lunes, 16 de junio de 2025

El chico que ganaba todos los premios. Miguel Á. González

El azar, en esta ocasión, trajo a mis manos un estupendo libro, El chico que ganaba todos los premios (Comba), de Miguel Á. González. Un libro de relatos del escritor madrileño a quien he tenido la suerte de leer con anterioridad. Mi devoción por el género breve se ha visto reforzada por las trece piezas que nos presenta, incluida la que da titulo al libro. 

Es un volumen de relatos que González ha seleccionado de su trayectoria como narrador, aunándolos con mimo, algo que notamos desde las primeras páginas. Los protagonistas son personas azotados por conflictos de este mundo, unas veces compasivo, otras cruel, que asumen a veces el descenso, la caída o la ironía del devenir. Creo que son personajes marginales, conmovidos o que transmiten esa lúcida situación por la que les veremos actuar o dejarse llevar. 

Muchos de estos textos tienen lo literario en las venas, en el espinazo vertebrando o sazonado el argumento. González se sirve de un lenguaje sencillo, firme y cercano para contar estas 13 historias sin gafe, sin mala suerte. Al contrario, seguro que quienes lean  El chico que ganaba todos los premios empatizarán con los personajes al punto de echar de menos un poco más. Pero el relato es lo que tiene, su brevedad es su grandeza, algo que González reivindica desde hace dos décadas con historias como estas. 

Si no habéis leído antes a González, esta es oportunidad excelente de sumergiros en la prosa y, de paso, en este lugar de encuentro de descubrimiento, revelación y encanto por lo bueno y breve dos veces acertado.


Miguel Á. González (Madrid, 1982) es narrador, poeta y dramaturgo. A lo largo de su carrera ha recibido numerosos galardones y el reconocimiento unánime de la crítica. Compagina la escritura con la coordinación de talleres de creación literaria y lectura en la escuela Club de Escritores. Su trayectoria como novelista incluye títulos como Todos los miedos (2016), galardonada con el 65º Premio Café Gijón; Cariño (2018), seleccionada por la revista Forbes como una de las mejores diez novelas del año; Un nublao de tiniebla y pedernal (Comba, 2021), galardonada con el Premio Ciudad de Alcalá de Narrativa y celebrada como una de las obras más personales y arriesgadas del autor; Dios no está con nosotros porque odia a los idiotas (2022); Prolepsis (2022) y Perder el equilibrio (2024). En el ámbito teatral, ha sido distinguido con premios como el Fray Luis de León, el Max Aub o el prestigioso Premi Born, y sus textos han sido representados en escenarios de España, México, Argentina y Estados Unidos. También ha cultivado la poesía, género en el que ha sido reconocido con el Premio Ciudad de Badajoz 2025 por su poemario ¿Qué harías si yo muriera?

El chico que ganaba todos los premios. Miguel Á. González. Editorial Comba

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lunes, 9 de junio de 2025

El agua roja. Inigo Egaña

El agua roja (Alrevés) es la primera novela publicada por el consultor y gestor de proyectos de tecnología y procesos de negocio, Inigo Egaña. Una obra donde la trama juega un papel importante, pero solo al servicio de sus personajes, en especial, de dos, en un caleidoscópico recurso narrativo de contrapuntos. 

Si me inclinase a hablar de la primera de sus cuatro partes para no desvelar en exceso la propia arquitectura argumental, diría que un macabro hallazgo en una casa, a resultas de una herencia, es el suceso que disparará la historia. El descubrimiento de un cadáver es siempre un nudo climático delicioso, en especial, para los amantes del género negro. Y lo es también aquí, cuando Sara ha de catalogar los bienes de una casa y se topa con un tipo momificado en un sillón.

Los interrogantes se suceden, entran en escena otros personajes que articulan el devenir de la identidad y las razones por las que murió, por ejemplo. Hay varias voces narrativas en El agua roja, porque fluye como el líquido elemento en virtud de la gravedad, del foco donde Egaña nos dirige en cada una para componer el puzzle. Viajaremos a distintos escenarios sin olvidar, por ello, el hilo argumental; la soledad, el amor o la maldad se dan cita sin capricho. Uno de los aciertos de Egaña, en El agua roja, sin duda es haber dotado de una tensión creciente a esta historia sobre —a mi modo de ver las pasiones humanas, lo que nos une y nos separa en la vida y más allá. 

"Valoramos lo que nos remueve algo por dentro", le interpela un personaje a otro, en uno de los pasajes, una frase muy apropiada en esta novela, en la literatura en general, quizá. Porque El agua roja llegará a conmovernos conforme nos acerquemos al desenlace, en la última parte del recorrido, tras unir los trozos de porcelana como la técnica japonesa del Kintsugui. Nos removerá y hará que valoremos la historia con ganas acaso de regresar a su origen, como el ciclo del agua que no se detiene. 


