viernes, 28 de junio de 2013

María Villamayor: "El escritor ha de ser perseverante no solo con su obra".

Entrevisto a María Villamayor, una escritora valenciana autora de una novela que se desarrolla en la ciudad de Valencia a un ritmo trepidante. Los lectores los saben, de hecho, reseñé la novela en La Gonzo Magazine en 2011 y recibió comentarios muy favorables. Con la segunda edición María y yo coincidimos en la Feria del Libro de Valencia de este año, otra razón más para entrevistarla, aquí os dejo la entrevista a la espera de vuestros comentarios.

¿En qué género podríamos decir que se mueve esta novela: intriga, aventuras, terror…?

Son varios los géneros que envuelven Las doces llaves, aunque principalmente son la intriga y la aventura, no faltando el misterio, ni tampoco el amor.

Una novela con cuerpo, no en vano son 895 páginas ¿cuánto tiempo te llevó escribirla incluyendo las ideas previas y la reescritura?

Un total de tres años. Recabar toda la información que necesitaba sobre parte de la historia de Valencia y enlazar los enigmas que se desarrollan en la búsqueda de cada llave, ha sido lo más laborioso. El resto de la trama fluyó de una manera espontánea.

No es tu primera novela, anteriormente publicaste El embrujo de Alhambra en 2006 ¿qué evolución como escritora y como lectora destacarías de esta a Las doce llaves?

Como bien dices El embrujo de Alhambra fue mi primera novela y como persona autodidacta que soy fue una manera de romper la mano como se diría vulgarmente. En el intervalo de una novela a otra, he madurado, he leído y he escrito, aunque menos de lo que me hubiera gustado. Soy consciente de que todavía me queda mucho camino por recorrer, pero no me asusta.

Segunda edición es sinónimo sin duda de que la novela ha recalado entre el público ¿a qué crees que se ha debido el éxito de Las doce llaves?

Principalmente a la enrevesada trama que la envuelve, donde además de la intriga, el misterio y la aventura, figura una investigación policial y algún romance. Todos estos ingredientes hacen que el lector sienta esa inexplicable necesidad de cuando termina un capitulo tener que continuar. 

Y aún así, uno de los grandes hándicaps de los escritores modestos es la visibilidad, ¿cómo ha sido la parte de promoción? Un escritor debe ser igual de persistente mientras la construye que después, cuando sale a la venta.

Se ha promocionado en varios programas de radio, en prensa como El Mundo y Levante y en las redes sociales.  Hoy en día la publicidad es una baza importante para darse a conocer a los lectores, pero a pesar de ello, el escritor ha de ser perseverante no solo para terminar su obra sino también para motivar al lector a que la lea.

Para quienes no conozcan a Sara Ferrer, psicóloga y profesora de yoga, cuales son los tres adjetivos que mejor la definirían.

Luchadora, inteligente y tenaz…

 Entre intriga e intriga aparece una institución centenaria no solo en Valencia, en Europa, el Tribunal de las Aguas ¿háblanos del siempre arduo trabajo de documentación, y en especial sobre este Tribunal valenciano?

El trabajo de investigación me ha supuesto un verdadero sacrificio debido a mi reducido tiempo libre. Las horas que he dedicado restándoselas al sueño, son incalculables, pero a pesar de todo ello, lo volvería a hacer de nuevo. El Tribunal de las Aguas, como referente valenciano y dado que la novela está ambientada en Valencia, encajaba como anillo al dedo. Sus síndicos juegan un papel importante en esta trama que por supuesto no voy a desvelar.

Valencia es un personaje más, uno muy importante ¿escribir sobre una ciudad que uno conoce es una forma de rendirle homenaje o un recurso próximo a la hora de los escenarios?

Un poco las dos cosas. Valencia es una ciudad preciosa que brilla con luz propia, aunque este no sea su mejor momento, además, es la ciudad donde nací y por la que me muevo diariamente. Me pareció un escenario perfecto y al mismo tiempo me permitía visitar, fotografiar y documentarme sobre los lugares elegidos para la trama.

¿Podemos saber algo más de la siguiente novela de María Villamayor? ¿Será también una novela con trasfondo histórico?

Mi tercera novela nada tiene que ver con las dos anteriores y, por supuesto, no tiene un trasfondo  histórico. Quizás te parezca una contradicción, al no tener nada de fantasía, ya que va a ser real como la vida misma… Aunque tengo en mente hacer una segunda parte de Las doce llaves y espero que sea la siguiente.
Muchas gracias y mucha suerte, María.


Por Ginés J. Vera.

jueves, 27 de junio de 2013

Entrevista a DANIEL DIMECO: «me gusta entresacar lo que está tapado, lo que está cubierto».

 Recientemente tuve la oportunidad de entrevistar al escritor y dramaturgo argentino Daniel Dimeco con su última novela: El mapa de las viudas, galardonada con el Premio Ciudad de Badajoz 2012 y finalista del Premio Clarín-Alfaguara de Novela 2012. Graduado en Ciencias Políticas y Máster en Gestión Cultural, ha publicado varias obras también premiadas. Coordina talleres literarios, colabora en las revistas Culturamas y Revista de Letras-La Vanguardia y administra el blog Café Copenhague. Os dejo la entrevista y un giño humilde, pues también colaboro en la revista Culturamas.

¿Cómo surge la idea de emplazar la novela en la Alemania de posguerra?

Prácticamente cuando la empiezo a escribir, me doy cuenta de que necesito un sitio, una ambientación que sea muy cerrada, en el sentido que la gente no hable. Que podía haber sido cualquier pueblo del mundo, cualquier pueblo muy encerrado en sí mismo, cualquier pueblo de montaña. La RDA me vale porque todo el sistema que la sustenta es un sistema sustentado en el miedo, en la represión, en la muerte en definitiva, eso a los largo de los cuarenta años de la RDA generó un silencio increíble. Hablé con gente relacionada con Alemania y con Polonia, pasaron cosas tremendas de las que nadie hablaba, solo el hecho de mencionarlas implicaban a alguien que podía ser más poderoso, que podía llevarte a consecuencias muy graves, por lo que todo se tapaba, todo se silenciaba. Ese ambiente me servía para contar esta historia. Yo no quería que se supiera nada hasta el último capítulo.

¿Cuál fue entonces el germen, el primer chispazo de la novela?

El primer chispazo fue, en realidad, una anécdota familiar y que tiene  que ver con el médico y la mujer del médico que aparecen en la novela. Ese gesto ocurrió en los personajes reales y alguna otra gestualidad que manejo en la novela; esos personales fueron los iníciales. Estoy hablando de la realidad, de la anécdota de mi infancia. Encerraban una pareja muy particular donde nadie nunca entró a su casa, Y yo me preguntaba, ¿por qué nadie entraba?, ¿qué ocurría en esa casa?, ¿por qué este hombre cuando salía de su casa a la calle llevaba la mano a la espalda y ella le obligaba a encorvarse?, ¿qué había pasado allí entre ellos.

Yo estaba buscando tema para la novela y un día, contándome mi madre la anécdota por enésima vez, dije: aquí hay algo, voy a resolver el enigma.

El mapa de las viudas, ¿es un thriller?

No lo sé; tampoco sé si me interesa categorizarlo. Tiene algo de thriller, algo de novela dura; no te sabría decir en que categoría está.

Annette Maler es un personaje tierno, pero en cierto sentido da algo de miedo.

Si, como todos los niños que están en una obra o en una película, tienen esa parte tierna y esa parte dura. Annette es un personaje tierno, lo que ocurre es que está envuelta en una atmósfera que no le permite expandir esa ternura de niña.
La protagonista de la novela teme a los murciélagos, pero, ¿a qué teme Daniel Dimeco?
Le temo a la enfermedad si tengo que mencionar un temor es a la enfermedad, a no poder controlar mi cuerpo, mis acciones o lo que quiero hacer.

