He celebrado la llegada de este libro, de Peligros cósmicos (Oberón), de David Barrado Navascués. Desde pequeño he sentido fascinación por la ciencia y disfruto con las obras de divulgación científica.
En Peligros cósmicos, David Barrado Navascués documenta y detalla con rigor y amenidad un buen número de peligros que nos acechan sobre todo desde el espacio exterior. No lo hace de manera catastrófica ni alarmista, no alienta ninguna teoría conspiranoica o cosmofóbica, lo cual es de agradecer en esta era de la desinformación y las fake news.
Expone los peligros de origen astrofísico como línea vertebral para explicarnos a su vez grandes peligros del cosmos. Aprender sobre el futuro del universo en en cierto modo aprender sobre nosotros mismos, sobre nuestro futuro.
Quizá haya quien piense que el universo parece jugar a los dados con nuestro destino. También habrá quien crea demasiado lejano el cambio en las propiedades del Sol, esas que provocarán la pérdida de la atmósfera terrestre y, eventualmente, la desaparición del planeta al ser devorado por nuestra estrella. El tiempo puede ser relativo, pero la probable evolución de nuestra galaxia implicará la muerte térmica en una lenta agonía cósmica.
El conocimiento fue, es y será poder. Por eso, invito a leer Peligros cósmicos. El incierto futuro de la humanidad. Sirva entre los muchos detalles que encontramos en el libro uno acerca de un suceso ocurrido hace casi diez años. En junio de 2012 una inmensa eyección de masa coronal (CME) procedente del Sol pasó muy cerca de la Tierra. Siendo como somos tan dependientes de de las tecnologías electrónicas se ha estimado que de habernos alcanzado hubiéramos retrocedido tecnológicamente a mediados del s. XIX. Estimándose en cuatro a diez años el plazo de recuperación de las instalaciones afectadas. Y aunque puede resultar alarmista o catastrofista no hay que olvidar otros fenómenos similares relacionados con las CME solares.
Por ejemplo, en mayo de 1967 una de estas CME provocó interferencias en el sistema de alerta temprana de la OTAN. Llegó a interpretarse como un intento de manipulación tecnológica de la extinta Unión Soviética que estuvo a punto de provocar una respuesta por parte de los EUA.
En Peligros cósmicos recorreremos algunos peligros cósmicos procedentes de nuestra galaxia pero también de más lejos. Porque no debemos olvidar que esta nave cósmica en la que llevamos viviendo -y viajando- millones de años está a merced, por ejemplo, de la disminución o pérdida del protector campo magnético terrestre, de megaerupciones volcánicas, de un potencial choque con un gran asteroide o de una explosión de una supernova próxima, por poner algunos ejemplos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario