lunes, 15 de diciembre de 2014

DARÍO VILAS: «(El personaje de Marquitos en esta novela) era una deuda que tenía con el propio personaje y con los lectores».

Entrevisto a Darío Vilas (Vigo, 1979) al hilo de su última novela publicada ‘El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas’ (Tyrannosaurus Books, 2013) con la que ha obtenido el Premio Nocte 2014 a la mejor Novela Nacional de Terror.

Vilas es un escritor que cultiva el género fantástico y el realismo sucio, el cual combina con la literatura de terror. Ha sido reconocido en España como uno de los autores que cultiva el género terrorífico junto al género fantástico y el realismo sucio con mayor originalidad y maestría. Posee diversos premios tanto por sus relatos, como el Premio Nosferatu 2012 por "Orgullo de padre" como el Pandemia 2013 a la mejor Antología de Relatos, como coordinador y coautor del tomo Antología Z. Volumen 6, habiendo resultado finalista de los Premios Scifiworld en 2012.

La primera pregunta es tan difícil que me arriesgo a tropezar con los encasillamientos y etiquetas de su novela entre el terror psicológico, el género Z frente al realismo sucio o bizarro.

Esta novela es difícil de catalogar. Hay quien la  ve como novela negra o thriller, quien la ve como terror y hasta quien dice que es realismo sucio con toques fantásticos. Lo del realismo bizarro fue una especie de broma que nació a partir de esa dificultad, y como crítica a las etiquetas delirantes que están tan en auge. Desde luego, lo que no es en ningún caso es género Z, en absoluto. Mejor etiquetarla como novela corta.

La siguiente pregunta, también con nuevo riesgo por mi parte, es sobre el lugar donde transcurre la novela. La isla de Simetría, un lugar casi fetiche, ¿quizá haya algo de fascinación por el paisaje como estado de ánimo, como marco argumental para jugar con los personajes?

Desde luego. Si observo en panorámica, desde el punto en que me encuentro ahora mismo, soy consciente de que los paisajes en el conjunto de mi obra forman parte del estado de ánimo, incluso llegando a ser un personaje más. En Gallinas Viejas es tan protagonista Marquitos como la propia isla Simetría, por encima de otros personajes que desfilan por sus páginas. La última novela que terminé la ambienté por primera vez en mi ciudad, Vigo, y vuelve a tener un peso muy específico como marco argumental.

Puestos a rescatar, sigo en la línea, le pregunto por el protagonista, por Marquitos Laguna. ¿Lo traes de regreso por una deuda contigo mismo, por placer…? ¿Vamos a volver a saber de él en el futuro?

Marquitos aparecía hasta en cuatro relatos previos a esta obra. Siempre había jugado con la idea de dedicarle una novela, así que podría decirse que sí, que era una deuda que tenía, pero más bien con el propio personaje y con los lectores, que reclamaban saber más sobre él. En lugar de dar a conocer su pasado, lo que hice fue contar su presente. Los hechos narrados en los relatos tenían lugar en el año 2001. En la novela saltamos diez años, hasta 2011, para saber qué pasó con Marquitos después de un punto de inflexión en su vida que lo llevó a aislarse, a dejar atrás su vida tal y como se estaba desarrollando.
Te diría que no sabremos más del personaje en el futuro, que es algo que se intuye en el final de la novela, pero quizás me tuviera que retractar. De momento, aparece en un microrrelato dentro de Absurdario, mi última publicación, y también en un prólogo para una novela de un compañero. Nunca se sabe.

A ‘El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas’ la avala el prestigioso premio Nocte, te preguntaría por el éxito de esta novela entre el público, si crees que está recayendo en el premio, en el boca oreja, en la labor editorial o en tu carisma como escritor. Me permito un par de guiños, uno al haber leído que defines al conjunto de tu obra como ‘bastante absurdo’, el otro a Bukowski.

Supongo que es una mezcla de todo lo que has mencionado, salvo lo del carisma, que no sé si tengo de eso. La novela tardó en empezar a funcionar, pese a los esfuerzos que hicimos tanto editores como autor inicialmente. No arrancó hasta que el boca a boca comenzó (lleva casi una treintena de reseñas y críticas, ni una sola negativa, que es mi récord de largo). Luego, desde la editorial supieron gestionar muy bien ese repunte, la redistribución llegó en el momento más oportuno, cuando se acababa de anunciar que era finalista al Premio Nocte. Y este galardón vino a culminar una trayectoria ascendente que nos está dando muchas alegrías a todas las partes implicadas, con lo que costó llegar a este punto.
Los guiños no sólo a Bukowski (bien visto), sino a Carver, Miller, Fante o Palahniuk, entre otros, son recurrentes en mi producción literaria y en mi discurso personal como autor.

Imaginemos que un lector aterriza desde del espacio o emerge del inframundo, no sabe quién es Darío Vilas y tropieza en una librería con “El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas”, ¿qué argumentos le darías para que se embarque en esta historia?

Pienso que el título es un buen reclamo per se. Cuando se lo puse sabía que despertaría la curiosidad, incluso siendo tan largo y difícil de retener (al final se conoce la novela por Gallinas Viejas, a secas). Pero si necesitan algún otro argumento, me quedo con la definición del lector que dijo que la novela es “un puto rodillazo en las pelotas”.

¿Qué te llevarías si Marcos Laguna te llamara pidiendo ayuda a la isla de Simetría?

Iría con lo puesto y teniendo claro que no voy a volver. Menos mal que Marquitos jamás pediría ayuda a nadie. No me gustaría verme en esa situación.

¿Quieres añadir algo más, quizá algo que no te hayan preguntado en otra entrevista y quieras contar a los lectores?

A veces me quedo mirando al vacío, sin pensar en nada. Es lo mejor que se puede hacer en la vida. Hay mil preguntas que no me han hecho, quizás no valga la pena que las responda.


Muchas gracias, Darío, y mucha suerte.


Por Ginés J. Vera.
foto: dolmeneditorial.

2 comentarios:

  1. El título de esta última novela es atractivo. De los que te producen curiosidad. Y por lo que cuenta el autor, parece tener muy buena pinta. Tendré que incluirlo en mi lista de lecturas del 2015.
    Besotes!!!

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    1. Gracias Margari. Si te gusta pasar algo de miedo este libro seguro que formará parte de tu lista de 2015. Un saludo.

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