En esta ocasión vengo a reseñar
el libro ‘El sistema’ (Seix Barral, 2016) del autor gijonés Ricardo Menéndez
Salmón. La obra ha merecido el Premio Biblioteca Breve 2016.
‘El Sistema’ es una novela
planteada en cuatro partes en las que destaca en primer lugar la voz narrativa,
una voz en primera persona, protagonista, durante tres de las cuatro partes
para elevarse a una omnisciente en la cuarta. A modo de crónica esa voz nos va
dando cuenta de una época futura, una distopía alegórica, una nueva sociedad en
apariencia ideal, emplazada en un archipiélago con dos fuerzas enfrentadas: los
Propios y los Ajenos.
Destacar también los espacios,
los escenarios en los que se mueve este gran relato novelado. Quien nos cuenta,
el Narrador, vigila desde una isla llamada Realidad hasta que un día algo
cambia y deja su papel de mero cronista para convertirse en pensador, en
buscador a través de un viaje no solo metafísico de una identidad a veces, la
de uno mismo y la del Otro, de la complejidad del mundo, del Sistema.
‘Contemplada durante el tiempo
suficiente, cualquier cosa acaba por convertirse en un acontecimiento’, revela
el Narrador.
Un detalle interesante es una
sustancia llamada T29 que aparece en la novela con la que desde el Dado se pretende
controlar y vigilar a los hombres alterando la capacidad de soñar.
‘La consigna, en lo que atañe a
la sustancia T29, es negar su existencia, no dejar huella de su uso, (…)’.
Hay reflexión sobre la libertad y
la individualidad, lectura con visos de apocalipsis alegórico sin descuidar la
parte formal, estética por así decirlo, el juego de la adjetivación y la
expresividad a través de la palabra desde la doble mirada del Narrador y el
lector omnisciente de esa sociedad y la actual.
´La metáfora, como toda metáfora,
es desafortunada y a la vez redentora’.
Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971) es licenciado en Filosofía por la Universidad
de Oviedo. Escribe en los diarios ABC y La Nueva España, y en las revistas El
Mercurio y Tiempo. Ha publicado los libros de relatos Los caballos azules
(2005) y Gritar (2007 y 2012), y las novelas La filosofía en invierno (1999 y
2007), Panóptico (2001), Los arrebatados (2003), La noche feroz (2006; 2011),
la denominada Trilogía del mal —que incluye La ofensa (2007), Derrumbe (2008) y
El corrector (2009)—, La luz es más antigua que el amor (2010), Medusa (2012) y
Niños en el tiempo (2014).
Su obra ha sido traducida al alemán, al catalán, al francés,
al holandés, al italiano, al portugués y al turco. Entre otros reconocimientos
están:
·
Premio Qwerty de Barcelona Televisión por ‘La
ofensa’.
·
Premio de la Crítica de Asturias por ‘Derrumbe’.
·
Premio de la Crítica de la Feria del Libro de
Bilbao por ‘El corrector’.
·
Premio Cálamo «Otra mirada» por ‘La luz es más
antigua que el amor’.
·
Premio Llanes de Viajes por ‘Asturias para Vera’.
·
Premio a la Excelencia Artística del Gobierno de
Baviera
·
Premio Las Américas por ‘Niños en el tiempo’.
Gracias Ginés por compartir esta reseña con nosotros. Tomo nota/notas, si me lo permites. Besitos
ResponderEliminarGracias a ti Paloma Sorribes, por descontado, aunque como alguna vez he comentado las reseñas tienen mucho de la subjetividad de quien lee y reseña, pero si puede serte útil, adelante. Un saludo.
EliminarNo conocía este libro. Distinto a lo que suelo leer. Pero me gusta lo que cuentas. Podría animarme cuando me quite muchos de los pendientes que están esperando en mi estantería.
ResponderEliminarBesotes!!
Gracias Margari, coincido también en mi caso con lo del tipo de lectura que suele llegar a mis manos, quizá eso es lo que también le ha velido el reconocimiento del premio literario concedido. Te animo a que le hagas un hueco en tu estantería y, más tarde, en tu sofá orejero o mesilla de noche. Un saludo.
Eliminar