viernes, 30 de noviembre de 2012

GAS MASK, de Santiago Eximeno.

Santiago Eximeno ha recopilado en este ‘Gas Mask’ un auténtico aluvión de microficciones que así, de una en una, como gotas de agua, pareciera no empaparnos, pero sí. Es una lluvia de pequeñas piezas de ingeniería literaria, unidas en capítulos con nombres como: De aparecidos, Dias de circo, Excéntricos, o Animalitos… Subyace en la mayoría el gusto de Eximeno por el género fantástico y de terror, por lo que el lector se verá sorprendido enseguida por esas dentelladas y la constante sombra del efecto final. Ficciones mínimas en 140 caracteres dedicadas a los seguidores de Twitter, según consta en el libro, y que ya advierto debe leerse ajeno a la primera impresión de hacerlo con urgencia. En este caso, en estos microrrelatos, la precisión en el lenguaje nos irá destilando su fuerza hasta el punto de maravillarnos primero y regresar a ellos para disfrutarlos dos, tres y más veces. También hay guiños a los cuentos infantiles o a la cruda realidad, con el toque siempre inconfundible de la ironía, el humor y la complicidad metafórica con el lector, incapaz os aseguro de quedarse indiferente ante estos disparos a quemarropa.
    Lo recomiendo en especial a los amantes del género y en particular a todos aquellos que busquen inspiración y belleza en las distancias cortas. Lo bueno si breve, ya lo dijo Gracián, dos veces bueno.

    El libro Gas Mask inaugura esta sección de ebooks; puede descargarse en el portal de Amazon donde encontraréis como sinopsis algunas ficciones mínimas incluidas en el libro, como:
    "El chico me dijo que era capaz de leer y hacer el amor al mismo tiempo. Preferiblemente ficción mínima, claro."
    "Tengo un papá de cartón. Sí, ni habla ni me abraza ni me dice buenas noches, pero es mejor que el tuyo. No me grita. No me pega. No me odia."
    "Compro una docena de globos en el parque. Se los doy a mi hija, se eleva en el cielo, desaparece. Vuelvo a por tres docenas para su padre."

Santiago Eximeno ha publicado novelas como ‘Condenados’ (Saco de Huesos, 2011) o ‘Asura’ (Grupo AJEC, 2004), libros de relatos como ‘Bebés jugando con cuchillos’ (Grupo AJEC, 2008) u ‘Obituario Privado’ (23 Escalones, 2010), y numerosos relatos en diferentes antologías y revistas, así como infinidad de microrrelatos que también ha recogido en volúmenes como ‘Gas Mask’ (Ediciones del Cruciforme, 2012).
    Ha sido traducido a varios idiomas y ha ganado varios premios, entre ellos cuatro veces el Premio Ignotus, concedido por la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT), por sus relatos y antologías. En los últimos años sus inquietudes artísticas se han volcado más hacia la ficción mínima, el cómic y los juegos de mesa.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

MARÍA GARCÍA-LLIBERÓS: "Todos buscamos que nos quieran".

Esta semana os dejaba la reseña de la última novela de esta escritora y hoy es la entrevista la que os dejo a continuación.

   Leo en la contraportada del libro que ‘Lucía o la fragilidad de las fuertes’ habla de amistad, amor, sexo y ética (…)’  me gustaría añadir que también habla de la perspectiva del tiempo en nuestras vidas y, en efecto, del tránsito del inconformismo juvenil al escepticismo de la madurez. Me gustaría que nos comentaras algunas de las frases de la novela, si te parece.
 Empecemos por la percepción del tiempo. Lucía, la protagonista, es consciente de que como le dice su padre: “el tiempo es lo único irrecuperable” ó “El tiempo cambia la perspectiva de los acontecimientos. No desperdicies las ocasiones para ser feliz.”  Creo que éste es una de las grandes motivaciones de Lucia a lo largo de la novela.
 El tiempo es una magnitud esencial en el relato. De hecho, éste comienza en julio de 1991, cuando Lucía regresa a Valencia, la ciudad de la que huyó diez años antes, provocándole la necesidad de analizar el pasado. Y la novela es una historia vista en retrospectiva porque abarca la vida de Lucía entre 1970 y se prolonga hasta 1994, aproximadamente, cuando ella tenía entre veinte y cuarenta y cuatro años. Los hechos los vivió de una manera, los recuerda desde otra perspectiva, la de la mujer adulta. A los veinte la ingenuidad es casi dominante. A los 40 su lugar lo ocupa el escepticismo.
  También la soledad está muy presente en la novela. En el programa de televisión que Lucía hizo en Roma, Pietro le recuerda que habló de la soledad  “como algo que habías aceptado y para lo que llevabas preparándote desde tiempo”. Haciéndole ver el contraste con la imagen que proyectaba: “Eres una mujer de éxito, con poco tiempo para la soledad”,”siempre rodeada de gente”, “una triunfadora moderna”.
  Lucía y sus amigas pertenecen a la generación de mujeres que, en una porción significativa, decidieron no seguir haciendo, únicamente, lo que habían hecho sus madres y abuelas. Unas mujeres que han sabido ganarse la autonomía, tienen independencia económica, libertad sexual. Pero cada triunfo en esa lucha que en casa era extremadamente solitaria, suponía un desgaste interno y, también, errores. Ser consecuente, a veces, se lleva por delante la posibilidad de ser felices, y de esto habla la novela. Lucía arrastra un fracaso que la hace cauta e, incluso, estar a la defensiva.
  Lucía llega a confesarse a sí misma: “Pietro representaba el futuro, otra etapa, otra ternura, un refugio. Mi existencia recuperaba el sentido.” Este refugio me recordó la parte en la que evocaba las raíces del magnolio en Benicàssim donde iba de pequeña.
   Todos buscamos que nos quieran, Lucía también. El magnolio es un símbolo porque sus enorme raíces son huecos dónde escondernos, o cobijos para protegernos del exterior. De adultos, encontramos protección en el abrazo de la persona a la que queremos y nos quiere. Por eso, la traición de Pietro le resulta tan dolorosa.
  Y sobre el escepticismo de la madurez que comentaba antes, Lucía medita: “Había germinado una actitud de desconfianza respecto a la condición humana que, con el tiempo, se ha ido adhiriendo como una segunda piel. (…) Ir así por la vida no predispone para la felicidad (…).”
  Sin embargo, esa actitud escéptica la combina con sentido del humor y un talante esperanzador hacia el futuro. “Lo mejor y lo peor están por llegar”, dice en algún momento. Lucía se hace mayor, es más sabia y, con ello, más exigente y cauta. Sabe lo que quiere. Se ha visto obligada por las circunstancias a vivir sola y, ahora, conociendo las ventajas de la soledad, que también las tiene, pone a su pérdida un precio alto. Pero no es una solitaria, le encanta amar y tratará de compatibilizarlo todo. Tanto Lucía como Paloma y Lola representan tres modelos distintos de vida y de convivencia, de mujeres modernas que priman la libertad, con sus ventajas y vulnerabilidades.
  El amor es también protagonista de ‘Lucía o la fragilidad de las fuertes’, he elegido esta reflexión de Paloma cuando le expone: “Le gusto, no veas cómo me ha perseguido, es fogoso, me quiere y ¿Dónde pones la frontera, en qué punto empieza el enamoramiento?, algo complejo.”
   Efectivamente, el amor es subjetivo y cada cual sabe cuándo está o no enamorado. Paloma admite que un buen matrimonio no requiere, necesariamente, estar enamorada. Es su punto de vista. En esta novela se tratan temas como la separación entre amor y sexo, la diferencia entre fidelidad y lealtad, los celos, tan desprestigiados y tan autónomos, los intereses compartidos, sólidos en muchas parejas, temas polémicos que nos afectan de cerca.
   Por último, dos frases que me han impactado por diferente motivo y que no quería dejar la oportunidad de comentar: “El heroísmo consiste en juzgar al otro con la misma tolerancia con la que te juzgas”.
   Claro, es que, a veces, somos condescendientes con nosotros mismos e implacables con la pareja. La frase viene a cuento de Lucía al despedirse de Pietro y recordar su aventura con Antonio en Valencia, el amigo al que puede hablarle de Pietro y, sin embargo, a éste le ocultará la existencia de Antonio. El ser humano es complicado, y en nuestro interior anidan conflictos y contradicciones. Yo trato de escarbar en ese interior oculto y cuando escribo los hago aflorar. Es una manera de intentar comprendernos. Es lo mismo que hace Lucía cuando se anima a poner por escrito su historia y lo explica en el primer párrafo de la novela.
  “La amistad debe preceder al sexo y, por supuesto, al amor.”
  Éste es un principio que comparto con Lucía y me parece muy sano.


