domingo, 23 de noviembre de 2014

IGNACIO ELGUERO: «La infidelidad es un tema apasionante como material literario».

Entrevisto esta semana para Maleta de libros al escritor y periodista Ignacio Elguero. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.  Tiene publicados los ensayos generacionales “Al encerado” (Planeta. 2011). “Los niños de los chiripitifláuticos” (La Esfera.2004) y “Los padres de Chencho” (La Esfera. 2006). Así como varios poemarios. En la actualidad es Director de Programas de RNE, emisora a la que trabaja desde hace 16 años. Le entrevisto por su primera novela publicada este año ‘Leift Garrett en el dormitorio de mi hermana’

Esta novela tiene una gran banda sonora, supongo que siendo un profesional de la radio le habrá sido cercano, que no fácil, y hasta cierto punto emotivo incluirla entre las páginas.

Efectivamente, la novela tiene una banda sonora. Es la banda sonora de la generación del baby boom, que es la que escuchaba cada uno de nosotros, la que escuchaban los hermanos mayores, los pequeños y los padres. En definitiva, lo que sonaba en casa: en la tele de dos canales, en la radio y en el tocadiscos. Y va desde Bee Gees, Supertramp, Eagles, Police, pasando por Umberto Tozzi, Abba  y Francis Cabrel hasta Victor Jara o Carlos Mejía Godoy y Los de Palacagüina. Cada momento tiene su música, cada capítulo su canción. Es una forma de ubicar la acción de forma temporal y acentuar la tensión dramática de la narración.

La protagonista y un antiguo novio tienen una escena interesante, además de profunda, en un momento de la novela en el que reflexionan sobre la infidelidad a partir de una película, Match Point, ¿por qué la eligió especialmente? ¿La infidelidad también es un tema importante cuando se quiere hablar de amor y desamor?

La película me parece una de las mejores de Woody Allen. Una gran película. La reflexión que hace sobre el tema del amor, el deseo, la saciedad del mismo; la pasión amorosa, el sexo, los celos y el sentimiento de culpa  es magistral. La infidelidad es un tema apasionante como material literario, pues conlleva en torno al mismo todo tipo de pulsiones humanas. 

Viendo su perfil bioliterario creo que esta es su primera novela tras haber publicado ensayos y poemarios. ¿Cómo surgió la idea de escribir ‘Leift Garrett en el dormitorio de mi hermana’ y qué retos le surgieron respecto a sus anteriores obras?

Yo siempre he estado interesado por el periodo histórico que me ha tocado vivir. Me interesa el desarrollo de la llamada generación del baby boom, y he publicado varios libros en torno a ello, como ‘Los niños de los Chiripitifláuticos’ o ‘Al encerado’.  Ahora quería novelarlo, y así nace la novela.

¿Hubiera sido muy distinta esta novela si Teresa hubiera encontrado un poster de Los Beatles, Camilo Sesto o Umberto Tozzi?

No, hubiese sido igual. En el fondo no sale más que al comienzo de la novela, en la pared del dormitorio de la protagonista. Utilizo a Leif Garrett como icono de unos años, de una adolescencia lúdica, iniciática, pero nada más.

‘O te apuntas a las nuevas tecnologías o no existes. La sociedad, de una u otra forma, te obliga.’ Lo comenta Julián a Teresa, ¿realmente cree que es así, ha pensado en si esta novela llegará más a un público madurito que a otro, más joven, digamos a los ‘nativos digitales’?

Cualquier persona mayor, digamos, de treinta años, se identifica perfectamente con lo que en ella se dice. Es decir, es una novela de reflexión en torno al amor, la memoria, el desamor, las decepciones, el paso del tiempo, la vejez de los padres, la llegada de los hijos, las amistades… Una novela de sentimientos, que arranca a finales de los setenta y llega hasta hoy en día. Es evidente que las nuevas tecnologías han cambiado muchas cosas, desde el ocio a la forma de relacionarnos.

A una persona joven, lo que le choca, tras la lectura del libro, no es solo los cambios tecnológicos, que también, sino cómo vivimos la juventud: la forma de relacionarnos, nuestros miedos, inquietudes, nuestra moral  etc.

Teresa, en una conversación con sus amigas, dice que no es que ya no tenga ilusiones, pero que la vida se ve de otra manera, ‘se mira más hacia atrás que hacia delante’. Me ha recordado a esa frase que dice que la vida se vive mirando hacia delante pero se entiende mirando hacia atrás.

