lunes, 23 de noviembre de 2020

101 dilemas para filósofos de sillón. Eric Chaline

El libro que os propongo esta semana es muy interesante por varias razones. En 101 dilemas para filósofos de sillón (Oberon), Eric Chaline nos propone más de un centenar de dilemas, como dice el título, para reflexionar. Es una manera de introducirnos en la ética a partir de cuestiones que invitan no solo a leer, sino a pensar. Ahora imaginad que os reunís con más personas, física o virtualmente, dada la actual situación sociosanitaria. 

  Estos 101 dilemas para filósofos de sillón pueden ser una excelente manera de debatir y reflexionar en grupo sobre cuestiones éticas, morales y sus alrededores. La opinión de uno se ve contrastada con la de los demás en un saludable debate si nos lo proponemos. Porque en 101 dilemas para filósofos de sillón, su autor nos lanza ese centenar de cuestiones dividiéndolas en bloques temáticos. De este modo no es necesario leerse el libro como si fuera una novela, sino que podemos elegir esos dilemas entre los personales, sociales, políticos, científicos o religiosos entre otros. 

   El planteamiento de cada dilema es plantearlo como tal y acompañarlo con citas, pensamientos o reflexiones de filósofos o científicos en el tema tratado. Se asoman así a este 101 dilemas para filósofos de sillón personajes como I. Kant, J. Bentham, Susan Millns, S. Hawking, A. Einstein, J. Rachels, Platón o John S. Mill entre otros. Cuestiones acerca de la democracia, el asesinato, el aborto, la pena de muerte o el medio ambiente nos esperan para reflexionar, debatir y mucho más en 101 dilemas para filósofos de sillón.

   Eric Chaline es periodista y escritor especializado en historia, filosofía y religión. Se graduó de Cambridge y es autor de numerosos libros. Vive en Londres.

101 dilemas para filósofos de sillón. Eric Chaline. Ediciones Oberon.


jueves, 19 de noviembre de 2020

Pecados veniales. J. Sánchez Vázquez

Los fieles a la novela negra están de enhorabuena. Pecados veniales (Almuzara), de J. Sánchez Vázquez es una novela al más puro estilo negro. 

Habrá quienes ya conozcan al autor, a  J. Sánchez Vázquez. Quizás de su anterior novela Jazz Café (Almuzara, 2015), con la que obtuvo el IX Premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona. 

Ellos y ellas serán quienes sonreirán al reconocer a algunos de los personajes de aquella en Pecados veniales. Por ejemplo, al investigador Epicuro Salvatierra, Salva para los íntimos. También reaparece su amiga, la abogada Alicia Giménez. Será esta quien le contrate para un caso aparentemente sencillo. Todos lo parecen y este más. 

La abogada necesita que Salvatierra consiga pruebas con los que fundamentar una querella contra los responsables de un colegio religioso. El colegio en el que trabaja un joven docente, Ismael, que desde hace un tiempo es víctima de acoso laboral llegando a las amenazas físicas. Pronto descubrimos que el “angelito” mantuvo una relación con una de las alumnas de ese centro, cuando ella era menor. Por si eso fuera poco, la muchacha es hija de un poderoso empresario local, Eduardo Perdomo. Este empresario hizo fortuna en tiempos de la Expo de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona 92 y la fiebre de la construcción. La novela nos traslada en contrapunto a los años 90 y a 2016 para sumergirnos en una historia mucho más profunda con raíces turbias. 

Una historia de venganza y de trata de personas que iremos desvelando al tiempo que Salva en esta Pecados veniales. Una narración de intriga, descubrimientos, denuncia social y gotas de humor aunando la esencia del género negro en una novela que invitará a leer Jazz Café y a visitar Córdoba como escenario de las peripecias del canallesco detective Epicuro Salvatierra.  


