lunes, 26 de junio de 2023

Canciones de amor para tímidos y cínicos. Robert Shearman

Hacía tiempo que no caía en mis manos un libro de relatos como Canciones de amor para tímidos y cínicos (La máquina que hace Ping), de Robert Shearman. He de admitir, eso sí, que no ha mucho había disfrutado de otro libro de ficciones breves de esta editorial. Os dejo el enlace a ese libro al pie. 

  Sin duda, las diecisiete historias de este libro tienen un hilo vertebrador en el amor. Pero es el tratamiento del tema, de cada conflicto y el punto de efervescente imaginación lo que los hacen superlativos.  

  Shearman golpea al hígado -aunque como digo sería más literario decir que al corazón-, ya con Amor entre lobelias. El relato inicial bebe de lo cómico y lo dramático, una suerte de comedia negra para paladares selectos. En Palabras de amor, sin ir más lejos, nos asalta una fábula con ese toque especiado y divertido que veremos en otros relatos de esta antología. Y como hay muchas formas de amar y de amores, al llegar a En la línea quizá nos emocione esa especial relación padre e hijo del protagonista. 

  En Estar feliz, Shearman logra un virtuoso ejercicio de lucidez romántica entre los personajes, tan actual como irónica, si se me permite. Uno de mis preferidos, sin duda, ha sido El bigote de George Clooney. Porque si la magia de una narración breve se basa, por ejemplo, en no romper las expectativas generadas al principio, no lo es menos en los finales. Me sentí varias veces sorprendido tan gratamente que al llegar al final supe que era ese el gran final que merecía esta historia. 

  Y para finales, La última canción de amor. El relato suena, se oye, se va tejiendo ante nosotros casi como un cuento infantil. Solo que los personajes evolucionan y el amor tiene razones que la razón desconoce, apuntó un tímido. Que no haya mencionado al menos una línea del resto no significa que no merezcan esta. Muy al contrario, estoy convencido de que todos serán del gusto de quienes saben apreciar el género porque hay en todos ellos, amor, ironía, fantasía, iluminación, emoción y reflexión como sutiles ingredientes en su justa y deliciosa armonía. Sirva todo ello, con modestia, para invitaros a leerlos. 

  Quien sabe si seréis capaces de descubrir la canción escondida tal y como alude el índice. Seguro que sí. 


  Canciones de amor para tímidos y cínicos. Robert Shearman.  La máquina que hace Ping.

  Robert Shearman (Horsham - Sussex, 1970) ha escrito seis antologías de relatos cortos. Ha ganado los premios World fantasy award, Shirley Jackson award, Edge Hill Readers Prize y tres British fantasy awards. Comenzó su carrera en el teatro. Fue dramaturgo residente en el teatro Northcott de Exeter y escritor habitual de Alan Ayckbourn en el teatro Stephen Joseph, de Scarborough; sus obras han ganado el Sunday Times Playwriting Award, el World Drama Trust Award, y el Guinness Award for Ingenuity en asociación con el Royal National Theatre. Escritor habitual de la BBC Radio, su serie interactiva The Chain Gang ha ganado dos premios Sony. Pero es, probablemente, más conocido por su trabajo en Doctor Who

  Os recomiendo de esta editorial: Pequeños dioses y otros cuentos blancos. Tim Pratt 

jueves, 22 de junio de 2023

La soledad de Hans Teodore Mankel. Entrevista a José Luis Muñoz

Me encanta leer las novelas de José Luis Muñoz (Salamanca, 1951), aunque él ya sabe que soy más afín a sus relatos. Lector agradecido, al saber que siempre saca un hueco en su apretada agenda para concederme una entrevista. Y llevamos ya algunas, podéis consultarlas en Maleta de libros. En este caso, me la concedió por La soledad de Hans Teodore Mankel (Bohodón). Os dejo aquí las respuestas mandándole un saludo desde Valencia. 


 P.: Como el mundo editorial está muy presente en esta novela, no podían faltar alusiones a los sinsabores del oficio de escritor. Ineludiblemente, en un momento de la lectura, recordé el caso de John Kennedy Toole. Han habido más casos, pero te invito a que nos cuentes tu experiencia personal o alrededores.