Muchas gracias y mucha suerte, María.


Podéis conocer más sobre María García Lliberós en su blog: http://cronicadelecturas.blogspot.com.es

(foto:hermezosxxi.blogspot.com)

lunes, 26 de noviembre de 2012

LUCÍA O LA FRAGILIDAD DE LAS FUERTES, de María García-Lliberós.

Comencé a leer esta novela con cierto desapego, más afín a otro tipo de narrativa, pero el ritmo de la trama me llevó a leérmelo casi de tirón.
    El título de ‘Lucía o la fragilidad de las fuertes’ creo que sintetiza bien la idea de la novela. Lucía es una mujer joven, a punto de afrontar una nueva etapa en su vida no solo en lo sentimental. Al cogerse unos días de vacaciones de su trabajo en Roma para regresar a su ciudad natal Valencia es cuando toma verdaderamente perspectiva de su vida, de la fragilidad de los sueños y la fortaleza de los recuerdos.  Como todas las buenas novelas, Lucía o la fragilidad de las fuertes no solo se limita a un solo tema sino que encontramos desde el amor y el desamor a la búsqueda de la felicidad, la libertad o la perspectiva del tiempo en nuestra existencia humana. Además del personaje principal, Lucía, me ha llamado la atención la caracterización de los personajes secundarios, en especial la de los padres y sus dos amigas íntimas.
    Una novela ambientada en los 90, tan real que incluso no me extrañaría cruzarme con Lucía en una de las calles de Valencia uno de estos días ya que habla de muchas Lucías y, como digo, me ha agradado por su ritmo y luminosidad.

María García-LLiberós nació en Valencia. Licenciada en Ciencias Económicas, Políticas y Sociología, ha sido Directora General de Medios de Comunicación de la Generalitat y directora del centro territorial de TVE en la Comunidad Valenciana. Su primera novela, 'La encuestadora', obtuvo el Premio Gabriel Sijé de novela corta, y en 1999 resultó finalista del XXXI Premio Ateneo de Sevilla con 'Equívocos'. Es autora asimismo de novelas tan importantes como: 'Babas de caracol', o 'Como ángeles en un burdel'. También ha ejercido la crítica literaria en diversos medios.

Por Ginés Vera.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Fe de errores.

Por un despiste mio, la entrevista publicada hoy jueves 22 de noviembre a Macu Marrero ha aparecido firmada con mi nombre (Ginés Vera) como autor. La entrevista fue realizada por Beatriz T Sanchez, colaboradora del blog, salvo la pregunta relacionada con la asociación NOCTE.
    Como es de justicia otorgar a cada cual lo suyo pido disculpas a Beatriz, a Macu y a los seguidores del blog en general por este error.
Muchas gracias.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Entrevista, MACU MARRERO.

