Siempre es un placer descubrir un buen libro. Y si es de un autor al que le tienes afecto literario, más aún. A Tomás Navarro le conocí en un pase para medios de comunicación en Valencia, hace algunos años.
El otro día bromeábamos sobre ello, convencido él de que fue en la capital hispalense. Risas a parte, me concedió esta entrevista como mitad de la pareja literaria autoral de este 'Yo soy así' (Zenith). Reseñé el libro hace poco, así que os dejaré el enlace al final y en él veréis los enlaces para que conozcáis a Tomás, por antigüedad y risas espero que no le importe que le llame por el nombre.
¿Los amigos caducan? ¿Los
amigos vienen y van y los enemigos se quedan? (Esto lo leí en
internet) Pensé que según el tiempo de conservación de nuestras
amistades podía saberse un poco acerca de nuestra personalidad.
Los
amigos responden a momentos temporales determinados. La amistad ha de
ser algo bonito, no la única opción que te queda. Tus prioridades,
tus objetivos vitales, tus necesidades, tu contexto va cambiando a lo
largo del a vida y es muy difícil que las de tus amigos cambie del
mismo signo en el mismo momento, por lo que es mucho mejor aprender a
identificar el final de una etapa y no forzar una continuidad que no
tiene sentido.
He
de advertir, que a menudo se confunde la amistad con la protección,
la sumisión o la dominancia. Estas relaciones si que suelen ser más
duraderas ya que si una persona es dominante y una sumisa, pues el
binomio ganador está garantizado de por vida.
Una
cosa más, no podemos deducir nada de nuestra personalidad o valores
por el tiempo que hace que conservamos a nuestros amigos. El contexto
es suficientemente incontrolable como para no tener que cargar
nosotros con causalidades sobre la afiliación amistosa de las
personas que pasan por nuestra vida.
Hablemos
del tema de la sinceridad, ya que comentas que necesitamos la mentira
dado que no poseemos las suficientes habilidades sociales como para
poder convivir en sociedad. ¿Cómo se come esto?
A
veces tenemos que lidiar con un jefe con intereses contrapuestos a
los nuestros, con compañeros con una intensa agenda oculta o con
vecinos pesados que quieren estar al día de todo lo que hacemos. A
veces no tenemos otro remedio que tirar de mentira para poder
proteger esa calma social. Te voy a poner un ejemplo, ante ese colega
de trabajo impertinente y que se mete en la vida del todo el mundo,
pues quizás, no es necesario ser sincero. Un te buscan desde RRHH o
me coges que tengo que ir a ver al director, suele ser un recurso
para salir de una situación desagradable.
Me
uno a ti en ese deseo de que en el colegio se deberían dar
asignaturas de gestión de la emociones, aunque en el capítulo final
lo que propongas es que necesitamos urgentemente una asignatura de
gestión de la adversidad. ¿A qué edad podría plantearse? Si te
llamaran como docente, ¿cómo la enfocarías?
Desde
bien pequeñitos ya que adversidades se gestionan a todas las edades
y horas. El enfoque sería muy didáctico y práctico, analizando
situaciones reales o visualizadas en cuentos o audiovisuales.
Plantearía la situación, les daría espacio y tiempo para que
reaccionaran y acabaría dándole recursos.
Como
observé en otros libros anteriores, hay neologismos y algún término
en japones. Palabras, por un lado como efecto zoológico, personas
complejogeneradoras o conimigos; por otro, el meraki o el síndrome
del hikikomori… No sé si llamarlo manías a estas alturas.
Pues
va a ser una manía… Forma parte de la didáctica y de una
complicidad con mi lector trabajada en libros anteriores. En mi
universo las diferentes culturas tienen un peso, sabes que me gusta
explorar y enriquecerme de otras maneras de vivir y sabes que Japón
me tiene el corazón robado. En cualquier caso, esos neologismos nos
ayudan a crear anclajes de memoria y a definir mejor un concepto, en
definitiva no es más que un recursos didáctico.
Para
acabar, hagámoslo a lo grande hablando de porno. No es que haya uno
de los capítulos que hable de estos ‘maníacos’, la he echado en
falta. En el de ‘Yo soy… reprimido’, pones un ejemplo de ruidos
conyugales escuchados por niños. Aconsejas a que a los hijos se les
eduque en materia de sexo porque si no, afirmas, ‘estaremos dejando
que a nuestros hijos los eduque el porno’. Coméntanoslo porque es
un tema candente aforado tras ese alarmante aumento de las agresiones
sexuales en el ámbito escolar.
Pues ese es otro de los temas
tabú que nos atrevemos a tocar. La sexualidad y la afectividad
debería dejar de ser algo feo y secreto para poder ser abordada con
cariño, tacto y naturalidad. No puede ser que un niño entre en
contacto con el tema de la sexualidad por primera vez de la mano de
un compañero o de un hermano, una película o unas fotos. Los padres
somos sus referentes y nos corresponde ilustrarles. Eso sí, primero
tenemos que formarnos, lo cual no es nada complejo ya que disponemos
de muchísimos recursos didácticos elaborados al respecto.
‘Yo soy así’. Tomás Navarro y Fernando Trías de Bes. Zenith