Hace unos días reseñaba el libro Brother. Libertad (Milenio) de José Luis Muñoz. En esta ocasión os invito a que leáis la entrevista que me concedió para Maleta de libros sobre esa novela, la primera de una trilogía que emplaza en los EUA. Por cierto, hoy martes 22 de febrero se conmemora el nacimiento del primer presidente de esa nación. Uno de los cuatro rostros en piedra que podéis encontrar si visitaseis el Monumento Nacional Monte Rushmore, en Dakota del Sur.
P.: Esta novela titulada Brother Libertad es la primera de una trilogía épica ambientada en los EUA en la época actual. ¿Cómo surgió la idea de que fuera una trilogía y por qué emplazarla en los EUA?
R.: Lo de que se publicara en forma de trilogía fue una cuestión práctica, incluso por comodidad a la hora de leer. Hay que tener en cuenta que estoy hablando de una novela negra que tiene casi mil páginas. Un volumen de esa envergadura es muy incómodo para leer en la cama o para llevarlo en el transporte público, por ejemplo. Por fortuna, o quizás fuera mi subconsciente, la novela originalmente está estructurada en tres partes, así es que en ese sentido fue muy fácil la fragmentación y convertirla en una trilogía.
En cuanto a la segunda pregunta la respuesta es que EUA es el territorio por excelencia de la novela negra, tengo estrechos vínculos familiares allí (una hermana y dos sobrinas que son norteamericanas), viajo con cierta frecuencia, me conozco el territorio y es un país que me produce admiración y rechazo al mismo tiempo. Para escribir Brother estuve viajando durante tres largos meses en coche desde California a Alaska tomando notas en moteles, parques nacionales, restaurantes de carretera, salas de fiestas y tugurios infames de los que fui sacando a los personajes de esta novela. He procurado que el escenario, los personajes y la trama sean creíbles.
P.: En Brother-Libertad no solo conocemos a los personajes que intuimos tendrán nuevo protagonismo en las dos siguientes entregas. También viajamos con ellos por California antes de que Caín Brother inicie uno más largo y peligroso, auguro. Curiosamente en Libertad hay un capítulo con un claro guiño a la novela On the road, de Jack Kerouac. Se cumple este 2022 el centenario de su nacimiento. Háblanos de este y de otros guiños también literarios en la novela.
R.: En esta primera parte de Brother se van presentando los personajes según aparecen en escena. Caín Brother que sale de la cárcel; Abel Brother, que se ve obligado a acogerle en su casa; Eva Blondie, mujer de este último, que se pavonea de su físico atractivo y lo potencia con ropa ajustada; Dog o God Brother, el padre anárquico que ha puesto esos nombres bíblicos a sus hijos. God Brother, entre comillas, es el intelectual de esa extraña familia disfuncional, prototipo de esa America profunda, trumpista, que quiero retratar. Hay guiños a Jack Keruac, como dices, porque lo ha leido el padre que se identifica con él, pero también a Charles Bukowski porque God Brother, o Dog Brother, escribe, aunque sean poemas pornográficos muy malos, le da a la botella y vive en una miserable caravana, al borde de la indigencia.
Es una novela de carreteras, de viajes, de desarraigo, de ahí la conexión que puede haber con la generación beat, porque buena de la población norteamericana es nómada, como subraya la excelente película Nomadland, no echa raíces en ninguna parte, lleva años buscando su identidad. Eso también se refleja en la novela y es una de las características de la sociedad norteamericana que más me fascina. Los europeos, por lo general, tenemos unas hondas raíces culturales y familiares, vivimos en ciudades y pueblos históricos. En Estados Unidos eso no sucede, los ancestros pueden estar en Italia, Dinamarca, China o África.
P.: Como en toda buena novela negra no solo está la trama dramática, sino que como lectores vemos una realidad social que rodea a los personajes. En esta caso, al ubicarla en este gran país (grande en muchos sentidos) nos asomamos al American way of life, a algunas sombras tantas veces vistas en los medios de comunicación y que seguramente son ciertas, pues intuyo que has viajado varias veces al país. ¿Es así?
R.: He viajado un montón de veces a EUA, he recorrido las dos costas, me he aventurado por el interior de ese país en compañía, casi siempre, de mi hermana norteamericana que es una guía excelente. Fruto de ese conocimiento es una serie de novelas que he ambientado en los EUA: La casa del sueño, Lluvia de níquel, La frontera sur, Mala hierba y La manzana helada. El novelista, aunque viaje, siempre esta trabajando, tomando notas, observando. El famoso American way of life es algo que funciona para unos pocos y es una entelequia para la mayoría del país que tiene una desigualdades sociales pavorosas. Nueva Orleans, sin ir más lejos, es una ciudad del Tercer Mundo.
