Tuve la suerte hace años de conocer en persona a esta escritora, a Mari Jungstedt. Recuerdo con simpatía ese día en la Feria del Libro de Valencia donde la oí hablar en castellano frotándome los ojos. Casi me costó creer que en realidad fuera de Suecia, pero sí.
Mari Jungstedt es natural Estocolmo, su ciudad natal, donde vive a caballo entre la capital sueca, la isla de Gotland y nuestro país. Curiosamente, la duodécima entrega de la célebre serie de Gotland, iniciada en 2003, la firma en Arguineguín, en las Islas Canarias.
Pero dejemos Estocolmo y las islas afortunadas para viajar a esa isla que tan bien conoce Jungstedt. Me refiero a Gotland y su capital Visby.
En “Las trampas del afecto” vamos a descubrir como ya es habitual bellos paisajes, naturaleza y habitantes con sus tradiciones y problemas. El ritmo narrativo de Jungstedt, alternando la trama en contrapunto capítulo tras capítulo, nos sumerge en los acontecimientos alrededor de una controvertida herencia. La del señor Ramberg. Sus tres hijos Julia, Maria y Daniel heredan tras su muerte la propiedad familiar.
Una granja construida en el siglo XVII que forma parte del patrimonio histórico de Gotland. Julia lleva años viviendo en ella, está contenta con su vida, no como sus hermanos. Daniel tiene una gran deuda de juego que debe saldar cuanto antes. Maria desea salir de un matrimonio infeliz con un marido alcohólico. Ambos quieren vender la propiedad, Julia no. Maria y Daniel contratan los servicios de la agencia inmobiliaria donde trabaja Sanna Widding. Luego aparece un personaje misterioso, además de los verdaderos protagonistas de la serie de Gotland.
Porque el inspector de policía Anders Knutas junto a su colega, Karin Jacobsson, además de ahondar en su relación sentimental, tendrán que investigar el caso de la granja Ramberg. Sobre todo cuando en un lago cercano a la propiedad, en la reserva natural de Bastetrask, aparezca el cuerpo sin vida de Sanna Widding. Viajaremos al pasado, a hechos que sucedieron veinticinco años atrás. Descubriremos un misterioso poema de la escritora sueca Karin Boye y varios intentos de asesinato sobre otros habitantes de la isla con algo en común: el deseo de vender la prestigiosa granja de Gotland.
Las trampas del afecto. Mari Jungstedt. Maeva editorial.
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De esta serie leí el primer libro que me gustó pero sin entusiasmarme así que no la seguí. Y ya son tantos que me da pereza...
ResponderEliminarBesotes!!!
A mi Jungsted me enganchó desde el primero que leí, que no fue el primero que salió en España. Por eso me brillan los ojos cuando veo una nueva entrega. A ver si un día me cuentas que le has dado otra oportunidad. Un saludo y gracias, Margari.
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