A Macu Marrero, escritora canaria experta en literatura zombi y de terror, me costó reconocerla en las fotos de su Facebook tan desenfadadas a la vez que divertidas. Estuve a punto de ‘infectarme’ deliciosamente en su blog zombi y, por fin, a raíz de haber leído el libro de relatos ‘Arkham, relatos de horror cósmico’ (Tyrannosaurus Books, 2012) que ella coordina hemos decidido entrevistarla. Aprovecho para darle la enhorabuena pues recientemente ha ingresado en la asociación de escritores de terror NOCTE. No me extiendo más, dejemos que nos infecte…
¿Cuándo y porqué empezaste a escribir?
Empecé a escribir tarde, hace unos 6 o 7 años. No soy de las que lleva escribiendo toda la vida, pero en algún momento sentí que necesitaba crear mis propias “criaturas”, y he comprobado, por la opinión de los lectores, que no lo hago tan mal J
¿Por qué te decantaste por el terror?
Es en el género en el que me encuentro más cómoda, y sin duda también porque con lo que más disfruto leyendo es con el terror. De hecho gran parte de mi librería particular está compuesta de ese género.
¿Cuáles son tus autores favoritos?, ¿Algún libro de cabecera?
Creo que de cada libro que he leído, he aprendido algo, aunque sea  de autores que han publicado por primera vez su obra. Siento debilidad por las obras de David Zurdo y Ángel Gutiérrez, de los que me he leído todo lo que han publicado. De ellos compraría hasta lo que escribiesen en una servilleta. Me gusta cómo abordan los temas y la narración Chufo Lloréns o Grisham, y por supuesto el horror de Clive Barker, siempre plagado de una personalidad arrolladora. Poe y Le Fanu son también mi debilidad, porque me trasladan a una atmósfera inquietante que me fascina.
Sin duda, mi libro de cabecera es It. Es tan completo…
¿Cual es el libro que te ha hecho pasar más miedo?
616. Todo es infierno
¿Cuáles fueron tus primeros pasos para publicar y tu experiencia con las editoriales?
La primera obra que escribí aún la guardo en un cajón. La ha leído muy poquita gente; pero ahí está, esperando una reconstrucción que estoy llevando a cabo. Cuando escribí la segunda novela “Mihai,” decidí moverla y la envié a varias editoriales, tampoco fueron muchas. La experiencia fue buena, y por supuesto un primer paso para que la gente me leyera e ir aprendiendo a mejorar con la opinión de alguien  que no me conoce.
¿Cuál de todas las obras que has escrito te supuso un mayor reto y porqué?
Señales. Me llevó mucho tiempo acabarla, ya que había una primera parte escrita y cuando llegaba a algún punto de la novela tenía que tener muy en cuenta lo que sucedía en el primer título. A pesar de tenerlo todo más o menos atado desde el principio, fue un verdadero trabajo hacer que todas las piezas encajaran.
También diriges infectadosblog, lugar de referencia para mantenerse informado de las novedades de ficción, terror y fantasía. ¿Como ves el panorama actual del sector?
A pesar de la crisis que nos está afectando a todos, están creándose editoriales serias que apuestan por los autores españoles. En los géneros tan demandados como los que has expuesto hay grandes obras  muy valoradas que nada tienen que envidiar a los autores foráneos. Existe calidad y variedad de estilos, de creadores de historias que  tienen mucho que darnos. Por eso en Infectados nos gusta hablar, sobre todo, de autores españoles.  El panorama es alentador y te mencionaré a unos cuantos, si me lo permites:  Karol Scandiu, Laura S.B,  Pepa Mayo, Paula Lizarsa,  Beatriz Troitiño, Lucia Pérez,  Irene Comendador, Cristina Caviedes;  autoras que van a dar mucho que hablar, de hecho ya lo están haciendo. El  Thriller y la acción de Ave Marcos me fascinan, y la ayuda y sinceridad que siempre me presta.  El talento de Rayco Cruz,  Leandro Pinto, Juande Garduño,  Carlos Sisí, López Aroca, Darío Vilas, Joe Álamo, Miguel  Angel Naharro, Lex B y Tony Jiménez  me tiene fascinada. Hay muchos más, porque cada día descubro gente que me sorprende.
¿Cuáles son tus proyectos literarios inmediatos?
Por lo pronto, saldrá publicada Red Zone, una novela de infectados (que no zombis) que me publica Dolmen editorial. También hay algunas antologías en las que estoy participando y que verán la luz el año que viene, al igual que la segunda novela que escribo bajo el pseudónimo de Greta Spaulding.

Ya puestos, dime, ¿qué ha supuesto para tí ingresar en la asociación NOCTE?

Entrar en el Nocte ha supuesto un reconocimiento a mi trabajo como autora. Siempre lo he tenido claro cuando me han preguntado sobre adónde me gustaría llegar como escritora: y he contestado lo mismo, ser respetada. Que no es poco. J
Como algo me dice que tu inminente publicación, Red Zone va a estar plagada de ellos, dime: ¿Qué tres cosas no harías si te encontrases con un zombi?
-Besarlo.
-Darle de comer.
-Darle conversación.
Es que estos bichos son muy listos
Muchas gracias y mucho miedo, Macu.

Para saber más sobre Macu Marrero podéis visitar: http://infectadosblog.blogspot.com.es/

Por Beatriz T. Sanchez.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

EL JINETE POLACO, de Antonio Muñoz Molina.

¿Cómo alguien que escribe tan abrumadoramente bien puede llegar a resultar aburrido? Esta es la pregunta que me he estado haciendo mientras leía la novela. Porque si escogiéramos al azar cualquiera de sus páginas, nos encontraríamos la mayoría de las veces con textos de una calidad literaria formidable, por la habilidad del autor para manejar el lenguaje, por su indudable conocimiento del mismo y por la precisión artesana con la que describe personajes, situaciones y el alma de vivencias en las que consigue que nos reconozcamos aún sin haber vivido el lector algo parecido.

   Pero como ya adelantaba con mi pregunta al inicio, esas páginas escogidas de forma aislada no serían más que un espejismo. A una novela se le pide que haya un hilo que tense y dé forma y cohesión a ese conjunto de islas que son las páginas, por algo éstas van cosidas una detrás de otra. En El jinete polaco es como si un costurero hubiera juntado todo aquello que le llegaba a las manos mientras miraba distraído la televisión.

   Carece de ganchos que promuevan la intriga en el que lee. Las idas y venidas en el espacio temporal de la historia, volviendo a temas ya tratados, tampoco favorecen la tensión narrativa, más bien transmiten la sensación de que no se avanza, y esto en una novela que en su edición de bolsillo tiene 608 páginas se puede hacer especialmente pesado.

   Y fijaos que el argumento no tiene mala pinta, todo lo contrario, presenta la evolución de un personaje desde su nacimiento hasta la edad adulta. Teniendo en cuenta que tal personaje está fuertemente inspirado en el propio Antonio Muñoz Molina, el interés de dicho argumento resulta notable. Reconozco mi debilidad por las historias pseudoautobiográficas, sobre todo si son de escritores.

   En concreto, el alter ego de Muñoz Molina toma el nombre de Manuel, aunque no es escritor sino traductor. Por tanto el autor no nos va a hablar de su despertar literario y de su posterior oficio de escritor, lo va a hacer de sus orígenes y de su tierra natal, se va a tratar principalmente de un relato familiar.

   A Úbeda, ciudad de donde es natural Muñoz Molina, la va a llamar Mágina. Por ahí deambularán desde el bisabuelo de Manuel hasta él mismo, pasando por padres y abuelos. La primera de las tres partes de la novela, de unas doscientas páginas cada una, está dedicada a sus ascendientes. Una saga familiar que por el modo en que está contada, con vicisitudes propias del realismo mágico, pareciera que tuviera como modelo a la saga de la novela Cien años de soledad, en un intento de convertir así a Mágina en la versión patria de Macondo. Mucho me temo que se queda muy lejos. Su relato se acerca más al territorio de lo que popularmente se conoce como “los cuentos de la abuela”. Y casi consigue el mismo efecto, que nos durmamos.

