martes, 30 de octubre de 2012

Entrevista, ANIKA LILLO.


ML: Anika entre Libros es un referente nacional de la crítica de libros en internet, más de quince años, y aunque me tienta preguntarte por los sinsabores empiezo por las alegrías, ¿algún momento destacado que te venga a la mente?
A.L.: En realidad hay muchos, pero tan destacado como para que ni yo misma me lo creyera podría ser cuando vinieron a hacerme un reportaje para televisión la primera vez. Y sobre todo cuando volvieron a pedírmelo pero para TVE. Eso era llegar a mucha más gente, y de hecho tanto de uno como de otro me llegaron nuevos lectores a la web.
ML: Entre tanto libro leído y reseñado ¿de dónde sacas el tiempo para todo lo demás?
A.L.: Soy de la teoría que  dice: “no lee quien no quiere”.. El tiempo que dedico a la web es como el que dedica cualquier persona a su trabajo, y luego hay que hacer lo demás (casa, hijos…) Leo especialmente de noche y si me tengo que robar horas las robo al sueño. Y luego hay días que estoy más presionada y otros que tengo más libertad (esos días pongo dos o tres lavadoras de golpe y ¡hala! A seguir)
ML: ¿Eras una buena estudiante? ¿Te escaqueabas a veces de hacer los deberes de matemáticas para leer a escondidas?
A.L.: Era una mala estudiante, principalmente porque tenía dos problemas: hablaba mucho (eso significa atender poco y no enterarte), por lo tanto me reñían a menudo, y no me costaba estudiar nada que tuviera que ver con letras (era leerlo y aprenderlo) así que no le dedicaba mucho esfuerzo, sin embargo no entendía nada que tuviera que ver con números. Hoy se habrían dado cuenta de que mi problema tenía nombre y quizás hubieran sido más comprensivos, pero en mi época se llevaba otro sistema: nunca olvidaré a la señorita Julia de 5º de EGB golpeándome en la cabeza con el nudillo de su mano repetidas veces diciendo “tooooooorpe”.
En mi defensa decir que me puse a trabajar a los catorce años y a los dieciocho años decidí volver a estudiar, y con esa mentalidad más adulta las notas eran muy distintas: notables y sobresalientes.
De lo que me escaqueaba era de poner la mesa. Cuando en casa llegaba la hora de comer yo nunca estaba. Me escondía en el cuarto de baño, decía que estaba ocupada y me dedicaba a leer. Luego seguía leyendo en la mesa mientras comía (leía y escribía más que comía, la verdad)
M.L: ¿Qué echas de menos de cuando empezaste a leer y reseñar?
A.L.: Pues no te sabría decir… Disfruto con lo que hago aunque a veces acabe hecha polvo, agotada y preguntándome por qué no me habría dedicado a algo que me diera de comer, pero no echo de menos nada. Ahora tengo mejores libros, de hecho. Antes, si tenía dinero, sólo podía acceder a libros de bolsillo en grandes superficies –y no solían ser títulos muy acertados (también es cierto que antes había menos variedad e incluso cantidad)- y en las bibliotecas a las que acudí no encontré grandes títulos. Hoy tengo tanto para leer que me siento afortunada. Echo de menos otras cosas que no tienen que ver con el tiempo que dedico a leer y reseñar. De hecho lo que me deja agotada y me hace sentir presionada no es leer ni reseñar, si no editar la web y dirigirla. Gracias a las estrellas tengo a Pilar Alonso que me ayuda con la parte de prensa y selección de libros.
M.L.: He oído muchas veces que las modas en las mesas de los libreros las imponen las editoriales, que siguen ciclos: guerra civil, vampiros, zombis, novela histórica… ¿qué opinas?
A.L.: Que en cuanto a modas mandan los americanos principalmente. Si ellos ponen de moda al vampiro nuestras librerías se llenan de títulos de vampiros, previa compra de libros del estilo por parte de prácticamente todas las editoriales. Y así con todo. Lo de la Guerra Civil estará siempre ahí, forma parte de nuestra historia y siempre se vuelve a ella, una y otra vez. Como con la época nazi. Siempre habrá una historia que contar y en alguna ocasión te pueden sorprender. Confieso que prefiero una de terror que una de la Guerra Civil pero también que prefiero una de la II Guerra Mundial que una de vampiros.
 ML: Tres cosas que te llamen la atención de un libro (del que no te han hablado) para que te decidas a comprarlo.
