martes, 30 de diciembre de 2025

Hotel California. Entrevista a Salva Alemany


A las puertas de 2026, no he podido resistirme a compartir con vosotros la entrevista que me concedió el escritor y también valenciano, Salva Alemany, autor de la novela Hotel California (Knowmadas Books). En realidad, es autor de varias novelas, pero esta ha sido merecedora de un premio literario como también nos cuenta. Feliz 2026.

P.: Las motivaciones de los personajes es un matiz clave me inculcaron a la hora de escribir una historia con cuerpo y, en Hotel California, se ve sin paliativos. Porque quizá uno de los grandes temas de esta novela sea lo que se está dispuesto a hacer cuando ya no se tiene nada o casi nada que perder. Gran cita y no es mía: "no hay peor enemigo que quien no tiene nada que perder". ¿Lo cree así?

R.: Absolutamente. En nuestra sociedad del bienestar muchas veces actuamos en función de lo que podemos perder, un trabajo, una pareja, un estatus económico, etc. Cuando todo eso desaparece, nuestros actos se ven condicionados por otras causas, como por ejemplo la venganza. Cuando creas un personaje, sus acciones deben venir motivadas por causas lógicas que podamos compartir o al menos comprender. Cuando uno tiene pocas cosas que perder el miedo en ocasiones desaparece. ¿Por qué no atracamos un banco si eso soluciona todos nuestros problemas? Fundamentalmente por el miedo de acabar en la cárcel. Acabar en la cárcel supone perder la libertad, verse alejado de la familia, de los placeres de la vida. Pero ¿qué ocurre si uno vive en la calle, sin trabajo, sin familia, sin nada que perder? Pues que el miedo desaparece porque la consecuencia (acabar en la cárcel) no parece tan mala como la situación actual.

P.: Esta novela ha merecido el II premio de novela Philip Marlowe otorgado en el marco del Festival Cartagena Negra. Imagino que como autor, es un orgullo y, en cierto modo, una gran responsabilidad por lo que representa en el mundo de las y los escritores del género. ¿Cómo valora los galardones literarios en el actual panorama literario español?

R.: Los galardones hay que relativizarlos, tanto los grandes premios como los más modestos. Primero porque hay una gran dosis de azar en ellos y segundo porque pueden hacerte creer mejor escritor de lo que realmente eres. Yo a un premio literario le pido que al menos la obra ganadora sea un producto digno, que esté bien escrito, que se defienda solo. Ha sido toda una sorpresa tanto el Premio Philip Marlowe de Cartagena Negra, como el Halcón Maltés de Lanzarote Negra. La verdad es que la novela es muy breve y no tenía muchas esperanzas de que pudiera recibir ninguno de los dos, pero estoy muy contento de haberlos recibido. Es algo que ayuda a su distribución y a que los lectores se animen a descubrir por qué Hotel California ha sido merecedora de ambos premios. Tan solo espero estar a la altura de los premios.

P.: En uno de los pasajes se menciona la llamada paradoja de Schrödinger para aludir a que a veces, hasta conocer un hecho, puede en nuestra mente convivir, por ejemplo, algo tan opuesto como un ser vivo y muerto a la vez. Me ha llevado a pensar en si, esa paradoja, se da más a menudo de lo que pensamos, cuando asumimos verdades para mantenernos en un estado de feliz ignorancia. ¿Qué opina?

R.: En realidad, la paradoja de Schrödinger, pese a ser una teoría matemática y física, es muy poética, porque nos está hablando de la “posibilidad”, que es un estado incierto de la existencia en el que todo puede ocurrir. Y es un estado excitante porque permite que sucedan cosas en nuestra cabeza que afectan a nuestro ánimo al pensar que algo es posible, es esa energía creadora que hace que podamos escribir una novela, por ejemplo. Porque tenemos esa posibilidad, sentimos que podemos crear algo de la nada, que algo puede ser eso mismo y su contrario, lo opuesto al determinismo, que es otra de las grandes dudas de la existencia. ¿Podemos realmente decidir nuestro destino o hagamos lo que hagamos la consecuencia era inevitable? 

P.: La crítica social también es uno de los ingredientes del género y, en esta novela, no es una excepción. Al hilo de ello, he escogido la siguiente frase por si quiere hablarnos de ese ingrediente a la hora de gestar sus novelas. Me refiero a: "La enfermedad también es una cuestión de dinero en la sociedad del bienestar".

R.: La enfermedad, en este caso la ELA, es uno de los temas principales de la novela, junto a la venganza, la culpa y el engaño. Recientemente se ha aprobado por fin la regulación de las ayudas a esta enfermedad terrible, en la que como en tantas otras, la capacidad económica determina tu estado de bienestar, y eso algo contra lo que deberíamos luchar todos. La capacidad económica, viene en gran medida determinada por el nacimiento, es un azar como muchos otros. La pobreza es un estado que va más allá de la simple capacidad, es una enfermedad hereditaria en la sociedad actual, y la pobreza conlleva sufrimiento y dolor cuando se trata de una enfermedad que requiere cuidados caros y asistencia domiciliaria. Esa es la parte de crítica social que aborda la novela, el desamparo al que la administración somete a estos enfermos.

P.: Para terminar, quiero preguntarle por un personaje un tanto peculiar de su novela. En efecto, por el perro callejero que acompañará al protagonista en algunas de las escenas de la trama dando un contrapunto curioso, se me antoja. No sé si preguntarle por el rasgo de fidelidad e imprevisibilidad que introduce con él o, quizá, como un guiño personal. O, si me apura, a otros perros literarios como, por ejem., a Asta, en la novela El hombre delgado de Dashiell Hammet (válgame a mí el guiño a una novela con tientes navideños).

R.: El perro, como el resto de personajes, no estaba previsto en la novela, ya que nunca hago un índice de personajes previo. Simplemente apareció en mi cabeza de la nada tal y como aparece en la novela, en un momento en el que el personaje comete una acción que lo deshumaniza, el perro adquiere un significado diferente pues nos acerca a él emocionalmente, podemos comprender su desencanto con el género humano y su predisposición a acercarse a ese animal como único anclaje. A veces encontramos en los animales cosas que hemos perdido con respecto a las personas, afecto, fidelidad, confianza, amistad, cariño.


Salva Alemany (Valencia, 1968). Estudió Derecho, carrera que abandonó para dedicarse a la música. Montó un sello discográfico y un estudio de grabación musical en el que produjo y grabó a un buen número de bandas. Tocó en diversos grupos de rock y también hizo crítica musical. Aunque trabajó como funcionario del Ayuntamiento de Valencia, lo abandonó durante algunos años para viajar y dedicarse a diseñar webs, hacer de ayudante de dirección teatral o técnico de sonidos. De regreso al Ayuntamiento comenzó su carrera literaria. Puso en marcha y dirigió el primer Club de Lectura de Novela Negra de las Bibliotecas Municipales de Valencia, en la actualidad coordina el Club de Lectura Bangarang. Escribe reseñas literarias para publicaciones. Practica alpinismo, submarinismo, tenis, boxeo, toca la guitarra y viaja sin descanso. Suyos son títulos como La suerte no existe, Éire, Alacrán, Una mirada perdida y Lapsus. 

Hotel California. Salva Alemany. Knowmadas Books.

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