¿Donde se inspira uno para escribir novelas así, tiene algún lugar fetiche?

Esos lugares fetiche los tengo dentro. Siempre hago la misma aclaración, normalmente, me rio mucho, me gustan las cosas buenas y el sol de Valencia, pero escribiendo me gusta entresacar lo que está tapado, lo que está cubierto, a mi me parece que son las historias más entretenidas, más interesantes para trabajarlas; me gusta indagar en los personajes, más allá de lo que muestran, de lo que dicen, hay algo que seguramente esconden.

Me he fijado especialmente en algunos detalles, murmullos, palabras, gestos, el sonido del columpio…

Creo que son sonidos maravillosos en el contexto de la novela. Incluso el sonido de un columpio, que puede ser muy bonito en cualquier momento, es muy evocador. De hecho, una de las cosas que me evoca el sonido del columpio no es un parque donde hay muchos niños, sino un solo columpio, es la soledad de esa persona que se está columpiando, y claro, cuando me vino esa imagen a la cabeza, ese sonido, dije: esto es maravilloso y para esa escena en la que sale el columpio.

El tema de los murmullos es como el murciélago que aparece a lo largo de toda la novela. Cada cual puede verlo de distinta forma: los murciélagos como tal, como el animal que todos conocemos, o los murciélagos como aquellos ojos que en esa época y en Alemania veían todo todos lo que ocurría en esa ciudad y en toda la RDA.

Si que quería preguntar por la atmosfera, el hecho de escoger los murciélagos en lugar de ratas, por ejemplo.

El tema de las ratas no me valía porque necesitaba algo que viera desde arriba, desde lo alto. Es verdad que la ratas trepan, pero lo habitual no es verlas colgadas de ningún sitio. Y los murciélagos son más silenciosos y me servía además no solamente el hecho de verlos, imaginármelos colgados, con sus ojos viéndolo todo, sino el vuelo de los murciélagos; el vuelo de los murciélagos unido al sonido del Trabant, un coche que todos los días aparca delante de la casa de Eleonora Maler. A mi me servía para evocar aquella noche trágica de Eleonora en 1945. Y me gustaba la idea de los murciélagos viniendo hacia la casa en vuelo, me pareció una imagen muy poderosa.

¿Qué tiene que ver con los vampiros? siempre me lo preguntan, y digo: nada.

Cuénteme algo sobre la canción de ‘Buenas tardes, buenas noches’ que Eleonora cantaba.

Es una canción que descubrí por casualidad mientras buscaba entre el material. Es una nana típica alemana. Cuando di con esta canción ya la novela estaba bastante avanzada, por la mitad. Cuando descubro la canción, lo que dice –es una nana muy alemana,  me servía mucho, sobre todo la reiteración para plantear un poco la situación de Annette, de la niña.

Dentro de los detalles de la novela, también destaco el olor a Krasnaya Moskva.

Es un perfume, todavía existe; era el perfume más caro de la Unión Soviética. La Unión Soviética imitaba, en algunos casos, algunos productos occidentales, y este perfume –que además era rojo, tenía todos los componentes soviéticos– era el perfume que usaban las mujeres ricas, las que no se compraban los perfumes franceses se compraban este. Se llego a vender en Cuba, no sé si se seguirá vendiendo ahora en Cuba.

El hecho de que la novela haya ganado el XVI premio de Novela Ciudad de Badajoz es una doble implicación, ¿qué reporta?

Yo creo que depende de cómo te lo tomes, en mi caso, evidentemente, es bueno porque cuando no te conocen el premio te da –no te garantiza nada ni te cambia, por lo menos no a mí– un pequeño empujón, decir: ‘estoy intentando tener un huequecito aquí’; luego, en lo demás, no me ha cambiado absolutamente en nada.

Me refería a que tal vez puede ser un compromiso el que se premie a una novela respecto a las expectativas que se regenere el lector cuando lo vea rotulado en la portada antes de comprarlo.

Si, en primer lugar ha sido un premio ganado en buena ley, en una época en la que los premios están muy en tela de juicio; eso lo primero. Y el resto es una responsabilidad, es una suerte, porque gracias al premio hoy tengo la posibilidad de que esta novela exista, es un aliciente para seguir adelante. Con esto no quiero decir que si no me lo hubieran dado hubiera dejado de escribir porque no sé comunicarme de otra manera. Es un aliciente, si este trabajo que hago en solitario –que leen mi mujer y dos personas elegidas–, les ha gustado a las seis ó siete personas que conforman un jurado pues, bienvenido sea; y si le gusta a más pues, éxito total.

Muchas gracias y muchos éxitos, Daniel.


Por Ginés J. Vera.

lunes, 24 de junio de 2013

Entrevista a ALEIX SALÓ: «Aún vamos con el chip de hacer planes a largo plazo».

Ha publicado viñetas de actualidad en diversas publicaciones locales y nacionales. En 2009 publica su primer libro, Fills dels 80: La generació Bombolla, pero es con el siguiente, ‘Españistán: este país se va a la mierda’ (2011) con el que consiguió un revolucionario éxito de ventas, junto al también exitoso Simiocracia, en 2012.
Si en sus obras anteriores  trazaba una panorámica social y cultural de nuestro día a día, en ‘Europesadilla’ carga las tintas en las clases dirigentes, en quienes nos han conducido a la peor crisis económica de las últimas décadas. 

Ginés Vera: ¿Hacía  falta abordar el tema de la clase media desde el punto de vista del humor?

Aleix Saló: De la clase media pero desde un punto de vista europeo, porque para mí va entrelazado. En Europa se está viendo enfrentada a muchos cambios y tiene que adaptarse al mundo que ella misma crea dentro de Occidente; un mundo que exige una eficiencia casi dictatorial, pero no ya a las empresas, sino a los estados y a las propias familias. De hecho la problemática tiene muchos paralelismos. El Estado rediseñándose y las familias cambiando la formula de supervivencia porque el mercado global exige otro tipo de recetas. Yo digo que estamos entrando en una época de la volatilidad. 

La receta que estaba resultando bien a la clase media que era hacer planes a largo plazo la había hecho ganadora; es decir, el que sobrevivía mejor hasta ahora era quien había sido mas previsor, quien había hecho planes a largo plazo, quien había invertido en matrimonio, en vivienda, quien tenía ahorros, quien tenía planes de pensión. Y lo que está sucediendo ahora, por primera vez, es que todo es tan cambiante que el que ha apostado por esta receta del largo plazo ahora se está viendo perjudicado, es decir, quien tiene patrimonio se le devalúa y si se quiere deshacer de él tiene muchos problemas, ‘a ver donde pongo los ahorros que me rindan un poco’. El que está hipotecado está sujeto a una provincia muy concreta y le limita para encontrar trabajo; lo que antes era una apuesta ganadora ahora es una apuesta perdedora. Aun vamos con el chip de hacer planes a largo plazo, pero, ¿para qué si todo cambia tan rápido?

G.V.: Pero eso es muy de aquí, muy mediterráneo, porque la Europa del norte es mas de alquiler, la Europa del sur somos más de poseer un piso.

A.S.: Te añadiré también que es de aquí la obsesión por un trabajo, por encontrar un sitio que, aunque no me guste, no me motive, me pueda asegurar que estaré en él diez años… Más allá de si te gusta el trabajo o no. Es decir, eso es dar por pérdida la parte chula del trabajo y apostar por la parte más anecdótica. Es lo que le pasa a personas de cuarenta o cincuenta años que parecía que tenían un contrato blindado y ¿qué pasa?, que llega la reforma laboral, llegan los EREs y te quedas sin la apuesta que era la estabilidad. Ahora ni tienen estabilidad, ni un trabajo que amen, ni se han ido reciclando. Lo que te decía de la receta, esta receta es perdedora para mi completamente.

