dedican unas páginas, a otras apenas unos párrafos, algo que se compensa con la excelente bibliografía selecta al final del libro si nos hemos quedado con ganas de profundizar. 

  Y vuelvo a ese apartado denominado Guía de mezcla de especias. Primero porque me parece un acierto como complemento a las descripciones de las 60 especias incluidas en el libro. Y, además, porque muchas veces el uso actual de las especias, sobre todo en cocina, es así, mezclando y probando. Ya nos advierte  O´Connell que estas mixturas no han de entenderse como una receta única y definitiva. Desde el baharat de Oriente Medio al cassareep de Guayana pasando por el gochujang coreano a la mixed spice popular en los países ingleses o la mezcla de especias francesas denominada quetre-épices

  Un fascinante recorrido multidisciplinar por 60 especias con mucha historia e Historia ameno y sorprendente.


  John P. O' Connell ha trabajado como editor crítico gastronómico y escritor para una variedad de periódicos y revistas, incluidos Time Out, The Guardian, The Times y Daily Telegraph .También ha escrito varios libros, incluida una novela (Hotel Portofino, 2021), una celebración de la escritura de cartas y un análisis de los libros favoritos de David Bowie y las formas en que influyeron en su música (El club de lectura de David Bowie, 2019). Vive en el sur de Londres. Su especia preferida es el comino.


  El libro de las especias. John O´Connell. Debate. Trad.: Jofré Homedes, Marta Mabers y Laura Rins.

jueves, 16 de junio de 2022

Prolepsis. Miguel Ángel González

Me ha sorprendido gratamente Prolepsis (Alrevès), de Miguel Ángel González. Desde la sinopsis ya consiguió despertar mi atención por el planteamiento dramático de los personajes. 

  Por una parte, el narrador y, por otra, su padre. Una tarde cualquiera, quizá la última del segundo, el hijo va a verle a la residencia de mayores. A través de recuerdos iremos conociendo a Augusto, al padre, y cómo la vida le trató –a mi juicio– injustamente. El acierto de esta Prolepsis no solo recae en la solidez de sus personajes, también en el tono, en la narración misma dividida en tres partes. 

  Cuando el narrador tenía 9 años su padre acabó en la cárcel, un hecho que marcaría en mi opinión un antes y un después en la relación entre ellos. Incluso en lo más dramático de esos pasajes rememorados en un jardín artificial, junto a un lago igual de artificial, en la residencia hay lugar para la ironía, la esperanza, el cariño y la complicidad. 

  Prolepsis nos habla de las decisiones que tomamos en la vida, de las consecuencias, de la fe en nuestras convicciones y del amor a la familia. He querido ver en esa piscina de la portada una sutil metáfora del agua como elemento que fluye al igual que los recuerdos del protagonista junto a su padre. Y es que la mayoría de las veces no somos conscientes de que el presente es fugaz, que la verdad es un acuerdo, una construcción entre nuestros deseos y nuestras percepciones. 

  Quizá por eso el narrador de Prolepsis se hizo escritor aunque a sus 43 años se haya convertido en un docente de escritura. Porque su padre cometió aciertos y fracasos, pero siempre luchó por hacer creíble cada decisión afrontando sus consecuencias. “Lo difícil es vender el golpe”, solía decir Augusto. Quizá Prolepsis se nos antoje un largo epílogo o una suerte de panegírico precoz; o de unas Memorias de Adriano contadas por el hijo consciente de que el tiempo no se detiene y la vida se vive hacia delante aunque solo se entienda mirando hacia atrás. Por todos esos aciertos y alguno más Prolepsis ha sido galardonada con el XXV Premio de Novela Ciudad de Badajoz


  Miguel Á. González (Madrid, 1982) es narrador, poeta y dramaturgo. Publicó su primer relato en el año 2003; desde entonces intenta sobrevivir ejerciendo como cuentista, cumpliendo de forma estricta con las tres acepciones que emplea el diccionario de la Real Academia Española. Galardonado en algunos de los certámenes más prestigiosos del panorama nacional e internacional, en su obra destacan las novelas Todos los miedos (Siruela), premio Café Gijón 2015; Cariño (Alianza), elegido entre los diez mejores libros del 2018 por la revista Forbes; el texto autobiográfico Un nublao de tiniebla y pedernal (Comba), premio Ciudad de Alcalá 2020, o la novela negra Dios no está con nosotros porque odia a los idiotas (Menoscuarto). Como dramaturgo, ha sido merecedor del premio Fray Luis de León por la obra Aguantar la respiración (2017) y del premio Max Aub por la obra Modo avión (2019).


