jueves, 27 de abril de 2017

Fernando Delgado, en la Feria del Libro de Valencia

Recuerdo ver a Fernando Delgado en televisión, en los informativos cuando vivía en casa de mis padres. Me encantaba cómo hablaba y, sobre todo, la forma con la que se refería a los libros. No me extrañó que un día anunciasen que había ganado el prestigioso premio Planeta.

Fernando es tinerfeño, pero me consta que lleva tiempo en la costa levantina, en Valencia.

Para quienes le recuerden de su etapa televisiva, o no, para quienes le hayan leído o quieran acercarse a su narrativa, mañana pueden hacerlo pues estará firmando ejemplares de su última novela ‘El huido que leyó su esquela’ (Planeta) en la Feria del Libro de Valencia, en los Jardines de Viveros.

Será como digo, mañana a las 18h en los Jardines de Viveros, en el marco de la 52 edición de la Fira del Llibre de Valencia. Con ‘El huido que leyó su esquela’, Fernando Delgado completa la Trilogía del Ahogado, que integran otras dos novelas anteriores: No estabas en el cielo (1996) e Isla sin mar (2002).
En ‘El huido que leyó su esquela’, Fernando Delgado reflexiona sobre el debate entre la necesidad de huir y el deseo de encontrar un lugar.
La sinopsis del libro es:
A Carlos lo dieron por ahogado en una playa de la isla de Tenerife tras haber sido acusado de asesinar al cacique que había violado a su mujer. En realidad, una vez muerto el cacique, Carlos había huido a París, donde adquirió una nueva identidad con el nombre de Ángel y donde conoció a Erica, con quien formó una nueva familia y se instalaron en Berna. A pesar de ello siguió viviendo el peso o el orgullo de la culpa y su obsesivo deseo de escapada hacia donde fuera. El día que recibió una carta dirigida a su verdadero nombre, todo el pasado que hubiera querido olvidar regresó a su vida y le llevó a tomar una trágica decisión.

Fernando Delgado (isla de Tenerife, 1947) Licenciado en Ciencias de la Información y periodista en prensa, radio y televisión, es autor de las novelas Tachero, premio Benito Pérez Armas 1973; Exterminio en Lastenia, premio Pérez Galdós 1979; Ciertas personas (1989); Háblame de ti (1993); La mirada del otro (Premio Planeta 1995, llevada al cine por Vicente Aranda); No estabas en el cielo (1996); Escrito por Luzbel (1998), para cuya escritura contó con una beca de creación literaria de la Fundación Juan March; Isla sin mar (2002) y De una vida a otra (2009). Su poesía se contiene en Proceso de adivinaciones (1981), Autobiografía del hijo (1995), Presencias de ceniza (2001) y El pájaro escondido en un museo (2010).  Publicó también libros de artículos y ensayos como Cambio de tiempo (1994) y Parece mentira (2005). Obtuvo el premio Europa en Salerno en 1986, el Ondas Nacional de Televisión en 1995 por su tarea de difusión cultural en los telediarios de fi n de semana de TVE, la Antena de Oro de la Asociación de profesionales de radio y televisión ese mismo año y el premio Villa de Madrid de periodismo Mesonero Romanos en 2006. El gremio de bibliotecarios de la Comunidad Valenciana lo distinguió en 2010 como bibliotecario de honor.

52 Fira del Llibre de Valencia. (Jardines de Viveros)
Viernes 28 . 18h - Sala Museo 1.
Fernando Delgado, acompañado de Clara Sánchez y Carlos Marzal.
‘El huido que leyó su esquela’ (Planeta)