J. Sánchez Vázquez nació en Córdoba en 1966. Cursó estudios de Filosofía Pura en la Universidad de Sevilla emocionado por la reflexión radiante de su profesor y maestro Fernando Riaza. Tras licenciarse, inició labores de documentación y guion para documentales televisivos, al tiempo que se encargaba de la corresponsalía de un periódico de implantación nacional. Fue becado tres años más tarde por la Fundación Épsilon, impulsada por la cátedra de griego de la Universidad de Córdoba, haciéndose cargo como profesor desde 1996 hasta hoy de las materias de Historia de la Filosofía e Historia del Pensamiento Político. Ha sido finalista del I concurso de novela breve de Navalmoral de la Mata y ganador del VI Certamen de Relatos El mundo esférico. Es organizador del Certamen de relatos La plaza del bar, de la Asociación Cultural Abades, de la ciudad de Córdoba, desde 2011.

Pecados veniales. J. Sánchez Vázquez. Editorial Almuzara.

martes, 17 de noviembre de 2020

Nosotras, enfermeras. Enfermera Saturada

Nosotras, enfermeras (Plaza&Janes), de Enfermera Saturada es un libro emotivo y muy realista. A su autora, a Satu (pseudónimo), la conocí (le conocí, en realidad) cuando vino de promo a Valencia con su novela El tiempo entre suturas (2015). 

 El sentido del humor está muy presente en ambas aunque en Nosotras, enfermeras lo está en su justa medida. No es para menos, ya que Satu nos cuenta en este relato novelado cómo ha vivido los meses de pandemia desde enero a mayo de 2020. No es un libro más sobre las consecuencias de la peor crisis sanitaria del último siglo. Es un relato en primera persona sobre alguien que la vivió, aunque lo haga bajo seudónimo, aunque haya detalles de ficción. Lo importante, lo emotivo, lo real está en este Nosotras, enfermeras

  Porque quien escribe estuvo en un hospital, convivió con enfermos, con el resto del personal sanitario en primera línea. Se palpan las alegrías y las tristezas, la angustia, el temor y la incertidumbre. Al estar narrado desde el “lejano” mes de enero de este 2020 podemos apreciar la evolución de sus protagonistas como si reviviésemos aquellos días que se nos antojan lejanos. Al menos para algunos. 

  Habrá quien haya vivido la pandemia de la COVID-19 demasiado cercana, sin muchas ganas de revivirla. Enfermera Saturada trata el tema con sensibilidad, sin dramatismos extremos y sin faltar al respeto de unos y otros. Nosotras, enfermeras es una voz, una reflexión, un testimonio en forma del libro que recomiendo a quien quiera asomarse a lo que se vivió no en el lado de la calle y los balcones, sino de las batas, las mascarillas, las UCIs y la lucha para acabar con un virus que todavía está aquí. Pero juntos acabaremos con él. Nosotras, enfermeras; nosotros, todos frente al coronavirus. 

   Enfermera Saturada es el seudónimo del enfermero Héctor Castiñeira, Decidió autopublicar su primer libro, La vida es suero. En 2014 lanzó una nueva edición del libro, a la que siguió El tiempo entre suturas. Castiñeira también es autor, entre otros, de Suero de una noche de verano, Las uvis de la ira, El paciente siempre llama dos veces, El silencio de los goteros y El guardián entre el ibuprofeno.

Nosotras, enfermeras. Enfermera Saturada. Plaza&Janes. 

jueves, 12 de noviembre de 2020

Bulos científicos: de la tierra plana al coronavirus Alexandre López-Borrull

Ya el prefacio de Bulos científicos: de la tierra plana al coronavirus (Oberon), Alexandre López-Borrull, alude a las fake news y las fake science. Desgraciadamente las primeras se han hecho casi habituales en los medios de comunicación. Las noticias falsas. 

