lunes, 26 de noviembre de 2018

Entrevista a Óscar Hernández Campano


La casualidad me llevó no ha mucho a conocer en la presentación de una novela de una amiga, a Óscar Hernández Campano. Mientras mi amiga Mila firmaba ejemplares de su última, Óscar y yo nos quedamos charlando. Me habló de sus novelas y en unos días me llegaron a casa, agradecidísmo a la editorial Egales, ‘El viaje de Marcos’, ‘El guardián de los secretos’ y ‘Esclavos del destino’. Precisamente por esta última le pregunto en esta entrevista.


Fijándome en los detalles de ‘Esclavos del destino’ llego al color blanco, el que también busca -y al que acude- Josep, el protagonista de esta novela. Un blanco metafórico que viniendo de un valenciano que se va a vivir al Norte de España parece cobrar una dimensión más allá de lo sinestético, ¿nos lo comentas?

   Para Josep el blanco es la ausencia de imágenes. Significa poner la mente en blanco, ahuyentar cualquier imagen de su mente y ocultar -de nuevo- su verdadera identidad, sus deseos, sus fantasías. Josep acude al color blanco cuando siente que su mente trata de traicionarlo, cuando sospecha que trata de mostrarle imágenes que no quiere ver. Ese blanco sería una metáfora de la luz cegadora que lo oculta todo.

Y del color a los cameos de obras literarias que van salpicando ‘Esclavos del destino’. Imagino que no es casual que aparezcan autores como Saramago, Salgari, Verne, Caneti (Masa y poder), Dante, Homero, Carrol (A través del espejo), Tolstoi, Shakespeare, Cernuda, Whitman, Atxaga, Lope de Vega, Poe, Xingjian... O un escritor que no le sonaba de nada a Josep, el autor de la novela ‘El viaje de Marcos’; buen guiño este. Coméntanoslo.

   Un libro es un compendio de muchas cosas. A mí me gusta que una novela, además de contarme una historia, de entretenerme, me enseñe, me ilustre y me enriquezca. Así que, como autor, trato de incluir los títulos de otros libros que han significado algo importante para mí, o que considero que son valiosos para la sociedad. Y los pongo ahí para que los personajes los lean o para que los lectores los conozcan y los lean también. Muchos de los títulos que salpican mis obras me han marcado de forma especial y los considero imprescindibles. Por eso los comparto. En cuanto al guiño del que me hablas, fue una broma que me pareció divertida incluir. Los autores somo esencialmente desconocidos para la mayoría de las personas. Solo los más conocidos serían identificados por una parte -y no muy grande- de la población. Eso es una realidad y me pareció que era una ironía divertida. Además, como admirador del cine clásico que soy, me parece un bonito homenaje al maestro Hitchcock y, desde hace tiempo, salgo en mis novelas como el cineasta aparecía en sus filmes.

Los escenarios no podían quedarse en mera comparsa en esta novela, hay una profusión de descripciones sobre San Sebastián y algunas breves sobre Valencia: la Catedral y el barrio del Carme.

   Claro, porque esta novela quería además homenajear a dos ciudades que son mis ciudades: la que me vio nacer y crecer, Donostia, y la que me ha acogido, València. Durante un tiempo, al igual que Josep, yo viajaba en autobús desde San Sebastián a València y viceversa. Fue precisamente en uno de aquellos viajes en el que se me ocurrió la historia de Esclavos del destino. Me llamó la atención la gente tan variada que acudía a la estación de autobuses a recibir a los viajeros o, en su caso, a despedirse de ellos. ¡Cuántas historias detrás de cada abrazo y de cada adiós! Le estuve dando vueltas y como mi viaje duraba más de ocho horas, al llegar a València ya tenía la novela estructurada en la mente. Volviendo al tema de las descripciones, te diré que me gusta que quien lee alguno de mis libros pueda ir después a seguirle la pista a los protagonistas. Muchas personas me han enviado fotos desde los escenarios donde suceden las historias de mis libros. Me ha ocurrido mucho con El guardián de los secretos. Muchos lectores han visitado Peñíscola en busca de la cueva de los secretos, del embarcadero o, incluso, del cementerio. Recuerdo que ubicar El viaje de Marcos en un pueblo imaginario de la Mancha, provocó que mucha gente me dijera que le hubiera encantado visitar Molinosviejos. Así que decidí que en Esclavos del destino todos los escenarios serían localizables y reconocibles.

Óscar Hernández Campano (Donostia-San Sebastián, 1976). Escritor desde siempre, estudió Derecho y trabajó como profesor de Geografía e Historia. A los 16 años publicó ‘La aventura más excitante de los últimos diez mil años’, una novela juvenil. Ganó el Premio Odisea en 2002 con la aclamada ‘El viaje de Marcos’, todo un clásico de la literatura LGTB. Premio Beatriz Vicente de relato con ‘Maitasunaren ispiluak’ (Espejos de amor), ha publicado el relato ‘Infinitos besos’, y recientemente ‘¿Azul o verde?’ en la antología ‘Lo que no se dice’ (Editorial Dos Bigotes, 2014). Participó también con el relato ‘El amor os hará libres’ en una antología coordinada por el Instituto Cervantes de Nápoles. La editorial Egales ha publicado en 2016 su novela ‘El guardián de los secretos’, ‘El viaje de Marcos’ y recientemente ‘Esclavos del destino’. Amante de la literatura y del cine, organiza un cineclub de clásicos y presenta un programa de radio sobre el séptimo arte en Ràdio Túria.

Óscar Hernández Campano presentará su novela ‘Esclavos del destino’ este martes 11 diciembre a las 19,30h en la librería Tirant lo Blanch de Valencia.

Esclavos del destino. Óscar Hernández Campano. Editorial Egales. ISBN: 978-84-17319-19-9

1 comentario:

  1. Pues no conocía al autor, así que gracias por esta estupenda entrevista.
    Besotes!!!

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