jueves, 28 de marzo de 2013

Entrevista, MARÍA ÁNGELES CHAVARRÍA: "Los jóvenes son muy creativos y nos pueden enseñar muchas cosas."

La entrevista de esta semana es a María Ángeles Chavarría. Es cierto, hace unos días también apareció en Maleta de libros otra entrevista. En este caso, María Ángeles ha respondido a unas preguntas al hilo de su nueva novela juvenil que ha llamado mi atención, de la ‘insistencia’. Admito que también es por la proximidad de la Feria del Libro de Valencia donde estará firmando ejemplares de sus libros, junto a otros autores.
Como siempre, aguardamos vuestras sugerencias y comentarios.

La primera pregunta tiene que ver con el escenario de la novela, ¿estuviste en San Miguel de los Reyes para documentarte? ¿Qué destacarías de sus instalaciones para un lector que no lo conozca y quiera visitarlo?
Conocía San Miguel de los Reyes como ámbito cultural donde había intervenido con recitales poéticos y diversas actividades literarias. Otras veces acudía con más prisa a registrar alguno de mis libros inéditos. Siempre me llamó la atención la entrada y el claustro. Cuando inicié la novela asistí para documentarme largo y tendido. Todos los recovecos incitan a pensar en alguna historia oculta. El escenario no tiene desperdicio.
Además del edificio, de su biblioteca, me gustaría saber cómo surgió la idea de escribir esta novela, de que apareciese este año, y el que se dirija especialmente a un público juvenil.
Hace tiempo que me rondaba la idea de escribir una novela que transcurriese en una biblioteca. Observaba a los jóvenes leer y pensé que era algo que convenía divulgar, porque en las noticias se difunden otros aspectos de la juventud. Incluso cuando se habla de cultura, se prioriza la música o el cine. Los libros son los grandes olvidados. Casualmente, con este proyecto en la cabeza y con algunas notas archivadas, la editorial Brief me propuso escribir una novela con una temática literaria para incluir en la colección “Historias con miga”. A partir de ahí, me puse a trabajar en ella.
En ‘Aventuras literarias: Las extrañas notas del presidiario’ se redescubren valores personales y sociales como la amistad, la perseverancia o la tolerancia. ¿Crees que es necesario educar en estos tiempos donde la tecnología nos aísla a menudo en estos valores de tolerancia y sociedad?
Hace años, cuando presenté mi novela El anónimo, sobre el acoso psicológico en las empresas, me preguntaron si realmente existía el compañerismo, un valor que yo quería reivindicar en un ámbito tan competitivo. Por supuesto que existe, al igual que la amistad, la perseverancia y el respeto. Lo malo es que otros valores se superponen y se crea la confusión. La adolescencia es una etapa de grandes cambios, de búsquedas y encuentros con uno mismo y con los demás. También es momento de decisiones y de afianzar la personalidad. Los adultos (padres, profesores, orientadores…) hemos de estar ahí aunque parezca que les dejamos a su aire. Con respecto a la tecnología, no hay que ser drásticos. Los jóvenes son muy creativos y nos pueden enseñar muchas cosas. Solo hay que escucharles y mostrarles que las opciones son múltiples y que la tecnología no está reñida con la literatura.
¿Qué criterio seguiste a la hora de escoger los títulos y autores que aparecen como pistas en estas ‘Aventuras literarias: Las extrañas notas del presidiario’?
He combinado las “lecturas obligatorias” de siempre (los títulos no han cambiado demasiado desde que nosotros estudiábamos) con los libros que en algún momento me han emocionado o impresionado por algún motivo. Estos últimos forman la lista de los “recomendados”.
Pregunta con miga, como el lema de la colección de libros de la editorial, ¿eras buena estudiante a la edad de Daniela, la protagonista? ¿Te gustaba leer tanto como a ella?
Era una estudiante muy curiosa. Tenía mucha inquietud por aprender. Y sí sacaba buenas notas, si es a eso a lo que te refieres. Pero sobre todo me atraían los libros, igual que a Daniela. En eso nos parecemos. Leía todo lo que encontraba por la casa y me compraba todos los libros que podía.
He oído que en los hogares donde los padres leen, los hijos también sienten el hábito y el placer de la lectura, ¿aconsejas que los padres lean esta novela y la recomienden a sus hijos?
Toda lectura es enriquecedora. En esta hay multitud de opciones porque no solo se trata de la historia de Daniela y de la trama paralela referida a otra época, sino que unos libros llevan a otros. Tal vez esas sugerencias les despierten la curiosidad para acercarse a otras obras.
Aventuras literarias: Las extrañas notas del presidiario’, además de una historia de aventuras, con una intriga que no vamos a desvelar habla de libros. Hay libros divertidos y otros un poco arduos, ¿cómo animarías a los jóvenes a acercarse a El Quijote o a Pedro Páramo, por ejemplo?
Creo que es más conveniente trabajar algún capítulo de El Quijote que proponer adaptaciones. Todos conocemos la historia. Lo interesante es la forma de contarla. Con respecto a Pedro Páramo convendría profundizar en la magia que encierra cada párrafo y trabajar, a través de él, la escritura creativa. Al final del libro se proponen diferentes actividades referidas a los libros que se abordan en la novela.
Antes comenté que ‘Aventuras literarias: Las extrañas notas del presidiario’ era una novela dirigida a un público juvenil, o si se la aconsejabas a los padres pero,  ¿qué vamos a encontrar en esta novela que nos anime a leerla a todos, grandes y pequeños, enamorados de los libros y la lectura?
Ante todo vamos a encontrar algún aspecto dormido de nosotros mismos. Todos hemos tenido diecisiete años y Daniela refleja las inquietudes y preocupaciones de esa edad. Por otro lado, la trama paralela está más relacionada con el mundo de los adultos. Es apta para todos los públicos. Y para quienes nos apasiona leer, rodearse de libros, hablar de ellos, sumergirse en ellos para hallar pistas, razones y respuestas siempre resulta fascinante.
Para los que adquiramos el libro y queramos una dedicatoria, ¿nos dices si habrá una firma de libros los próximos meses o si estarás en la Feria del Libro de Valencia?
Si no hay cambios al respecto, firmaré ejemplares los domingos 28 de abril y 5 de mayo en Viveros. Creo que será de 12 a 14 h, pero ya te confirmaré la hora exacta y las casetas. Mil gracias por el interés.