   Las fake science tampoco son o nos suenan tan lejanas ya que hacen referencia a los bulos científicos. Los contenidos falsos circulan más y más rápido que los reales, nos comenta el autor. Estamos en una época de democratización de la información a la que se ha sumado, incide López-Borrull, la pérdida de confianza en la ciencia. De qué modo si no se daría un movimiento negacionista de tal envergadura en este siglo XXI. 

 En el contexto de ese escepticismo generalizado hacia los pilares sociales que lleva a creer más en los bulos, rumores y las noticias de dudosa procedencia, Bulos científicos: de la tierra plana al coronavirus tiene como propósito tratar esos bulos científicos, muchos de los cuales han encontrado un excelente caldo de cultivo en las redes sociales. ¿Qué es verdad y qué no? ¿Nos encontramos ante una infodemia o sobreabundancia de información incapacitante a nivel social o individual?

  En Bulos científicos: de la tierra plana al coronavirus su autor ha seleccionado quince temas para arrojar luz sobre ellos. Pero podrían ser muchos más, a poco que leamos el libro lo descubriremos. Dos capítulos los dedica López-Borrull a la COVID-19. También uno a la célebre gripe española o al debate de si las vacunas producen o no autismo. El sida, el cáncer o la homeopatía también saltan  al ruedo, como también los transgénicos, la clonación humana o el cambio climático

   Quizá resulte curioso entre estos, en este Bulos científicos: de la tierra plana al coronavirus la inclusión de si la Tierra es redonda o no. O la llegada del hombre a la Luna, o el célebre corte de digestión del que tanto nos advirtieron nuestros padres de niños. No me resisto a dejar de mencionar que en este libro  López-Borrull les hace hueco a dos presidentes americanos, a Trump y a Bolsonaro

   Y es que como bien apunta en el prefacio, Bulos científicos: de la tierra plana al coronavirus no persigue un estilo en tono jocoso y ácido contra los conspiracionistas. Muy al contrario, vemos muchas referencias bibliográficas a lo largo del libro porque las fuentes de información son básicas para la verificación. 

   El libro entra con paso firme entre los destinados a la divulgación científica porque como el propio López-Borrull afirma: “La ciencia para avanzar debe mostrarse sencilla y accesible, aunque pueda parecer paradójico”.

   Bulos científicos: de la tierra plana al coronavirus es un libro para disfrutar de su lectura a la par de ir descubriendo la importancia de fuentes de información fiables antes de creernos que la Tierra es plana o que el profesor Charles Lieber, de la Harvard University, había sido detenido por ayudar a crear o difundir el coronavirus para China

Alexandre López-Borrull (Barcelona, 1974). Doctor en Química y Licenciado en Documentación. Es profesor de los estudios de ciencias de la información y la comunicación en la Universitat Oberta de Catalunya. Experto en desinformación y revistas científicas. Ha publicado artículos y capítulos de libro en relación a las fake news, la ciencia abierta y la gestión redes sociales.

Bulos científicos: de la tierra plana al coronavirus. Alexandre López-Borrull (Oberon)  

martes, 10 de noviembre de 2020

Las campanas de Santiago. Entrevista a Isabel San Sebastián

Las luchas de poder en «Las campanas de Santiago» (Plaza&Janés) me han recordado a la popular serie de televisión Juego de Tronos

Leemos que el Azote de Dios se enfrentó al padre de su esposa en un banquete por unos comentarios. A consecuencia de ello leemos una truculenta historia sobre una mano cortada y... algo más. 

¿Era así de despótico en realidad el comportamiento de los nobles en aquella época? ¿Qué grado de violencia van a hallar las y los lectores de «Las campanas de Santiago» en su novela?