Íñigo Redondo Egaña, (Bilbao, 1961) ha residido nueve años en México, Perú y Argentina y ha trabajado largos periodos en países europeos. Hoy es escritor. Es autor de cinco novelas, dos libros de cuentos y un poemario que permanece vivo y crece despacio. Ha sido finalista o ganador de certámenes de relatos como Las dalias, Getafe negro y otros, y ha publicado cuentos en revistas literarias. Ha sido compilador y coordinador de la antología Un lugar tan encantador. Hotel California: nueve cuentos y un porqué. Ha participado también en las antologías Cien instantes en un santiamén y Aztarnak

El agua roja. Inigo Egaña. Alrevés editorial

martes, 3 de junio de 2025

El patio. Thomas Korsgaard

Deliciosa lectura la que traigo esta semana a Maleta de libros con El patio (Random House) de Thomas Korsgaard. Lo primero comentar que el protagonista indiscutible de esta novela es Tue, un chaval de 13 años que vive en una granja danesa con su familia. También decir que la familia y sus amigos van a conformar un pequeño universo a su alrededor, una telaraña de vivencias algunas rozando lo dramático, otras lo cómico. 

La entrada en la adolescencia es una etapa de la vida que en ocasiones nos marcará de por vida. Quizá por eso, Korsgaard ha planteado esta novela como una primera entrega de la Trilogía de Tue. Sorprende el pulso narrativo del autor en El patio, por la mirada y sencillez aparente a la hora de contar los conflictos generacionales, las pequeñas miserias humanas cotidianas y, sobre todo, la profundidad de la construcción de los personajes con esa cotidianidad en la granja o en el colegio. 

De algún modo, El patio nos habla del amor, de los silencios cómplices, del valor de la familia y de algunos temas más que se sucederán con las siguientes entregas de la trilogía. Por ultimo, quizás destacar esos dos grandes temas que se dan la mano como un oxímoron: la vida y la muerte. Porque ya dije que Tue, el protagonista tiene trece años, una edad en la que aprender a asumir la muerte o el significado de la vida es como una pieza a encajar en nuestro acervo de valores personales.


Thomas Korsgaard (Viborg, Dinamarca. 1995). Inició sus estudios en Filología y Literatura Nórdica en la Universidad de Aarhus. Debutó en 2017 con El patio, inicio de una trilogía que sigue con La ciudad y Paraíso. En 2021 recibió dos de los mayores premios daneses: el De Gyldne Laurbaer y el Otto B. Lindhart.

El patio. Thomas Korsgaard. Random House

Trad.: Blanca Ortiz Ostalé

viernes, 30 de mayo de 2025

Bacalao de Bilbao. Entrevista a José Francisco Alonso

Este fin de semana estará firmando ejemplares de su saga Universo Loizaga el escritor bilbaíno José Francisco Alonso. Me concedió una entrevista para Maleta de libros tras la publicación de la cuarta entrega, Bacalao de Bilbao (Alrevés) que ya va por su segunda edición. Si os animáis a ir a la Feria del libro de Bilbao, ya sabéis. Un saludo y aupa Athletic.


P.: Cuarta entrega de la saga del profesor Loizaga, en este caso, me ha sorprendido que el título sea el pescado, de Bilbao, por supuesto. Ya me imaginaba un marmitako, una angulas o unas kokotxas de merluza en salsa verde... Incluso unos canutillos. Aprovecho para preguntarle cuándo se decidió por el título y el argumento de esta novela.

R.: Los títulos de la serie Loizaga siempre son comestibles. Eso es innegociable, creo. En esta ocasión es el bacalao, un producto muy bilbaíno también. Pero tiene un doble significado. En Bilbao hay una radio local, Radio Popular-Herri Irratia, que desde hace muchísimos años retransmite los partidos del Athletic y, cuando hay un gol local, el locutor grita bacalao, bacalao, bacalao un motón de veces. Yo de pequeño escuchaba estas retransmisiones. De hecho, la novela está dedicada a José Iragorri, el locutor de mis años jóvenes. 

El argumento es sencillo. Norberto Lopetegui, el mejor delantero centro que ha tenido el Athletic, no quiere renovar. Y nadie lo entiende en Bilbao. Parece que quisiera fichar por el Real Madrid o por el Barcelona. El club recibe un mensaje amenazándole para que renueve y llama a la Ertzaintza para que haga una investigación discreta. Ahí aparece el profesor Loizaga.

P.: Vayamos a lo mollar de Bacalao de Bilbao, que es la trama alrededor de un jugador de fítbol. Y no de un equipo cualquiera, del centenario Athletic de Bilbao. Háblenos un poco de cómo se marida el fútbol con un profesor de Filosofía, el otro gran protagonista junto a Norberto Lopetegui.

