jueves, 23 de junio de 2022

La bahía humeante. José Luis Muñoz

Desde hace años vengo disfrutando de la narrativa de Muñoz. He tenido la enorme suerte de poder leer buena parte de sus novelas y relatos (aunque no toda su obra, ya que es un autor prolífico), por lo que La bahía humeante (Traspiés) ha sido un nuevo acierto. 

  Contra los calores estivales, las refrescantes escenas en la isla de hielo, esto es, en Islandia. Muñoz es un consumado viajero, toma notas y se inspira en sus viajes. La bahía humeante surgió en uno de estos viajes donde comenzó a pergeñar esta road novel para ponerle el punto final en  el Valle de Arán. Mucha nieve de por medio y entre las páginas de esta novela que ha obtenido el Premio de narrativa Carmen Martín Gaite 2021. 

  Merecimientos literarios aparte, La bahía humeante es una historia con un protagonista, Max Rigalt, también escritor, en busca de otro juntaletras (con perdón), Eric Burdom. En su día alumno y profesor de taller literario, respectivamente. Una novela publicada superventas será el motor del viaje y de esa búsqueda a través de los escenarios islandeses. Burdom tendrá que rendir cuentas, también Rigalt, porque Muñoz (casi como un personaje omnisciente más) nos agasaja con deliciosas prolepsis narrativas. Nos adelanta qué va a pasar a través de la segunda persona verbal que nos cuenta. 

  Sí, la literatura también emerge como la punta de un iceberg entre el mar dramático de esta historia. Nos hace reflexionar La bahía humeante sobre el papel de los nuevos escritores, sobre sus ínfulas y sobre la presión mediática llegando el caso hasta la necesidad de hacer algo reprobable. En esta isla novelada hay bellos paisajes helados y más personajes, amén de los ya nombrados. Porque más allá de que leamos que “Islandia está poblada, por este orden, por chinos, corderos y cisnes”, también la habitan personajes femeninos con los que Max tendrá una doble prueba personal. 

  Y es que La bahía humeante tiene el sabor de la buena novela negra, se paladea el sexo, la violencia y la crítica social además del interés por saber el final de la trama. Muñoz no decepciona; como el celebre recurso narrativo apodado el arma de Chejov, en la portada Muñoz pone la Glock y, por ello, el final… bueno, el final lo pondrán las y los lectores en el calor del clímax, rodeados del frío de Islandia aunque sea verano. 

  La bahía humeante. José Luis Muñoz. Ed. Traspiés.

Te puede interesar:

Brother. Libertad. José Luis Muñoz

Lorena y el inventor de palabras. Sebastià Marí Crespí


2 comentarios:

  1. A una buena novela negra no me puedo resistir. Me la apunto, que no la conocía.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar