Hoy
comparto con vosotros una entrevista muy especial. La que me ha
concedido recientemente la autora de la novela ‘El
juego de la memoria’
(Maeva
Ediciones).
El libro lo reseñé aquí, en Maleta de libros, recientemente.
Agradecer desde aquí a Sara Fernández su labor como intérprete y
en la traducción, y con afecto a la editorial Maeva.
La ciencia de alguna manera es algo que nos une a la autora y a mí.
En mi caso, estudié una carrera de ciencias de la salud. Por su
parte, Felicia
Yap estudió
Bioquímica en el Imperial College de Londres antes de doctorarse en
Historia en la Universidad de Cambridge. Yap, antes de dedicarse por
completo a la escritura, trabajó como bióloga, historiadora,
profesora en Cambridge, crítica de teatro y periodista especializada
en tecnología.
Esta
su primera novela publicada, cuéntenos cómo surgió la idea de
escribirla.
Felicia
Yap: La inspiración para El juego de la memoria llegó “en
movimiento”. Mi prometido y yo íbamos de camino a un estudio de
baile en Cambridge cuando me asaltó una pregunta: ¿cómo resolver
un asesinato si solo recuerdas el día de ayer? La idea me intrigó
tanto que no pude parar de pensar en ello hasta después de llegar al
estudio y empezar a bailar tango (mi baile favorito). Tracé las
primeras líneas de la novela en la pista de baile aquella misma
noche, entre vueltas y giros. Podría decirse que las vueltas y giros
formaron parte de la esencia del libro desde el principio.
Un
segundo “y si…” me asaltó aquella noche: ¿Y si la sociedad
estuviera dividida entre la gente que solo recuerda un día y la
gente capaz de recordar dos? Empecé a preguntarme cómo afectaría
gozar de un día extra de memoria a la vida cotidiana de las
personas, especialmente en un contexto doméstico. Estas dos
preguntas me tenían tan fascinada que empecé a escribir al día
siguiente. Quince meses después, tenía un thriller en mis manos.
Entre
los grandes temas que aborda la reflexión de esta novela están la
discriminación social, la xenofobia y la diferencia de clases. ¿Está
de acuerdo?
Felicia
Yap: Estoy de acuerdo en que la
novela explora la discriminación social, y la diferencia de clases
en particular. En El
juego de la memoria,
la gente se divide en base a cuánto son capaces de recordar. La
gente que recuerda dos días (Duos) ocupan los escalones más altos
de la sociedad, en contraste con la gente que solo recuerda un día
(Unos). Cuando escribía el libro, cada vez fui más consciente de
las diversas divisiones basadas en la memoria que existen en nuestro
propio mundo. Quería que la novela fuera un reflejo de esas
divisiones. En nuestra sociedad, la gente que, afortunadamente, tiene
mejor memoria tiende a llegar más lejos en la vida. Puede que sea
más fácil para ellos aprobar exámenes, por ejemplo, porque estos
normalmente se basan en memorizar. Si la gente es capaz de recordar
los datos correctos, las respuestas para los exámenes, es más
probable que obtengan mejores notas y accedan a mejores universidades
y mejores puestos de trabajo. La gente con peor memoria a menudo se
marchita al final de la escala social (las personas con demencia o
Alzheimer, por ejemplos, a menudo acaban internas en instituciones
mentales en nuestro propio mundo). Es posible que la dualidad Uno─Duo
de El juego de la
memoria sea
más real de lo que parece…
Uno
de los personajes llega a decir: ‘Es imposible decir hasta qué
punto influye la vida real en las novelas’. Me gustaría que nos
hablara de sus lecturas favoritas, de los autores de ficción que la
han llevado a la senda literaria.
Felicia Yap: Me encanta la naturaleza subestimada pero increíblemente
precisa de escribir de Kazuo Ishiguro, la belleza visceral de su
prosa. Nunca me abandones (Never Let Me Go) fue una gran inspiración
para escribir El
juego de la memoria.
La historia de Ishiguro sobre una pareja, consciente todo el tiempo
del amor que siente por el otro (pero no lo demuestran hasta la
escena final, cuando se abrazan para no abandonarse jamás), es a la
vez intensa y desgarradora. Me dio muchas ideas para la historia de
amor de El juego de la memoria, sobre las formas en las que podía
describir la compleja relación de una pareja que lleva junta veinte
años.
F.
Scott Fitzgerald es un absoluto genio creando personajes
carismáticos, como en El gran Gatsby. También me inspiró la
relación trágica y destructiva de los dos protagonistas principales
en Suave es la noche (Tender is the night), y el sacrificio que hace
Dick Diver al costear la rehabilitación a su mujer, Nicole. Me ayudó
a desarrollar la base del fracturado pero duradero matrimonio de Mark
y Claire Evans, en el que hay más devoción por el otro que
sacrificio propio. Tres entradas de los diarios en El
juego de la memoria (las
escenas sobre la playa en Nevis y una enorme olla de estofado de
conejo ─que en conjunto ayudan a Mark Henry Evans a descubrir el
significado del amor) estaban directamente inspiradas en los últimos
capítulos de Suave es la noche.
Matt
Haig es otro de los escritores en los que me fijo. Hace unas
observaciones muy precisas sobre la naturaleza y el comportamiento
humano en sus libros. Disfruté mucho su obra Los humanos (The
Humans), en particular. Leí la serie Millennium de Stieg Larsson
cuando era más joven ─es un gran escritor y un as construyendo
personajes. Adoro la naturaleza cruda y oscura del thriller nórdico,
los paisajes lóbregos y la complejidad moral de sus personajes.
Vemos
un guiño a su labor previa como periodista científica, pues va
intercalando en el desarrollo argumental de la novela algunos textos
a modo de noticias de prensa. ¿Nos comentaría cómo se decidió por
utilizar este recurso en su novela?
Felicia
Yap: Quería complementar el universo alternativo de El
juego de la memoria de
una forma que no pareciera muy didáctica. Fue así como pensé que
sería gracioso escribir algunas parodias de noticias sobre este
mundo paralelo. Escribir estos artículos me resultó muy fácil, ya
que anteriormente había sido periodista científica (solía escribir
artículos para la sección de “Ciencia y tecnología” del
periódico The Economist). Parte de mi trabajo incluía convertir
complejos ensayos académicos (como trabajos de investigación
publicados en las revistas académicas Nature o Science) en noticias
fáciles de entender por el lector medio. Estos conocimientos de
redacción técnica demostraron ser muy útiles cuando empecé a
escribir unas cuantas “noticias falsas” para el libro. Todo
inspira tu forma de escribir. Todas las experiencias previas son
relevantes: nada se malgasta. Todo ello retroalimenta cómo escribes,
a veces de la forma más inesperada. También es divertido escribir
“noticias falsas” dentro de la ficción, ¡especialmente cuando
vivimos rodeados de ellas!
Dado
que en El juego de la
memoria tiene tanta relevancia
el recuerdo, el pasado y la carga de los errores del pasado me
gustaría preguntarle por ese deseo tan extendido de poder regresar
cada cual a nuestro pasado para cambiar
algo. De ser así, ¿cambiaría Ud. algo de su pasado, quizá de su
infancia?
Felicia
Yap: Sí,
lo haría. Definitivamente. Volvería atrás en el tiempo para
asegurarme de no repetir mis errores, especialmente aquellas cosas
que aún me persiguen.
El
juego de la memoria.
Felicia Yap. Maeva Ediciones. ISBN 978-84-171088-0-9