jueves, 16 de junio de 2022

Prolepsis. Miguel Ángel González

Me ha sorprendido gratamente Prolepsis (Alrevès), de Miguel Ángel González. Desde la sinopsis ya consiguió despertar mi atención por el planteamiento dramático de los personajes. 

  Por una parte, el narrador y, por otra, su padre. Una tarde cualquiera, quizá la última del segundo, el hijo va a verle a la residencia de mayores. A través de recuerdos iremos conociendo a Augusto, al padre, y cómo la vida le trató –a mi juicio– injustamente. El acierto de esta Prolepsis no solo recae en la solidez de sus personajes, también en el tono, en la narración misma dividida en tres partes. 

  Cuando el narrador tenía 9 años su padre acabó en la cárcel, un hecho que marcaría en mi opinión un antes y un después en la relación entre ellos. Incluso en lo más dramático de esos pasajes rememorados en un jardín artificial, junto a un lago igual de artificial, en la residencia hay lugar para la ironía, la esperanza, el cariño y la complicidad. 

  Prolepsis nos habla de las decisiones que tomamos en la vida, de las consecuencias, de la fe en nuestras convicciones y del amor a la familia. He querido ver en esa piscina de la portada una sutil metáfora del agua como elemento que fluye al igual que los recuerdos del protagonista junto a su padre. Y es que la mayoría de las veces no somos conscientes de que el presente es fugaz, que la verdad es un acuerdo, una construcción entre nuestros deseos y nuestras percepciones. 

  Quizá por eso el narrador de Prolepsis se hizo escritor aunque a sus 43 años se haya convertido en un docente de escritura. Porque su padre cometió aciertos y fracasos, pero siempre luchó por hacer creíble cada decisión afrontando sus consecuencias. “Lo difícil es vender el golpe”, solía decir Augusto. Quizá Prolepsis se nos antoje un largo epílogo o una suerte de panegírico precoz; o de unas Memorias de Adriano contadas por el hijo consciente de que el tiempo no se detiene y la vida se vive hacia delante aunque solo se entienda mirando hacia atrás. Por todos esos aciertos y alguno más Prolepsis ha sido galardonada con el XXV Premio de Novela Ciudad de Badajoz


  Miguel Á. González (Madrid, 1982) es narrador, poeta y dramaturgo. Publicó su primer relato en el año 2003; desde entonces intenta sobrevivir ejerciendo como cuentista, cumpliendo de forma estricta con las tres acepciones que emplea el diccionario de la Real Academia Española. Galardonado en algunos de los certámenes más prestigiosos del panorama nacional e internacional, en su obra destacan las novelas Todos los miedos (Siruela), premio Café Gijón 2015; Cariño (Alianza), elegido entre los diez mejores libros del 2018 por la revista Forbes; el texto autobiográfico Un nublao de tiniebla y pedernal (Comba), premio Ciudad de Alcalá 2020, o la novela negra Dios no está con nosotros porque odia a los idiotas (Menoscuarto). Como dramaturgo, ha sido merecedor del premio Fray Luis de León por la obra Aguantar la respiración (2017) y del premio Max Aub por la obra Modo avión (2019).


  Prolepsis. Miguel Ángel González. Ed. Alrevès.

2 comentarios:

  1. No la conocía. Me gusta mucho lo que cuentas así que tomo buena nota.
    Besotes!!!

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