Entrevisto a Gloria Fortún
esta semana, quien se define a sí misma como: Abrileña y madrileña. Feminista y
lesbiana. Amiga, mujer, madre, hija. Rebelde. Bibliófila; tras leer ‘Ábreme con
cuidado’. (Dos Bigotes, 2015).
¿Cómo
le llega la invitación a participar en esta antología, en este reto literario,
y qué pensó a la hora de enfrentarse a la tarea de prologarlo?
Hay editoriales
independientes a las que sigo apasionadamente porque ofrecen libros distintos y
enriquecen un panorama literario adormecido por los best-sellers que las grandes superficies despliegan en sus mesas,
silenciando la diversidad. Dos Bigotes es una de estas pequeñas editoriales.
Por eso, cuando una amiga me presentó a los dos valientes que están al frente,
Alberto y Gonzalo, sentí de inmediato un gran interés por participar en el
proyecto que tenían entre manos.
Con respecto al prólogo,
sentí desde un primer momento el deseo de poner de manifiesto la labor de
“memoria histórica” que tiene esta antología y la importancia que tiene sacar a
la luz estos referentes de la literatura, por lo que me centré en desarrollar
estas ideas.
¿Dónde
situaría esta antología dentro del panorama actual de literatura femenina
española?
Lo primero que diría es
que es un libro de relatos de calidad, por lo que puede ser leído por cualquier
persona que busque buena literatura y al mismo tiempo algo distinto, porque se
trata de relatos de ficción que parten de la premisa de inspirarse en una
escritora real. Además, el tomar como punto de partida la experiencia lesbiana
es un valor añadido, porque nos faltan muchos referentes en esa temática.
Las
autoras actuales han escogido libremente a las autoras históricas, en su caso,
¿a qué otra autora le hubiera gustado de poder escoger, de poder elegir a dos,
además de a Aphra Behn, y por qué?
Es una pregunta muy
difícil porque hay muchas autoras lesbianas a las que leo y admiro. Si fueran
dos escritoras de la antología, supongo que escogería a Emily Dickinson y a
Gloria Fuertes. La primera, por la calidad inmensa de su poesía y por lo
silenciada que ha sido su historia de amor con Susan Gilbert. La segunda,
porque también es una gran poeta que en su propio país, el nuestro, está tristemente
infravalorada y porque la siento muy cercana, muy de Madrid como yo y muy de mi
infancia.
Si fueran dos escritoras
que no aparecen en la antología, imagino que optaría por la feminista radical
Andrea Dworkin, porque su polémica vida da para inventar muchas historias, y
por la poeta Audre Lorde, cuya autobiografía Zami dejó una huella indeleble en mí.
¿Qué
dificultad cree que tiene enfrentarse a un reto como el de inspirarse en otra
escritora ya que además del prólogo participa con la obra ‘Palimpsesto’?
El reto está en que por
fin tienes la oportunidad de hacer un homenaje a una escritora que admiras, un
homenaje que va a quedar ahí para siempre –verba
volant scripta manent– y tal vez no vuelvas a tener una oportunidad así.
Entonces, quieres que el resultado sea algo que si Aphra Behn pudiera leer,
disfrutase. Al final, la dificultad es la de siempre cuando escribes: quieres
que sea perfecto, que las palabras que escojas sean las únicas que podrían ir
en esa frase.
Además
de visibilizar a escritoras consagradas y redescubrir, más que descubrir, a las
que conforman la antología con sus obras, ¿qué tres rasgos distintivos cree que
destacan en todos o la mayoría de estos nueve relatos?
El rasgo que más llama la
atención a mi entender es que todos han resultado ser relatos muy íntimos, en
los que las autoras, a pesar de no escribir sobre ellas mismas, han puesto su
corazón. Otra característica es la calidad literaria de los relatos, cosa que
es de agradecer. Por último, diría que llama la atención lo distintos que son
unos relatos de otros, no hay dos que se parezcan. Es un libro muy diverso y
con muchas voces muy potentes.