  R.: Ha habido, a lo largo del los siglos, infinidad de obras maestras que fueron despreciadas por editoriales y cabe preguntarse la cantidad de ellas que jamás vieron la luz. Los criterios para publicar dependen mucho de las líneas editoriales, y últimamente de los resultados comerciales. No suele primar el criterio literario en las grandes editoriales, sino el meramente crematístico. Hecho en falta una educación lectora, porque encima, buena parte de la minoría que lee, lee mal, libros sin valor literario. 

  Por otra parte, los poderes públicos, los políticos, no apuestan por la literatura en España. Del mismo modo que buena parte del telediario se dedica al fútbol, casi en exclusiva, que no creo que necesite más promoción, podían dedicarse cinco minutos, por ejemplo, a las novedades literarias del día y quizá se conseguiría un mayor interés por la literatura. Hay muy pocos programas culturales en los canales públicos, y no digamos en los privados. Ignoro si se estudia literatura en los institutos, si se realiza análisis de texto, estilo, personajes, etc., como se hacía en mis tiempos. Cambiar, con cada nuevo gobierno, los planes de educación es un verdadero desastre. 

  P.: Hay una conversación, en un pasaje de la novela, en la que un editor comenta que el país que más lee en el mundo es Rusia. He cometido alta traición al asomarme a Internet. Creo que ese honor lo ostenta Canadá, seguido de Francia. Un promedio de 17 libros al año no está mal. Pero luego leí una no menos curiosa noticia, casi en titulares, acerca de que en nuestro país hay quien lee 80 o incluso más libros al año. En el contexto de fondo de esta novela, ¿cómo ves la convivencia del libro y la lectura en lo que va de siglo?

  R.: Pues tampoco creo mucho en esa estadística, porque en Islandia se lee muchísimo. De Canadá me lo creo. Los países con inviernos muy duros son proclives a la lectura.  Tampoco hay que hacer mucho caso, porque la gente alardea de haber leído muchos libros y le preguntas por el último y se quedan en blanco. Aquí hay lectores que leen mucho, claro, pero son pocos. Y lectores, muchos, que leen el mismo libro, los superventas. Al libro le han salido muchísimos competidores, empezando por el cine, siguiendo por la televisión, los móviles, las plataformas con las series, que muchas son buenísimas. Leer un libro, además de un esfuerzo intelectual por comprende lo que lo que se está leyendo, implica, si no es electrónico, un esfuerzo físico. Imagina la fuerza que hay que tener para leer La montaña mágica en la cama. 

  Se publica mucho, pero se lee poco, lo que parece una incongruencia. Además, hay un monopolio editorial a cargo del grupo Planeta y Random House Mondadori que, a su vez, han absorbido cientos de editoriales, con lo que no hay espacio para las editoriales pequeñas. Se echa en falta el librero prescriptor, ese que conoce a su cliente, sabe lo que le conviene, le aconseja. No creo que el libro, como objeto, desaparezca, es un invento demasiado perfecto, lleva siglos de vida, se puede prestar, aunque no te lo devuelvan, legar a tu familia, llevártelo a la cama, al campo, tiene una versatilidad de usos.  

 

   P.: El tema metaliterario creo que ya dije que está muy presente. Pero quería preguntarte en concreto por los cameos más o menos significativos a alguna obra tuya anterior. Quizá a El viaje infinito y, de algún modo, si me apuras, a La bahía humeante. ¿Te atreves a comentarnos algo?

  R.: Para mí la literatura es un viaje y una tabla de salvación. Yo estoy vivo gracias a la literatura a lo que escribo y a lo que leo. No concibo mi vida sin ella. Al tener una cierta experiencia, por edad, en ese mundo literario, sé su funcionamiento. Podría escribir, con los datos de los que dispongo, una historia muy negra sobre la corrupción literaria en nuestro país que está tan normalizada como la política y no pasa factura. Me apetecía mucho escribir esta novela porque se aparta de todo lo que he escrito y habla de literatura. Quizá con la que tiene una cierta relación es con La bahía humeante, porque en ambas se dan imposturas. No me privo de decir que uno de los autores que me parecen más interesantes de este país es Enrique Vila-Matas al que admiro tanto como a Paul Auster, otro de mis iconos. Vila-Matas habla en sus libros, una y otra vez, de literatura, de escritores. En cierta forma, La soledad de Hans Teodore Mankel es vilamatiano. 

