Entrevisto esta semana al novelista, historiador, investigador y fotógrafo Luis
Zueco (Borja, 1979).
Ha publicado la novela histórica
Tierra sin rey, la guía Castillos de Aragón: 133 rutas’ y con su novela El
escalón 33 recibió la Mención de Honor en el Premio Internacional de Novela
Histórica Ciudad de Zaragoza 2012, el Premio al Mejor Thriller Histórico 2012
de la web Novelas Históricas y fue seleccionada en el I Certamen de Novela
Histórica Ciudad de Úbeda. En este caso le entrevisto por su
última novela, El castillo (Ediciones B, 2015).
P.: El Medievo no es como nos lo han contado a menudo, con esos tintes
de romanticismo, más bien era un tiempo de luchas, desigualdades y muertes.
Sí, claro, porque la Edad Media
nos gusta a casi todos, por lo que sea o por muchas cosas, porque la tenemos
idealizada, porque nos gustan los caballeros, las princesas, las justas, los
dragones…, está todo en un enjambre que hace que la Edad Media sea muy
atractiva, pero claro, es que la Edad Media no fue así, hay que tenerlo en
cuenta. Fue una época oscura en contraposición con la época romana de declive,
pero no tanto, que a veces somos injustos, que los romanos parecen los mejores
del mundo; en algunos momentos es más justa la sociedad medieval que la romana
aunque parezca una barbaridad.
En la época medieval no había esclavos y en la
sociedad romana sí había esclavos, a los romanos los tenemos por muy
civilizados pero existían los esclavos. La Edad Media es una época oscura y las
batallas eran mucho más pequeñas en número de lo que tenemos pensado, pero muy
sangrientas, porque el material era muy duro. Era eso, una época en la que los
cristianos, porque los musulmanes eran otra historia, sufren muchas calamidades
sobreviviendo en las montañas, en inferioridad y eso hay que tenerlo en cuenta
en la novela.
P.: Respecto a los musulmanes, tal vez estaban más desarrollados en algunos
aspectos respecto a los cristianos.
Por supuesto, en todos los
aspectos, la sociedad, etc. Para empezar,
los musulmanes son urbanitas y la época medieval cristiana no es urbanita. Los
musulmanes tienen una serie de gustos, de refinamientos, tienen cosas que
tenían los romanos, por ejemplo el comercio… Es otro concepto de sociedad que tiene muchas
cosas de las anteriores, podemos decir que los salvajes éramos nosotros.
P.: Y además nos resistíamos a ser culturizados.
Eso pasa muchas veces en España,
también en la época de la guerra de la independencia, en el fondo las ideas
francesas: la libertad, la igualdad, eran las ideas que venían. Queríamos a nuestros
reyes, pero la modernidad era eso; es como ahora cuando quieres llevar la democracia
a lugares que no saben qué es la democracia. Claro, si no saben lo que es la
democracia ¿cómo la llevas?
P.: Casi va al hilo de una frase de la novela: "Son muchos los que te pisan
cuando estás en la cima, pero pocos los que te empujan para lograr tus sueños." Parece seguir vigente entonces y ahora.
Sí, bueno, en la novela aparecen
muchos nobles, y la relación entre los nobles y reyes es la política, la
política ha cambiado muy poco. Por tanto, los intereses, las cuchilladas que
había en la Edad Media eran peor que ahora, porque era entre hermanos, ahora
por lo menos es entre contrincantes a políticos, pero claro, en aquella época era
porque si tú querías reinar solo había un rey; si hay un primogénito tú no vas
a ser rey, no porque no seas capaz sino porque yo existo, si yo dejo de existir
tú puedes ser rey, esto crea un problema moral importante y más cuando tú, a lo
mejor, te has casado con una reina y sí que podrías ser rey, era complejo. Por
ejemplo, en el reino de Pamplona, al empezar la novela el reino de Pamplona
controla todo en el norte, si el reino acaba su apogeo es precisamente porque
muere el rey y se divide la herencia entre todos los hijos; entonces claro,
crea unas disputas entre ellos.
Ellos lo hacían muy bien, ya
cuando nacías sabias que ibas a ser rey. Por ejemplo, cuando nace el primer
hijo de Sancho lo llama Ramiro, Ramiro no es un nombre de la dinastía pamplonesa,
entonces no va a ser rey; al siguiente lo llama Sancho, los reyes de Pamplona
solo se pueden llamar Sancho o García, todo tiene su porqué. En Barcelona solo
puedes ser rey si te llamas Ramón o Berenguer, si te llamas Pedro no vas a ser
rey. Aun así, las relaciones familiares siempre son complicadas.
P.: Para Lope de Ferrech la valentía, la destreza o la inteligencia eran
cualidades importantes, pero el mayor don de un hombre era la confianza en uno
mismo.
Si, el concepto es atemporal, era
como en la Edad Media. Él es un noble nuevo, un noble bajo, lo ha conseguido su
padre, él tiene que sacar provecho de lo que ha conseguido su padre; él sabe
que está en el escalafón más bajo, pero está en el escalafón de la nobleza,
antes sí que podía ascenderse políticamente, sabe que puede hacerlo, pero tiene
que acertar con sus aliados y sus estrategias, y una parte de la novela es que
intenta acercarse a la persona adecuada, se mueve en el ámbito más político de
la novela.
P.: La Iglesia también muy presente, ¿quién infringía las leyes de Dios
solo podía recibir la muerte como castigo?
Si, en principio sí, estamos en
una época donde la religión lo marca todo, está muy influenciada, estamos cerca
del año 1000, bueno, pasamos el mil, pero queda todavía el problema del cambio
de milenio, todavía no es la gran iglesia medieval que controla todo, pero está
en camino y eso se nota en la vida de la gente, todavía queda algo de
paganismo; pero sí, sí, efectivamente, la iglesia medieval es muy fuerte.
Muchas gracias y mucha suerte, Luis.
Por Ginés J. Vera.
Luis Zueco es el director del Castillo de Grisel, fortaleza medieval convertida en hotel con encanto. Además, es ingeniero industrial, licenciado en Historia y máster en Investigación Artística e Histórica, miembro de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, vicepresidente de la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón y colaborador, como experto en patrimonio y cultura, en diversos medios de comunicación.