Muchas gracias y mucha suerte, María Ángeles.
Por Ginés Vera.

martes, 26 de marzo de 2013

LA PUERTA ENTREABIERTA, de Fernanda Kubbs.

He terminado de leer La puerta entreabierta de Fernanda Kubbs y no he resistido la tentación de compartir mis impresiones con vosotros. Ha sido todo un reto ‘intelectual’; no me refiero a leerlo (aunque también, y eso que ronda las 200 páginas), sino a saber condensar y transmitir desde mi óptica lo que he visto.
La editorial indica en la solapa interior: “Novela de misterio, pero también de magia veteada de soterrado humor, (…)”.
En mi humilde (más que nunca) opinión, creo que se trata de una novela reflexiva, de las que uno debe leer con detenimiento, atento a los nombres, a ciertos guiños de la autora que sí van desvelando el misterio, la búsqueda de Isa, la protagonista. Fernanda Kubbs, nos hace partícipe a través de Isa, una periodista contemporánea, de esta historia enhebrada con otras historias; una historia-aventura de realidades y percepciones, de esos viajes ‘en los que es más fácil ir que regresar’.  Incluso me atrevo a lanzar conceptos como: descubrir las fronteras de la realidad y los sueños, la importancia del azar, o del significado de las palabras...
Me ha parecido una novela diferente, divertida, con su punto de fantasía, y que –metafóricamente–, deja la puerta entreabierta a una continuación. De hecho, el texto de la solapa continúa:

“…La puerta entreabierta  -con la que, bajo el seudónimo de Fernanda Kubbs, Cristina Fernández Cubas inicia una serie de novelas con la misma protagonista- tiene mucho de peripecia de aventuras y reto intelectual.”
Un reto para mí también el saber si he podido transmitiros mis impresiones. Me salva que espero poder preguntar a Fernanda/Cristina, en breve, sobre La puerta entreabierta.
Subiría la entrevista, aguardando vuestras opiniones y comentarios.
Dejo aquí una frase del libro que me ha gustado: “…los sueños, como muchos sabrán, son en sí mismos puerta y frontera…”
Por Ginés Vera.

viernes, 15 de marzo de 2013

Entrevista, MARÍA ÁNGELES CHAVARRÍA

Podría contar muchas cosas (todas buenas) sobre María Ángeles Chavarría, a quien conozco personalmente desde hace años. Acabo de leer su última novela publicada, una novela juvenil titulada Las extrañas notas del presidiario en Brief editorial. Lo habitual es que subiera directamente la reseña, pero me vais a permitir que os deje hoy esta entrevista que le realicé con motivo de la publicación de su novela Les Xanes. Una entrevista que, me comenta María Ángeles, es una de las que guarda mejor recuerdo, y debo creer que es así, pues de cuantas le han hecho, la ha escogido para subirla a su blog personal Mirar con palabras (os dejo el enlace al final).

Sin más preámbulos, aquí os la dejo a la espera de entrevistarla de nuevo, al hilo de esa novela juvenil, Las extrañas notas del presidiario.

He visto que has publicado un buen número de obras tanto de narrativa (relato y novela) como de poesía,  e incluso de divulgación dentro del campo de las habilidades directivas, ¿cómo te definirías dentro del hacer literario?
Me siento poeta por encima de todo, Pero también me siento cómoda en los otros géneros. He comentado a veces que escribo poesía para tratar de entenderme y narrativa para intentar comprender a los demás. Los libros de habilidades, más comunicativas y emocionales que directivas, están basados en estudios y en la experiencia de cursos impartidos, y pretenden abrir vías de reflexión a las personas interesadas en estos temas.
 Siento la curiosidad cuando hablo con escritores que han recibido algún premio literario por saber qué opinión tienen de éstos en general, no tanto de los que han obtenido. ¿En qué ayudan al escritor y en qué pueden perjudicarle?
Los premios te acercan al mundo editorial, algo injusto porque hay obras y escritores excelentes que jamás han sido premiados. Mi primera novela premiada la presentó mi primer editor sin yo saberlo. Se la envié para que me diese su opinión y la mandó al concurso. Fue una sorpresa ganar el premio y, aunque fue modesto, facilitó la edición de la obra. Eso me animó a presentarme a algún otro. Creo que un premio no hace mejor ni peor una obra. La obra es la misma. Eso sí, crea curiosidad en los lectores por ver qué se esconde en el interior de ella. Por otro lado, obsesionarse con los premios es mezquino y vanidoso. Una vez el escritor tiene una credibilidad, los premios no son tan importantes. Incluso los premios de más bombo se olvidan, pero las obras siempre permanecen.
 Creo que también has sido jurado de certámenes literarios, ¿qué tal fue la experiencia? ¿Hay algún mito que se deba humanizar?
Lo bueno de ser jurado es el intercambio de pareceres, poder hablar de libros y de literatura con personas que comparten inquietudes similares. Por otro lado, no creo que haya que mitificar a nadie. Cada uno en su trabajo tiene su lugar y tiene que buscar sus propios retos, sin compararse con los demás.
 Háblanos de tu experiencia como directora de talleres literarios. ¿Recomiendas que si se tiene vocación por el oficio de escribir nos acerquemos a uno de estos talleres?
Soy de las que piensan que de todo se aprende, de cualquier circunstancia y de cualquier persona. Los talleres muestran líneas de trabajo para quienes no tienen un hábito formado o no saben cómo empezar; pero también sirven como reflexión y mejora de quienes ya llevan años en el oficio. Hay quien prefiere ser autodidacta y hay quien busca orientación. Tan respetable es una postura como la otra.
 Me es difícil elegir una de tus obras para que nos comentes, ¿cómo fueron tus comienzos en la escritura? ¿A qué obra le tienes un cariño especial?
El poema más antiguo que conservo data de cuando tenía 8 años, pero comencé a escribirlos antes. Luego seguí con relatos. Tengo la sensación de que escribía incluso sin papel porque me inventaba cuentos constantemente. Hasta que un día decidí escribir alguno por si los olvidaba. Era como vivir muchas vidas en una. En cuanto a una obra, me costaría elegir porque todas son diferentes, pero no podré olvidar nunca la sensación de ver mi primer libro publicado: La mirada de alguien sin importancia. Fue muy emocionante, como también lo fue su presentación en la antigua librería Crisol.