  P.: Dejo la última pregunta, no por incómoda, espero, para el final. Se ha abierto de nuevo el debate sobre si hay literatura femenina y masculina. En un pasaje del libro, hay una curiosa petición del protagonista. Así como hay autores de piel frágil, hay persones (con e) de pupilas igual de sensibles y lenguaraces. Dinos qué papel crees que tiene el amor y lo femenino en esta novela. Puedes ser crítico conmigo, si gustas. 

  R.: A mí lo de literatura femenina, pintura femenina, cine femenino, me parece una solemne estupidez. Y lo mismo te digo de esos premios que solo son para mujeres. Creyendo protegerlas, se las está discriminando, creando premios para ellas, pobrecitas, que no pueden tener el nivel de los escritores masculinos. Para mí existen escritores, pintores y cineastas, sean del sexo que sean, y me gustan y los aprecio sin tener en cuenta sus atributos sexuales. Luego se podrá hablar de que las mujeres están dotadas de una especial sensibilidad, a la hora de narrar, que está ausente en los hombres, que son más profundas, más sutiles. Sí, con matices. Hay escritoras especialmente duras como Elfride Jelinek o Hertha Müller, por ejemplo, que me parecen extraordinarias. El arte está por encima de los sexos, los tiempos, las ideologías. A mí me puede gustar mucho James Ellroy, por ejemplo, o Clint Eastwood, aunque se sitúen en la extrema derecha, o Vargas Llosa, por lo mismo. 

  A la segunda parte de la pregunta. El amor y la pasión son parte fundamental de la novela en esa segunda novela de la matrioska que es La soledad de Hans Teodore Mankel, la historia de amor apasionado entre un profesor y su alumna unidos por su devoción por Thomas Mann. La pasión amorosa, tal como la describo, efervescente, grandiosa, enfermiza a veces, es uno de los motivos por los que merece la pena vivir. El otro, es la literatura. 


  La soledad de Hans Teodore Mankel. José Luis Muñoz. Bohodón ediciones.


  José Luis Muñoz es novelista, articulista, crítico literario y cinematográfico y activista cultural que ha publicado en Bohodón Ediciones las novelas "La manzana helada", "La Diosa de Hielo", "El viaje infinito" y el libro de relatos "Malditos amores". Ha obtenido, entre otros, los premios Tigre Juan, Azorín, Camilo José Cela, Café Gijón, La Sonrisa Vertical, Ignacio Aldecoa y Carmen Martín Gaite. Sus últimos libros son "El centro del mundo", sobre la conquista de México por Hernán Cortés; "Brother", una trilogía sobre la América profunda; "La bahía humeante", un thriller que transcurre en Islandia y "La colina del Telégrafo", una novela policial ambientada en San Francisco. Es el director de las colecciones La Orilla Negra y Sed de Mal, comisario, junto a Lluna Vicens y Tess Lorente, del festival Black Mountain Bossòst, que se celebra todos los años en el Valle de Arán, y preside la asociación cultural Lee o Muere.

lunes, 19 de junio de 2023

Los prisioneros de la Armada Invencible. Pedro Luis Chinchilla

Hay episodios de nuestra historia, la de nuestros antepasados, que a veces es bueno recordar y, en otros casos, revisar. De mi etapa de estudiante recuerdo aquella supuesta frase de Felipe II tras el “desastre” de la Armada Invencible. Aquello de «No he enviado a mi flota a luchar contra los elementos». Pues bien, si queréis ahondar un poco más sobre las luces y las sobras de aquel episodio, os aconsejo que os embarquéis en la nave literaria de Pedro Luis Chinchilla, de Los prisioneros de la Armada Invencible (Ediciones B). 