G.V.: Todo esto me recuerda al concepto de empleabilidad,  a esa frase tan repetida de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades; aunque la pregunta comprometida sería: ¿esto, ¿nos lo hemos ganado a pulso o no?

A.S.: Lo que pasa es que recurrimos constantemente al discurso moralista, me parece que lo de ‘vivir por encima de las posibilidades’ es un enfoque erróneo. Para empezar, cada uno, cada caso individual es distinto, no se puede generalizar. Intentar enfrentarse a este debate desde la moral me parece bastante estéril porque al final, de lo que se trata, es de saber hacia a dónde vamos, y aquí aún estamos enfrascados en el debate de ‘qué hemos hecho’. Yo creo que deberíamos de pasar página, que llevamos ya cinco años; olvídate de quién tiene la culpa de la burbuja, ¿qué más da? Aquí ha habido factores nacionales, locales, globales, europeos, todos entremezclándose. Una persona me decía hace poco que esto estaba planeado, que hicieron venir a la emigración porque así se aseguraban que la clase media se empobrecería. Yo soy muy partidario de la teoría del caos, la sociedad general se mueve más en ese caos por defecto que no bajo planes diseñados por alguien que, aunque quisiera diseñar, dudo fuera capaz de ejecutarlos a la perfección pues, al final, todo es imprevisible.
G.V.: Veo en el libro que el tamaño sí que importa.

A.S.: El tamaño más que importar lo que es es muy descriptivo, en qué punto de desarrollo se encontraba cada continente en el momento preciso. Lo bueno de poder contar con dibujos es que, según qué tipo de detalles tú quieres especificar, se hacen muy evidentes cuando los pasas al dibujo.

G.V.: Creo que los británicos el concepto de Europa no lo llevan muy bien, no sé si por aquellos de Napoleón y su idea de una gran Europa.

A.S.: Una de las cosas buenas de ir tan atrás en la Historia es que tú ves que las dinámicas de la actualidad vienen de muy atrás. Hay muchos paralelismos históricos. Al final Reino Unido es una isla, es decir, eso define la forma de pensar de un país.

En todo caso, Reino Unido no se considera parte de Europa, esta la Europa continental y ellos, y de hecho, ellos, su debilidad durante muchos siglos frente Francia y Alemania, les hizo buscar su destino por otras partes del mundo; de hecho está más vinculado a sus colonias y ex colonias que no al continente.

G.V.: El año 2001 es el año de los tres impactos, ¿es el annus horribilis?

A.S.: Bueno, annus decisivus; es decir, podía haber puesto 2001 o el 1998, pero me parecía que ese año condensaba muy bien tres escenarios a los que estábamos entrando. Uno, el del atentado de las Torres Gemelas que fue a condicionar mucho la relación de Occidente con el resto del mundo el resto de los años, y fue una relación de miedo, de tratar al otro por defecto como un enemigo potencial. Por otra parte, evidentemente, la llegada del euro, no tanto la llegada del euro, que también, sino la creación de Banco Central Europeo y el poder que conllevó. El problema de la Unión Europea es que es muy ambiciosa a nivel económico, pero muy tímida a nivel político; es decir, a nivel económico tienes un Banco Central Europeo que unilateralmente puede decidir lo que quiere hacer con el tipo de interés o la política monetaria, pero a nivel político los Estados se han reservado el derecho a vetar las iniciativas del Parlamento Europeo.

Una cosa que me perece paradigmática es que los que pinchan el bacalao son los Estados. Me hace gracia el discurso este sobre la troica de ‘qué malos son que nos imponen’. Vamos a ver aquí, primero de todo, el Estado que está dentro de la Unión Europea es porque quiere, se tiene la puerta abierta para irse cuando se quiera y si no se ha ido es porque no se ha querido, lo que pasa es que es un discurso fácil. Echar las culpas de que me están obligando a recortar es un recurso fácil para una derecha como Rajoy que supuestamente sería más fácil recortar echándole la culpa a esta. Evidentemente la contrapartida del rescate, o de prestar dinero a los Estados del sur, tiene que venir compensada ya con los recortes; esto para mí es un debate que se ha pervertido, lo que hay que hacer es reformar. Lo que está haciendo el norte de Europa para adaptarse al mercado global es que el Estado y las empresas puedan competir por sí mismas en un contexto global, que las empresas no tengan que depender de un contacto directo con el poder político para ser sostenibles sino que apuesten por la exportación, y aquí el problema que tenemos es que hay unos oligopolios que si subsisten es por su situación de privilegio con el poder político.
G.V.: Hablando del BCE y los ‘Estados’, no sé si Alemania y sus estados federales podrían ser un ejemplo a seguir en España.
A.S.: Lo que pasa es que, a ver, esto de trasladar modelos extranjeros aquí… Siempre está bien tener referentes, pero las recetas que funcionan en el norte no tienen porqué funcionar en otro país; hay que intentar adaptar las dinámicas de cada país. Para mí este es uno de los errores de las exigencias de Merkel, estas exigencias al sur.

G.V.: Exigencias a corto plazo que a Alemania le costó décadas

A.S.: Tú lo has dicho, exactamente. Lo bueno de estudiar la historia con ‘Europesadilla’ es ver estos enfoques.

G.V.: Me pareció curiosa una frase del libro, esta fórmula que tiene aquí dibujada a la libertad, la estabilidad y la seguridad. Cuénteme un poco sobre esta teoría.

A.S.: Me parecía divertido retratar un poco las leyes de la selva que hay ahora mismo en el mercado laboral y que ya se definieron entonces, con los primeros coletazos de la globalización, que es que la estabilidad como bien preciado se hace cada vez más escaso, y que si solo perseguías eso tenía unas contrapartidas, como he dicho antes, que abandonabas otros conceptos muchos más interesantes del trabajo.

G.V.: ¿Le tiene un cariño especial a alguno de los personajes de este libro? ¿Tal vez a la pobre Europa dividida, quizá a esa señora que se parece demasiado a Merkel?

A.S.: Pues mira, soy muy fan de los fenicios. No sé, es una cultura que siempre me ha fascinado, creo que se ha sobrevalorado el legado griego e infravalorado el fenicio, que es anterior, y que, de hecho, no dejan de ser los portadores del estilo de vida de Europa. Pongo el ejemplo del cerdo, el cerdo ibérico que tenemos que e una mezcla del cerdo de Mesopotamia con el cerdo ibérico. Eso no deja de ser el contagio de tecnología que ha habido toda la vida en la Humanidad, en ese momento Mesopotamia era el primer mundo y nosotros éramos el tercer  mundo e íbamos copiando. En ese sentido soy muy fan de los fenicios, como muy echados para adelante, como esa cultura rodeada de imperios que no hay manera de echar un par de paso atrás que se los encuentra y deciden coger el barco y visitar mundo. Esto es lo mismo que hizo Holanda e Inglaterra; con matices diferentes, claro, de hecho a mí me recuerda más a Holanda; es decir, no tanto ir a conquistar sino a ir a poner emporios, puertos francos donde poder comerciar.

G.V.: ¿Nos da una receta de lo que está por venir? Mucha gente ve brotes verdes, ¿cómo ve el futuro? Verde es Europesadilla, ¿verde esperanza?

A.S.: Es verde moco… Pero, ¿una receta en plan recomendación?