 Un escritor me comentó hace poco que la evolución natural como escritor es pasar de los relatos a la novela. De ser así, ¿cómo podemos dar ese salto? ¿Qué se necesita para afrontar una novela?
No tiene por qué ser así. Hay escritores que han seguido el camino inverso. Isabel Allende, por ejemplo, comenta que se siente incapaz de escribir poesía. En mi caso, para afrontar una novela, primero ha de haber un flash (un personaje, una situación, un tema…) que me guíe a ella; es decir, algo que me emocione y por lo que me apetezca adentrarme en ese territorio. Luego me documento sobre el tema, sitúo el entorno, trabajo los personajes por medio de fichas… Es un trabajo largo que da para un taller literario completo. Y, cuando ya está toda la base elaborada, cuando realmente te adentras en la escritura con un buen material, hay un momento en el que los mismos personajes te llevan de la mano y las situaciones surgen solas. Entonces te sientes atrapado por el misterio y solo quieres estar en él. La parte final es la corrección, el reposo del libro y volver a corregir las veces que sea necesario.
 Tu último libro, que estuviste firmando por cierto en La Feria del Libro de Valencia se titula “Les Xanes” Ed. Akrón. Háblanos un poco sobre él.
La idea de esta novela surgió en unas vacaciones a Asturias hace nueve años. Allí conocí a una persona que se convirtió en un personaje secundario de la novela y tiene una gran importancia en la evolución de los tres personajes principales y, a la vez, narradores. Cada uno de los protagonistas-narradores busca algo. Aniela, la mujer que deja todo para transformar en rural una casa heredada, anhela una sensación de autoestima que no tiene al comienzo de la obra. Aldo, un jefe de ventas prepotente, persigue el éxito a toda costa, aunque tenga que pisotear a los demás. Lino, el inquilino más misterioso,  busca hacerse invisible. Lo que encuentran al final, ninguno de los tres lo esperaba. Además, hay otros personajes que pululan por la casa y otros que habitan la aldea donde está ubicada “Les Xanes”. Entre ellos surgen encuentros y desencuentros. En la novela he pretendido explorar el tema de la reconciliación con la soledad, el de la persecución de los sueños más íntimos y el modo en que las relaciones con los demás pueden transformarnos. Porque, igual que la protagonista, todos buscamos al menos un motivo para levantarnos cada mañana con ilusión, para abordar el día con entusiasmo y sentir que cada minuto tiene sentido. Esa sería, básicamente, la esencia de “Les Xanes”.
 Pregunta constante en mis entrevistas a los escritores, ¿qué opinión te merece el libro electrónico? ¿Te animarías a publicar en este formato a corto o medio plazo?
A mí me gusta leer en papel (incluso escribir en papel cuando se trata de poesía y relatos), pero soy muy respetuosa con el modo en el que leen los demás (sobre todo ahora los más jóvenes) y sí me he animado a publicar un libro en e-book, Porque nadie es perfecto (cuya autoría comparto con Ángel Escudero Villanueva), porque pienso que ambos formatos pueden convivir sin problema.
 Espero no abusar si te pido algún consejo sobre Inteligencia Emocional y su aplicación práctica en este oficio nuestro de escribir.
En el caso de los escritores, creo que la empatía es la cualidad que más ponemos en práctica cuando visualizamos los personajes y nos metemos en su piel. Pero la Inteligencia Emocional abarca tantos campos (autoestima, motivación, resilencia, optimismo) que en todos ellos encontraríamos un lugar donde identificarnos o mejorar.
 Para los escritores noveles entre los que me incluyo, ¿nos podrías dar algún consejo para afrontar el duro oficio de escritor? 
La humildad y la constancia. Humildad para aprender, corregir continuamente y no creer que lo sabes todo. Constancia en el trabajo diario.
 Recomiéndanos un libro y un lugar que hayas visitado y tenga encanto literario.
Un libro que siempre recomiendo es Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Cada párrafo es impecable. Nos introduce en un universo mágico del que es difícil escapar. Una obra maestra en pocas páginas. Imprescindible. En España, me quedo con Granada. Fuera de ella, con Lausanne (Suiza). En ambos casos, por su misterio y por la mezcla de culturas. Y, por muy tópico que resulte, París siempre tendrá su encanto; casi tanto como mi pueblo, Jérica.