    El primer punto de inflexión será el nacimiento de Manuel, de cuya adolescencia se va a ocupar la segunda parte del libro. Mención especial merece la descripción de su parto, violenta, desagradable y sucia, de lo mejorcito del libro, de veras. De hecho hay otro parto más adelante en el que de nuevo el autor va a demostrar su talento para describir de forma descarnada este tipo de acontecimiento. Otros clímax literarios son el retrato que hace de la gélida relación amorosa de sus padres, para lo cual además de talento hace falta valentía, y las páginas que cuentan el descubrimiento del mundo a través de sus ojos de niño.

    La voz narradora es la de Manuel, que hace memoria de su pasado junto a su amante, de nombre Nadia. Puede que el principal problema de la novela sea que relata un espacio temporal demasiado amplio y con demasiados personajes. La historia se centra en un pasado que parece que nunca llega a ser presente. En cambio el narrador es más presente que pasado. Es decir, lo que cuenta ya pasó, no lo está viviendo. Y de algún modo el que lo lee tampoco.

    Apenas comenzada la tercera parte, en la que toma protagonismo la relación con Nadia, el estilo narrativo da un vuelco muy favorable. Se impone el tiempo presente, de manera sostenida. Y gana en modernidad, algo que se echaba en falta en la prosa de la novela hasta ese momento. Igual que se echaba en falta el humor o la ironía. O al menos un humor e ironía modernos. Lástima que este cambio de registro no dure hasta el final. La narración no tarda en volver por sus fueros, a su cansino vaivén entre presente y pasado sin dirección ni sentido.

    A veces uno tiene la sensación de que en El jinete polaco no se piensa en el lector. En mayor medida al principio del libro, donde ni siquiera se cuida el ritmo de las frases, que se suceden sin prácticamente puntos, inundando de palabras los párrafos como el que se deja un grifo abierto.

    Y no estoy poniendo en duda la categoría de Muñoz Molina, quien ganó por esta novela el Premio Nacional de Narrativa, además del Premio Planeta. Su capacidad frente al papel es portentosa, se diría que nació para escribir. Simplemente sigo buscando respuestas a la pregunta del inicio. La novela no acaba de funcionar. Seguramente su extensión es tan excesiva como innecesaria. Y a los problemas ya apuntados habría que sumar la escasa o nula presencia de lirismo. La redacción es de corte netamente realista. No facilita ese espacio paralelo a la historia que a tantos lectores nos gusta crear y sobrevolar a partir, por ejemplo, de una metáfora.

    El jinete polaco pone fin a sus páginas con una bonita declaración de amor de Manuel a Nadia. Quizás un último intento para conquistarnos. Sin embargo, como el jinete de la pintura de Rembrandt de la que el libro toma su título, será mejor partir y abrir nuevos caminos.

Por Ricardo Guadalupe.
Puedes seguir leyendo a Ricardo Guadalupe en su blog, aquí.

lunes, 19 de noviembre de 2012

LA PRESA, de Kezamburo Oé.

He escogido un libro de Kenzaburo Oé que tal vez resulte breve comparado con el resto de su obra. Aperitivo a una prosa con la que tenía una deuda –o casi- pendiente desde que vi la noticia de su premio Nobel literario. En este caso, La presa es también un libro con premio, el Akutagawa, aunque mi elección como dije fue más prosaica.
El protagonista narrador de esta historia se nos presenta rebuscando  entre las cenizas de un crematorio huesos humanos, junto a su hermano pequeño. Una tarde crepuscular de un verano muy largo, donde esa misma bruma, casi onírica envuelve el ritmo de los personajes. Sombras, brumas, olores, el tiempo elástico en la pequeña aldea donde viven, esperando a que ocurra algo. Y llega del cielo, un regalo que rompe la monotonía, que vencerá “el veneno del cansancio” y la turbidez de la aldea y la ciudad, de la nación entera sumida en una larga guerra. Un avión enemigo que les acerca a una realidad en forma de presa, de prisionero aunque poco a poco se establecerán vínculos que desencadenarán en un final crepuscular, como una noche implacable.
Alabo de esta historia el ritmo sobre todo en esos momentos clave de la relación, y las descripciones narradas en boca del niño hombre, del que idolatra y teme, del despertar de los sentidos…: “Entonces, ante aquellos ojos inexpresivos, que las legañas y la sangre parecían obturar de barro, adquirí repentinamente conciencia de que se había convertido en algo venenoso y temible, en un animal salvaje incapaz de cualquier entendimiento, como cuando los hombres le habían capturado y traído.”

Kezamburo Oé nació en 1935 en una remota aldea de montaña en Shikoku, localidad que aparece con frecuencia en su obra, y creció en tiempos de guerra. En 1954 ingresó en la universidad de Tokio y en 1958 ganó el prestigioso Premio Akutagawa por su relato La presa. Su primera novela extensa, Memushiri kouchi (1958), ratificó su éxito. En 1963, el nacimiento de un hijo retrasado mental y una visita a Hiroshima causaron una nueva evolución en su escritura, que culminó con sus obras maestras Un asunto personal (1964) y El grito silencioso (1967). Destacan, además, en su vasta obra, Las aguas han inundado mi alma (1973), Juegos contemporáneos (1979) y la novela de ciencia ficción La torre del tratamiento (1990). En 1994 le fue concedido el Premio Nobel.

Por Ginés Vera.

viernes, 16 de noviembre de 2012

PIZCA DE SAL, de Alejandra Díaz-Ortiz.

Me apasiona el género del relato más que la novela, lo confieso. Y dentro de éste, disfruto mucho con los microrrelatos, microficciones, o cuentos brevísimos, que como sabréis aceptan varios nombres. Así, y después de haber leído recientemente Cuentos chinos (Trama Editorial, 2009) esperaba con hambre literaria el segundo libro de Alejandra Díaz-Ortiz en esta editorial: Pizca de sal. Dos guisos en uno, en realidad, ya que el libro -con prólogo de Luis Alberto de Cuenca- incluye: Aceite & Vinagre y Pizca de sal. Un maridaje perfecto de poemas y cuentos cortos, algunos brevísimos, en los que se aliña el amor, el desamor, la rutina y la fantasía. Ironía y humor en la proporción precisa, como esa pizca de sal en una delicatesen. El juego del lenguaje haciendo cosquillas en el paladar; un plato delicado y sin espinas, puro manjar blanco. Sinfonía de sabores literarios para aquellos que saben apreciar lo exquisito y lo harán con doble gusto brindando hasta la última página por Alejandra con un tequila fuerte, limón y sal. Salud y letras.

Por Ginés Vera.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Entrevista, FELISA MORENO.