   A diferencia de Juego de Tronos, Las Campanas de Santiago es respetuosa con la Historia. Todo lo que se cuenta en la novela de Almanzor, su lucha a muerte contra su suegro, la crueldad extrema de sus castigos y demás detalles “truculentos”, como dices, es real; está en las crónicas y resulta suficientemente ilustrativo de ese tiempo sin necesidad de meter dragones en el relato. En cuanto al despotismo de ciertos comportamientos, fue la tónica dominante hasta el advenimiento de la democracia y el respeto por los derechos humanos, hace cuatro días en términos históricos, solo en una parte  del mundo. La Edad Media fue sin una época violenta, aunque mucho más violento fue el siglo XX. La diferencia es que entonces la forma de matar era más dolorosa y ahora es más “eficaz”. Por lo demás, el instinto depredador del ser humano apenas ha evolucionado.

Durante el traslado de las campanas desde Compostela a Córdoba leemos acerca de los estragos de la peste. Creo que los médicos musulmanes son los responsables del descubrimiento de las enfermedades infecciosas y el sistema inmunitario. Ya que este año nos ha sorprendido la pandemia de la COVID-19, no me resisto a preguntarle por la manera de afrontar los sarracenos aquella enfermedad, al hilo de cómo lo hacemos en la actualidad con diez siglos de avances científicos a nuestras espaldas. 

   Médicos musulmanes y judíos o de ascendencia judía, en su mayoría. Durante ese traslado surgió una epidemia de cólera, en efecto. El episodio está documentado en las crónicas. En cuanto a cómo lo trataron, sabemos poco, pero lo poco que sabemos nos indica que hicieron lo mismo que ahora: tratar de aislar a los enfermos y paliar su sufrimiento en la medida de lo posible. 

Me han llamado la atención, por ejemplo, esos garbanzos rancios de rigor, leemos, que se les daban a los cautivos que llevaron las campanas de Compostela. Coméntenos acerca de ello y de las fuentes históricas consultadas para plasmar esta historia de amor y superación en «Las campanas de Santiago». 

   Los garbanzos siempre han formado parte de la dieta hispana. Son abundantes, baratos y fáciles de conservar, especialmente si no se cuecen demasiado. En cuanto a las fuentes históricas, el periodo relatado está suficientemente estudiado y abunda la bibliografía. Desde Claudio Sánchez Albornoz hasta Ramón Grande del Brío, he leído mucho para construir la máquina del tiempo en la que embarco al lector.

Infanzón o muslimes son solo dos de los vocablos poco usuales en nuestro vocabulario diario que vamos a hallar en «Las campanas de Santiago.» Quería preguntarle acerca de sus novelas, de su propósito a la hora de escribirlas más allá, imagino, que de la mera lectura de entretenimiento y disipación por parte de las y los lectores. ¿La novela histórica es una vía de acercarnos a la Historia de una forma más amena y accesible? 

   La novela histórica es sin duda un vehículo de difusión de nuestra Historia, tanto más necesario cuanto que cada vez conocemos menos de ella y lo que conocemos es más fragmentario, sesgado o directamente tergiversado. La novela histórica es un modo ameno y entretenido de aprender disfrutando. A mí me gusta llamarle “máquina del tiempo” porque es exactamente eso: un artilugio prodigioso que nos lleva a vivir aventuras en otro tiempo y otra geografía a través de la imaginación. ¿Hay quien dé más?


Isabel San Sebastián (Chile, 1959) es periodista,  ha trabajado en prensa (ABC, El Mundo), radio (Ser, Onda Cero, RNE, Cope, esRadio) y televisión (TVE, Antena 3, Telecinco, Telemadrid y 13TV), actividades a las que roba tiempo para dedicarse a su pasión de escribir. Autora de diversos ensayos, ha publicado La visigoda (2007, Premio Ciudad de Cartagena), Astur (2008) e Imperator (2010). Además de las novelas Un reino lejano (2012), La mujer del diplomático (2014) o Lo último que verán tus ojos (2016) 

Las campanas de Santiago. Isabel San Sebastián. Plaza & Janés

jueves, 5 de noviembre de 2020

Guía del Madrid de la Movida. Jesús Ordovás y Patricia Godes

Este fin de semana Madrid celebra una de sus fiestas grandes, la Almudena. Tres días donde las madrileñas y madrileños podrán disfrutar de su ciudad. Hay mucho que ver en la capital a pesar (o como excusa) de este confinamiento. Qué mejor que celebrarlo con esta Guía del Madrid de la Movida (Anaya Touring), de Jesús Ordovás y Patricia Godes