  Ya en el mascarón de proa vemos un sugerente subtítulo: La historia nunca contada sobre los capturados de la gran armada española de 1588. Cabe así hacerse una pregunta, ¿hay una historia que no nos contaron sobre los prisioneros de aquel combate? Para comprender uno de los episodios más importantes de la historia de España, Chinchilla se ha documentado arduamente. El resultado lo ha plasmado entre las páginas de este libro estructurado en capítulos de lectura amena y con no menos interesantes ilustraciones. Chinchilla nos da la bienvenida a bordo poniéndonos en antecedentes. Recordemos que tanto el imperio español, en el siglo XVI como el británico eran dos rivales hegemónicos. Declararse la guerra y enfrentarse a la considerada Armada Invencible ya nos hace pensar en una jornada naval sin parangón. Como un moderno cicerone, Chinchilla nos conducirá a la batalla, a esos elementos que aducía el Prudente, y capítulo a capítulo, al destino de quienes no perecieron en alta mar. Porque el destino final de casi tres mil hombres capturados durante la Jornada de Inglaterra corrió distinta suerte. No solo su condición social, también el país de “acogida” marcó su devenir. 

  Unos consiguieron ser liberados, otros se dieron a la fuga, pero los hubo que fueron asesinados fríamente. La narración de esos hechos, con su correspondientes notas bibliográficas, se ve completada en esta travesía literaria con un camarín de popa muy emotivo. Chinchilla incluye una tabla con los nombres y apellidos de casi ochocientos de los prisioneros, las circunstancias de su captura, los lugares donde fueron retenidos y su destino final. Una manera no tan solo de conocer el calvario al que fueron sometidos, dejando de ser solo números. Sino para mantener viva su memoria y su legado. 

  Un último apunte, antes de bajar a puerto, el ataque de nuestra Armada ocurrió en el contexto de la guerra anglo-española, entre 1585-1604, y aunque es cierto que fracasó, las turbulentas condiciones meteorológicas causaron el naufragio de muchas naves, dos terceras partes de la flota regresaron a España. Sobran razones para acercarse a Los prisioneros de la Armada Invencible, ¿no os parece? 


  Los prisioneros de la Armada Invencible. Pedro Luis ChinchillaPenguin Random House

  Pedro Luis Chinchilla Muñoz (Yecla, 1968) es investigador independiente sobre la armada de 1588 y creador de una plataforma para su estudio y divulgación. Colaborador habitual en distintos medios escritos y radiofónicos da a conocer la historia de la «Armada Invencible», además de impartir conferencias y promociona actos conmemorativos en recuerdo de esta historia épica de la Armada.


lunes, 12 de junio de 2023

Jaque mate: el alucinante mundo del ajedrez. John Foley

¿Os gusta el ajedrez? Sé que suena a pregunta comprometida, como cuando a uno le preguntan si nos gusta leer. Puede gustarnos el ajedrez y no practicarlo. Habrá quien diga que como la lectura. 

 De esta forma tan sui generis quiero presentaros un libro Jaque mate: el alucinante mundo del ajedrez  (Oberón), de John Foley. Y os quiero hablar de él, a un mes del día internacional del ajedrez. Porque el ajedrez tiene su día desde 1966, concretamente, el 20 de julio. Como muchos estaréis de vacaciones, mejor recomendar lecturas veraniegas con tiempo.

 Vayamos al libro. Decir que es una estupenda guía de uso y disfrute, por lo que es recomendable, casi como el mismo juego en sí, para jóvenes y no tanto. Para quienes quieran darle una oportunidad o para quienes ya se mueven como una reina de ajedrez (valga el juego de palabras). Y es que en Jaque mate: el alucinante mundo del ajedrez los principiantes pueden ver en él un detallado manual de ajedrez, por ejemplo. Los que ya tenéis más tablas (guiño cómplice) hallaréis, por ejemplo movimientos especiales, consejos, estrategias, tácticas y alguna curiosidad. Foley ha incluido  Información sobre el mundo de los torneos de ajedrez. 

  Pero no acaba aquí la cosa. Si os acordáis, os dije que os puede gustar el mundo del ajedrez como afición, por sí mismo. En ese caso, no os perdáis la oportunidad de practicar vuestros conocimientos con amigos, familiares o retándoos a vosotros mismo con el trivial sobre ajedrez y sobre los mejores jugadores mundiales que también se incluye. Como curiosidad os comento que se considera que el ajedrez moderno se inventó en el siglo XV en España.