Felisa Moreno (Alcaudete, Jaén) es Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales. Con su primera novela “La asesina de ojos bondadosos” obtuvo en 2007 el I premio del Certamen de Escritores Noveles de la Diputación de Jaén, publicándose en 2009. En 2010 publicó “Trece cuentos Inquietantes” con la Editorial Hipálage. Este año 2012 ha publicado el libro de relatos 'Cuentos caníbales' disponible en ebook en la plataforma Amazon y la editorial Edimater acaba de editar la novela 'El Club de las palabras prohibidas'.
Ganadora y finalista en numerosos certámenes literarios, como el I Certamen de Relatos Fundación Abbot o el Certamen de Narraciones Cortas Felipe Trigo, sus relatos forman parte de numerosas antologías tanto nacionales como internacionales. Además de impartir conferencias y talleres creativos, ha sido incluida como escritora al Circuito Literario Andaluz de la Junta de Andalucía.

¿De dónde te surgió la idea de escribir El Club de las Palabras Prohibidas y por qué como una novela juvenil?
Surgió por mi interés en presentarme a un concurso de novela corta en el que se pedía que fueran obras de animación a la lectura y orientadas al público más  joven. Ese fue el inicio, pues finalmente no terminé la novela a tiempo para presentarla al certamen.
La novela transcurre en el año 2100, ¿cómo te inspiraste para los detalles futuristas de los escenarios, personajes, etc.?
Fue algo que me costó bastante, el hecho de imaginar cómo puede ser el mundo dentro de cien años cuando los avances tecnológicos se suceden a un ritmo frenético. Por ejemplo, cuando yo escribí esta novela apenas se conocía el libro electrónico y ahora es de uso común. Investigué  las nuevas tecnologías, en los futuros avances que podrían producirse, por ejemplo, en los tejidos. Me interesó la nanotecnología, un tema en el que se lleva investigando desde hace tiempo y que puede tener múltiples aplicaciones.
Otros avances, simplemente los inventé, pensé cómo me gustaría a mí que fueran las cosas.
La novela quedó finalista del Certamen de Novela Juvenil de los Premios Literarios Jaén 2009 ¿qué ha supuesto para ti y para la novela este reconocimiento?
Escribir esta novela me llenó de dudas. Era mi primera obra juvenil, no sabía si realmente podría interesar a los jóvenes, si había conseguido mi objetivo. El quedar finalista en estos premios me proporcionó cierta seguridad. Para la novela, supongo que este hecho influiría en la editorial Edimáter a la hora de apostar por su publicación.
Creo que está llevando a cabo una recopilación muy curiosa entre los lectores que gira en torno a palabras que no deberían prohibirse, cuéntanos.
Sí, y animo a todo aquel que quiera participar a que visite el blog del libro: http:/elclubdelaspalabrasprohibidas.blogspot.com/ y deje un comentario con la palabra que nunca prohibiría. Creo que es interesante hacer esta reflexión, y que el análisis de las palabras elegidas nos puede dar una idea de los intereses, las preocupaciones y los anhelos de las personas. Las palabras más elegidas hasta ahora son libertad y amor, aunque también se encuentran palabras curiosas como dislexia o entrópico.
Además de la evocación a la obra Fahrenheit de Ray Bradbury –con una cita de cabecera– he visto referencias a Pedro Páramo, Rousseau, Un Mundo Feliz e incluso al mismísimo Quijote en el episodio de la quema de libros.
Cuando estaba escribiendo el Club, le comenté a una amiga el argumento. Ella me dijo que le recordaba a la novela de Bradbury, Fahrenheit 451. Por entonces yo no había leído esa novela. Esto hizo que me sumiera en una profunda crisis, no quería que mi obra fuera una imitación de la de este consagrado autor. Finalmente, con el apoyo de Ramón Alcáraz del taller literario El desván de la memoria, comprendí que los temas son muy parecidos, que lo importante es la forma en que cada escritor los desarrolla. En ese momento decidí convertir mi novela en un homenaje a estos autores, y de esta forma acercarlos al público juvenil. Espero haber estado a la altura.
Por otro lado, llamar a la prisión el Páramo, como bien has deducido, es un tributo al genial escritor Juan Rulfo y su obra más conocida. En mi novela hay un párrafo que dice “En el Páramo la vida no es vida”, como en la novela de Rulfo, donde todos están muertos. Quería establecer este símil.
Siendo una novela juvenil las ilustraciones tanto de portada como interiores supongo que serán muy importantes, pero me gustaría saber si al darles “imagen” a los personajes no estará perdiendo un poco la libertad para que cada cual se los imagine a su gusto.
Es mi primera obra con ilustraciones, para mí fue sorprendente la forma en que Mar del Valle, la ilustradora, había imaginado a los protagonistas. Personalmente yo prefiero crearme mi propia imagen mental cuando leo un libro, pero supongo que al público juvenil le atrae más un libro ilustrado. De todas formas, creo que Mar ha hecho un excelente trabajo y ha creado personajes muy atractivos y con mucha fuerza.
¿Qué parte de ti hay en Nova, la protagonista de El Club de las Palabras Prohibidas, y en la reflexión social de fondo sobre el ser humano y los autoritarismos?
A Nova he intentado insuflarle el espíritu de lucha, a no conformarse con lo establecido, a perseguir sus objetivos sin importarle las consecuencias. De niña yo tenía un alto concepto de la justicia, no podía soportar que se cometieran injusticias en mi presencia y creía que era posible luchar para lograr una sociedad más igualitaria. Lamentablemente, la historia nos demuestra que el hombre es su peor enemigo. Con esta novela quería que los jóvenes comprendieran que la democracia y la estabilidad que tenemos en estos momentos es algo frágil, que podemos perder en cualquier momento si no sabemos apreciarlo. Ellos han vivido siempre de forma cómoda y dan por hecho que esta situación permanecerá en el tiempo, sin embargo, la situación económica puede derivar en consecuencias muy graves para la sociedad que conocemos.
Me ha resultado curioso que en la escuela donde estudia Nova, su hermana y sus amigos si se les hable de simuladores sexuales, del adulterio, pero en cambio se prohíban palabras como “enamorarse”.
En esta sociedad se prima el individualismo, el egoísmo de cada individuo sobre los demás y que nadie se preocupe por sus congéneres. El amor es generosidad y desprendimiento, no cabe en los planes del gobierno, no le interesa que la gente desarrolle sentimientos humanitarios en ninguna faceta de su vida. El sexo, a fin de cuentas, puede ser sólo un desahogo, una necesidad corporal, un ejercicio; si no hay amor, no lo consideran peligroso.
 Una pregunta un poco para la reflexión, si me permites, veo actualmente a jóvenes sobre esa edad de 14 años más interesados en redes sociales, teléfonos multimedia, videojuegos de acción y en general poco apego a los libros, ¿cómo te planteas la literatura juvenil, el acercarse a estos jóvenes con un libro de papel, con esta “competencia” tecnológica?
Es la misma pregunta que me hago yo todos los días. Es difícil competir con tantos estímulos, tan atractivos y directos. Leer requiere un esfuerzo de concentración que no todos los chicos están dispuestos a realizar. Sin embargo, si consiguiera despertar su interés e iniciarlos en la lectura del libro, estoy segura de que disfrutarían con ella. Por eso, tengo que concentrar mis esfuerzos en motivarlos para dar ese primer paso. Y unirme al enemigo, redes sociales, por ejemplo, para llegar hasta ellos. Creo que la promoción de este libro debe realizarse en Internet, principalmente. En esta línea he elaborado un booktrailer que se puede ver en este enlace:

Muchas gracias y mucha suerte Felisa.