En
una misma página de su relato incluido en esta antología leo dos frases cortas
que me gustaría que nos comentare pues creo que tienen ese doble valor tan
presente en el arte y, por ende, en la literatura. ‘La gente se olvida muy
rápido de los bombazos. Las noticias caducan’. (…) ‘Tragar comida era
imposible, adelgacé y palidecí, pero nadie se dio cuenta. La gente va a lo
suyo’.
Con la primera frase por
una parte quiero reflejar la banalidad de todo, porque lo que hoy es inmenso
mañana se nos ha olvidado. Por eso no escuchar tu propio deseo por el qué dirán
es un error muy grande, es “el precio de la sal”, que diría Patricia Highsmith,
también homenajeada en Ábreme con cuidado.
Así tituló esta autora su novela Carol
en un primer momento, haciendo referencia a la mujer de Lot que se convierte en
estatua de sal por sentir curiosidad. El precio que tienen que pagar las
mujeres que atienden a sus deseos.
“La gente va a lo suyo” es
una frase que, además, repito en el relato, porque refleja el dolor absoluto de
la pérdida y la sorpresa de que el mundo siga tan normal cuando a ti se te ha
roto el alma en pedazos. También muestra la soledad de la protagonista, quien
al vivir una relación secreta, no puede compartir ni su amor ni su dolor con
nadie.
En
la parte introductoria de su relato leo que con este le hace un pequeño
homenaje a Aphra Behn, una mujer misteriosa y poco
(re)conocida, me temo, no solo en su patria natal sino aquí. ¿Qué nos hemos
perdido quienes no la hemos leído y qué obra nos aconseja, quizá Oroonoko?
Aphra Behn es al mismo
tiempo enigmática, pues hay muchos episodios de su vida que no están del todo
claros, y apasionante, porque fue espía, estuvo en la cárcel, presenció una
revuelta de esclavos… Oroonoko trata
precisamente de esta revuelta y sí, claro que la recomiendo. Pero desde luego
cualquiera de sus obras es sorprendente porque estamos hablando de una mujer
del siglo XVII que abordó sin censuras temas tan polémicos como la sexualidad y
la política.
También
leo que empezó varias veces la escritura de ‘Palimpsesto’, imagino que se
planteó el reto desde elementos argumentales distintos, ese secreto, esa trama
que finalmente vio la luz con el amor bien presente. ¿Qué consejo le daría a
quienes lean este libro y se decidan a emularlas doblemente, a quienes sientan
la llamada de las letras en un sector aún con ciertos tabúes y silencios
editoriales?
Empecé varias veces el
relato hasta que me di cuenta de que me apetecía escribir una gran historia de
amor en lugar de otros temas más políticos o subversivos que en un principio
tuve en mente. Me liberé y el texto fluyó cuando decidí dar rienda suelta a mi
deseo.
A quien sienta la llamada
de las letras solo puedo decirle que escriba, que escriba sin parar y que
escriba lo que le apetezca. Que luego vea la luz o no dependerá de su calidad,
de la suerte o de editores que buscan lo distinto, como Dos Bigotes. Pero es lo
único que puede hacer, porque no se puede escribir bien sobre algo que no te
hace sentir pasión.
Muchas gracias y
mucha suerte, Gloria.
Por Ginés J. Vera.
Gloria
Fortún (Madrid, 1977) es escritora y traductora. Estudió
Filología Inglesa y comenzó como lectora y traductora en el mundo editorial.
Activista feminista y lgtb, ha publicado varios libros, uno de ellos inspirado
en la figura de la escritora Charlotte Brontë en 2011 y otro en los personajes
de la serie de televisión ‘Física o Química titulado ‘Misterio en el Zurbarán’,
en 2009, cuya trama era completamente inédita y no se había visto en ningún
capítulo de la serie. Ha traducido entre otros a: Diane Ackerman, Helen Ford y
Paul Johnson.
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