lunes, 23 de junio de 2025

La regeneracion de Dios Entrevista a Ricardo Guadalupe

Junio no solo nos trae el calor, el cambio de estación, sino también, una noche muy especial: la noche de San Juan. Llena de ritos, misterios y deseos, es a mi modo de ver una tradición que aúna lo místico, lo pagano y lo religioso. Incluso lo purificador y lo iniciático, ingredientes todos de algún modo presentes en la novela de mi entrevistado. La regeneración de Dios (Gusanillo), de Ricardo Guadalupe es una historia aparentemente juvenil, pero rica en matices, en valores humanos como nos desvela en esta entrevista. Espero que os guste.



P.: El protagonista de La regeneración de Dios es Abel Soca, alguien que según leemos: "fantaseaba con la idea de que en realidad era adoptado y que por razones desconocidas y secretas le esperaba un destino de héroe." Esa idea me sirve para preguntarte por este personaje en el contexto de la trama.

R.: Abel, el protagonista, es un joven sobreprotegido e inadaptado. No tiene confianza en sí mismo, básicamente porque no se quiere. Y ni mucho menos sabe cuál es su lugar en el mundo. Pero ante una serie de acontecimientos extraordinarios e inexplicables, no tendrá más remedio que tomar decisiones a marchas forzadas. Para ello necesitará empezar por conocerse a sí mismo y pasará por experiencias que le ayudarán a entender mejor el amor, la amistad, la noche e incluso la intemperie. 

P.: Uno de los conceptos que creo que mueven la historia es el del bien y el mal. Un poco como el Yin y el Yan, lo vemos también en forma simbólica con parejas de personajes. Me refiero a Abel y Sara, a Fronte y Braxo o a Martín y Román, por ejemplo. Háblanos de ese simbolismo buscado en personajes y elementos.

R.: Abel solo había tenido una pareja que era su propia sombra. Una parte oscura que lo tentaba hacia la agresividad. Con Sara encuentra un equilibrio que hay que cuidar, porque aprende que no se mantiene por sí solo. Fronte y Braxo, dos seres de otro mundo que representan la sabiduría y la fuerza, le guían en el camino. Y Martín y Román, siendo dos policías de este mundo, representan dos maneras muy diferentes de comportarse con otro ser humano.

P.: Quiero pensar que esta novela tiene una banda sonora marcada y singularísma. Se "escuchan" tanto a solistas como a grupos, nacionales e internacionales. Pondré algunos ejemplos, aunque prefiero que nos comentes al respecto. David Bowie, Mercedes Ferrer, Radiohead, Antonio Vega, Gun`n Roses...

R.: Sí, en esta novela volqué mis referentes culturales. Hay letras de canciones, diálogos de películas y citas literarias, tanto en los encabezados de los capítulos como dentro de la narración. Y siempre para reforzar lo que estoy contando. También he de decir que a la hora de escribir procuré encadenar las frases de manera armónica para dotarlas de un ritmo interno que facilitara su lectura. Me gusta que el texto respete el sentido del oído. Además, Sara, el amor de Abel, es estudiante de piano.

P.: En algunas novelas, el decorado es casi otro personaje más. En La regeneración de Dios aun no siendo así, creo, ubicas esta historia en Madrid y, en algunas ocasiones, en la sierra de Guadarrama (todo y que también nos llevas fuera de España). ¿Por qué estas localizaciones para contar esta historia con tanto calado humano y toques de ciencia ficción?

R.: Es una historia de ciencia-ficción urbana y sí, Madrid es casi otro personaje más. Arranca en el Rastro, donde el guerrero elige a Abel entre la multitud. Muestra la naturaleza de la sierra de Guadarrama, donde el protagonista entrena cuerpo y mente con Braxo y Fronte. Y en definitiva recorre con diferentes personajes cada edificio, local o calle de Madrid que ha significado algo para mí: el Berlín Café con Martín, el Rincón Musical con Sara o la Cuesta de la Vega con Simón, por ejemplo.