   El título ya adelanta lo que es: un libro guía ilustrado del movimiento cultural de los ‘80 en Madrid. Para algunas y algunas la imagen de la portada les evoque solo un rascacielos de Madrid, para otros el escenario de la mítica El día de la Bestia. Pero hay mucho cine, música, teatro y locales de ocio detrás de esta portada. Por de pronto el libro está dividido en capítulos por zonas para visitar. Cada uno con un mapa señalando los lugares emblemáticos además de detalles, curiosidades, anécdotas y muchas fotografías. Icónicas unas, inéditas otras. 

   En cada capítulo esta Guía del Madrid de la Movida da voz a alguno de los grandes protagonustas de este movimiento cultural irrepetible. Chueca, Salamanca, Malasaña, Lavapiés, Sol-Gran Vía, La Latina, Las Letras o Prosperidad son solo algunos recorridos propuestos. Especialmente indicados los llamados: la Ruta de Almodóvar y la Ruta de Alaska

   Las páginas de esta Guía del Madrid de la Movida es un viaje en el tiempo para recuperar instantes, revivir recuerdos y descubrir o redescubrir bares, salas de concierto, tiendas, galerías y mucho más. Desde Pablo Carbonell a El Gran Wyoming pasando por Fabio McNamara, Loquillo, Miguel Ríos o Nacho Canut sin olvidarnos de Nacha Pop, Los Secretos, Pistones o Los Elegantes.

   Con la Guía del Madrid de la Movida el viaje empieza en las páginas y acaba donde te lleven tus zapatos de plataforma, tacón, de aguja... 

   Como arengó a los roqueros el alcalde de la Movida, Enrique Tierno Galván en 1984: «¡El que no esté colocado que se coloque y al loro!». 


Jesús Ordovás (Ferrol, 1947) su labor en Diario Pop, de Radio 3, ha sido decisiva en el devenir de la música española. Especialista en nuevos grupos y talentos, dio a conocer, entre otros, a Alaska, a Aviador Dro, a Ramoncín o a Siniestro Total. Abogado y padrino de la música de la Movida, siempre respaldó los movimientos alternativos, siendo uno de los pocos valedores de la contracultura española con libros como El Rock ácido de California (1975), De qué va el rollo (1977), o Fiebre de vivir (2017). Autor de varias biografías de clásicos: Dylan, Hendrix, Marley…, y de una Historia de la música pop española, ha publicado recientemente, una recopilación de entrevistas, y Viva el pop, una antología de su gran colección de memorabilia musical. En prensa escrita ha colaborado con Mundo Joven, Disco Expres, Ede Eme o Rolling Stone y en casi todos los diarios generalistas. 

Patricia Godes. Periodista, escritora, traductora y conferenciante castellonense. Es una de las mujeres pioneras de la crítica musical. Comenzó a publicar siendo adolescente para defender las músicas afroamericanas y afrocaribeñas. Las diferentes músicas de baile, la canción popular melodramática y las músicas no anglosajonas, constituyen sus focos de interés, junto con la reivindicación del papel de las mujeres en la música popular. Es autora de Guía esencial del soul y Alaska y los Pegamoides. Su labor radiofónica se ha desarrollado en Onda 2, Radio 3, Radio El País, Onda Cero, Radio Spicnic o Radio Gladys Palmera, y ha trabajado para TVE, Cuatro, Televisión de Castilla-La Mancha y Multicanal en programas de música y entretenimiento. Colaboradora en medios como Elle, Marie Claire, Calle 20, Harper’s Bazaar o Vanity Fair. Lo mismo que en El País, El Mundo, Diario Público o eldiario.es.