No se puede vivir del pasado, pero somos pasado. De primeras, todo el mundo es más pasado que futuro, pues el pasado es experiencia vivida y el futuro no existe. Recordar, recrear imágenes pasadas, reconstruir mentalmente momentos de felicidad, personas  que ya no están con nosotros, por ejemplo, son aptitudes de la mente humana que nos hacen únicos como especie. Un don. Por eso me gusta retratar el pasado, gozarlo como posibilidad de recuerdo. Pero no concibo quedarte solo ahí, no evolucionar al ritmo de la sociedad, del nuevo tiempo.

Ana, otro personaje de esta novela, afirma que ‘los hombres envejecen peor que las mujeres, que si se quedan calvos y engordan no hay quien los reconozca’. Lo remata añadiendo que al parecer el cantante Leif Garrett actualmente ‘está hecho una penita’. No sé qué opina, temo su respuesta.

Creo que, efectivamente, los hombres envejecemos peor, bueno, algunos… En la novela trato el tema del paso del tiempo como deterioro físico. Reflexiono sobre la pérdida de la juventud y el ansia de los individuos –empujados por la sociedad–, de alargarla. Hablo de la llamada ‘tiranía de la imagen’. Digamos lo que digamos, a nadie le hace gracia envejecer. En un determinado momento, nos gustaría detenernos. La pérdida de la belleza, la elasticidad de los cuerpos, su dureza, su hermosura es algo que puede acabar convirtiéndose en obsesión.

Otra frase que extraigo de esta estupenda novela, una de esas que invitan a la reflexión, como la de que las cosas suceden por algo, es esta: ‘La soledad asusta, tanto quizá como la muerte, que es la soledad total, definitiva.’

Trato la soledad desde dos puntos de vista. La nuestra es una generación que se pensaba que muchas cosas eran para toda la vida, pero no.  Los abuelos, los padres se querían para toda la vida.  En la actualidad, el número de divorcios entre las personas de cuarenta y cincuenta años es alto, más que en las generaciones anteriores, y posiblemente no sea superado por las generaciones más jóvenes. Eso ha hecho que tras una ruptura, con la consiguiente decepción vital, llegue una especie de sentimiento de soledad que abruma. Y por otro lado abordo la soledad de los padres que van quedando viudos o viudas.  Otra soledad que ofusca, y que entristece  a los hijos.  

Ahora hecho de menos una segunda novela, continuación o no, con un Julián que encuentre un poster de Samantha Fox y empieza a evocar su juventud.

Sí, pues lo he pensado. La visión masculina de todo el mundo de relaciones y actitudes que refleja Teresa pero visto desde el otro lado, desde la óptica del chico. Pero la verdad es que si escribí desde la mirada de una protagonista femenina es porque las actitudes del chico, el pensamiento masculino, me parece más previsible.


Muchas gracias, Ignacio y mucha suerte.

Por Ginés J. Vera.

Foto: web del autor. (c)

lunes, 17 de noviembre de 2014

ENTREVISTA A LOS PREMIO DE NOVELA DEL ATENEO DE SEVILLA

En esta ocasión entrevisto a Mado Martínez, reciente ganadora del XIX Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla con su novela 'La Santa', y a Feliz G. Modroño, ganador del XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla con su novela 'Secretos del arenal'. 

   Mado Martínez es doctora en Lengua y Literatura y tiene publicadas previamente las novelas 'El misterio de Nicole Delacroix', 'La Maldición' y 'La guardiana' además del libro de relatos 'Secretos compartidos'.    
  
‘La Santa’ hace referencia a la Santa Compaña, un fenómeno que usted conoce bien, lo ha estudiado y ha recogido testimonios, ¿cuánto hay de real en esta novela?

Mado Martínez: Mucho, porque todos los testimonios con los que juego en la trama relativos a la santa compaña o a las posesiones de ánimas están basados en casos reales o que a mí me han contado y que la forma en la que aparecen y se cuentan corresponden a cómo sucedieron en realidad.

Para escribir una novela de terror ¿es necesario pasar miedo escribiéndola?, veo que no es su primera obra en este género.

M.M.: Si pasas miedo mejor; yo disfruto mucho escribiendo la novela y me siembra mucha intriga y mucha trama. La verdad es que algunas veces sí que miras detrás de ti cuando la estás escribiendo. Escribiendo esta novela me pasó una cosa muy rara y es que me apareció un mensaje oculto en la novela, en el documento… una cosa medio paranormal y nadie ha podido explicarla todavía. A mí me llamo mucho la atención. A veces a los escritores nos pasan cosas que te hacen mirar para atrás.
Es una novela que no solo tiene miedo, juega con muchos sentimientos, juega con la ternura, juega con la sexualidad, juega con las perversiones, con muchas cosas.