R.: El fútbol y la filosofía, a mi entender, están más cerca de lo que pudiera parecer. Hay un regusto intelectual que aleja el pensamiento de los espectáculos de masas, y en general de cualquier actividad que genera entretenimiento. Como si pensar fuese un acto sesudo y serio. Yo creo que no se puede explicar el mundo actual sin introducir el mundo del fútbol. ¿No habíamos quedado que la novela negra es reflejo de la realidad existente? Pensar qué es el fútbol nos puede llevar a entender el ahora. Al margen de que te guste o no, ese es otra cuestión más relacionada con las emociones.

P.: Como decía, dos son los ingredientes principales de este guiso narrativo: el fútbol y... la traición. Es curioso que para exaltar una de las grandes pasiones humanas haya elegido un deporte de masas. Pero no hay que olvidar que desde la célebre traición de Bruto a su padre, en la antigua Roma, se han erigido y caído imperios por culpa de los pecados capitales. ¿qué reflexiones cree que nos deja Loizaga acerca del oscuro mundo del fútbol en Bacalao de Bilbao.

R.: La traición es un tema muy literario por tratarse de uno de los actos humanos más complejos. ¿Qué lleva a una persona a traicionar aquello en lo que cree? Pensé en escribir una novela sobre el adulterio, pero no es muy original. Tampoco la traición al país está muy extendida, creo. El dinero del mundo globalizado ha minimizado el sentimiento de proyecto común en un país. Solo queda la religión, o mejor, las creencias. Y ahí apareció el fútbol. Y en Bilbao, el Athletic. No hay mayor traición que cambiar de equipo de fútbol. 

P.: Me gustaría que nos hablase de otros "ingredientes" de la novela para aquellos lectores y lectoras que quizás, no sean muy futboleros, pero les pique la curiosidad; por ejemplo, atraídos por el sentido del humor que destilan estas páginas (en realidad, toda la saga Loizaga).

R.: La novela se puede disfrutar sin gustarte el fútbol, pues es solo el marco donde transcurre la acción. Es una historia de traición que responde a la pregunta ¿hasta dónde serías capaz de llegar por conseguir un sueño? Un tema universal, creo, de todos los tiempos.

Y, por supuesto, con mucha carga de crítica social y la ironía de Loizaga. No es una comedia, pero la forma de hacer de Loizaga, de su ama, de los amigos del txoko, siempre lleva una sonrisa. Novela negra con humor. Lo reconozco, futbol, gastronomía, humor y un misterio que resolver, parece una cuadratura difícil de resolver. Es el lector quien tiene que decir si se ha conseguido. Animo a los lectores a que se adentren en el universo Loizaga y en este “Bacalao de Bilbao”. Yo confío mucho en el resultado final.

P.: Dado que Loizaga, trabaja en la ficción (y Ud. en la realidad) como profesor de Filosofía, finalizo preguntándole por su alumnado, el suyo, claro; por cómo ven las nuevas generaciones el deporte rey y si ha usado en sus clases  al balompié para explicar acaso algún concepto de Platón, Heidegger, Foucault o Nietzsche... A su juicio, ¿quién diría de haber vivido en nuestros días que hubiera sido el filósofo clásico más interesado en el fútbol?

R.: Los alumnos actuales, en el primer minuto de la primera clase, te preguntan por tu equipo de fútbol. El fútbol para nuestros jóvenes es una continua referencia, forma parte de sus inquietudes. Yo, por supuesto, lo utilizo a menudo en mis explicaciones. No se puede conseguir que comprendan algo con ejemplos de mundos que desconocen. Los futbolistas famosos y los influencers son sus ídolos.

Respecto al filósofo, pregunta muy interesante, creo que todos los grandes filósofos estarían interesados en el fútbol, no como seguidores sino como fenómeno de masas. El filósofo tiende a explicar la realidad y en la realidad actual está el fútbol. Algunos denunciarían las estructuras del fútbol, otros valorarían su capacidad de generar identidad colectiva. El fútbol es muy interesante. Pero te diré un filósofo que todavía está vivo y se confiesa un gran admirador el fútbol, Edgar Morin, que tiene una teoría sobre la complejidad de la realidad muy potente. Y cito sus palabras: "no veo el fútbol como una forma de alienación moderna, lo siento más bien como una poesía colectiva". Yo soy de los que disfruta también de la poesía colectiva.


José Francisco Alonso. Bilbao (1968). Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Deusto. Trabaja, igual que su protagonista, Loizaga, como profesor de Filosofía, en este caso en la ciudad de Valladolid. Pisto a la bilbaína, Milhojas de jamón, Café cortado y Bacalao de Bilbao forman el Universo Loizaga, las cuatro novelas publicadas en Alrevés. 

Bacalao de Bilbao. José Francisco Alonso. Alrevés editorial.