Entrevisto a
Gonzalo Giner (Madrid, 1962), veterinario y escritor, lamentando no tener más
tiempo para tratar temas interesante con él, más allá de su novela. Giner
debutó en 2004 con La cuarta alianza, obteniendo un gran éxito de ventas.
También con su siguiente novela El sanador de caballos, su proyecto más
personal, a la que siguió ‘El jinete del silencio’, en la que aborda los
antecedentes de la creación de la raza española de caballos durante el siglo
XVI. En esta ocasión le entrevisto tras publicar Pacto de lealtad (Planeta,
2014) una novela con los perros y las personas como coprotagonistas.
¿Cómo surgió la idea de darles protagonismo
en una novela a los perros, al vínculo de lealtad entre ellos y las personas?
Surgió porque
tenía un poco la curiosidad de saber, había leído que tanto en la Primera
Guerra Mundial y como en la Segunda Guerra Mundial habían utilizado los perros
de forma masiva, sobre todo en la segunda. Tenía un poco la curiosidad por
saber qué había pasado en España durante la Guerra Civil y de ahí surgió un
poco como el comienzo de explicarme si formaron parte de algunas unidades
armadas, si no; para qué los utilizaron…, y ahí fue un poco la excusa inicial
para tratar el tema de perros y de guerra.
A mí los
animales, aparte de que son los primeros destinatarios de mi profesión, siempre
me producen una especie de necesidad de entenderlos mejor, y lógicamente la
comunicación como no puede ser verbal, pues no te enteras, por lo que tiene que
ser mediante herramientas. Yo a diario intento fijarme en muchos detalles que
me expliquen cómo sienten las cosas, cómo interpretan lo que les está pasando a
su alrededor, cómo relacionan en su mundo pequeño o grande, y en este sentido
me he decidido por el perro porque es el animal que históricamente consiguen
esto, que es que hasta en la palabra lealtad aparezca en el diccionario de la
RAE como la segunda entrada definiendo la lealtad como una reacción de amor o
gratitud que muestran algunos animales, como el perro y el caballo, hacia el
hombre; por algo será.
¿Quién es Zoe Urgazi visto por Campeón y
Campeón visto por Zoe Urgazi?
Zoe Urgazi
visto por Campeón es una persona que tiene necesidades de compañía, de afecto;
es una mujer que, por circunstancias que no entraré a explicar en detalles
ahora, se encuentra en un momento muy sola con unos retos personales muy
difíciles de llevar a cabo, y en un entorno complicado y horrible, estamos
hablando de finales de la segunda República y el comienzo de la Guerra Civil.
Va a ver en este perro a su compañero más leal y también al ser que la va a
acompañar en la soledad que va a recorrer, y que le va aportar incluso cosas
que son sorprendentes para lo que ella iba a imaginar, llevándole a caminos
para alcanzar sus sueños por determinadas intervenciones indirectas que hace el
perro, porque es un perro.
Campeón visto
por Zoe Urgazi tiene muy claramente unos perfiles de un perro sin raza, un
chucho, en esa época se llamaban milleches, un milrazas, que no tiene ninguna
determinada; eso define un poco al personaje. Es un personaje superviviente, un
antihéroe, que en un momento determinado se cruza en su vida con la de esta
mujer, y es un perro que va a interpretar lo que está sucediendo a su alrededor,
como decía antes, en un momentos complicado como fue la guerra e interpretado
con sus ojos, los ojos de un perro alrededor de un conflicto tan duro como este.
Va a interpretar también cosas que ella hace a su manera.
Además de la parte histórica también
encontramos la parte científica en el ámbito veterinario del siglo XX.
Vamos a
trasladarnos al año 34 o 35, tanto de España como de Europa, ese fue el primer
momento en el que la mujer pudo acceder a poder estudiar Veterinaria. Ya no era
simplemente un problema de sociedad, que no les dejaban estudiar o que estaba
mal visto de que estudiaran una carrera universitaria y encima la de Veterinaria,
aunque quisieran no podían. La razón era una razón física, el trabajo
veterinario no era el actual, las clínicas de perros; en el año 35 o 36 solo
había dos clínicas de perros en España, una en Madrid y otra en Barcelona. Por
tanto, la profesión de veterinaria iba destinada al campo, trabajaban con
caballos, mulas, perros o vacas. El esfuerzo físico que determinadas
actuaciones exigía, el instrumental que había, un instrumental pesado, daba a
entender que la mujer no iba a poder hacerlo. Hay un cambio en el plan de
estudios en esa época, durante la segunda República y es el momento en el que
las mujeres acceden. En España las pioneras de la profesión son unas autenticas
valientes, iban en contra de todo lo establecido, de las familias en algunos
casos, tenían un sueño que era como una locura. Van a querer hacer algo que
estaba muy vetado y que la sociedad rechazaba. Mi personaje femenino va a
coincidir con uno de estos perfiles, va a acompañar a las que fueron históricas,
pude leer y conocer la biografía de cada una de ellas.
También vamos
a conocer el trabajo con unidades caninas, unidades caninas de la Cruz Roja, de
un lado, pero también, como nos traslademos a la Alemania nazi, veremos a
técnicos trabajando con cruzamientos especiales de perros para conseguir
mejoras en el comportamiento o incluso perros perfectos de raza.
Una raza aria de perros.
Hubo esa
locura, parece increíble, yo no lo sabía. He podido documentarme un poco sobre
personajes tan siniestros como un capitán prusiano-alemán que consiguió
convencer a la cúpula nazi, que se dejaron convencer fácilmente, de que no
solamente era importante la persecución en el hombre de la mitológica raza aria,
sino que también en el perro, y sobre todo el pastor alemán. El pastor alemán
fue el perro en que se trabajó concienzudamente para que fuera un icono más
dentro de la de simbología nazi junto con la esvástica, el águila y otros
muchos símbolos: el perro pastor alemán, que ellos consideraban el animal más
inteligente, o el pero más inteligente, el heredero más directo del lobo, el
animal que era más disciplinado, más obediente, más leal y con un punto de agresividad.
¿Con qué le gustaría que se quedasen los
lectores de Pacto de lealtad tras leer su novela?
Lo
fundamental, que se hayan emocionado con ella. A mí me gusta secuestrar al
lector durante el tiempo que lee la novela, por eso trato de poner un ritmo muy
trepidante, suceden muchas cosas, es una lectura más sencilla. Lo que pretendo fundamentalmente
tras leer ‘Pacto de lealtad’ es que hayan agotado unos días en los que hayan
disfrutado y se hayan emocionado, yo espero que se emocionen con muchas partes
emotivas que hay en la novela.
Muchas gracias y mucha suerte, Gonzalo.
Por Ginés J. Vera.
Una época sobre la que me gusta mucho leer. Y esos primeros años en los que por fin pudo la mujer ir a la Universidad... Muchos puntos tiene esta novela para ser con la que me estrene con el autor. Gracias de nuevo por la entrevista!
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola Magari, la verdad es que es un libro con una gran historia en lo literario y en lo formal. Este verano puede ser la lectura junto a la playa, piscina o tienda de campaña con el valle de fondo. Un saludo siempre agradecido.
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