  Prolepsis. Miguel Ángel González. Ed. Alrevès.

lunes, 13 de junio de 2022

El hombre que paseaba con libros. Carsten Henn

No es casualidad que El hombre que paseaba con libros (Maeva), de Carsten Henn haya vendido más de 175.000 ejemplares en Alemania. Quienes se sumerjan en la historia que nos propone su autor encontrarán una deliciosa narración sobre el poder de la amistad y los libros. 

  Porque ya desde el título adivinamos que El hombre que paseaba con libros va a ser una historia que hable de libros. Y así es. En el centro de la trama está Carl Hollhoff, un librero que se ha reconvertido en paseador de libros. Cada tarde, a partir de las siete, comienza su ronda llevando a sus clientes más selectos unos libros particulares. Vestido de verde con sombrero de pescador y un buen calzado para esta labor desde la librería A las puertas tiene un compañero ocasional, un gato al que llama Perro. 

  No obstante, como toda buena historia, la realidad se complicará aunque hallará en esas vueltas del destino a Shasha. Con su abrigo amarillo y sus gafas de aviador en el sombrero, Shasha es un personaje capital en esta novela. Su inteligencia precoz, su también amor por los libros, pero sobre todo su simpatía y capacidad de empatizar con quienes la rodean ayudarán a Carl y a mucha gente. 

  El hombre que paseaba con libros me ha evocado a algunas historias, novelas, libros más allá de sonreír con los títulos literarios que van apareciendo. El librero Hollhoff es entrañable, cercano y se antoja un quijote en su propósito de hacer feliz a la gente de su ciudad gracias a los libros. Tan cervantino ejemplo no excluye a su fiel Shasha, que con su descaro también se perfila como un personaje redondo, cordial y complementario al anciano librero. Las descripciones de la ciudad, así como el resto de personajes secundarios en El hombre que paseaba con libros logran conectar con quienes nos sentamos a leer esta historia, con quienes sentimos a través de las páginas queriendo retrasar el final o, llegado a este, pensar en una continuación con estos protagonistas. 

  Llamo la atención sobre algunos títulos de los capítulos de El hombre que paseaba con libros como Viaje al fin de la noche, Grandes esperanzas o Rojo y negro… Y si tanto guiño literario no fuera aún una segunda invitación a disfrutar de esta novela, me permito uno pequeño.  Carl Hollhoff tiene escrito en su buzón el nombre de E.T.A. Hollhoff, aludiendo así al escritor romántico alemán E.T. A. Hoffmann. Este mes de junio se conmemorará el bicentenario de su fallecimiento, una buena ocasión para acercarse al prusiano y al librero de verde y sombrero de pescador, a quien pasea por su ciudad con una mochila llena de libros; a El hombre que paseaba con libros.

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  Carsten Henn (Colonia, 1973) trabaja como escritor y periodista especializado en enología y como crítico gastronómico. Es autor de varios libros de no ficción y de tres exitosas series de novela negra. El hombre que paseaba con libros sigue desde hace meses entre los libros más vendidos de Der Spiegel.


  El hombre que paseaba con libros. Carsten Henn. Maeva ediciones. Trad.: Elena Abós Álvarez-Buiza, 

jueves, 9 de junio de 2022

101 lugares míticos del Rock. Javier Bardo

Larga vida al rock and roll… es más que una frase como muchos ya sabéis. Fue el primer álbum de estudio de la banda Barón Rojo. Y la mejor forma de resumir 101 lugares míticos del Rock (Anaya Touring), de Javier Bardo

  Porque Bardo ha reunido en este libro mucho rock and roll a través de páginas cargadas de recuerdos, historia, viajes e información curiosa sobre solistas, grupos, festivales y mucho más. Dividido en cinco capítulos, nos invita a viajar en el tiempo gracias a un buen puñado de portadas míticas de discos. También a través de canciones, festivales y museos. En un último capítulo no podía faltar un guiño a los que se fueron pero nos dejaron su música para siempre. 

  Porque 101 lugares míticos del Rock puede leerse como un libro de evocación recorriendo desde el confort de casa estos lugares míticos. Pero también como una guía de viaje, ya que aporta información útil, amén de que existe una lista de reproducción en Spotify homónima al título del libro. 

  En las páginas dedicadas a la portada de Houses of de Holly, de Led Zeppelin, Bardo nos habla de la Calzada del Gigante en Irlanda. Con una curios invitación al Game of Thrones Studio Tour. Al hablarnos del London Calling de The Clash nos recomienda una visita al mercado de Candem, en Londres, con una curiosidad sobre la Quinta Sinfonía de Beethoven

  En España encontramos, por ejemplo, el Resurrection Fest, cuyo nombre tiene su simpática historia pareja, y en el que destaca también el entorno (las playas de Covas o Area) y su gastronomía, destacando la “merluza de pincho”. Si saltamos el charco y nos apetece visitar la tumba de Elvis Aaron Presley, Bardo nos adelanta que la visita a Graceland no es barata, aunque el “Garden” donde reposan sus restos es gratis. 