viernes, 21 de abril de 2017

El lenguaje de las abejas, de Cristina Caboni


Esta semana traigo a Maleta de libros esta novela de la escritora Cristina Caboni. La autora se estrenó con un éxito internacional gracias a su anterior novela, también publicada por Maeva, titulada ‘La estela de los perfumes’.
Caboni vive en la provincia de Cagliari, en Cerdeña, donde se ocupa de la propiedad familiar dedicada a la apicultura y a cultivar rosas. Siendo así no es de extrañar que sienta pasión por el mundo de la apicultura y así se refleja en esta novela ‘El lenguaje de las abejas’.
Si bien la protagonista Angélica Senes es una joven soltera, licenciada en ciencias zootécnicas especialidad etología y bienestar animal, que viaja por el mundo  en  su vieja autocaravana  acudiendo  a  la  llamada  de apicultores que necesitan ayuda con sus panales, también vemos que de pequeña se crio en la idílica isla de Abbadulche, en Cerdeña. Esos viajes con la autocaravana le permiten evitar aquello que no le gusta dejándolo atrás, por ejemplo, los secretos y cierto conflicto con su madre. Precisamente esta, un día le dará una terrible noticia que supondrá un nuevo propósito en su vida. Cuando era niña, durante la ausencia de su madre, a Angélica la cuidó una mujer mayor, Margherita, quien precisamente le enseñó a respetar a las abejas. La noticia es que Margherita ha fallecido y que esta le ha dejado en herencia su casa y sus terrenos de Abbadulche. Angelica se propone defender su propiedad ante el acoso de una importante constructora, que quiere hacerse con los terrenos.

La novela nos habla de un viaje personal, el de la protagonista, en el que se reencontrará consigo misma, también el deseo de descubrir un lugar en el que echar raíces y también el amor, que se asoma en los primeros capítulos con los recuerdos de Angelica de cierto amor juvenil con un chico llamado Nicola. También la novela nos permite reflexionar sobre como el hombre se está contaminando a sí mismo y a la naturaleza envenenándose al tiempo que la contamina.

Destacar la parte final del libro, pues si en cada capítulo, al comienzo, se nos indica un tipo de miel, incluye un ‘cuaderno de la miel’ con  más de treinta tipos de miel y sus propiedades además de un buen puñado de recetas para cocinar con miel.
Enlace al libro en la web de la editorial aquí

lunes, 17 de abril de 2017

María Nieves Michavila Gómez: «Tengo la intención de publicar una novela histórica sobre esto».


‘Voces desde el más allá de la historia’ (Incipit Editorial) no es una novela sino un ensayo de divulgación, me aclara su autora María Nieves Michavila Gómez desde el principio, añadiendo que está narrado de forma que la lectura resulte sencilla y atractiva no solo a los eruditos. «Mi ensayo es riguroso y pretende sacar a la luz estos hechos novedosos», añade. La entrevista me la concede a pocos días de que se presente en Valencia, concretamente en la Facultat de Geografia i Historia de Valencia con el aval de la catedrática Isabel Burdiel. Os dejo a continuación la entrevista.
Creo que la idea original de la historia que cuenta en ‘Voces desde el más allá de la historia’ le viene de una tradición oral cuando usted era niña, de su abuela. Cuéntenos al respecto.

Mi familia salió de España antes de que yo pudiera atesorar recuerdos, lo cual me hizo mucho más receptiva a lo que me contaba mi abuela materna acerca de sus padres y abuelos. Ella vivía con nosotros y tuve la oportunidad de escucharle muchas historias. Había una que me estremecía: el asesinato de su abuelo militar Federico Puig Romero en el cuartel de San Gil de Madrid, cuando unos sargentos entraron a su casa disparándole sin darle opción a nada. Uno de ellos se oponía a que le dieran el tiro de gracia porque había sido muy bueno con ellos. A continuación los sargentos se dirigieron hacia la puerta protegida por el asistente, tras la que se ocultaban la esposa e hijos de Federico Puig Romero, que escucharon todo. Decían que había que matar a los niños, pero finalmente desistieron. Mi abuela me habló también de la entrevista que mantuvieron la viuda y huérfanos con la reina Isabel II ofreciéndoles concesiones extraordinarias. Recibí además otra información por parte de mi madre acerca del rumor de que Federico Puig Romero era el verdadero padre del rey Alfonso XII, heredero de Isabel II.
Para tirar del hilo de esa tradición oral, habrá tenido que llevar a cabo una larga y profunda labor documental. Tengo entendido que la inició en la Biblioteca Militar de Valencia. ¿Cómo fue este proceso de búsqueda, en qué otros archivos tuvo que indagar y qué trabas se encontró, si las hubo?