  Más que un juego, el ajedrez se considera un deporte, uno que se puede practicar con independencia de lo inteligente que uno sea, incluso a una edad en la que otros deportes nos exigiría una excelente condición física. Por no hablar de las ventajas como mejorar la memoria, fomentar la concentración o el desarrollo del pensamiento crítico o la imaginación y la creatividad. Volvemos al libro, porque esta guía es tan práctica como divertida. Os toca mover ficha, no os enroquéis en el sofá este verano. 


  Jaque mate: el alucinante mundo del ajedrez. John Foley. Oberón libros.


  John Foley es excampeón de ajedrez sub-16 de Londres y Oxford, así como Campeón Universitario de Ajedrez. Es el director de ChessPlus Ltd, una consultoría educativa por medio de juegos. Es autor de muchos libros, manuales y artículos sobre ajedrez, incluidos '21 juegos de estrategia para el tablero de ajedrez' o '50 ejercicios de ajedrez y matemáticas' entre otros.


viernes, 9 de junio de 2023

Pequeños dioses y otros cuentos blancos. Tim Pratt

He vuelto. Regreso a Maleta de libros con más libros. Con más lecturas. Regreso con un libro de relatos fantástico, en singular. Lo digo de verdad. Solo tiene un pero, y nada tiene que ver con la calidad literaria de sus historias. 

  Se titula Pequeños dioses y otros cuentos blancos (La máquina que hace PING), de Tim Pratt. Lo componen diez relatos y un poema. El primero de ellos da título además al libro, aludiendo a la imagen de portada. Bonita carta de presentación del estilo y versatilidad de la narrativa de Pratt. Lo fantástico besa la realidad al punto de convertirse en un todo casi inseparable. Los toques de humor y de amor salpican no solo esa historia, también el resto. 

  Tres peticiones a la reina del infierno es una pasada, por lo divertido y también por los personajes, por el mensaje de pundonor. Muchos invitan a la reflexión acerca de nuestra condición humana, por ejemplo, Siegaespectros o la vida después de la venganza. Porque, ¿qué hay más humano que la venganza? Lo metafórico, la habilidad con el lenguaje se aprecian en cada uno, me sería difícil ahí destacar uno sobre otro. Quizá he vibrado por lo épico, como deseando que la historia no acabase, con dos de ellos, con La copa y la mesa y con El sótano del mundo

  Además del poema, titulado, Romance científico, esta antología de Pequeños dioses y otros cuentos blancos se cierra con Sueños imposibles. Escrito en 2006 -los relatos fueron escritos por el autor entre 2002 y 2017-, fue merecedor del Premio Hugo en 2007. Una verdadera pieza de ciencia ficción de las que evocan a maestros del género. No solo os los recomiendo, sino que voy a hacer dos matizaciones. 

  La primera, que el relato Carta es, como su nombre indica, una carta. Una carta breve, de una sola página, pero de un estilo y calidad exquisito. La segunda es aquel “pero” del principio. No quiero que nadie me tilde de tirar piedras y esconder la mano. Sí he detectado algún error ortotipográfico, pero, como apunté al principio, no desluce para nada la magia, la belleza y la calidad literaria de Pratt de estas historias. Os esperan para conmoveros y haceros disfrutar a partes iguales. Ya me contaréis. 


  Pequeños dioses y otros cuentos blancos. Tim Pratt. La máquina que hace PING

  Tim Pratt (Goldsboro, Carolina del Norte 1976) ha escrito más de 20 novelas, Entre las que destacan Heirs of grace, la saga de Marla Manson (Como T. A. Pratt) y la reciente trilogía de Axiom, compuesta por The Wrong stars (finalista del premio Philip K. Dick), The Dreaming Stars y The Forbidden Stars. Ha sido finalista del Nebula, World Fantasy Award, Sturgeon, Mythopoeic, Stoker, y otros premios. También es poeta ocasional. Sus relatos han aparecido en The Best American Short Stories y en otras antologías que recopilan lo mejor de cada año. Trabaja en la revista Locus desde 2001, donde empezó ordenando estanterías y limpiando y, con el tiempo, se ha convertido en editor senior.