G.V.: Sí, cómo ve el futuro de nuestra sociedad, qué va a pasar, cuándo vamos a salir…


A.S.: Yo creo que hay que cambiar el chip, mucha gente continúa pensando que la burbuja fue la normalidad y que esta crisis es un paréntesis. Se ve incluso en los propios términos al hablar: ‘la que está cayendo’, ‘cuando pase el temporal’, ‘cuando salgamos de esta…’ Que llegara una fecha en que, ¡pam!, se acabará la crisis y volveremos a estar en 2007 y volveremos a lo mismo. Pues para mi es al revés, es una visión en la que no estará de acuerdo todo el mundo. La burbuja fue el paréntesis, además muy excepcional, a base de gastar el dinero del futuro y esto es la normalidad; es una normalidad que nos está costando mucho porque creo que estamos navegando en la dirección contraria al viento porque las reglas del juego han cambiado. Se trata simplemente de que nos adaptemos a las reglas de juego totalmente nuevas. Como generación, la relación que tendremos con el mercado laboral, que no tendrá nada que ver con la que tuvieron nuestros padres, y otra relación con la forma de vivir más a corto plazo. Hay gente que está tan preocupada con lo que perdió que no se está dando cuenta de los nuevos escenarios que se están abriendo. Hay que contemplar esto y hay que contemplar estas puertas abiertas e intentar recorrer estos nuevos caminos a ver dónde nos llevan, a ver si nos llevan  a posibilidades nuevas. Intentar hacer las cosas como hasta ahora nos llevará a un camino ya agotado, hablando de mercado laboral.

Muchas gracias Aleix, mucha suerte y si te pasas por la Maleta, gracias por la ilustración-dedicatoria.

http://www.aleixsalo.com/

Por Ginés J. Vera.

jueves, 20 de junio de 2013

Entrevista a GUADALUPE NETTEL: «Los animales me parecen un reflejo muy claro de ciertos rasgos de nuestra naturaleza».

Doctora en Ciencias del Lenguaje en la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, Guadalupe Nettel ha sido señalada varias veces entre los autores más destacados de su generación. Ha sido traducida al francés, su segunda lengua, y al inglés, holandés, eslovaco, alemán, sueco, entre otros; y recibido varios reconocimientos como el prestigioso premio alemán Anna Seghers (2009) o el Premio Nacional de Cuentos Gilberto Owen (2007). En 2005 resultó finalista del Premio Herralde de Novela, con ‘El huésped’.

Ginés Vera: ¿En qué momento las decisiones que tomamos dejan de pertenecernos para convertirse en nuestro destino irreversible a la luz de estas cinco historias?

Guadalupe Nettel: Uno de los temas que aparece de manera constante a lo largo de este libro, es la dificultad que tenemos los seres humanos para decidir. De ahí que haya elegido el epígrafe de Plinio el viejo que habla de nuestra incapacidad para saber lo que necesitamos a diferencia de los otros animales que pueblan el planeta. Muchas de las decisiones que tomamos en los momentos claves de nuestra vida, se van urdiendo de manera silenciosa, como en el fondo de nuestra conciencia, sin que nos enteremos. Al menos es lo que le sucede a los cinco personajes que protagonizan estas historias. Los animales que aparecen aquí son también silenciosos y escurridizos y representan aquellas emociones que sus amos no quieren o no logran ver, excepto el hombre del último relato que compra a esa serpiente y la separa de su pareja justamente para meditar todos los días acerca de su sufrimiento. Se trata quizás del más alerta de todos estos personajes.

G.V.: Mi preferido es el relato que le da título al libro, pero me gustaría saber cómo surgieron en lo inconsciente, en su génesis, cada uno de estas cinco intensas narraciones.

G.N.: Estos cuentos se fueron presentando a lo largo de los últimos catorce años de mi vida. La historia de los gatos y su dueña se me ocurrió cuando estaba aún en la universidad y siempre la tuve en la mente pero no la escribí hasta hace un año. El cuento donde aparecen las cucarachas , aunque está situado en México, surgió en el 2007 cuando mi pareja y yo sufrimos una invasión de cucarachas en el piso que alquilábamos en la ciudad de Barcelona. Todo el rechazo a esos insectos y la obsesión por acabar con ellos que se refleja en el cuento, yo lo conozco de cerca. También la sensación de participar en una guerra entre especies. La historia de los peces se me ocurrió después de que una amiga me regalara uno de estos pececillos en apariencia tan inocuos pero de naturaleza tan compleja que son los betta splendens. Su imposibilidad para compartir el espacio y convivir, incluso entre macho y hembra, me pareció muy triste y al mismo tiempo me recordó a algunas personas que, a pesar de desear con todo su corazón, llevar una vida matrimonial apacible, están condenadas al conflicto por su carácter belicoso. Los relatos de “Hongos” y “La serpiente de Beijín”, con los que termina el libro, están vagamente inspiradas en parejas de conocidos míos, pero tuve que cambiar muchas cosas dentro de esas historias para darles verosimilitud y una lógica interna al punto que las historias originales ya son por completo irreconocibles.

G.V.: Los animales tienen su protagonismo indudable en todas ellas, ¿también lo tienen en la vida diaria de Guadalupe Nettel?

G.N.: Aunque no me cuento entre las personas que viven rodeadas de animales, las veces que he convivido con ellos me han marcado muchísimo. No puedo dejar de observarlos y de informarme acerca de sus hábitos y, cuando lo hago, me parecen un reflejo muy claro de ciertos comportamientos humanos o rasgos de nuestra naturaleza que muchas veces nos parecen incomprensibles. Me fascina también la facilidad con la que se relacionan con su sabiduría instintiva y la naturalidad con la que reaccionan en los momentos clave de la existencia como la enfermedad y la muerte a las que nosotros les damos infinitas vueltas hasta perder por completo la espontaneidad.

G.V.: Además de los animales, también los niños tienen cierto protagonismo. Y el amor, en todas sus formas y variantes, que se asoma indiscutible, con la contundencia de esta frase de ‘Hongos’: «Cuando una relación se sabe condenada a una fecha precisa es más fácil dejar caer las barreras con las que uno suele protegerse».

G.N.: Los hongos no son animales pero, de la misma manera en que los animales reflejan comportamientos humanos, estos seres, al menos desde mi punto de vista, reflejan perfectamente la naturaleza de ciertos amores. Los hongos crecen en condiciones inimaginables muchas veces con una fuerza descomunal, un afán de superviviencia que conmueve y a la vez asusta. Algunas pasiones aparecen como ellos: cuando acordamos ya estamos totalmente invadidos y no sabemos ni de dónde surgieron y tampoco cómo liberarnos de ellas. Hay una cantidad impresionante de hongos que no están catalogados y con el amor pasa algo muy parecido. Llamamos enamoramiento a emociones muy distintas que apenas se parecen entre ellas y sin embargo, casi siempre está ese mismo apego que demuestran los hongos por la vida, ese afán por parasitar al otro de una u otra manera.

G.V.: ¿Qué lleva a una escritora a decantarse por un cuento, un relato o una novela, en este caso, cinco relatos con una mirada a lo secreto, a lo inconfesable de los personajes que los habitan?

G.N.: Creo que se trata de un hábito, de una manera de observar el mundo. Desde siempre me gustó la literatura fantástica al punto que buscaba lo inquietante y lo asombroso en la  vida cotidiana o al menos estaba abierta a esa dimensión. La literatura fantástica me ha enseñado a mirar aquello que está y no se ve en la superficie y, si no está, al menos a imaginar lo que podría haber. La vida cotidiana muestra, si uno quiere verlos, una infinidad de signos y de indicios a través de los cuales se puede llegar a todo tipo de conclusiones. Los paranoicos son el extremo. Se convencen de una historia y todo aquello en lo que posan su atención viene para corrorborarla. Los escritores estamos a medio camino. Nos gusta ver posibilidades distintas o finales diversos a aquello que estamos observando. En mi primera novela, El huésped (Anagrama 2006) ya hablaba de un “doble” que nos habita, un doble que representa esa parte de nosotros que nos asusta y que no queremos voltear a ver. También en Pétalos y otras historias incómodas (Anagrama 2008) había dejado claro que para mí la belleza radica justo en eso que nos vuelve vulnerables pero también únicos e irrepetibles, como una obra de arte. Me centré sobre todo en las manías, los tics y las obsesiones de mis personajes. Aquí no me centro en esos comportamientos compulsivos sino en las decisiones que se van formando de manera subterránea, pero definitivamente creo que es parte de una misma búsqueda y de una misma postura estética.