    A.L.: La portada, el título y el argumento. En ese orden, pero luego, a la hora de elegir comprarlo o no, definitivamente será el argumento, después el nombre del autor, y a la portada ya ni le daré importancia porque es la que me sirve de faro, la que llama mi atención, pero no la que decide si leo el libro o no lo leo. Nota: si conozco al autor y no me gusta directamente no leo los argumentos de sus libros. Pero eso es de lógica ¿no?
ML: Tengo más amigos poetas que narradores, he asistido a más sesiones y jam poéticas que tertulias de prosistas, ¿es verdad que la poesía en España es la cenicienta del mercado editorial?  Y el teatro, ¿se lee/compran libros de teatro o es la verdadera cenicienta?
A.L.: Oigo muchas quejas acerca de esa cenicienta, pero los poetas tienen suerte si se comparan con los autores de teatro. Cada vez hay más editoriales que publican poesía – no nos olvidemos que se consume menos, por lo tanto tiene su lógica que el resto de géneros sean los hermanos mayores-, sin embargo el teatro, que fue tan importante en España, es lo que menos se lee. Y el teatro mola, por cierto. Casi todas las reseñas que hay en “Anika Entre Libros” de teatro son mías.
ML: Hablemos de tópicos, por un lado que en época de crisis se lee más porque es barato, por otro que ellas leen más que ellos, ¿es así?
A.L.: En época de crisis se recurre a libros más baratos o a menos libros. El lector lee dependiendo de lo que posea en ese momento. De sus posibilidades. Pero el cine es más caro en relación a la duración del tiempo que pasas ante la pantalla que el que pasas ante un libro, así que si tienes que elegir entre ambas cosas, te gustan las dos, pero sabes que te durará más el libro, es posible que el que pierda sea el cine porque a la larga leer sí es más barato. El libro dura más. Y en crisis hay que mirar el bolsillo.
Respecto al tópico hombre-mujer… Hubo un tiempo en el que creí tener la respuesta observando quién participaba más en la web con sus comentarios, pero hoy, entre la web y las redes sociales donde me muevo –al menos la gente que se relaciona conmigo por la literatura- hay tanto hombres como mujeres.
ML: Las editoriales tienen mala prensa sobre todo entre los autores noveles que quieren meter cabeza en el mercado, tú te llevaras bien con ellas, presumo, pero ¿qué opinas de esta tendencia sobre todo en crisis a arriesgar menos por los nuevos y asegurar ventas con los consolidados?
A.L.: Lo creas o no la veo lógica. La crisis también les afecta a ellos así que tienen que asegurarse la supervivencia de la empresa. Carlos Ruiz Zafón es una apuesta segura así que si llega la Navidad y tienen un libro suyo sacarán más ejemplares y reducirán el presupuesto para los demás. Si esto pasa con x autores, habrá otros muchos especialmente noveles que no tendrán ni oportunidad de meter esa cabecita porque no hay ni presupuesto para los conocidos. Pero estamos hablando de grandes editoriales y en el 2010 se supo que entre editoriales privadas y organismos públicos que también editan había casi tres mil quinientas editoriales sólo en España. Casi tres mil eran privadas. Casi dos mil cuatrocientas eran editoriales pequeñas. Este último año de crisis leí que habían cerrado un montón pero curiosamente había abierto otro montón de editoriales nuevas equilibrando la balanza de nuevo.
Y luego está la librería: el librero también tiene que asegurarse el negocio para poder comer, de modo que seguirá el mismo juego que la editorial: comprará más best Sellers esperados y menos novedades de autores menos conocidos. Yo admiro a los libreros que se arriesgan, por ellos se pueden encontrar joyitas literarias, pero les pasa lo mismo con las facturas y la mayoría compra a Ruiz Zafón y similares (sobre todo porque les compran también los que leen poco).
Lo que sí hacen algunas editoriales es apostar sobre seguro con algunos autores para poder publicar a otros y así equilibrar la balanza. Lo que tengo entendido es que otras, que publican mucho autor extranjero, vienen con packs (si quieres a X te debes llevar a Y, Z y Q) por eso puedes leer un título muy esperado y otros cinco bastante cutres que están quitando espacio a nuevos escritores posiblemente mejores que estos extranjeros. Me gustaría saber cuánto de verdad y cuánto de leyenda urbana hay en esto, pero si se parece mínimamente al negocio de la televisión, deduzco que será verdad.