Coménteme esta frase suya ‘tengo un sentido muy estético del amor y de las fantasías sexuales’.

M.M.: Pienso que en una novela uno tiene que jugar con la estética y que es sensorial, la forma en la que lo cuentas, en la que lo narras y en la que lo percibe el lector tiene ser especial, no tiene que ser como una conversación que tengamos tú y yo tomando un café, sino algo que realmente entre dentro de ti y genere una serie de emociones e imágenes únicas, exquisitas y delicadas, así es como se ha ido tejido algunas de estas escenas que aparecen en la novela, relacionadas con la muerte y con la sexualidad, el Eros y el Tanatos que siempre van de la mano.

¿Qué cree que buscan los lectores amigos de lo paranormal y qué van a encontrar en ‘La Santa’?

M.M.: Esta novela no es para los lectores de lo paranormal, es para todos los lectores. Se van a encontrar una novela con mucha intriga que vas pasando las páginas muy rápido porque quieres saber; con mucha secretos, con mucho misterio, y que van a disfrutar de principio a fin porque cuando uno lee una novela lo que quiere es que le atrape, que le enganche, que tenga una trama que conforme vaya pasando las paginas vaya creciendo. Yo no soy de esas que dice que al principio haces un golpe de efecto y luego no pasa nada, yo voy presentando un poco, presentando el ambiente, los personajes y luego me voy creciendo y eso es lo que pasa en esta novela.

Félix G. Modroño es licenciado en derecho y trabaja actualmente como financiero; ha publicado varias novelas entre ellas las de la saga de aventuras  protagonizadas por don Fernando de Zúñiga.

Dos historias convergentes, una actual y otra ambientada en los años de la posguerra, que pueden leerse de forma independiente pero que están entrelazadas.

Félix G. Modroño.: Si, era uno de los retos que tenía cuando afronté esta novela; tenía interés en que fueran dos historias casi independientes y que las dos tuvieran la misma fuerza, la misma potencia. Al principio empecé a escribirlas incluso alternándolas, pero llegó un momento en el que me costaba mucho y, de hecho, las escribí al final de manera independiente y luego busqué entrelazarlas. En una hay un crimen sin resolver, en la otra hay un crimen sin castigar, luego detrás de estas historias se esconde mucho más. Pretendía bucear un poco en el ser humano, en la pasión, en el sentimiento, en lo que seriamos capaces de hacer por amor, por pasión, por odio o por venganza.

Una novela que se saborea, se huele, lo digo por la ambientación con el mundo del vino muy presente.

F.M.: Quería escribir una novela sensorial donde no solamente el lector lea a través de los ojos, que no solamente haya palabras sino que además se sienta, se huela, se perciba. También al introducir una banda sonora en las novelas permitía que el lector, en un momento determinado, escuchara. Mi intención, no sé si lo habré conseguido, es que sea una novela sensorial, que no solamente se leyese.

¿Fue un reto escribir en voz femenina y primera persona? ¿Cómo fue ese cambio de rol autor a narradora?

F.M.: Dije que uno de los retos que me planteé fue escribir una novela con dos historias que tuvieran la misma fuerza pero el principal reto era ponerme en la voz de una mujer y contar la historia en primera persona, no solo narrar, sino narrar lo que la mujer siente a lo largo de la novela; me apetecía mucho hacerlo como escritor, era un reto narrativo que yo tenía y no es lo habitual en la literatura contemporánea, que un autor se ponga en la piel de una mujer. En cualquier caso sí que ha sido un reto y como escritor también es un paso adelante.

Además del horror que vemos en los medios de comunicación le añadimos el de los escritores aumentando el patrimonio del miedo real con la ficción.


F.M.: No, es al revés. Nosotros nos alimentamos de todo ese horror que sale a diario en los periódicos y, de hecho, una de las motivaciones de esta novelas era precisamente denunciar a todos esos asesinos que pasan muy poco tiempo en la cárcel, esos permisos penitenciarios que a veces están fuera de lugar, ese violador que sale de la cárcel y que puede convivir con su víctima en su mismo bloque de edificios, ese asesino que esconde el cuerpo de su víctima y los padres no la pueden enterrar en paz; los escritores no inventamos eso. Hay asesinatos tremendos, y esa impotencia que nos causa sí que he querido digamos  darle mi versión en esta novela. Yo creo que no todo el mundo reaccionaria de la misma manera si se encontrara cara a cara con el asesino de su hija.

