Molina marida bien la parte histórica, salpimentada con textos de autores islamitas, con la parte culinaria. Descubrimos así la aportación de los musulmanes llegados a la Península Ibérica en el siglo VIII en los fogones y más allá. Aunque es cierto que destaca esa gastronomía arabigoandaluza imaginativa y rica en sabores y matices como lo sigue siendo muchos siglos después de la Reconquista. Molina nos traslada a una casa de la época, a sus estancias, a un zoco o a una reunión familiar además de referirse a cómo eran la ganadería, la agricultura o la pesca, por poner unos ejemplos.
El territorio andalusí ya era rico en materias primas, pero con la llegada de los musulmanes y su acerbo cultural se enriqueció aún más. La fama de las artes de pesca analusíes, no solo las almadrabas para la pesca del atún, obviamente, llegó al Siglo de Oro al punto de ser mencionadas, por ejemplo, en la novela La ilustre fregona una de las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes.
Si hablamos del reino vegetal, las leguminosas o las berenjenas, junto con el aceite de oliva, tienen un protagonismo indiscutible en la gastronomía arabigoandaluza. De este modo, Molina añade un apartado casi imprescindible en este La cocina musulmana de Occidente. Me estoy refiriendo al apartado del Recetario andalusí.
En este recetario de más de cuarenta recetas nos invita a ponernos el delantal con carnes, pescados, legumbres o verduras. Recetas con cordero, con berenjenas, con pollo o con lentejas no desmerecen la inclusión de otras tan representativas como el cuscús, el mechuí, la alboronía (mencionada en Las mil y una noches) o la semolina con pollo, uno de los platos más antiguos de la cocina arabigoandaluza.
Solo me resta invitaros a leer este La cocina musulmana de Occidente para que lo disfrutéis desde los ojos al estómago.
Buen provecho.
La cocina musulmana de Occidente. Juan Antonio Molina. Ediciones Alfar.
Habrá que ponerse el delantal...
ResponderEliminarBesotes!!!
Claro que sí, Margari. Un saludo agradecido.
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