Podéis saber mucho más sobre Felisa Moreno en su blog El sueño de las palabras.

Por Ginés Vera.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Entrevista, DAVID MATEO.

A David le conocí en la misma librería donde nos hemos reunido ésta vez para esta entrevista y de paso, tomar unas cervezas. En aquella ocasión presentaba su novela “Noches de sal”, una novela que describe una Valencia gótica, llena de sombras y situaciones extremas, ha conseguido un gran reconocimiento de público y crítica.  Autor de novelas de género fantástico, es colaborador de la revista de cine “Scifiworld”, de distintos diarios valencianos aunque trabaja como dinamizador sociocultural y gestor de actos literarios para diversas entidades. Su última novela es Prohibido salir con el cliente (Atanor Ediciones, 2012).
El libro electrónico ¿es el presente o el futuro?
El futuro no tengo dudas. Las grandes editoriales no han perdido el monopolio. La literatura tradicional es puro romanticismo. Yo no soy nada “romántico” en la literatura, yo lo que quiero tener es la esencia del libro; quiero leer el mensaje que te transmite el libro. No soy tan reticente a leer en libro electrónico y va a ser el futuro. En cuanto nos quietemos de encima el apego que tenemos el libro en papel todo va a cambiar.
Antes tenían su prestigio los grandes acaparadores de libros, ir a casa de un amigo y ver todos los libros en las estanterías, pero ahora lo que importa es el mensaje del libro. España no es un país de lectura pero llega Navidad y fíjate la cantidad de libros que se compran para regalar. El libro también es un objeto, un obsequio de regalo.
Y ahí están las grandes editoriales, claro. ¿Qué opinas que haya novelas en Amazon por 0.89 €?
Creo que tiene que existir un precio real para el libro electrónico, yo soy contable y para eso soy muy frio. Sé que mucha gente piensa que la piratería es contraproducente para la literatura, yo pienso que está ahí y es ineludible. Si dejamos a un lado la inmoralidad de la piratería debemos de tener en cuenta que el precio de libro electrónico se devalúe. Mientras siga existiendo la piratería, esa alternativa, debemos ser realistas y el precio del libro electrónico no debe ser muy alto; el libro rustico debe tener su precio el de bolsillo el suyo, el de tapa dura el suyo…
¿No crees que las editoriales juegan un poco con eso del precio? Por ejemplo, he visto casos donde el mismo libro en papel y en electrónico es casi igual. ¿Es una estrategia para dirigir las ventas al papel?
Hablamos de monopolizar el papel; soltar el papel es soltar el monopolio que tienen las editoriales en sus manos, si lo llevan al electrónico, el abanico se ampliaría tanto que ¿hasta qué punto podría la editorial controlar la competencia de unos con los otros? Hay autores que venden muchísimo, ¿que pasará cuando saquen en electrónico y compitan con otros que no vendan tanto?  Otra posibilidad es la publicidad. Una editorial grande va a invertir más en publicidad que una pequeña, por tanto ese monopolio, la economía del libro, está muy focalizada. El autor debe asumir que no solamente su oficio va a ser el de escribir sino además el de vender.
Vender y venderse.
Vender y venderse. Vender su libro y venderse él.
Una de las preguntas que tenía en mente iba por ahí, respecto a los concursos literarios, ¿es mi impresión o ahora las editoriales promocionan sin dudas a caballo ganador?
Mi visión del mundo literario no es “romántica”, es comercial. Cuando pones un premio encima de la mesa arriesgas mucho, sobre todo en los grandes premios. Luego el marketing ayuda muchísimo sí, y lo que pone la editorial para promocionar al autor es muchísimo, pero cuando arriesgas muchos muchísimos euros vas a caballo ganador.
Pensaba que una de las funciones de los concursos promovidos por las editoriales era sacar de los manuscritos que les llegasen algo que esté bien, premiarlo o no, pero hacer una criba de todo lo que les llega con el “artificio” del concurso.
No voy a meter a todos los concursos en el mismo saco; desde ese lado más romántico una editorial tendría que publicar las mejores novelas y nos encontramos que en los escaparates de los centros comerciales está p. ej. el último libro de Risto Mejide.
Claro,  debería haber sacado un libro ya Belén Esteban (risas).
Estará ahí ahí…. (Más risas). Te contaré algo como curiosidad: un autor reputado, importante, hace años me dijo que en las ferias del libro antes los lectores hacían cola frente a los escritores y ahora la hacen frente a los mediáticos. Por ejemplo ahora si vas a la Feria de Madrid verás que Pérez Reverte tiene su cola, pero que alguien de la farándula la tiene también.
¿Hasta qué punto en las ferias del libro, las librerías se han dado cuenta que no pueden traer a grandes escritores pero si pueden traer a alguien de Benimodo, por ejemplo; que pudiendo ser el escritor de aquí pueden atraer a su vez a sus familiares, amigos, etc.?
Yo pienso que en la feria del libro, me pongo ahora el traje de lector/comprador, me encantaría ver a Stephen King o a George R.R. Martin, y a veces que no va a poder ser así. Porque cuesta muchísimo dinero. Entonces, existen alternativas; al que le gusta la literatura a lo mejor no tiene a Stephen King pero tienes a Paco Plaza, por ejemplo. Yo mismo organicé una mesa redonda de misterio  (en la Fira del Llibre de Valencia de este año) y tuvo mucho éxito. Es cierto, la Feria del Libro de Valencia no solo tiene que promocionar a gente de Madrid y tal, tiene que promocionar a gente de Valencia y la Comunidad. Creo que debe ser lógico, dar a conocer nuevos autores.
Los escritores de ciertos sectores o temas os debéis conocer todos, ¿la unión hace la fuerza?
No los conozco a todos, con unos coincides más, con otros menos; con unos  te llevas mejor y con otros no tanto. Escribir es solitario, eres tú y el ordenador, y tu introversión y tu manera de comunicarte con tu procesador de texto.
Al escritor me lo imaginaba así, solitario, como aquellos escritores americanos de los ´50 pero se me ha caído un mito porque ahora está facebook, twitter, ¿y la visión romántica de aquello?
Llega el fin de semana y uno tiene que salir a ver el sol, o acabar una novela, entregársela al editor y salir a respirar aire puro. Nosotros cada dos semanas tenemos una quedada, y vienen tanto escritores como lectores y hablamos de nuestras aficiones. Algunos hablan de novela histórica, otros de novela negra, o de cómic…