G.V.: ¿Qué le ha supuesto el merecer el reconocimiento del Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero?


G.N.: Para mí  ha significado una inmensa alegría así como un gran honor. El premio se ha convertido en el más importante para el género de cuento en todo el mundo de habla hispana y muchos escritores lo codiciaban. Se presentaron 865 manuscritos y no pocos escritores con un reconocido talento. No era nada fácil llegar a la recta final. Cuando supe que estaba entre los 6 finalistas empecé a sentirme feliz. Además el jurado estaba compuesto por escritores que admiro mucho y que he leído desde que era joven y el hecho de que ellos eligieran mi trabajo representó parte del premio.

Muchas gracias y muchos éxitos más, Guadalupe.

Por Ginés J. Vera.
(foto: paginasdeespuma.com)

lunes, 17 de junio de 2013

Entrevista a MAITE URCHUEGUÍA: «Estamos luchando para que haya menos gente anti-Cuidix».

La Dra. Maite Urchueguia Navarro, Otorrinolaringóloga del Hospital Quirón de Valencia, nos presenta la colección de libros titulada Los Cuidix. Confiesa en esta entrevista que es ella es Cuidix y que espera que mucha gente aprenda a serlo.

Empecemos por el libro, ¿quiénes son Los Cuidix?

Maite Urchueguía: Son unos seres mágicos, viven en los túneles de la ventilación de los hospitales y se meten dentro de las personas enfermas, niños o adultos, por la sangre, a través del gotero. Ayudan a las medicinas a luchar contra las enfermedades y curar así a las personas.

No solamente hay un libro sobre los Cuidix, sino un segundo libro y creo que van a haber más libros.

Esta es una colección de libros orientados a niños entre 8 y 12 años. Cada libro habla de una enfermedad porque aprovechamos las historias de las aventuras de los Cuidix en el cuerpo humano para enseñarles medicina y anatomía. El primer libro habla de una infección, en este los niños aprenden, por ejemplo, lo que es un antibiótico. En el segundo libro hemos introducido el tema de quirófano, aprenden, por ejemplo, lo que es un quirófano o una apendicitis. Cada otro libro de la colección tratará de otras enfermedades. No solo para que aprendan medicina o anatomía, sino para que si un día se hable de la diabetes a un niño que tenga diabetes le sirva para identificarse.
También haremos más adelante, por ejemplo, un libro de un bebé dentro de su madre; soy otorrino, otro día hablaremos del oído, del ojo… Cada libro va de una enfermedad. También vamos a sacar libros infantiles para niños de 4 a 6 años que se llaman ‘Los Cuidix te cuidan’, cada título es, por ejemplo: ‘Tengo fiebre’, ‘¿La radiografía duele?’, ‘¿Qué es una vacuna’, ‘Me duele el oído’…, cosas así, para que no tengan miedo de los médicos.

Veo que al final de cada libro hay un glosario de términos médicos

Sí, hemos incluido un glosario que dice lo que es una arteria, un bazo, un leucocito blanco, o un polimorfonuclear por ejemplo.

Con ese nombre los niños deben preguntar en seguida que es eso a sus padres.

Pero lo saben, eh; los niños lo llaman los ‘polis’… Lo tienen clarísimo; además, aprenden un montón.

Los nombres de los personajes de estos dos primeros libros, ¿tienen que ver con personas reales?

Es un acto de amor porque les puse el nombre de personas a las que quiero: en el primero salen mis hijos y mis hermanos; y en el segundo, mis sobrinos y mi cuñado.

Háblenos del cd de Los Cuidix, y las canciones.

El cd es impresionante, siempre digo lo mismo. El que aparecieran Nacho Mañó y Gisela Renes en mi vida fue un regalo, apostaron por el proyecto desde el primer segundo, y tener a una persona de la música como Nacho Maño de Presuntos Implicados es muy grande. Y ella, que es la voz, que tiene una voz increíble, es psicóloga infantil.

El objetivo de los Cuidix era que cada canción hablase de una enfermedad, por lo que la letra no tiene desperdicio, habla de no prejuzgar a los demás, ni por el color de los demás o de por cómo piensan;  del valor de la amistad, de lo importante que somos cada uno, que somos únicos, pero también del poder de trabajar en equipo; de superar el miedo. Cada canción es sí es como otro libro, de los valores que te enseñan, que a la vez salen en los libros, es un poco educar a los niños en valores.

La gran pregunta es esa, que Los Cuidix no solo son libros, no solo es el cd, esos peluches que veo te acompañan, hay un objetivo global, ¿verdad?

Realmente hay varios objetivos: el primero, es enseñar medicina, que no tengan miedo, es el objetivo para mi más clave; el segundo es que el niño aprenda valores, en cada libro hay varios, y como muchos libros van dejando semillitas de valores importantes que hagan la sociedad. Y el tercero y más importante, y la razón única de todo esto, es que los niños –que son los futuros adultos– sepan lo que significa ser Cuidix.

El objetivo de todo esto, el dinero de los libros, de los peluches, del cd es para crear la fundación Cuidix. La fundación Cuidix tiene varios objetivos, pero al final, el objetivo es globalizar el concepto de Cuidix y de que todo mundo se dé cuenta que cuando una persona está enferma a la vez que la medicina necesita el calor y el trato de los que le rodean, tanto el del personal sanitario como el de los amigos y familiares. El gran objetivo de todo esto es humanizar la medicina y por lo tanto cambiar el mundo. Ese es mi objetivo, el mío; el del libro que todo el mundo sepa lo que significa ser Cuidix, te distingo entre mi objetivo, como Maite, que es humanizar la medicina, y el otro, que es el que todo el mundo meta dentro de la sangre lo que es ser Cuidix. Cambiar un adulto es muy difícil pero se puede educar a un niño que será el médico del mañana, o el auxiliar o el celador del mañana, ellos verán normal ser Cuidix.

¿A estas personas un día se les dará un premio Cuidix?

Pues eso espero, que cuando empiece a funcionar la fundación Cuidix podamos poner en marcha todo el proyecto de los premios Cuidix. Todo el mundo si se tiene a un amigo, un médico, un familiar o un vecino que ha sido Cuidix se le puede proponer para que le den un diploma Cuidix, y el hospital que mas diplomas reciba, las personas que mas diplomas reciban, una vez al año recibirán un premio Cuidix. Cuando uno es Cuidix también hay que agradecérselo, aquí hay un reconocimiento público de quien está siendo Cuidix, no haciendo las cosas bien sino excelente. A veces digo no que no hay que ser médico, hay que ser excelente. La excelencia viene en global, no solo es ser técnico o cirujano sino como tratas al paciente. Es muy importante, ya hay mucha gente Cuidix, y eso es genial, ahora estamos luchando para que haya menos gente anti-Cuidix.

¿Quién es o quién puede ser un anti-Cuidix?

Por ejemplo tuve un paciente, estuve con la madre y siempre les hago la misma pregunta: ¿sigo con los Cuidix? Y me dicen que sí, no solo que siga sino que se ofrecen para lo que sea, porque ellos han estado en el hospital, han luchado, han perdido y lo peor es el dolor y el sufrimiento que les han generado los pocos anti-Cuidix que ha habido y que eso les duele. Y esto a mí me da fuerzas para seguir, igual que me da fuerzas cuando el niño me escribe y me dice su maestra que es disléxico y no lee, que el único libro que ha leído es el de Los Cuidix y está como loco con el libro. O una niña que me escribió que ha superado el cáncer y que le había ayudado el libro… Igual me dan la fuerza los que me dicen que les ha ayudado como lo que me dicen que han sufrido por gente anti-Cuidix, pienso que hay que seguir porque hay que erradicar los anti-Cuidix, y todo esto es tan real como la vida misma, porque yo soy Cuidix y no miento es un valor de los Cuidix, no mentir.

Háblenos del Club Unesco para la Protección Intangible de las Civilizaciones Antiguas, ¿qué respaldo le ha dado a Los Cuidix?

Pues un respaldo de la Unesco impresionante. Recientemente, por ejemplo, se está llevando a cabo un programa de educación infantil en los colegios que consiste en varias partes, muchas las dirige la Unesco, para educar a los niños en interculturalidad mundial, les enseñan marionetas del mundo, el respeto, etc.; y hay una parte, dentro de esos talleres educativos, que es como ser un Cuidix, lo cual vuelve a lo mismo, a enseñar al niño a ser Cuidix consigo mismo: a alimentarse bien, a hacer deporte, a no tomar drogas, no fumar o no beber alcohol, y a ser Cuidix con los compañeros: no insultar, no prejuzgar, cuidar a los demás, todo el concepto de valores de los Cuidix

Lo que más nos esta constando es que se nos conozca, funciona con los niños sanos, con lo niños enfermos; contactamos con pediatras, los colegios me llaman para ir, y estamos intentando contactar con asociaciones, y sobre todo con una productora para producir una serie de televisión y una película porque los niños nos lo están pidiendo.

Muchas gracias y mucha suerte, Maite.

Podéis saber mucho más sobre el proyecto cuidix entrando en: www.cuidix.com

Por Ginés J. Vera.

domingo, 16 de junio de 2013

LECTORES Y CURIOSOS DE 'MALETA DE LIBROS'

En este domingo soleado de junio, al menos desde Valencia (España) puedo ver el guiño del sol en los cristales de los edificios, he decidido alterar la monotonía de entrevistas y reseñas en Maleta de libros.
  
  Me ha parecido oportuno hacer un breve balance de los ocho meses que llevamos (incluyo a mis estimados colaboradores, agradeciéndoles, de paso, sus desvelos y apoyo en horas bajas: gracias May, Beatriz, Ricardo y Fidel).

  Maleta de libros tuvo un discreto comienzo, apenas unas cuantas visitas en los primeros meses de vida; luego, gracias a vosotros, a los lectores -ya esporádicos como habituales-, el blog comenzó a ponerse en pie, a darnos alegrías. Desde aquí un saludo muy especial a la escritora Care Santos que el día que la entrevisté en Valencia me dijo haber estado de visita por Maleta de libros.

  Me parecía justo, como digo, dar las gracias por estos meses, por estas casi dos mil visitas mensuales, aunque si duro es llegar tan alto, más lo es mantenerse.
   Gracias, gracias a todos los que leéis, a los que comentáis y a los que estáis ahí animándonos a seguir alimentando con reseñas y entrevistas este blog.

  Me he permitido anotar aquí el ranking de las 10 entradas más vistas en estos meses, dando las gracias a Sara Mut -doble agradecido- ya que le confesé con arrobo que no esperaba tan abrumadora respuesta... (Ni premios Planeta ni nada, ya ves, Sara; qué grande!!!). 
   Gracias Sara.




  Junio, el calor, las vacaciones -presumo-, nos muestra un menor número de amigos visitándonos, pero aún así, aquí seguimos... Que este tono de 'vamos a hacer balance' no de la impresión de retirada.   

  Aún quedan escritores a los que entrevistar, libros que reseñar y amigos-lectores con los que compartir virtualmente momentos maravillosos... Estáis todos invitadísimos a acercaros y llevaros esta 'maleta' a vuestros viajes. Y para aquellos, hablando de viajes, que en breve toméis vacaciones y viajéis físicamente, nuestro deseo de un feliz viaje, felices vacaciones y felices lecturas.

Un saludo a todos desde Maleta de libros.

PS: Soy un abusón y me permito pecar de inmodesto, ilusionándome al ver un libro tan 'estimado' para mí como Veronika decide morir entre los tres primeros. Gracias.

miércoles, 12 de junio de 2013

EL PUENTE DEL DIABLO, de Luis Guallar

Luis Guallar, tras un exitoso bagaje en certámenes (finalista en el I Certamen ESMATER de relato breve y en el II de La Web del Terror, ganador del II concurso de relatos Pasadizo 2012) y antologías (Las mejores historias de zombis de TyrannosaurusBooks (ídem, 2012), Calabazas en el Trastero: Horror cósmico (editorial Saco de Huesos, 2012), Ácronos: antología steampunk  (TyrannosaurusBooks, 2013) presenta su primera novela, El puente del Diablo (TyrannosaurusBooks).

Una pareja, Iván y Diana, ella escritora, él ilustrador, ambos en el género del terror y la fantasía, se han trasladado al campo, a una de esas aldeas con inseguro relevo generacional donde dos rostros jóvenes son bienvenidos. Se llevan bien con su anciano vecino y tienen un perro grande y bueno, aunque se llame Judas. En la entrada del pueblo hay un puente del Diablo, un nombre no tan extraño y casi siempre alusivo a su construcción, aunque aquí se trata de una ligera variante. En este caso, la construcción no es el supuesto producto de su habilidad, sino una, igualmente supuesta, salvaguarda contra él.

Y, envuelto en una inquietante niebla, el Diablo vuelve, bajo una extraña figura y con poder sobre ciertos animales, trastornando la vida cotidiana del lugar. Busca algo y solo la joven pareja, inesperadamente, serán los únicos que se opondrán a su influjo, por lo que serán ellos los que sufrirán el ataque más fuerte.

La lectura es amena y acertadamente descriptiva, el interés no decae un instante mientras los hechos se suceden y alternan en progresión ascendente. Tal  vez se eche de menos una explicación detallada del origen del ente sobrenatural, porqué adopta esa figura, qué o quién fue, pero la narración se centra claramente en Iván, Diana y varios lugareños que serán igualmente claves en el desenlace de esta intensa historia de curiosas connotaciones vampíricas.


Una puesta de largo, nunca mejor dicho, a tener en cuenta.

por Beatriz T. Sánchez.

lunes, 10 de junio de 2013

Entrevista a MARIAN IZAGUIRRE: "Estoy en contra de los libros muertos".

Marian Izaguirre nacida en Bilbao aunque reside en Madrid acaba de publicar La vida cuando era nuestra. Licenciada en Ciencias de la Información, ha desarrollado tareas en el campo del periodismo y la publicidad.  Con su primera novela, La vida elíptica, obtuvo el Premio Sésamo, desde entonces ha publicado cinco novelas más y una colección de cuentos. Su obra también ha merecido otros galardones como el premio Andalucía o el Ateneo Ciudad de Valladolid.

Ginés Vera: El título aparece en una frase de uno de los personajes en plena posguerra, en 1951, cuando dice: «Echo de menos la vida cuando era nuestra».

Marian Izaguirre: Esta frase la dijo una amiga mía refiriéndose a la situación actual y ha ido desde el presente hacia el pasado, la frase cayó dentro de la novela con permiso de mi amiga.

G.V.: Frente a la mentira, miedo y represión, ¿quedaba, en ocasiones, escuchar música y leer libros? ¿Entonces y ahora?

M.I.: Sí, ahora también, y en esa época el daño estaba causado, ahora el daño está causado pero, digamos, nuestra guerra todavía no ha acabado, todavía estamos en las trincheras. Nos vamos a dar a cuenta cuando volvamos a casa; después de esta guerra diremos: ¡Caramba!, ¿dónde está la vida que teníamos, dónde está lo que pensamos que iba a ser eterno y ya no lo es?