Guía del Madrid de la Movida. Jesús Ordovás y Patricia Godes. Anaya Touring

miércoles, 4 de noviembre de 2020

El mokorero del Okavango. Entrevista a José Luis Muñoz

Esta semana traigo una entrevista muy especial. José Luis Muñoz me concedió una entrevista por su último libro de relatos "El mokorero del Okavango" (Verbum). 

Estos días está de promoción con su última novela "El centro del mundo" (Almuzara) por la que espero también poder entrevistarle una vez me la lea. En esta novela reciente, José Luis Muñoz, uno de los escritores más prolíficos del panorama nacional además de comisario del festival Black Mountain Bossòst, se atreve con una novela histórica sobre la llegada de Hernán Cortés y sus huestes a tierras mexicanas y su conquista de Tenochtitlan. Curiosamente, estos días de ecos por el Premio Planeta de Novela, traigo a colación que ya en 2001, la Editorial Planeta le encomendó a Muñoz escribir sobre el tema del descubrimiento de América. Fue así como surgió la trilogía La pérdida del paraíso. Está compuesta por tres tomos: Guanahaní (2001), El Fuerte Navidad (2002) y Caribe (2002) editados simultáneamente en España, Colombia y México y distribuido por toda Sudamérica. 

   Pero volvamos a esta entrevista, pues los continentes de referencia son bien distintos. En el que se centra Muñoz es África. Doce relatos poderosos en fondo y forma  en este "El mokorero del Okavango" como ya es costumbre en este escritor salmantino al que admiro profundamente... por si aún quedaba alguna duda, además.

   Ginés Vera: ¿Cómo surge la idea de reunir en este libro estos doce relatos, qué periodo de creación abarcan?

   José Luis Muñoz: El nexo común es la negritud presente en todos ellos. Hay una serie de relatos escritos en una misma época (El mokorero del Okavango, El leopardo del Kilimanjaro, El elefante enfurecido o La historia del primer negro que llegó a Katmandú), mientras que los demás fueron escritos con anterioridad o posterioridad.

  G.V.: Además de los personajes, los paisajes y decorados abiertos están narrados con una viveza y una intensidad que casi parecen invitarnos a coger la maleta y descubrirlos por nosotros mismos. Háblenos como viajero de su experiencia en África, de eso que algunos solo hemos visto del continente a través de documentales en televisión o en revistas de viajes.

   J. L. M.: Quienes me conocen saben de mi afición por los viajes. Un viajero, que no un turista, se caracteriza por tener una mente abierta y saber captar lo mejor, aunque también lo peor, de cada zona que visita. Soy viajero emocional que tanto se extasía con la Capilla Sixtina como con las cataratas de Iguaçú. Soy consciente de que mi visión de los países que visito sería más acertada si pudiera vivir una temporada en ellos, eso también. Mi anterior novela, Los perros, curiosamente también estaba ambientada en África en los tiempos del apartheid sudafricano. Yo describiría mi literatura como colorista y sensual, en cuanto va dirigida a los sentidos, por eso las escenas de sexo suelen ser muy tórridas, porque no eludo el componente de pasión en una relación entre dos seres humanos, o escalofriantes en cuanto entra en juego la violencia. Sexo y violencia son antitéticos, las dos caras del ser humano.  Uno es vida, otra es muerte. Conozco relativamente bien el norte de África y conozco África negra a través de mis conversaciones con una amiga apasionada de esa zona y de algunos relatos de africanos que he escuchado. Así es que también he viajado a África negra aunque no haya pisado la zona.  

   G.V.: He creído ver cierta crítica social en los doce relatos. Precisamente en el que le da título a la obra, en El mokorero de Okavango, la protagonista reflexiona en estos términos: "Extraño mundo en donde todo lo determina el lugar donde has nacido." Coméntenoslo.