  Solo podía ponerle punto y final a esta reseña con el inmortal Freddie Mercury. Son muchos los que saben que nació en Ciudad Zanzibar, lo que no se sabe con certeza es dónde reposan sus cenizas, entregadas a su novia y amiga Mary Austin. Quizá como la música que destila este libro estén en todas partes, una razón más para escuchar su música y viajar con el cuerpo y el espíritu haciendo nuestro ese lema del título del disco de Barón Rojo.


  Javier Bardo (Zamora, 1963) Entusiasta de los viajes y de la música, desarrolla su labor profesional dentro del mundo editorial desde hace más de 25 años, durante los cuales ha participado en la elaboración, traducción o edición gráfica de innumerables libros, principalmente de turismo, pero también de otros géneros. 

  101 lugares míticos del Rock. Javier Bardo. Anaya Touring.

lunes, 6 de junio de 2022

Estación Niebla. Entrevista a Enric Herce


Es un auténtico privilegio compartir con vosotros esta fantástica entrevista que me concedió Enric Herce. Ganadora de un prestigioso premio, Estación Niebla (RedKey Books) es una novela distópica y cyberpunk que reseñé aquí estos días. Le pregunto en esta entrevista sobre esta, aunque ya os adelanto que una reciente novela suya también ha conseguido varios premios, por lo que le estoy agradecidísimo a Enric Herce por su tiempo y amabilidad, así como a Cristina Andrés.

  P.: Estación Niebla se edita este año en castellano aunque originalmente la obra en catalán obtuvo el premio Imperdible 2019. ¿Qué ha supuesto para Ud. este reconocimiento y en qué cree que ayuda un premio a una novela a la hora de su difusión entre los lectores?

  R.: Se trata de un premio por votación popular a obra publicada el año anterior que convoca El Biblonauta, una de las webs más destacadas de literatura de género en catalán. Para la gente aficionada al tema es un referente y aunque siempre ayuda a la difusión de la novela, creo que este tipo de premios sirven, sobre todo, como combustible moral para seguir creando y hasta cierto punto, como guía de que vas por buen camino. 

  P.: Entre los aspectos formales de la historia nos encontramos dos destacados por los que me gustaría preguntarle. Uno es la ausencia de capítulos, discurriendo como un todo de principio a fin. El otro es el contrapunto entre el desarrollo presente de la trama intercalado con el pasado, con recuerdos; incluso con noticias, en un sutil flashback entretejido.

  R.: Ambos están relacionados con uno de los elementos que más me interesa del ciberpunk: la mezcla de desconcierto y fascinación, que ha ido in crescendo desde los ochenta, ante la sobrecarga informacional y tecnológica en la que vivimos. Quería una estructura fragmentada, alternando distintos registros, desde entrevistas a conexiones televisivas a los recuerdos de Max o el diario de otro de los personajes, pero en un río continuo que no dejara de fluir. Es el contenido y la maquetación los que ayudan al lector a situarse en cada momento.

 

   P.: El relev de Estación Niebla me ha evocado salvando las distancias al soma de Un mundo feliz, de Aldous Huxley. Me gustaría preguntarle por sus referentes literarios en el género de la ciencia ficción y, más concretamente, del cyberpunk.

 R.: Para este libro concreto las principales referencias vienen del cyberpunk japonés: Akira, de Katsuhiro Otomo; Ghost in the Shell, tanto la obra original de Masamune Shirow como las películas de Mamoru Oshii y otros animes como Ergo Proxy o Lain. Por citar solo algunos de los autores de ciencia-ficción que me interesan: William Gibson, Ray Bradbury, Kurt Vonnegut*, Philip K. Dick o Ursula K. Le Guin.

  P.: Aunque el protagonista indiscutible de esta novela es Max, le propongo que nos hable de los personajes femeninos que transitan estas páginas. Por ejemplo, el de Yuna o el de Sira.

  R.: Sira es la hija de Max, protagonista de buena parte de los recuerdos que él conserva de la época en la cual fue más feliz y que rememora de forma obsesiva con su visor RMM-Brance. Forma parte, junto a su esposa, del paraíso perdido imposible de recuperar. Con Sira arranca la trama más tech-noir de la novela. Max la intenta ayudar probablemente porque le recuerda a su propia hija. Otro personaje femenino importante es Erika. Su compañera en la Agencia de Higiene Ciudadana y, en cierta manera, su Pepito Grillo particular. 

