Ezequiel Ramos (Barcelona, 1971), es Técnico Superior en Educación infantil y Graduado en Bellas Artes. Su pasión por el dibujo y la pintura está estrechamente ligada a su pasión por los niños. Es colaborador de diversas publicaciones, como La Tundra revista, editada en Londres. Ha publicado como ilustrador, entre otros, los siguientes álbunes: «Arturo y las manzanas» (Editorial Uno), «Cosita y Bichejo aventuras en Madrid» (Editorial Nube de Papel) y «Peloestrella».
P.: ¿Cómo llegaste a este proyecto, a La voz de Nueva York, de la editorial Traspiés?
R.: Pues llegué a través de una ilustración que hice como propuesta a un fragmento de texto de este libro que nos mandó Traspiés a un curso de álbum ilustrado en Madrid, hace dos años, justo antes de la pandemia. Al final del curso, Traspiés que colabora con Billar de letras, buscaba un ilustrador para este libro y varios del mismo nos presentamos como candidatos, siendo yo elegido como el ilustrador de los textos de O.Henry.
P.: No sé si ya habías leído antes al autor de estos relatos, a O.Henry.
R.: No lo conocía, ni había leído nada suyo antes. Y para mí fue un giro a mi carrera como ilustrador, porque hasta el momento sólo me había dedicado a ilustrar libros infantiles y álbumes ilustrados.
P.: En todo caso, ¿qué te parecieron los recogidos en esta antología cuando los leíste?
R.: Me gustó ilustrar algo totalmente diferente. Y al mismo tiempo, fue un reto para mí cambiar mi estilo de ilustración para acompañar los relatos de O.Henry tan llenos de ironía.
P.: La imagen de la portada coincide con una interior, de uno de los relatos. ¿Por qué no pensaste en una diferente o independiente para la portada?
R.: Pues resulta que la hice como ilustración interior para uno de los textos de este libro y cuando terminé y tuve que hacer la portada, me parecía que era muy adecuada para resumir en la cubierta todo el interior del libro y por eso la propuse como portada y a la editorial les pareció buena idea.
P.: En las ilustraciones vemos a los personajes con vívidos detalles, a todo color, no sé si atreverme a utilizar el adjetivo naif. ¿Cómo te imaginas esa ciudad, en la época en la que están ambientados los relatos de O.Henry?
R.: Me la imagino en blanco y negro o en tonos grises. Pero quise darle un contrapunto y utilizar colores para no hacer el libro demasiado “gris”
P.: Además de los personajes aparece, obviamente, la ciudad. Destaco esos segundos planos, esas sombras de los edificios, algunos elementos icónicos como en las de La derrota de la ciudad, Extraditada de bohemia o Una comedia elástica? Coméntanoslo, desconociendo, de igual modo, si has estado alguna vez en La Gran Manzana.
R.: No he estado nunca en New York. Pero me encantaría conocerlo. Algún día sé que viajaré a esa maravillosa ciudad donde todo es posible.
»Y los edificios de mis ilustraciones en este libro son sombras alargadas que aparecen en un segundo plano marcando la verticalidad de una ciudad como es New York en la que la gente vive y trabaja en enormes rascacielos que rozan el cielo y dan esa sensación y ritmo de vértigo en la que está inmersa esta ciudad y sus habitantes.
P.: Hay una frase peliaguda en el relato El asesino de tontos. Me refiero a «No hay nada más despreciable sobre la tierra que un artista visto con los ojos del autor cuyas historias ha ilustrado.» Por una parte me ha recordado aquello de: “Traduttore, traditore” o a cuando se lleva al cine con poco éxito una buena novela. Háblanos de los desafíos del ilustrador, del compromiso, a la hora de poner imágenes a un texto literario tan abierto a la imaginación.
R.: Creo que los desafíos son siempre los mismos, se ilustre lo que se ilustre. Siempre el autor se imagina lo que escribe de una manera y el ilustrador de otra totalmente distinta o a veces muy parecida, pero siempre aportando algo nuevo. Esto es muy enriquecedor porque así le damos al lector otra perspectiva de la historia.
P.: En la sinopsis de contraportada leemos que tus ilustraciones ofrecen una perspectiva “irónica” de la ciudad de New York. ¿Hay ironía en tus ilustraciones? ¿Cómo las describirías en su conjunto?
R.: Son irónicas y un tanto burlescas. Pienso que era la mejor forma de acompañar el texto de O.Henry.
P.: Creo que a la hora de dar forma y color a una ilustración literaria habrá que tener en cuenta aspectos tales como el espacio, la composición, el encuadre, el punto de vista o la perspectiva… Dado que el título del libro es La voz de Nueva York, ¿cuál sería para ti la voz de la ciudad si tuvieras que describirla con un sonido, una canción, una fotografía, una palabra...
R.: A la hora de ilustrar un libro es muy importante saber el espacio que ocupa el texto y donde va a ser colocada la ilustración para hacer una composición y encuadre de la imagen que resalte siempre el texto y armonicen ambas a la par. Es complicado conseguir esta simbiosis, pero cuando se produce ocurre la magia…
»La voz de Nueva York creo que es un grito, un sonido atronador como el claxon de un taxi en medio de un atasco en la gran manzana. Una canción de amor bajo la luna en el último piso del rascacielos más alto de la ciudad. La foto de la estatua de la libertad. O la palabra “vértigo”.
Esta editorial cuida mucho sus ediciones. Y este libro tiene muy buena pinta. Fantástica entrevista.
ResponderEliminarBesotes!!!
Coincido, Margari. Gracias y felices fiestas.
EliminarUn placer compartir con vosotros esta bonita entrevista. Gracias Ginés!!!
ResponderEliminarCómo estamos orgullosos de ti eres una persona con unos sentimientos escescionales🙏🫂😢
ResponderEliminarAgradecido yo, Ezequiel. Enhorabuena y muchos éxitos en 2023. Felices fiestas.
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