G.V.: Una novela, un libro, que habla de otros libros, otras novelas, y aunque aparezcan pronto Julio Verne, Dickens, Wharton o Dickinson, se ha hecho esperar algún autor español como Sánchez Ferlosio, Baroja o Laforet.

M.I.: Quizá sea porque en el primer capítulo aparece una protagonista que es inglesa. El tema de los libros que aparecen en este libro es que no son los de la autora, sino que son los libros de los personajes. Como hay un capitulo de Alice, primero aparecen los libros de ella. Los personajes están construidos de forma que sepamos no solo el abrigo que llevan sino también los libros que leen. Los libros que aparecen ahí nos los traen de la mano los personajes, no los llevo yo. Bueno lo he escrito yo, claro, los he leído yo, pero a la hora de elegirlos no están mis libros, están los suyos.

G.V.: ¿Cómo se leían esas novelas románticas y del Oeste en la postguerra?

M.I.: Muchísimo. Por ejemplo, en esta novela ellos tienen una librería de viejo y hay jovencitas que van a cambiar novelitas románticas. Yo he cambiado novelas de Ágata Christie, de Hazañas bélicas, de Corín Tellado… Yo he ido a la papelería a cambiar novelas, te comprabas una novela luego la llevabas a la tienda y pagabas, no recuerdo cuanto, pero pagabas un dinero y te llevabas otra; si llevabas una muy nueva y el tendero te daba una muy vieja, luego la tuya iba de mano en mano. Era una apuesta en común muy curiosa y muy solidaria.

G.V.: De hecho, recuerdo también haber cambiado tebeos en los ochenta en un lugar cerca de casa de mis padres.

M.I.: Yo leía los míos, que eran las novelas románticas mientras que los de mis hermanos eran los tebeos.

G.V.: Lo mismo sería una medida interesante para estos tiempos.

M.I.: Hay iniciativas en este sentido, hay páginas de internet que ponen en circulación los libros. Yo lo hice durante una temporada, pero ahora tengo mi propio sistema que es ir pasándoselos a los amigos, según la persona le selecciono libros que ya no voy a leer y que ya no pintan nada muertos en mi biblioteca, y entonces los voy pasando haciéndoles prometer que ellos harán lo mismo.

G.V.: Me ha recordado a algo que leí sobre Paulo Coelho, que empezó a regalarlos y se quedó apenas con unos pocos.

M.I.: Yo estoy en contra de los libros muertos; me he quedado con algunos que no voy a volver a leer, son libros que compré cuando era adolescente, y con el poco dinero que tenia, y tienen el valor para mí de tótem; los tengo solamente por verlos, porque si los abro se me rompen, pero me los he quedado. El libro de actualidad que voy leyendo y me gusta mucho me lo quedo y los demás voy procurando que se los lean los demás.
Recuerdo haber leído el mismo libro cada tres meses una y otra vez, eso no se aprovecha ahora; no sé porqué ahora se mira mucho la actualidad de los libros, ¿qué actualidad si los libros son eternos? En esta novela he intentado conseguir algo de lo que estoy muy contenta y es que la gente acabe el libro y lo vuelva a empezar, no porque no haya entendido algo, sino porque no se quieren separar del libro, de la historia de los personajes. En una segunda lectura, los códigos que están al principio medio escondidos se descubren; se lee de otra forma en la segunda lectura.

G.V.: Me ha gustado el cambio de narrador, el contrapunto en la novela con la narración de La chica de los cabellos de lino. Me ha recordado vagamente a una obra de Ruiz Zafón.

M.I.: Sabes, lo que pasa es que en mis libros siempre hay un libro dentro de un libro, eso es una cosa habitual en la literatura, todo en cajas chinas o en muñecas rusas, es una constante. Con esto de los parecidos, ¿sabes lo que ocurre? Que lo mismo que yo te digo: ‘te pareces a no sé quien’, y tú dirás: ‘imposible’. Nadie se puede reconocer, ningún autor nos reconocemos, ni Ruiz Zafón en mi ni yo en él; uno esta superinstalado en su propia identidad, lo ven los demás.

G.V.: «¿Todos los recuerdos importantes de la niñez tienen que ver con el descubrimiento de un misterio?»

M.I.: Muchos, hagamos un ejercicio entre tú y yo; piensa, por ejemplo, qué recuerdas de una manera contundente de tu infancia, y siempre tiene que ver con un descubrimiento… Recuerdas el día que nació tu hermano, si alguien te dijo: ¡qué niño más rico!, este tipo de cosas no; recuerdas el día que descubriste a tu madre desnuda, hablando de tópicos que dan lugar y que están por ahí en la literatura, el cine, etc.

G.V.: Háblenos de la parte necesaria de documentación histórica, por ejemplo, a la hora de revelar esa ‘mirada de las mil millas’ o la canción del frente de Huesca.

M.I.: Me he divertido mucho con esta historia y creo que se refleja en el libro. Le he dedicado todo mi tiempo, mis amigos, mis hijos, mi pareja estaban desesperados, me han hecho sentir más culpable que nunca, pero yo estaba metida en ella. Entonces, los protagonistas se habían ido a Grecia de vacaciones y yo les decía: ‘vamos a ver, ¿Qué hacéis en Grecia?’. Tenía mil folios de documentación sobre las brigadas internaciones y la guerra y les decía: ‘pero, ¿qué hacéis en Grecia, que os tengo que traer a una guerra?’ y tiré por el camino del medio, corté y les dije: ‘se acabó, no  os vais a Grecia, os vais a Mallorca que está más cerca’. Con este tipo de cosas ocurre lo mismo, que la parte de la guerra son como pildoritas dentro de la novela, conseguí dejarlo reducido, pues podía haber salido otra novela u otras siete con todas las historias que tenia. De la guerra civil solo hay un bombardeo, que es una experiencia traumática de Lola, un bombardeo desde su punto de vista, y la retaguardia de las brigadas internacionales, es todo lo que aparece la guerra civil. En el final de esta novela, las últimas páginas, son la guerra con todos sus dolores, su humo, su polvo, su olor a metralla, como si fuera una película que está llena de escena de acción.
Lo de ‘la mirada de las mil millas’ se decía de verdad. Y las canciones, hay varios discos, pero hay uno titulado: Canciones de las brigadas internacionales, creo. La Brigada Lincoln hizo muy popular una canción que se llamaba ‘Jarama Valley’ usando la música del rio, no me acuerdo, una popular americana. Y bueno, son canciones que hemos oído todos de pequeños: Ay Carmela, por ejemplo, con diferentes títulos. Hay una canción que me guata muchísimo: ‘Si la bala me da’, que se llama también ‘La despedida’, en el marco donde está tiene una importancia muy grande.

G.V.: «A veces se es demasiado viejo para salir huyendo», dice un personaje y me ha recordado un poco al problema de esta España actual, de jóvenes emigrantes.

M.I.: Qué bien que te haya gustado esa frase; qué bien, porque pensaba en vosotros. Yo pensaba en eso cuando estaba todo aquello de ‘jóvenes talentosos saliendo fuera’.  ¿Qué vamos a hacer los demás si os vais vosotros? ¿Quién va a ocupar el sitio de vuestra generación si se va la gente?

G.V.: A la protagonista le gustan los cuentos de K. Mansfield, nos recomienda uno y alguna canción que mejor la evoque. 


M.I.: ¿Un cuento?, pues el que aparece al principio, Fiesta en el jardín; y, ¿una canción que tenga que ver con ella?, pues el preludio de Debussy de La mujer de los cabellos de lino.

Muchas gracias y mucha suerte , Marian.

Por Ginés Vera.

jueves, 6 de junio de 2013

Entrevista a VICTOR J. MAICAS: "A algunos dirigentes no les interesa una sociedad informada".