P.: Aprovecho la pregunta anterior para preguntarte por un detalle curioso, al menos para mí, cuando en un pasaje se habla del origen de la vida. Se postula la teoría de la panspermia dirigida, si no recuerdo mal. No abriré el debate, me contento con que nos hables de la parte más técnica, por así decirlo, por el puntito de reflexión que sin duda has querido volcar en la historia.

R.: Para documentarme sobre el origen de la vida en la Tierra me apoyé en una amiga astrónoma, Judith Palacios, quien me reveló el protagonismo que habían tenido los cometas en ese origen, por los compuestos químicos precursores de vida que transportan y que cayeron en grandes cantidades desde los primeros momentos de la formación de este planeta. Esta hipótesis se llama panspermia. Y encaja muy bien con la idea panteísta que planteo en la novela sobre un gran Todo del que formamos parte, un Universo al que llamo Dios.

P.: El amor tiene un papel creo que crucial en La regeneración de Dios, singularizado en la pareja Abel y Sara, aunque creo que como hay muchos tipos de amor, también se extiende a ese que a menudo nos exige un sacrificio por los demás, desinteresado. ¿Nos hablas de ello?

R.: Sí, en la novela hablo por un lado del amor de pareja, habitualmente tratado de forma superficial en las canciones y sobre el que recuerdo que empecé a profundizar con la lectura de El arte de amar, del psicólogo Eric Fromm. También hay sexo, otro tema del que hay que hablar, para que la pornografía no sea lo único a lo que puedan recurrir los jóvenes. Y también pongo en valor el papel del amor en el proceso de mejora y perfección de la Naturaleza. Entendido aquí el amor como la interacción solidaria que se ha dado desde el principio de los tiempos entre diferentes elementos de la Naturaleza, a nivel micro y macro.

P.: Por último, de un tropel de frases por las que podría preguntarte, por no abusar, me quedo con esta por si quieres comentarla. Es esa donde al hilo de la felicidad, sobre dónde radica, leemos que "dura tan poco que uno podría pensar que la auténtica felicidad está en lo que creemos que es la antesala de la felicidad".

R.: Bueno, ya lo decía Kavafis en su poema Ítaca, muchas veces es más importante el camino que llegar. En mi caso, esta novela siempre fue mi gran objetivo, y para alcanzarlo recorrí un largo camino de formación que incluyó la publicación de tres libros. El primero sobre recursos literarios, para aprenderlos. El segundo de aforismos, para dotar de frases a los personajes y a las ideas que estos reflejarían en la novela. El tercero de relatos cortos, para practicar el arte de la narración. Y además, pasé por numerosas experiencias enriquecedoras. Fui persona-libro, colaborador en un programa de radio, redactor de discursos políticos, profesor de escritura creativa y hasta patafísico. Sí, la ilusión por llegar es un motor potentísimo y puede generar auténtica felicidad.


Ricardo Guadalupe (Madrid, 1974). En 2005 gana con “El rizo de Ventura” el I concurso literario del programa El planeta de los libros, de Radio Círculo. En 2009 deja su trabajo para emprender diversos proyectos literarios. El primero fue Palabras literarias (2010), fruto de un año de colaboración en el programa El planeta de los libros, de Radio Círculo. Se traslada a Málaga, donde imparte el taller de escritura creativa «Las palabras del escritor». En Granada publica el ensayo De la oscuridad a la luz a través de la escritura. Y en Valencia  forma el grupo de narradores orales Personas-libro de Valencia, dentro del Proyecto Fahrenheit 451. Antes de volver a Madrid, publica el libro de aforismos Frases en el muro (2012) y un año después Relatos con abrelatas (2013). La regeneración de Dios (2025) es su primera novela.

La regeneración de Dios. Ricardo Guadalupe. Editorial Gusanillo.

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