 
 J. L. M.: Es una verdad. Somos fruto de nuestro entorno y los occidentales todavía no sabemos lo afortunados que somos, entre comillas, por haber nacido en Europa en este momento. Sería una desgracia haber nacido mucho antes y haber sufrido en las propias carnes la violencia desatada en las dos guerras mundiales, los dos conflictos más mortíferos de la historia de la humanidad. Si hubiera nacido en la India sería seguramente pobre de solemnidad; si lo hubiera hecho en El Salvador las probabilidades de sucumbir a la violencia de las maras sería muy elevada. El lugar de nacimiento lo condiciona casi todo. Hay lugares en los que la vida es mucho más difícil que otros. La vida es una lucha desde que decides sacar un pie de la cama por la mañana, pero hay lugares en que ese gesto se convierte en algo titánico. Admiro a esos jóvenes africanos que cruzan África y el estrecho buscando una vida mejor. Precisamente de ello trata una espléndida novela recientemente publicada llamada Makoko, de José María García Sánchez.

   G.V.: Leemos en su relato El leopardo del Kilimanjaro que "El techo de África era un reto engañoso, quizá porque no tenía forma de monte sino de volcán." Da la sensación de haber estado en él, no en vano acompaña  al relato más largo de los doce con una citas previa de Javier Reverte alusiva a que uno no pude decir que ha estado en África hasta que no ha alcanzado esa cumbre. Háblenos de ese "reto engañoso" y de su experiencia, si la tuvo, ascendiendo el Kilimanjaro

 J. L. M.: En efecto, he ascendido al Kilimanjaro… a través de ese relato. Me serví de experiencias personales de amigos que sí habían alcanzado el techo de África y me hablaban de su experiencia agotadora en esa aventura. Cuando comencé a escribir ese relato, estaba allí. Me sucedió algo parecido a lo que me pasó cuando escribí la novela histórica La pérdida del Paraíso: me trasladé a 1492. La literatura te permite ese tipo de experiencias extraordinarias: estar dónde no has estado y ser quien no eres. 

G.V.: Podemos leer en El mokorero del Okavango, previo a estos doce relatos, un prólogo suyo publicado en la revista Playboy. ¿Por qué decidió retomarlo habiendo sido publicado ya en 2002?

    J. L. M.: Ese artículo fue publicado en la revista Playboy y me pareció un buen prólogo contra el racismo aunque fuera hablando de la belleza femenina negra. En ese año, el 2002, a través de las modelos africanas, como anteriormente en Estados Unidos con la lucha política de las Panteras Negras, se visualizó algo que era evidente, que la raza negra puede ser tan bella como la blanca o la amarilla, que ese estigma del racismo se estaba levantando, al menos, en el mundo de las pasarelas y parcialmente en el cine. Por desgracia, queda muchísimo camino por hacer y lo estamos viendo en las decisiones políticas que determinados países europeos toman para frenar las migraciones que vienen desde África. 

   G.V.: La mayoría de los relatos tienen a África o a africanos como leitmotiv, aunque algunos no; el hilo conductor parece ser más la raza negra vista por ojos ajenos a esta, ¿no es así?

    J. L. M.: En efecto, hay relatos africanos y otros que tienen lugar en Europa, concretamente en España, o en Estados Unidos. El punto de vista es el del narrador. Como blanco occidental puedo entonar un mea culpa diciendo que todavía no he podido quitarme de encima un tic paternalista. Los europeos practicamos el ombliguismo, estamos convencidos de que el mundo gira a nuestro alrededor y no es así. España, Francia o Inglaterra aún tienen resabios coloniales y ninguno de ellos ha resuelto de forma positiva la integración y la multiculturalidad. Algo falla en Francia cuando policía y bomberos no entran en determinados barrios o cuando unos chicos de Ripoll perpetran un brutal atentado en Barcelona y Cambrils.  

   G.V.: También en el mismo relato, el personaje femenino dice una frase curiosa: "No se puede imaginar lo vanidosos que son todos los escritores." Quería saber si es una especie de guiño a sus compañeros/as de oficio, pues seguro que habrá lidiado con la vanidad de alguno/a en sus múltiples viajes, no sé si también en África.