¿Y de poesía? Hay muchos poetas en Valencia.
Yo el género de la poesía es algo que nunca he tocado, cada género tiene sus seguidores y su grupito detrás.
Hablemos de ti, me sorprendió gratamente tu anterior novela “Noches de Sal”. Esa minuciosidad a la hora de los detalles, la descripción de términos médicos y anatómicos, ¿te documentaste en concreto para este libro? ¿Tuviste que sudar mucho para Noches de sal?
Sí, tuve que hacer una investigación de ir a lugares bibliográficos, conseguir planos o por ejemplo las actas de Los Nocturnos, pero resulta que entonces el Palacio de los Valeriola, estaba en obras y me encontré con el mismo problema que los personajes solo que yo no pude entrar. Tuve que ir a diferentes dependencias autonómicas y pude obtenerlos ya que el Palacio iba a ser un estamento público.
Una reseña de tu última novela “Prohibido salir con el cliente, Atanor Ediciones”, la que estás promocionando ahora, advierte que es una historia: de fantasmas, médiums y de tensión sexual no resuelta entre mujeres. ¿Qué tiene que ver?
Tiene una carga de erotismo muy importante, igual que en Noches de sal se hablaba mucho de la inocencia, sobre todo la de los protagonistas, yo en ésta quería romper un poco con eso, hacer algo desinhibido, donde diera igual carne que pescado, donde los personajes no tuvieran problema en acostarse con un hombre o una mujer. Tiene un componente erótico muy importante.
¿De dónde vino la idea?
Una noche a altas horas de la madrugada estaba en casa pasando canales de televisión y llegué a un documental que hablaban de varios personajes vinculados a la pornografía: una chica que quería convertirse en actriz porno, un semental, y una chica jovencita que entró a trabajar en un chat erótico. A ella al principio le daba mucho miedo todo ese ambiente pero luego se da cuenta de que establece relaciones muy interesantes con sus compañeras. Tanto los clientes que entraban en el chat como las chicas que lo atendían eran de una misma clase social. La empresa les advertía de que a pesar de que se pasasen horas y horas durante semanas con el mismo cliente, que nunca nunca nunca traspasase la barrera física. No podían llevarse la faena a casa… Pero lo que hacían en el documental y en mi libro era incumplir la norma y enamorarse de los clientes.
Pues ya no leo tu novela (risas).
Solo te he contado un 10 % (reímos a la par, obviamente).
Es broma, ¿qué te están contando los lectores que ya la han leído? Lleva un par de meses en el mercado.
La gente muy bien, entre los lectores estos meses y las reseñas, todo ha sido muy positivo.
¿Cuál es el canal que más utilizan para comunicarse contigo, el blog, el facebook, el twitter…?
Tengo mi blog un poco abandonado, las redes sociales han comido mucho terreno a los blogs. Me relaciono mucho con los lectores con facebook y con twitter.
¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de escribirla, viendo que la idea fue bastante plácida…, viendo la tele?
La empecé hace 3 años, tuve que dejarla por un encargo y volver a retomarla. El proceso de escritura se me ha hecho muy rápido pero lo más complicado fue ese año largo de escritura. Lo más complicado y a la vez lo más divertido, te divierte escribir cosas y aprender cosas.  Hay un capítulo que esta novela localizado de alguna manera en un bosque de Asturias, yo por mi trabajo de dinamizador cultural me ha tocado ir a colegios por ejemplo de Calamocha, Alcorisa y Teruel. Suelo ir con podcasts que escucho durante los viajes. Recuerdo que escuchaba un programa de Iker Jiménez sobre bosques tenebrosos y, viniendo por la noche hacia casa por esos bosques de Teruel, pensé: “como me quede aquí tirado con el coche en la cuneta no salgo para nada”. Al final lo que vives es un poco lo que plasmas en la novela.
¿Qué hace un contable escribiendo historias de terror?
Me canse de los números y dije se acabó. Voy a hacer algo más placentero.
De pequeño ¿ya escribías?
Yo recuerdo que de pequeño me iba al pueblo mientras otros se iban con la bicicleta al rio, yo me quedaba en casa. Me quedaba en mi cuarto con mis libretas y me ponía a escribir mis historias.
¿Qué le dirías a alguien que como yo, empieza en esto de escribir y además quiera dedicarse a ello?
El mundo de la literatura es costoso, complejo y no te da el pleno rendimiento para vivir de la literatura, a menos que seas un gran escritor de best seller; tienes que buscar muchas alternativas para eso. Yo tuve suerte, desde hace cinco años soy dinamizador cultural, tengo esa doble vertiente que es escribir, hacer de dinamizador y últimamente guionizar. Conozco a muy muy pocos escritores que vivan a pleno rendimiento de la literatura, hay periodistas y tal que con sus artículos complementan sus ingresos.
¿Algún libro de los que has escrito se ha quedado más tiempo de lo habitual contigo?
Toco madera…, no, no; la imaginación, la fantasía se queda en la novela, alguna noche he tenido alguna pesadilla. Gracias a dios, pues para esos temas soy muy aprehensivo. No me gustaría levantarme de la cama y que me pasara lo que le pasa a Aurora (una de las protagonistas de Noches de Sal) o a los personajes de las novelas.
El primer libro que te editaron, ¿cuál fue tu sensación?
Como con cualquier libro, fantástica. Me acuerdo la primera vez que me mandaron un email diciendo que me publicaban, dije: «ya me puedo dedicar a esto toda la vida», pero luego ves que no, cada libro es más difícil de escribir que el anterior, aunque tuve suerte porque para el primero tuve dos editoriales interesadas en él.  Te sientes superhalagado. Las editoriales pequeñas tienen que buscar el libro bueno, bonito y barato, al menos interesante que pueda llegar al lector. Obviamente lo escribí hace diez años y nadie me conocía. Cuando publiqué Nicho de reyes lo hice con pseudónimo ya que en aquel tiempo la mayoría de las editoriales publicaban a autores anglosajones. Creo que funcionó bien porque yo era un autor nacional, porque el libro tenía algo de alma y porque la gente quería leer autores españoles dentro de la narrativa fantástica.
Muchas gracias y mucha suerte David.
Podéis visitar su blog donde encontraréis más contenidos y sorpresas. Os lo recomiendo.      http://lasombradegrumm.blogspot.com.es/

Nota: Esta entrevista la publiqué en el blog El eterno escritor en dos partes, he querido que en esta ocasión pueda leerse completa.

viernes, 9 de noviembre de 2012

BIOGRAFÍA DEL HAMBRE, Amélie Nothomb.