  P.: Es innegable la presencia de una crítica social en Estación Niebla. Las distopías son un subgénero que parece prestarse a ello, a señalar el presente situándonos en un futuro a veces nada halagüeño. Coméntenos esa parte más reivindicativa o reflexiva de su novela.

  R.: Todas mis obras tienen un contenido crítico a nivel políticosocial importante. Y la ciencia-ficción es un género especialmente adecuado para ello. Me interesa porque, al contrario de lo que mucha gente piensa, nos habla del aquí y ahora, de lo que nos está pasando, aunque para hacerlo coja perspectiva dando un paso o dos hacia el futuro y nos muestre un reflejo deformado de nuestro presente.

  P.: Quizá me ha sorprendido al principio el lenguaje duro y directo de Max, pero conforme vamos leyendo el personaje se nos revela como un superviviente no solo de una guerra despiadada. También de sus propias batallas personales. Háblenos de la ternura y el amor, también presentes en esta historia aparentemente intrigante y dramática.

  R.: El mundo en el que he sumergido a los personajes de la novela es duro y complicado, pero también es interesante ver como cada uno de ellos se adapta a él. Los hay que no les importa pisar cuantas cabezas sea necesario en beneficio propio, pero otros, como Max, tienen su propio código de honor, y aunque a veces pueda resultar brusco, intenta, a su manera, ayudar. Le resultaría fácil aprovecharse de su posición en el sistema para dejarse llevar y desahogarse causando dolor, pero no lo hace.


  Enric Herce Escarrà (Barcelona, 1972). Filólogo y bibliotecario. Ha publicado más de una docena de relatos en diversos fanzines, antologías y revistas underground. Es autor de las novelas Simulacions de vida, Estació Boira (edición en catalán de Estación Niebla), Premi Imperdible 2019 al mejor libro fantástico en catalán, y L'estrany miratge, su última propuesta de ciencia ficción cyberpunk Premi Ictineu 2022 en la categoría de mejor novela fantástica escrita en catalán y  Premi Imperdible 2021. 

  Estación Niebla. Enric Herce. RedKey Books.   

  Reseña de Estación Niebla.

  (*) Este año se conmemora el centenario del nacimiento de Kurt Vonnegut

jueves, 2 de junio de 2022

Arte y Desnudo. Antonio Garci

Esta semana os presentamos un libro muy sugerente, como no podía ser de otro modo titulándose Arte y Desnudo (Anaya Multimedia), de Antonio Garci. 

  Me parece interesante el subtítulo: Fotografía para vestir de luz, elegancia y libertad. Porque la luz, la iluminación es uno de los factores clave a la hora de transmitir sensaciones como las del subtítulo. Antonio Garci, maestro de iluminación y apasionado del rock, ha querido seguir la estela iniciada con su anterior primer libro El retrato. Técnicas de iluminación (Anaya Multimedia). 

  Es en este Arte y Desnudo donde Garci condensa fundamentos técnicos y estéticos colmado de ejercicios, teoría e inspiración. Curiosamente entre sus páginas vemos que juega con el número 50 (dejo a la libre imaginación qué os evoca este con páginas, sensaciones y elegancia). Lo comento porque Garci nos introduce en el primer capítulo en el desnudo artístico continuando con  los preparativos de una sesión de desnudo. 

  También hallamos algunos conceptos básicos de iluminación para el cuerpo humano antes de proponernos cincuenta poses para modelar el cuerpo o cincuenta esquemas para vestir de luz. En resumen, con Arte y Desnudo nos adentraremos en el fascinante mundo del desnudo artístico aprendiendo los primeros pasos, la comunicación, y las claves esenciales para lograr imágenes sutiles, sensuales a la par que elegantes. Como el propio Garci expresara: "El desnudo es la forma más sincera de la expresión artística; sin artificios, sin mentiras, la verdad solo es verdad si está desnuda.” Ya solo queda encontrar el momento, el lugar para contar a golpe de fotografía más allá de lo que se ve a simple vista de un desnudo.


  Antonio Garci es un fotógrafo y profesor de fotografía establecido en Madrid, especializado en fotografía de retrato y estudio. Fruto de su dedicación y su pasión por la fotografía, actualmente compagina su trabajo como fotógrafo con la docencia. Lleva desde 2012 impartiendo cursos y talleres por toda la geografía española, ha creado su propio canal de YouTube sobre fotografía e iluminación. Trabaja habitualmente como embajador y formador de prestigiosas marcas del sector, como Profoto, Olympus, Zhiyun, Sigma, además de formar parte de la plantilla de profesores de la escuela de fotografía Too Many Flash, en Madrid. Ha escrito anteriormente El retrato. Técnicas de iluminación (Photo Club, Anaya Multimedia. 2020).


  Arte y Desnudo. Antonio Garci. Anaya Multimedia.