Viajero incansable, nacido en la ciudad de Castellón (España), Víctor J. Maicas ha escrito artículos para periódicos de la prensa escrita como el “Levante”, “El Punt/Avui”, “Las Provincias”, “Castelló al mes” y “Mediterráneo”, colaborando con diferentes publicaciones digitales relacionadas con el mundo de la cultura como: la revista literaria “Cañasanta”, el periódico “Alteridad”, las revistas “Los ojos de Hipatia”, “Otro mundo es posible” y “Mone Monkey”, así como para el noticiario “Bottup” y “Periodismo Humano”.
A finales de 2012 publicó “Mario y el reflejo de la luz sobre la oscuridad”, cuyo denominador común con respecto a sus anteriores novelas –“La playa de Rebeca” “La República dependiente de Mavisaj” y “Año 2112. El mundo de Godal”– es, además de un cierto aire de suspense, ese espíritu crítico e inconformista que su autor plasma de una forma clara y precisa. 

*Os dejo a continuación parte de la entrevista:

Ginés Vera: La nueva censura del siglo XXI, ¿es la manipulación informativa? Tú que has viajado mucho y que conoces los medios de comunicación, ¿das fe de esta realidad más allá de lo que se narra en ‘Mario y el reflejo de la luz sobre la oscuridad’?

Victor Maicas: Tal y como he dicho en otras entrevistas, los escritores necesitamos tener experiencias propias para poder hablar con conocimiento de causa, pues esa es la mejor manera de transmitir con mucha más fiabilidad a los lectores todo aquello que acontece en este mundo. Y evidentemente, los viajes son una fuente de información de primera mano puesto que somos nosotros mismos los que, sin intermediarios, podemos constatar la realidad social de muchos países, así como también es importante haber tenido una determinada relación con los medios de comunicación para entender con más profundidad lo que está sucediendo a nivel mediático. De todas formas, no hace falta salir de nuestras fronteras o pertenecer a algún medio de comunicación para constatar esa manipulación informativa o “censura encubierta”, pues tal y como se dice en la novela, todos pudimos ver que durante el 15-M tuvimos mucha más información de lo que estaba sucediendo a través de las redes sociales que por medio de las grandes cadenas televisivas. Y lo mismo sucedió con lo ocurrido en la revolución de Islandia en la que se juzgó a banqueros y políticos, pues no debemos olvidar que los grandes medios de comunicación están dominados por los poderosos lobbys económicos.

G.V.: Háblanos de esos artículos periodísticos y ‘micro-relatos’ intercalados a lo largo de la novela.

V.M.: Los protagonistas de esta novela son dos periodistas, de ahí que al empezar a escribirla pensara que una de las mejores formas para transmitir esa inquietud social de la que se habla precisamente en esta novela, fuera por medio de unos determinados artículos, y evidentemente, nada mejor para plasmar la realidad de aquellos momentos que unos artículos escritos precisamente durante aquellos días y publicados en los medios de comunicación. Tal y como digo en las notas de autor, todos los artículos que aparecen en la novela los escribí yo mismo durante el transcurso del movimiento 15-M y algunos de ellos incluso antes, siendo publicados por esos medios de información independientes con los que desde hace tiempo colaboro. Medios críticos y que hacen gala de transparencia y objetividad, pues nadie allí te dice lo que es o no conveniente publicar. Y en cuanto a los “micro-relatos”, simplemente aparecen porque creo que es una buena forma de adentrarse en la personalidad de los personajes protagonistas, ya que a través de muchos de ellos vemos sus pensamientos más profundos.

G.V.: «Casi siempre suele haber una salida a cualquier situación, aunque en algún momento nos ofusquemos y pensemos lo contrario», dice Roberto y creo que es una frase muy significativa en esta novela.

V.M.: Sí, pues no debemos olvidar que el hilo conductor de la novela es ese resurgimiento personal del protagonista, algo que de una u otra forma le sucede a muchísima gente en algún momento puntual de su vida. Roberto está en una situación límite, tanto económica como sentimentalmente, y me atrevería a decir que también en cuanto a sus ideales, pero no por la falta de ellos, sino por sentirse aislado en un mundo egoísta y deshumanizado que lo empequeñece y lo acorrala. Pero todo cambia al conocer a Mario y al surgir el movimiento 15-M, pues comprende que ese mundo más justo en el que él cree es soñado por muchas más personas de las que pensaba. Conoce entonces el valor de la verdadera amistad al llegar a ese pueblecito de Galicia, se reencuentra de nuevo con el amor a través de Sonia, la sobrina de Arístides, y ve reforzada su rebeldía por medio del idealismo de todos esos “indignados” que empiezan a salir a las calles el 15 de mayo.

G.V.: Me he detenido al leer lo de las medidas de Roosevelt tras el crack del 29, y la idea de un plan Marshall para salir de esta situación de crisis actual.

V.M.: Sí, esa y otras medidas son las que muchos economistas, evidentemente no neoliberales, están apoyando para así salir de esta crisis que, en realidad, es mucho más que una crisis, pues es una debacle del neoliberalismo económico. Con medidas como la desaparición a finales de los noventa de la ley “Glass-Steagall” (creada en 1933 por Roosevelt para evitar otra crisis como la del 29), que era la que separaba la banca de ahorro de la inversión, y por lo tanto controlaba la especulación, este ultraliberalismo económico que nos están imponiendo cruzó una línea roja que ahora estamos pagando. Y es por eso por lo que esta novela, además de entretener, intenta sacar a la luz todo ese tipo de medidas que no se nos suelen contar puesto que, de saberlo todo el mundo, los que mandan no podrían hacer y deshacer a su antojo, tal y como en cierto modo están haciendo en la actualidad.

La cita de Roosevelt: «tal odio me muestran los de mi clase, que voy por buen camino» me recuerda un poco a aquella de: «nos ladran, luego cabalgamos».

V.M.: Sí, claro. Y es que Roosevelt pertenecía a la clase alta, a esos que suelen mirar sólo por los intereses de los de arriba. Pero Roosevelt no, él lo que hizo fue, entre otras cosas, combatir aquella crisis con la inversión de dinero público para reactivar la economía y potenciar el consumo, algo que se traducía en la creación de puestos de trabajo. Pero claro, para inyectar ese dinero a la economía real tuvo que hacer que los ricos pagaran en cierto modo la parte proporcional de impuestos que por su gran riqueza les correspondía, algo que nunca le perdonaron esos grandes lobbys de poder. Combatió la miseria redistribuyendo la riqueza, y fue él mismo el que también les dijo a los movimientos sociales que, si querían cambiar las cosas, debían “obligarlo” desde la calle a cambiar las leyes, puesto que él, aun siendo presidente, no tendría ninguna opción de cambiar nada si los de más arriba no veían peligrar su gran poder. Sin duda, y desde luego bajo mi punto de vista, Roosevelt fue una gran persona, y a día de hoy sigue siendo uno de los presidentes más queridos que han tenido los EE.UU.

G.V.: «Una gran parte de la estupidez de las personas se cura con una buena educación», aboga Mario.

V.M.: Claro, es una buena educación la que nos hace ponernos en el lugar de los demás, ser más tolerantes, pensar que en el mundo no somos únicos y que la convivencia consiste en respetar a todos aquellos que no son como tú, siempre y cuando no se vulneren los derechos humanos, claro está. Y también es la educación la que nos hará libres, pues es a través del conocimiento como conseguiremos ser menos manipulables. El razonamiento y el pensamiento nos llevan a valorar varios puntos de vista y a no aceptar “porque sí” esos dictados que algunos nos quieren imponer al decir que no hay otra salida. Y muy posiblemente por ese motivo a algunos dirigentes no les interesa una sociedad informada, capaz de razonar y de pensar, de ahí que hagan todo lo posible por degradar la educación pública, esa que es capaz de llegar a todos.

Podéis leer la entrevista completa aquí.

Muchas gracias y mucha suerte, Victor.