En Biografía del hambre, Amélie Nothomb retoma su discurso autobiográfico al modo en que ya lo hiciera en su exitosa Estupor y tembloresMetafísica de los tubos ó Un sabotaje amoroso.
    He encontrado dos inicios en esta ‘biografía’: el del libro propiamente dicho donde Nothomb nos expone la particularidad de ciertas islas polinésicas con la abundancia, y el que da comienzo a la narración intimista de Notomb, su infancia hambrienta de todo. Guiños más que evidentes a su Metafísica de los Tubos, y por descontado el particularísimo uso del lenguaje, preciso y a veces creativo hasta en la semántica: ‘Quien puede lo más puede lo menos: si había matado a un chico, también podría matar palabras.’
    A través de fotogramas de infancia y adolescencia recorre la hiperestesia de Oriente y el esnobismo de la cultura norteamericana (neoyorkina para más señas). Más al fondo, como el regusto de un buen guiso, paladeo esa ‘necesidad de absolutos’, el reconocimiento de lo propio más allá de la opinión ajena. Hay embriaguez pero también el apetito, el anhelo que con fina ironía desvela una niña muy inteligente, soberbia incluso, tratando de llegar a la mesa de los mayores con su escala de valores basada en convencionalismos: ‘Doce años, era una edad ideal para morir. Había que marcharse antes de que comenzara el proceso de decrepitud.'
    Me quedo como escritor diletante con esta reflexión: ‘No comprender algo es un fermento fenomenal para la escritura. Mis novelas daban forma a una incomprensión creciente.’
Por Ginés Vera.

lunes, 5 de noviembre de 2012

EL LOBO ESTEPARIO, de Hermann Hesse

Hablar de ‘El lobo estepario’ es hablar de nosotros mismos. Tan actual en este momento como en el que fue escrito. Del hombre y sus contradicciones, del hombre y sus anhelos, del hombre y el desequilibrio. Del hombre y de una sociedad que avanza tan rápidamente que lo deja atrás.
    Retomando creo que sobre todo se basa en la descompensación del ser humano en solitario frente a los cambios.
    Cuando empiezas a leer la novela, te encuentras con la historia de Harry Haller, casi cincuentón, enfermo de gota, con dolores frecuentes, bebedor, lector voraz y reflexivo, estudia a los filósofos y lo llama su trabajo, poeta, amante de la música, de cierta música que cree que puede llevarle a un plano superior donde puede ver a Dios. Completamente aislado de sus iguales, de los que se ha ido alejando o ha mantenido alejados. Sumido en la confusión de un mundo desequilibrado, cambiante y feroz. Debatiéndose siempre entre su soledad buscada, que le permite una independencia y libertad total y el deseo de huir de esa soledad, de encontrar a alguien a quien entender y que le entienda. En cierta forma fascinado por el mundo del orden, de la limpieza, de la honradez que para él representa la burguesía y creo yo también la vuelta a una infancia inocente, maternal, uterina, donde todo, incluso él mismo es aceptable y seguro. Sabemos por una reunión bastante accidentada con un profesor, amigo o conocido, de su vida anterior que ha sido rechazado por sus pares al expresar su opinión sobre la guerra que se avecina, no hay que olvidar que este libro fue publicado en 1927, en una Europa entreguerras. En esta reunión de carácter social nos muestra la lucha interior entre el lobo que está convencido que lleva dentro y su parte humana. Trata de seguir unas normas de cortesía burguesa que le son extrañas para acabar siendo el lobo el que toma el mando, haciéndole huir de ese encuentro, después de hacer llorar a su anfitriona. Es el lobo el que le conduce a lo que quiere hacer: estar solo, no tener que fingir.
    Hesse se adentra en el estudio del individuo (probablemente su propio estudio), de la relación del hombre con todo lo que le rodea, del hombre animal y del hombre espiritual. Del desequilibrio entre lo que uno siente y lo que uno hace. De la falta de compensación entre la creatividad del hombre, de los avances del hombre en el plano técnico y social y la espiritual.
    Cierto, empiezas leyendo esta novela, que no es muy larga, un total de 246 páginas convencido de que lees la historia de otro y acabas encontrándote a ti mismo en alguno de sus pasajes. ¿Quién no ha sentido alguna vez que en su fondo hay una bestia salvaje que ha de ocultar a los ojos de los demás? ¿Quién no ha sentido, como dice Harry: “Una rabia de esta vida degradada, superficial, esterilizada y sujeta a normas, un deseo frenético de hacer polvo alaguna cosa, por ejemplo, unos grandes almacenes o una catedral o a mí mismo; de cometer temerarias idioteces, de arrancar la peluca a un par de ídolos generalmente respetados…”?
    Es llamado una novela de iniciación en la adolescencia. No es extraño. A pesar de la edad del protagonista que le aleja de estos, busca y no acaba de encontrar nunca su lugar en el mundo.  Vive siempre al margen. Al margen de la burguesía, o más bien, en las afueras de esta burguesía, merodeando como un lobo solitario al que le gustaría ser gregario con sus congéneres pero que a la vez desprecia. Vive en un mundo de culpas propias, incapaz de quererse y por eso mismo incapaz de querer a los demás. Vive destrozándose. La idea del suicidio le atrae, pero le frena el miedo a la muerte. Y la curiosidad. La curiosidad de que pasará después. Aislado del mundo, pero no por completo.
    Me fascinó la novela, como Bajo las ruedas, Damian, Narciso y Golmundo, y Siddhartha, cuando tuve la suerte de encontrar a Hermann Hesse en mi adolescencia. Me fascina ahora ‘El lobo estepario’ por la similitud con lo que estamos viviendo ahora. Un mundo en crisis que busca respuestas. Quizá un mundo tan falto de equilibrio, tan descompensado, tan lejano a la búsqueda de la espiritualidad, de los valores del ser humano como aquél o más.
    Hay que recordar que Hermann Hesse fue una de las figuras de referencia del movimiento hippie de los años sesenta y setenta, sobre todo con ‘El lobo estepario’ y Siddhartha. Y sus obras, prohibidas en la Alemania del 37, por su postura antinacionalista y antibelicista.

Por May.