ML: ¿Qué se necesita para formar parte de tu equipo de colaboradores además de gustarte leer?
A.L.: Eso ha ido por fases a lo largo de estos casi dieciséis años. Hoy hacemos casting porque así nos aseguramos que las reseñas sean buenas –con esto no me refiero a que sean positivas, si no a que se sepa reseñar un libro-. Pero además de eso hace falta un compromiso muy grande porque cuanto más lees más quieres leer, es un vicio delicioso, y debes cumplir con tus compromisos. “Anika Entre Libros” publica de treinta a cuarenta y pico reseñas semanales: muchos libros y en realidad una plantilla que no está entera del todo activa, siempre somos los mismos los que más leemos y más reseñamos. No creas que es tan fácil seguir nuestro ritmo.
ML: ¿Te han ofrecido algo un poco extraño o a lo que has dicho que no de parte de algún escritor, agente o editorial? Di el pecado, no el pecador.
A.L.: Lo que me piden siempre es que me haga agente o editora, o que haga la revista online en papel. A todo he dicho que no pero nada suena raro. Lo más raro ha sido ofrecerme llevar la web para sacarle partido económico y al leer la letra pequeña descubrir que yo podía enfrentarme a un juicio si no les pagaba religiosamente cierta cantidad estipulada mientras que ellos no tenían ninguna norma que les obligara a cubrir cierta cantidad para hacerles ese pago. Bueno, más que raro yo diría que pretendían aprovecharse de mí y pensaron que era imbécil e iba a caer. Los aprovechados son detestables.
ML: Estás leyendo un libro y ves que no hay manera de continuarlo, que es infumable, ¿lo dejas para otro día o tienes algún truco profesional para salvar los muebles?
A.L: Antes leía los infumables hasta el final. Hoy no porque no quiero sufrir ni me sobra tiempo, así que le doy varias oportunidades –leo varios libros a la vez de modo que puedo ir avanzando todos a ratos-, pero si veo que la cosa no mejora me niego a seguir. También he de decirte que no todos han sido infumables (o al menos no lo serían para todo el mundo) pero a mí me suponían incredulidad o bostezos, y yo no suelo bostezar jamás con un libro.
ML: La entrevista más simpática, más divertida o más pintoresca que hayas hecho y que te hayan hecho.
A.L.: Que haya hecho yo bastantes, pero recuerdo una a Juan Gómez-Jurado que le hice durante una comida. Puede que aparente muy serio pero es un tío muy divertido y además gran amigo mío, así que cuando le preguntaba algo y acabábamos muertos de la risa, me decía “contesta tú que sabes lo que voy a contestar”, y me tuvo así un buen tiempo. Al final contestó él, pero la cinta estaba llena de risas. Y hace poco lo ha vuelto a hacer en el “bocado literario” que le he hecho (minientrevista en vídeo) porque en su última novela “La leyenda del ladrón” (que yo llamé “leyenda del dragón” repetidas veces y casi me mata con la mirada) salen guiños a amigos, entre ellos a mí, Anika… y claro, lo metió con calzador y a mí se me escapó la risa. Por si quieres verlo y entenderás a qué me refiero: http://youtu.be/6TledQvalQ8
En cuanto a mí como entrevistada, todas me parecen simpáticas porque me siento bien tratada, por eso siempre procuro contar algo que jamás he contado en cada una de ellas, para daros algo a cambio. Hoy lo he vuelto a hacer en varias respuestas y mientras pueda seguiré haciéndolo. Es mi forma de agradeceros que os hayáis interesado por mí. En todo caso lo que más agradezco es que no me pregunten siempre lo mismo, así que graciasJ.
Muchas gracias y mucha suerte.

Por Ginés Vera.

2 comentarios:

  1. Qué entrevista más chula. Me ha encantado conocer un poco más a fondo a Anika, aunque he de confesar que se la medio intuye por sus comentarios en Facebook. No decepciona para nada al leer sus respuestas, de hecho apetece saber más de ella y su proyecto.
    Mola mola, sí señor jejej.

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