Esta historia permaneció aletargada durante muchos años. En el año 2000 mi tío Federico Gómez Puig sufrió un cáncer fulminante y en sus últimos días me habló de una historia de la familia que él había recopilado y, como escritora, quería darme. No tuvo tiempo y prometí en su funeral completar esa historia, comenzando por esos dos datos que tenía como punto de partida: el asesinato de mi tatarabuelo y su posible paternidad de Alfonso XII. Comencé en la Biblioteca Militar, donde recibí una atención inmejorable. Además de orientarme sobre el Archivo General Militar de Segovia me dieron a leer la Historia Contemporánea de Antonio Pirala, que describía con todo lujo de detalles el asesinato de Federico Puig Romero y nada tenía que ver con la versión de mi abuela. Esto me llevó a plantearme llegar al fondo de esa versión para descubrir por qué se había equivocado tanto mi abuela. Y fue al revés. Cuando investigué por mí misma las fuentes pude comprobar que la versión del historiador no era cierta. En el Archivo General Militar de Segovia tuve por primera vez en mis manos el expediente de mi tatarabuelo, donde descubrí que su madre había sido azafata de la reina María Isabel de Braganza. También que su padre era militar, y curiosamente su expediente estaba desaparecido. El Archivo del Palacio Real y el Militar de Segovia fueron mis principales fuentes iniciales. A partir de ahí la investigación fue imparable, y las deducciones me llevaron a otros archivos, entre ellos el Instituto de Historia y Cultura Militar de Madrid, Archivo Histórico Nacional, Archivos Eclesiásticos, Archivos de Protocolos, Hemerotecas, Museo de Artillería, Biblioteca Nacional, Archivo del Ministerio de Justicia, etc. Fueron años de trabajo recuperando huellas que se habían intentado borrar. Me pusieron algunas trabas en la Real Biblioteca, en el Archivo del Ministerio de Justicia y al principio en el Archivo General Militar de Segovia, aunque a este último acudí en muchas ocasiones sin problemas. El principal obstáculo fue la documentación desaparecida.
Me ha resultado curioso eso que ha comentado en algún medio acerca de la escasez de imágenes de Enrique Puig Moltó, casi tanto como lo de que un historiador de renombre falseó en su momento algunos datos sobre este contexto histórico sobre el que desarrolla su libro. ¿A qué cree que se debió lo uno y lo otro?

En mi libro se desmonta la leyenda Puigmoltó, basada en la expansión de un rumor desde el mismo entorno de la reina, lo cual apunta a una cortina de humo para encubrir una paternidad que no convenía dar a conocer. Una imagen de este oficial de ingenieros podría corroborar el parecido físico con Alfonso XII. Sin embargo, esta comparación no es posible dada la total ausencia de imágenes de Puigmoltó en los libros publicados que le citan. Pienso que esto se debe a una ocultación deliberada que quizá pudiera desmontar este rumor, como sucede con otros datos sobre ello: se decía que era tuberculoso y nada más lejos de la realidad. Sin embargo, la tisis atacó a varios en la familia de Federico Puig Romero, cuyo retrato permaneció muchos años sin ser expuesto en el Museo Específico de la Academia de Artillería hasta 2003, cuando me lo enseñó el coronel director, concediéndole desde entonces un lugar privilegiado dentro del museo. En el retrato puede apreciarse el parecido físico de Alfonso XII con Federico Puig Romero, mayor que el que guarda Federico con sus hijos legítimos. En cuanto al historiador que alude, Antonio Pirala, en mi libro queda demostrada la falta de autenticidad de los datos que aporta en su versión del asesinato de mi tatarabuelo, publicada poco después de iniciarse la Restauración con Alfonso XII. La cortina de humo sobre el asesinato de Federico Puig Romero propagada por el gobierno de Isabel II no fue contundente y las especulaciones colearon hasta 1872, cuando los sucesos del 22 de junio de 1866  detonaron el conflicto artillero que derivó en la primera república. En 1876 había que zanjar las especulaciones sobre este asesinato de manera definitiva y avalada por un historiador.

Imagino que tenía varias opciones una vez recopilada la documentación, ficcionarla para destapar una mentira a través de una novela o sacar a la luz los hallazgos inéditos en forma de ensayo, como ha hecho. ¿Por qué lo decidió así y qué fue lo más complicado?

La opción más tentadora era escribir una novela, puesto que los hallazgos de mi investigación reúnen muchos ingredientes: adulterio, sexo, intriga, poder, realeza, asesinatos, política e incluso romanticismo. Pero finalmente opté por el ensayo de divulgación porque los hechos que saco a la luz son inéditos y de interés público, pues se destapa el encubrimiento del asesinato por parte del estado a lo largo de varios reinados, además de las consecuencias políticas hasta hoy pasadas por alto. Si lo hubiera planteado inicialmente como novela histórica, género que parte de hechos históricos y recurre a una ficción verosímil, no se sabría cuántos de estos hechos son ciertos y cuáles son inventados. Y considero fundamental que primero se conozcan mis investigaciones pues llevan a replantear hechos históricos aceptados hasta ahora de modo muy distinto. Era un reto muy difícil pues cuesta mucho echar por tierra información falsa que de tanto repetirse ha llegado a tomarse como cierta. Unos historiadores se basan en otros y no se plantean revisar las fuentes. Logrado mi objetivo inicial, tengo la intención de publicar una novela histórica sobre esto y pienso que puede tener gran impacto.  Actualmente trabajo en ello y ya tengo terminado el primer borrador.
Los hechos que saca a la luz no solo se remontan a la época de Isabel II y Fernando VII, también creo que hay una serie de implicaciones con la República y la etapa del régimen franquista.

El 22 de junio de 1866 murieron mi tatarabuelo y otros oficiales de artillería, aunque únicamente se produjeron especulaciones y contradicciones en el de mi tatarabuelo. En 1872, fuera de España Isabel II desde 1868, estas muertes salen de nuevo a la luz detonando un conflicto artillero sin precedentes que lleva finalmente al rey Amadeo a acatar al gobierno en su pretensión de  disolver el cuerpo de artillería, algo en lo que no estaba de acuerdo, por lo que a continuación dimite. Surge la primera república. El asesinato del coronel Puig nunca fue resuelto y quedan al descubierto las maniobras del gobierno de Isabel II para taparlo. En 1872 se desempolvaban estos hechos precisamente cuando Alfonso XII ganaba adeptos para una posible restauración borbónica. Y al iniciar su reinado se falsea el asesinato por el historiador Antonio Pirala. Lo curioso es que tantos años después, durante la dictadura franquista, todavía hiciera falta recurrir de nuevo a disfrazar este asesinato por el general Jorge Vigón, que en su libro Historia de la artillería española busca un móvil para justificar el asesinato aun a costa de contradecir la versión proporcionada por él mismo en un libro publicado cuando aún reinaba Alfonso XIII. Jorge Vigón, hombre de confianza del general Franco, ocupó muy altos cargos durante el régimen, siendo además preceptor del rey Juan Carlos I.
Un poco en la línea de lo anterior, alude en su libro a que la República no fue una consecuencia directa de su asesinato del general Prim sino del asesinato del coronel Federico Puig.

El general Prim muere víctima de un atentado producido el 27 de diciembre de 1870, cuando acudía a recibir al rey Amadeo, monarca aceptado sin apenas consenso. Prim tenía muchos enemigos, y además fue quien estaba a la cabeza del movimiento revolucionario del 22 de junio de 1866. Amadeo inició su reinado con muchos detractores pero cuando  fue puesto entre las cuerdas es con el conflicto artillero de 1872 por los sucesos del 22 de junio de 1866. Se publicó la carta de justificación del que fuera ayudante del general Prim, Baltasar Hidalgo de Quintana, exculpándose de las muertes dentro del cuartel de San Gil por las que el cuerpo de artillería le había estigmatizado. En mi libro se detalla la falsedad de Hidalgo sobre el asesinato del coronel Puig y todo lo que hay detrás de ello. De hecho, Alfonso XII persiguió a Hidalgo durante su reinado y protegió especialmente al cuerpo de artillería. El conflicto de 1872 a causa del 22 de junio de 1866 dejó a España sin artillería y colocó al rey Amadeo en la posición de dimitir. Creo que esto es algo relacionado mucho más directamente con el asesinato de Federico Puig Romero que con el asesinato del general Prim.
Desconozco si la Casa Real española o alguna autoridad se han puesto en contacto con usted a raíz de los datos que desvela en su libro bien para interesarse o, en su caso, para que los matizara o reconsiderara. ¿Ha sido así?

No he tenido noticias directas de la Casa Real. Sin embargo, se han producido intervenciones para abortar la publicación de este libro. La primera vez en 2006, teniendo apalabrado el contrato con una gran editorial, su director dio marcha atrás sin explicaciones. Similar circunstancia se dio con otras dos editoriales cuyo director se puso en contacto conmigo interesándose por el libro. Tuve que aguardar años hasta que dos editoriales se atrevieron a publicarlo, de las cuales escogí a Incipit Editores. Mi libro es riguroso pero polémico y no creo que resulte grato a la Casa Real. Prohibirlo podría hacerlo más mediático, como sucedió con el secuestro de la Revista del Jueves en 2007. Es más efectivo el silencio de los grandes medios de comunicación, que mantienen un pacto para proteger a la monarquía, según ha confirmado recientemente Juan Luis Cebrián, director del grupo Prisa. La repercusión que debería haber tenido este libro ha sido mermada drásticamente, quedando limitada a los  medios independientes y republicanos. Pero eso está cambiando.  Va a ser presentado el 4 de mayo en la Facultat de Geografia i Historia de Valencia con el aval de la catedrática Isabel Burdiel. También ha recibido una opinión favorable del catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Francisco Fuentes. Estoy convencida de que la verdad, como el agua, siempre se abre paso, aun a costa de los obstáculos tradicionales, como diría el general Prim.
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María Nieves Michavila Gómez (Sagunto, Valencia. 1964). Es licenciada en Informática por la Universidad Politécnica de Valencia, ha cursado también estudios de Ciencias Matemáticas y Ciencias Físicas, así como de Interpretación. Fue finalista del Premio Café Mon con su novela ‘Manual del buen truhán’ (2008), premio de relato corto con su relato ‘Katharsis’ (2009), y obtuvo el premio internacional Garzón Céspedes con el soliloquio teatral ‘Terapia de suicidio para un psiquiatra’ (2010).
La autora presentará el libro el 4 de mayo a las 19h en la Facultat de Geografia i Historia de Valencia.

lunes, 3 de abril de 2017

RAÚL ARIZA: «‘A sangre fría’ me sirvió de inspiración, por dónde tirar, qué tono adquirir».

Quedo con Raúl Ariza en la librería Ramón Llull de Valencia. Es la primera vez que acudo al nuevo emplazamiento de esta librería, como también es la primera novela de Ariza el motivo de reunirnos. ‘Un viaje solo para hombres’ (Versátil) es una novela contada a dos voces con dos grandes protagonistas, Santiago y Jorge. El primero huye con su hijo de cinco años tras cometer un crimen, el segundo va al encuentro de una novela, la que quiere escribir sobre esa huida. Hay un curioso personaje llamado Ginés, un psicoterapeuta con consulta en Valencia. También me resulta curiosa la simpatía que Raúl Ariza y yo (humildemente) sentimos por los microrrelatos y los relatos.

Sentados en una mesa al fondo del local, con un café y un poleo de por medio, le pregunto por ese salto de los relatos a la novela. Me dice que se lanzó por «descubrir un poco que la historia que tienes entre manos  requiere una extensión mayor de la que hasta ese momento estabas acostumbrado. Es una frase que solemos decir los escritores –aquí me hace un guiño entre colegas juntaletras–, que cada historia requiere su género y su límite. Y es que es verdad.» Le doy la razón, claro. Mi tocayo ficcional parece que tuvo mucho que ver con este arranque de su novela. «Yo me puse a escribir esta novela porque me puse a escribir sobre la visita de un escritor a la consulta de un psiquiatra, me parecía entretenido. Yo soy de los que escribe sin brújula y me dije: voy a ver dónde llega. Y empecé y cuando llevaba más de dos folios dije, esto no es un microrrelato, me he pasado de las 300 palabras. Y lo dejé. Aunque la idea siguió en mi cabeza. A partir de ahí fui enredando y enredándome.» Curiosamente, antes de iniciar la entrevista habíamos hablado con el librero acerca de los talleres literarios y, al escucharle hablar de que es un escritor ‘sin brújula’, me recordó eso, a tantos colegas que se lanzan a escribir bajo ese imperio de la emoción (guiño a Quiroga) a ese ‘a ver adónde llego’.
Raúl me comentó a continuación las dos temáticas que parecen centrar su obra narrativa hasta ahora. «Hay dos pretextos literarios que desde el punto de vista de la temática me persiguen, y digo que me persiguen porque es algo que he descubierto a posteriori. De entre los 150 o 160 relatos que tengo publicados, entre un 35 a un 40% hablan de violencia de género. Y otro porcentaje, quizá no tan alto pero si recurrente, es que acudo como herramienta a la propia actividad literaria.» No le gusta cuando le menciono la palabra metaliteratura, me dice que sí, aunque matiza que es recurrir «a explicarme a mí mismo por qué narices escribo y no pinto, por ejemplo. Enlacé esas dos cosas, busqué dos historias que encajasen una dentro de la otra y nació ‘Un viaje solo para hombres».