Hay también una felicidad impostada que se ve en las urbanizaciones con casas en donde lucen las banderas de las barras y las estrellas, o en esas ciudades que parecen de cuento infantil, irreales, como Solvang, por ejemplo, o Isla Catalina, por citar dos que salen en Brother-Libertad. Luego está esa paradoja del puritanismo, el que existan multitud de confesiones religiosas, como esa Iglesia de las Cuatro Esquinas, que no me invento, del que fue expulsado God Brother por llamar a la fornicación. Una sociedad con más iglesias que bares llama la atención. La norteamericana es una sociedad contradictoria, puritana en lo sexual, pero luego la mayor fábrica de pornografía universal, con telepredicadores que abogan por la castidad y luego tienen amantes ocultas o políticos que rezan antes de declarar una guerra devastadora que va a causar cuatrocientos mil muertos como la de Irak. Y luego está ese irracional culto a las armas y a la violencia, que viene de la colonización del Oeste y permanece enquistado en la sociedad, consustancial a su ADN. Hay que cambiar de chip en cuanto se pisa suelo norteamericano, nuestra lógica no funciona allí. Es un país muy joven que aún no está cohesionado.
P.: Al menos dos de los personajes de Brother-Libertad son mitómatos; el cine está muy presente en esta novela. Nada nuevo para quienes somos lectores fieles de tu narrativa. E iniciando la trilogía en California al menos hay dos nuevos guiños a dos grandes películas relacionadas con los escenarios de Libertad. ¿Nos hablas un poco de ese maridaje aquí entre la trama y el cine?
R.: Entre otras muchas cosas, la trilogía Brother es un western moderno. Y sí, hay muchas referencias cinematográficas porque los personajes de mi novela se han educado viendo películas y han pisado muy poco la escuela convencional. En ese aspecto son como yo, en lo de educarse con el cine. Hay un western que está muy presente porque hay un personaje ausente, Natalie Wood, que adora tanto God Brother que podría pegarle un tiro a Robert Wagner si lo encuentra por la calle. Se habla de la muerte dramática de esa actriz a raíz de esa excursión a Isla Catalina. Y claro, sale a relucir esa película mítica de John Ford en la que interpretaba el papel de una india odiada por John Wayne, Centauros del desierto, el mejor western de la historia del cine después de una conversación de muchas horas con Empar Fernández* y Fernando Marías, cuya desaparición no acabo de asimilar. Luego hay una serie de referencias a Con faldas y a lo loco, de Billy Wilder, la descacharrante comedia interpretada por Marilyn Monroe, Jack Lemmon y Tony Curtis, porque los personajes de la novela se van a tomar una copa al Hotel Coronado, en donde se rodó el film. Quien viaje por Estados Unidos y haya visto muchas películas se va a encontrar con un plató en sus ciudades y en sus paisajes, es inevitable. Uno llega a Nueva York conociéndola de antemano gracias al cine. Cuando estuve en Monument Valley ya lo había visto en las películas de John Ford, pero ello no impide que te recorra el cuerpo una honda emoción.
P.: Una de las frases que escuchamos de Abel Brother es: Toda familia tiene su lado oscuro. Quizá también en Brother-Libertad uno de los temas sea precisamente ese, los secretos familiares que un día salen a la luz con consecuencias imprevistas.
R.: Es una familia claramente disfuncional como ya he dicho anteriormente, por culpa de ese padre. La madre, mitificada por Caín Brother, ha desaparecido, se largó dejando a los dos hermanos al cuidado de God/Dog Brother borracho y anárquico. ¿Por qué los ha abandonado Keyla de la que sólo saben sus hijos por una postal que llegó de Alaska? Esa es una de las incógnitas de la novela. ¿Qué vio la hermosa y sofisticada Keyla en un tipo como Dog Brother para ser su mujer? Seguramente ese hombre que ahora es una ruina física antes era mucho más digno, como dan a entrever una serie de flash backs que tiene, sobre todo, Caín Brother y le hacen viajar a esa infancia feliz que tuvo una vez. Caín Brother, además, ha pagado con la cárcel un delito que no cometió. Le han robado diez años de su vida. Ahora exige su revancha.
Brother. Libertad. José Luis Muñoz. Editorial Milenio.
Otras entrevistas a José Luis Muñoz, en Maleta de Libros,
👉 El mokorero del Okavango. Entrevista a José Luis Muñoz
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👉 La muerte del impostor. Entrevista a José Luis Muñoz
(*) Próximamente compartiré en Maleta de libros la entrevista que me concedió Empar Fernandez.