El blog de M. Ángeles Chavarría. http://mirarconpalabras.wordpress.com/algo-sobre-mi/

viernes, 8 de marzo de 2013

Entrevista, IGNACIO DEL VALLE: "Lo único que te llevas es la experiencia y la memoria."

Un lunes lluvioso, el mismo hotel del centro de la ciudad que otras ocasiones, en este caso para conocer y charlar con Ignacio del Valle. Novelista asturiano con el que bromeo sobre la lluvia para romper el hielo. En un principio me parece serio, aunque pronto entramos en complicidad al confesarle que tras leer su libro de relatos Caminando sobre las aguas no encontré un hilo común, acaso como curiosidad territorios comunes de dos a dos: los dos primeros relatos con el tema militar, los dos últimos con el espacio, y otros dos en los que gravita el tema del suicidio.
Estuvimos buscando un equilibrio a la hora de ordenar los cuentos, pero no era ese. Está bien porque leer es eso, se trata de interpretación…, es una lectura personal tuya, está bien porque no me había fijado en ello.
Y ¿en qué criterio pensasteis?
Estos relatos están escritos a lo largo de diez años, como estos tengo 60 más; yo quería hacer un libro y agruparlos con algún nexo. Lo que encontrarás, con independencia de la historia y la época histórica, es que en todos hay temas reconocibles en mis novelas: reflexión política, amor, identidad, miedo,… me gusta mucho la imagen. Son momentos de transición siempre; ‘El extravío’ es un señor a punto de suicidarse, a punto de pasar a otro estado. Son territorios, intervalos, cambios adaptativos.
Sobre lo que comentabas de la transición, me ha parecido encontrar en muchos de estos personajes, héroes.
El héroe está presente, sí; esta pregunta me la están haciendo mucho últimamente, debe ser por lo de san Jorge y el dragón.
Los dragones aparecen en un relato tuyo y también es el título de una de tus novelas.
Si, es una figura que me gusta mucho. Si buscas el tema del héroe en mis novelas te das cuenta, al principio es una figura muy clásica y al final acabo deconstruyendo la personalidad del héroe. Un héroe no es nada confortable para una sociedad. El problema del héroe es que siempre sales perdiendo si te comparas con él. De ahí la deconstrucción; aquí sale el héroe en el cuento de los vaqueros (Muertes legendarios).
Es uno de los relatos que más me ha gustado.
Es un problema porque él está acostumbrado a que nada cambie. Es un problema que tenemos también ahora nosotros, una sociedad acostumbrada a que nada cambie y te das cuenta que el mundo cambia. Una buena comparación es el vaquero de este relato y la clase política que tenemos a hora.
Renovarse o  morir…
Es la base de nuestro éxito como raza… Hay que tener suficiente elasticidad para ver los cambios, si no todos al menos la mayoría y poder adaptarse.
Estos personajes, ¿están adaptados para esos cambios?
Unos si otros no. El vaquero desde luego no. Pero es una lección que tenemos que aprender. El de ‘Marco Antonio de noche, Tarzán de día’ sí.  A él le llama la atención el mundo mediocre, la hipoteca, los hijos, él tiene una obsesión, él se enamora de la normalidad, de la cotidianidad, al final consigue a través de un plan adaptarse a la realidad.
Hay una esperanza en mis cuentos, se busca un poco de luz en la contradicción.
Hay mucho amor en los relatos, también me interesa mucho este tema. Si me dijeran qué cuento tiene usted que elegir de estos seria ‘Corazón’. Sobre el  amor tienes: ‘Relatividad’ por ejemplo, o ‘Recuerdo de las ballenas’ aunque es un amor extremo.
Hay algunas frases que me gustaría comentar contigo, por ejemplo: ‘tiraremos mucho antes la toalla en la lucha diaria si la mirada de los demás no nos desease tan muertos’.
