jueves, 20 de marzo de 2014

OLIVIA ARDEY: «Como no me gusta leer sagas, tampoco me apetece escribirlas.»

De nuevo vuelvo a coincidir con Olivia Ardey a quien ya entrevistase con su anterior novela. En esta ocasión, me concede esta entrevista tras publicar recientemente una nouvelle, Tú de menta y yo de fresa.  Una historia de amor y seducción entre los protagonistas y compañeros de trabajo: Belisa y Jaime.

Hablemos del título de tu última novela, ¿prefieres fresa, menta o fruta de la pasión?

La fresa y la menta pueden encerrar mucho erotismo. Me encanta que me preguntes por esta novela porque a mí me apasiona el género corto romántico y lamento mucho que en España sea casi imposible de publicar en papel. Gracias a Editorial GramNexo que ha apostado por ella, que triunfa en Estados Unidos, he podido ver publicada TÚ DE MENTA Y YO DE FRESA a la vez en Chile y España. Publicar en Iberoamérica ha sido un gran paso.

¿Cómo definirías en tres palabras a Belisa y a Jaime, protagonistas de Tú de menta y yo de fresa?

Mejor con cuatro: DE CARNE Y HUESO.

¿Consideras que el auge de ventas de la nueva novela RA (Romántica Adulta) es un fenómeno editorial ‘transitorio’ favorecido por las y los autores actuales?

No, en absoluto. Narrativa romántica hay, ha habido y habrá. Si se vende tanto es porque gusta. Hoy día las lectoras (y lectores, aunque menos) quieren novelas que les hagan sonreír, pasar un buen rato, viajar con la imaginación y olvidar los problemas. Necesitamos finales felices y eso es lo que hallamos en nuestros libros.

¿Qué parte de experiencias propias y/o ajenas hay en Tú de menta y yo de fresa frente a la de ficción y con qué escena o escenas te sientes especialmente motivada?

Coincido con Belisa en que también yo he sido alumna de un taller literario y en que la novela transcurre en dos escenarios muy míos: Valencia, la ciudad donde yo vivo (aunque en el texto nunca se cita) y Olocau del Rey, un pueblecito de la comarca de Els Ports de Castellón, que es de donde proviene mi familia materna. Esas escenas en la zona de Morella son las que más me gustan porque es el paisaje donde yo he pasado los veranos de mi infancia.

Me consta que tienes un buen número de lectoras fieles, pude comprobarlo en la Fira del Llibre de Valencia, pero ¿y ellos?, ¿también se te acercan a pedir autógrafos? ¿Qué te preguntan?

Sí, claro, ¡cosa que me hace más ilusión a mí que a ellas! Me preguntan de dónde saco el tiempo para escribir, cómo se me ocurren las historias, me preguntan siempre ‘¿cuándo el próximo libro?’. Yo siempre les digo, ‘¡dadme tiempo a escribirlos!’. Es maravilloso el contacto directo con las personas que nos leen, el mejor premio de esta aventura es escuchar: “No he pegado ojo porque no podía dejar el libro” o “¡He reído, he llorado, qué bien me lo he pasado con tu novela!”

Muchos escritores se encariñan de sus personajes hasta el punto de llevárselos a nuevos escenarios en otras novelas, ¿te ha pasado con Belisa y Jaime? ¿Los veremos en una próxima novela?
No, no lo creo. Como no me gusta leer sagas, tampoco me apetece escribirlas. Aunque tanto cariño les coges que es inevitable, a veces, querer saber qué fue de sus vidas. Mis novelas son todas autoconclusivas y, a pesar de ello, he vuelto a llevarme a Tarabán a los personajes de BÉSAME Y VENTE CONMIGO en DOCE CAMPANADAS Y UN BESO, pero como secundarios, porque los protagonistas de este ebook navideño son otros y muy especiales para mí también.
La única novela en la que siempre supe que habría un “y después” fue con DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN porque hay un personaje, Helen, al que le debo su propia historia. Creo que lo merece.

Háblanos de Valencia como escenario de Tú de menta y yo de fresa, como  escenario de un idilio romántico. ¿Cuáles son tus lugares clásicos y modernos favoritos, dónde nos recomiendas ver un amanecer o una puesta de sol?

Amanecer hay que verlo en el mar, cualquiera de nuestras playas ofrece un espectáculo único. El ocaso, en eso somos unos privilegiados, en una barca en la Albufera. Qué maravilla ver esconderse el sol, con el agua teñida de azul y naranja entre garzas y cañaveral. Pero como soy urbanita convencida, veo muy romántico el centro de la ciudad, por ejemplo una terracita con encanto en la Plaza de San Jaime o la Plaza del Negrito. O un café-librería con encanto como los que hay en Ruzafa, me parece un sitio precioso para empezar una historia de amor.

Hombres y mujeres pensamos y sentimos de forma diferente, no es un tópico, lo dicen incluso los científicos; leo de Jaime: ‘Por muchos años que pasaran jamás olvidaría a la mujer que le regaló la situación más erótica de su vida.’ ¿Crees que los hombres retenemos más una buena experiencia sexual y las mujeres una más romántica, o es otro tópico?

Es un topicazo. Cada cual es como es, no estamos hechos en serie. Ni todas las mujeres deseamos  lo mismo, ni todos los hombres respondéis al mismo estímulo. Yo creo que los hombres guardáis en la retina y las mujeres conservamos en el oído, pero es una opinión personal. Aún nos quedan gusto, tacto y olfato, fíjate qué montón de posibilidades…

Muchas gracias y mucha suerte, Olivia.


Por Ginés J. Vera

2 comentarios:

  1. Muy buena entrevista! Gracias! A ver si me estreno con la autora, que lleva tiempo esperando en la estantería Delicias y secretos en Manhattan.
    Besotes!!

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    1. Gracias Magari, me alegra que te haya gustado la entrevista. Agradecido por tu visita y comentario. Un saludo.

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