Sus obras de humor gráfico son algo más que caricaturas, como ha señalado, pues se considera un estudioso de la conducta humana. Más curiosa es la postilla en las primeras páginas de Nadie es perfecto a cargo de la editorial. Se indica que esta presenta en esta obra gráfica el trabajo artístico sin modificación alguna. Añade además que con la intención de reflejar la obra artística de la forma más fiel posible , tal y como es conocida por sus seguidor@s.
Quienes se pregunten qué van a encontrar en Nadie es perfecto si no son seguidorxs decir que viñetas a color con un marcado estilo que rescatando el cómic clásico disecciona y critica la sociedad actual. En especial las normas sociales, la hipocresía, el postureo o el buenrollismo. La figura femenina está muy presente en Nadie es perfecto al punto que rompe con el rol clásico de secundaria, pasiva y perezfecta (confiando en que este adjetivo no desagrade al autor, verdadero perezfecto por derecho propio).
Hay viñetas a página entera, otras juegan a impresionar en un solo golpe de vista, otras en dos. La gran mayoría nos hablan de personas corrientes en situaciones igual de corrientes porque la condición humana a veces no admite filtros y sentimos lo que sentimos a pesar de los convencionalismos y las modas.
Ellas, ellos y elles fuman, beben, se desperezan en pijama o sencillamente dicen no cuando quieren decir no. La verdad nos hará libres y en Nadie es perfecto la liberación nos transformará en lectorxs de situaciones que de tan familiares nos provocarán la risa, la reflexión, la duda o todo lo contrario, incluso a la vez.
Mejor leer Nadie es perfecto que tratar de explicarlo.
Marcelo Pérez Dalannays es dibujador y exjoven. Fuentes confiables aseguran que nació en Chile, hacia 1976 d. C. En la universidad estudió diseño gráfico suponiendo que sería una carrera más rentable o respetable que Arte. Ese fue su primer gran error como adulto. En 2014 abrió una cuenta en la red social Instagram a modo de pasatiempo. Tres años después, aquel hobby se volvió un asunto muy serio cuando la crisis de medios en su país -Chile- obligó a convertirlo en negocio. Hoy, con cerca de 300 000 seguidores y clientes de 5 continentes, ha demostrado que es posible vivir del arte y trabajar en pantuflas.
La tengo pendiente de lectura. Me apetece un montón. Saludos.
ResponderEliminarGenial. Gracias por tu visita y comentario Marisa G. Un saludo.
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