Eso es una verdad, una de las grandes que yo tengo en perspectiva. Los enemigos son los que te hacen crecer; los amigos te apoyan y te dan cariño, pero no te hacen crecer. Al enemigo obsérvalo, estúdialo, porque te va a hacer mejor. Hay que elegir los enemigos.
Pensaba que se elegían los amigos, ¿también se elige a los enemigos?
También se eligen los enemigos, hay que elegirlos bien, compararse con el enemigo. Los amigos se pueden hacer, pero hay amigos tontos y eso es un peligro.
‘Aunque las historia la escriben los vencedores la narran los vencidos’.
Si, es un hecho que hay una revisión de la historia continua. Me preguntaron una vez sobre una novela que escribí acerca de la División Azul y qué me parecía que otro autor hubiera escrito sobre ello recientemente. Mi respuesta fue que me pareció muy higiénico. Al final, se habla mucho de memoria histórica y en realidad, todo es memoria histórica.
‘Mala cosa es que uno sobreviva a su época’.
Hay que saber retirarse a tiempo. Puedes sobrevivir siempre siendo consciente, por ejemplo, de que no puedes ir a una discoteca con 80 años para ligar con las de 20.
Algunos lo pretenden.
Mala cosas es eso. (sonreímos a la par)
¿Cual es una de esas ocasiones en las que la vida y las palabras se rozan entre sí?
Momentos; por ejemplo, cuando eres consciente muchas veces de que lo que estás viviendo en ese momento es un pico, que va a pasar cada equis tiempo, que marcará un antes y un después; son momentos epifanicos por buenos o por malos.
‘La evolución se basa en la imperfección’.
A los escritores nos pasa… Y es muy peligroso, lo digo desde la experiencia; por eso dejé de escribir durante un tiempo, porque necesitaba tiempo para replantearme qué novelas iba a escribir. Al escritor le es muy fácil entrar en un bucle y tener tics, como te salen rápido y bien, estás escribiendo siempre lo mismo, te conviertes en un bucle.
Esa es una buena reflexión, ¿cómo sabe uno si use ha escrito cinco novelas, pongamos por caso, y no cinco veces la misma con variaciones?
Tú lo sabes, no te puedes engañar a ti mismo. O sí, sí que puedes engañarte. Sabes cuándo lo das todo y cuando no. Aunque a veces también depende del reconocimiento público; de si lo que quieres es ser escritor o escribir, que son cosas distintas; de lo honesto que tú seas; de adónde quieres llegar…
‘La palabra nos estorba, la palabra está siempre en medio de dos silencios.’
Yo cada vez valoro más los silencios y los gestos. Antes mi visión era más épica, como la Ilíada, la visión de la Ilíada del mundo, pero ahora he entrado en una etapa en la que valoro mas el cariño, la intimidad, los silencios, las miradas… creo que va por ahí mi literatura, o debería ir, sin dejar la épica.
‘Todos los finales se parecen extrañamente a los principios’.
Lo que importa es el  final; no sabemos de dónde venimos, pero sí sabemos dónde vamos a acabar todos. Tú lo único que te llevas al final es: la experiencia y la memoria.  Hay que aprovechar el tiempo, vivir cuanto más mejor, eso también es mejor para escribir bien. Hay que beber el mejor vino, tomar el mejor café, leer los mejores libros… Porque la vida es muy corta y no tenemos nada.
¿Por qué un libro de relatos ahora?
Era el momento. Uno no dice: voy a escribir un libro de relatos; tiene que ser que te lo pisa el cuerpo, que tengas historias en la cabeza. Si tú también escribes lo sabes: es un estado de ánimo, un escritor sabe cuando pasa y cuando no.
Alguna anécdota final sobre este Caminando sobre las aguas, tal vez durante su ‘cocinado’.
Me gusta este libro, la medida de él está en el relato ‘Corazón’.
Por Ginés Vera.