En esta novela aparecen referidas otras novelas, también canciones, algun que otro título de largometrajes de cine. Le pregunto por la decisión a la hora de elegirlas, intuyendo que no es casual, que tienen su porqué. «Me imaginaba a Jorge y a Santi leyendo o escuchando una u otra cosa, en ambos protagonistas, debería confesarte si fueras un párroco o un psicoanalista que hay algo de mí, pues era cómo me sentía o cómo creía que se sentía en ese momento el personaje.» Y entre las canciones, hay una del grupo Oasis, concretamente ‘Whatever’ que escuchó Santiago Albiol en el furgón policial de camino a los Juzgados y por la que preguntó a los guardias que le custodiaban. Ariza me dice que «la referencia a Oasis, además, tiene otra motivación, y es que ese primer capítulo que comenté, que empecé a escribir, recuerdo perfectamente que estaba escuchando esa canción, esa en concreto (Whatever). Lo recordé un par de años más tarde, y me dije, en homenaje tiene que salir. ¿Le viene bien al personaje? Sí. Pues venga.» Ahí soy yo el que me animo y le digo que me ha recordado a esa canción de The Beatles, Lucy in the sky with diamonds, que sonaba cuando descubrieron al esqueleto fósil del homínido africano que luego se llamó Lucy por aquella.  «¿Verdad?», dice. Reímos, y como sé que tras de mí vendrá otro compañero a entrevistarle antes de la presentación, sigo con esta entrevista un poco sin mapa, pero con brújula…
Si vemos ese homenaje a Oasis en la novela, el verdadero guiño literario se lo brinda Raúl, sin duda, a la novela ‘A sangre fría’ de Truman Capote. «A mí me gusta mucho Capote –me dice–, me gustan mucho sus relatos; además, esa novela la leí cuando la leí, a una edad digamos interesante, entre los 20 y los 30 años. Me impactó. Es un libro que tengo de cabecera, en la mesilla, es uno de esos incunables que tengo allí y de vez en cuando acudo a él. Cuando empecé a escribir (esta novela) lo utilicé como pretexto porque lo vi, hablaba de un escritor, en mi caso, el que había ido a la consulta de un psiquiatra, que quería escribir una historia, y me dije: aquí lo tengo. Incluso me sirvió de inspiración, por dónde tirar, qué tono adquirir, ese distanciamiento casi periodístico que utilizo en la novela estoy seguro que proviene de ahí.»
Como tengo a ‘A sangre fría’ como novela testimonio le pregunto si, de alguna manera, ‘Un viaje solo para hombres’ podría interpretarse como una novela testimonial. Parece ser que sí, me indica, usando una de esas palabrejas que me encantan, aunque no se lo digo. «Como trampantojo es lo que yo tenía en la cabeza, y ese es el motivo por el que empiezo por el final. Empiezo desvelando una de las dos tramas: Lector, te voy a hablar de un tipo que ha matado a su mujer. Es más, al día y en tal sitio, vamos a ver qué pasa. Y a partir de ahí como trampantojo. Me gustaba mucho esa idea». Eso en cuanto a los parecidos, salvando las distancias con la obra de Capote. Luego entramos en la forma, pues hay dos protagonistas masculinos, dos voces narrativas que se van alternando en contrapunto, una de ellas, en su parte formal no incluye las típicas rayas o guiones de diálogo, sino que son diálogos inclusivos, con acotaciones libres. «Es intencionado –me indica–, un poco como herencia de mi forma de escribir.» Me habla de esa herencia, de cómo gusta de escribir sus relatos con esa economía de exclamaciones, interrogaciones y otros signos ortográficos. Una herencia que ha plasmado en ‘Un viaje solo para hombres’ y que incluso hasta le ha resultado efectista. «Como en la novela tenía que diferenciar las dos partes porque supuestamente hay dos escritores, hay dos autores dentro de las mismas páginas me sirvió. Perfecto. Me dije, trabajo la forma de escribir con uno y con otro no».

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Raúl Ariza (Benicàssim, Castellón, 1968). Escritor. Abogado. Ha colaborado con diversas revistas literarias publicando relatos, artículos y crónicas que van desde la crítica literaria a la cinematográfica en varios medios digitales. Además de haber participado en diversas compilaciones y antologías, es autor de tres libros de relatos breves: Elefantiasis (Policarbonados, 2010), La suave piel de la anaconda (Talentura, 2012) y Glóbulos versos (Talentura, 2014).