    J. L. M.: En cuanto el escritor se convierte en un personaje público y concita el interés de los lectores es difícil no caer en la vanidad. En un reciente festival de Francia al que siempre voy, Lisle Noir, hablaba con una bibliotecaria de una de las pocas escritoras no vanidosas, Fred Vargas: no concede entrevistas, no va a festivales, no sale de su casa. Es una excepción. Cuando uno piensa en escritores y en África automáticamente le viene a la cabeza Ernest Hemingway, mitificado por sus excesos. Ese es un cliché al que le he dado la vuelta, por completo, en el relato que cierra la antología El mokorero del Okavango y se llama El leopardo del Kilimanjaro: el protagonista es un escritor que está exactamente en las antípodas de Hemingway. Además diré que es uno de mis relatos preferidos por su carga emocional. 

   G.V.: Respecto al relato mencionado, a El leopardo del Kilimanjaro, en cierto modo ¿es un homenaje a la obra de Hemingway, Las nieves del Kilimanjaro, llevada al cine en los años 50?

  J. L. M.:  Lo tuve presente, claro. Esa película de Henry King, como Mogambo, de John Ford, me ha marcado. Pero ya digo, el escritor protagonista es la antítesis de Ernest Hemingway. El escritor norteamericano era un extraordinario creador que se nutría de sus propias experiencias, pero había en él algo destructivo (su afición por la caza y por la guerra, una cacería de humanos) que se convirtió en autodestructivo y lo llevó a volarse la cabeza. No descarto escribir una novela sobre Hemingway que ya estaba presente en Llueve sobre La Habana

   El mokorero del Okavango. José Luis Muñoz. Editorial Verbum. 

lunes, 2 de noviembre de 2020

El reino vacío. Kira Jane Buxton

Me costó hacerme con un ejemplar de El reino vacío (Destino), de Kira Jane Buxton. Ha sido casi casualidad que lo haya leído estos días previos a Halloween porque el argumento se presta a ello. 

   El apocalipsis no se ve igual desde los ojos de un humano, un vacío -como nos llaman los animales salvajes-, que desde los del protagonista de esta novela. Se llama ST, es un cuervo domesticado, malhablado y amigo del sabueso de la casa de Big Jim. 

  Dennis no es muy inteligente, pero llegado el momento, cuando Big Jim empieza a hacer cosas extrañas, además de perder uno de sus ojos sin inmutarse, será su compañero de aventuras para averiguar qué le ha pasado al barrio. En realidad, a la ciudad de Seattle y mucho más allá. 

Contada con dentelladas de humor y una desbordante imaginación, su autora nos invita a reflexionar sobre nuestra condición de humanos en el planeta. Creo que El reino vacío no es solo una hilarante novela apocalíptica narrada en forma de fábula moral, en contrapunto; también es una llamada a concienciarnos sobre el mundo que nos rodea, sobre ese vacío de nuestro reino, sobre el poder de las tecnologías para destruirnos como un caballo de Troya

El reino vacío es una hilarante novela de aventuras protagonizada por un cuervo y un perro, pero es mucho más si sabemos ver el fondo de la historia. En una ciudad devastada por un mal extraño y aterrador donde los vacíos se devoran entre sí como salvajes, un cuervo malhablado y un sabueso con “el coeficiente intelectual de una zarigüeya muerta” emprenderán una epopeya para salvarlo o al menos para hallar una cura y recuperar el mundo que conocían. 

Kira Jane Buxton es colaboradora en medios como The New York Times, The New Yorker, The Huffington Post. El reino vacío ha sido comprada por AMC (Breaking Bad y The Walking Dead) para la televisión, con el objetivo de convertirse en su primera serie animada.

El reino vacío. Kira Jane Buxton. Ediciones Destino.