Muchas gracias y mucha suerte a Mado y a Félix.

Un saludo a ambos.

Por Ginés J. Vera.

lunes, 10 de noviembre de 2014

ALBERTO CURIEL: «Las redes sociales empiezan a encender el fuego de boca a oreja que es lo que realmente funciona».

Esta semana el entrevistado en Maleta de Libros es Alberto Curiel. Nació en Valladolid en 1972. Es Ingeniero Superior de Telecomunicaciones por la Universidad de Valladolid. Fruto de su pasión por las Humanidades, ha estudiado también Historia de España e Historia de la Literatura. Su carrera profesional se ha desarrollado en departamentos comerciales y de marketing de multinacionales españolas y extranjeras, lo que le ha permitido viajar por todo el mundo. Actualmente colabora en el programa cultural de radio “El Marcapáginas”, de Gestiona Radio y acaba de publicar su primera novela ‘El caso Galenus’ (Algaida, 2014).

Con su primera novela aborda el complejo género del thriller, aunque con un mensaje que va más allá de un simple thriller.

La verdad es que es un thriller, la parte de aventura, de viaje, etc . lo envuelve absolutamente todo, hay un crimen, es un thriller básico en ese sentido con misterio, emoción y demás. Pero además de todo eso cuenta una historia subyacente y es que describe dos cosas: el estado de los tratamientos en la lucha contra el cáncer, se revela, y también se revela que está mucho más avanzado de lo que la gente podría imaginar, y las implicaciones que tendría la curación definitiva de esta enfermedad. Este sería el mensaje subyacente todo ellos arropado como thriller como novela de acción.

Háblenos de ese mensaje con el que pretende abrir un debate sobre el futuro de la humanidad con el tema de la curación del cáncer de fondo y el aumento de la esperanza de vida.

Si, la novela ha tenido una fase de documentación importante sobre las terapias genéticas actuales y el funcionamiento de la reproducción celular y de los procesos cancerosos, la conclusión más autentica es que la curación del cáncer va a llevar asociado un alargamiento tremendo de la vida, porque una vez que controlemos la reproducción celular podremos ralentizarla de manera que el envejecimiento en lugar de producirse en ochenta años como es ahora, se pueda dar en 200 o 300 años. Entonces, todo eso si que va a suponer un cambio tan brutal que nuestros protagonistas tienen que enfrentarse a esta realidad que está  a la vuelta de la esquina y surgen un montón de preguntas filosóficas como ¿a quién debería aplicarse este tratamiento experimental?, ¿qué generación empezaría a beneficiare?, ¿a qué países?, ¿cómo controlaríamos la situación de la natalidad y de la economía, etc.?

La protagonista es una mujer de cuarenta años, inteligente, guapa y con éxito, ¿pretende así reivindicar el papel de la mujer en el cambio hacia la igualdad en la sociedad?

Yo creo que no sé si es reivindicarla, pero por suerte cada vez hay más mujeres de este estilo. Yo he tenido la fortuna de conocer de grandes profesionales en todos los ámbitos, en el de las multinacionales, en el ámbito de las profesiones liberales, mujeres que han triunfado, que se codean y en ocasiones que superan a cualquier otro compañero varón; por suerte es cada vez más común. Me apetecía muchísimo tratar a este personaje, también ha renunciado a muchas cosas en su vida, tiene un pequeño pasado oscuro que habrá que descubrir leyendo la novela.

¿Qué parte de su experiencia profesional le ha servido para reflejar la realidad, para hacerla verosímil al lector?

La novela está escrita por un periodista de investigación que tiene acceso a toda esa información y en ese sentido la verosimilitud es total. De hecho, la novela está escrita por una parte para comunicar a la opinión pública los tratamientos de lucha contra el cáncer, y por otro lado, la parte de documentación respecto a escenarios y personajes también ha sido profunda; se desarrolla en muchos sitios. La protagonista es una ejecutiva de éxito, como dije, por mi trayectoria laboral he tenido la oportunidad de trabajar en varias multinacionales, la oportunidad de realizar viajes por multitud de  de sitios y esto me ha permitido construir el personaje de Isabel Sáenz de Tejada.

Siendo su primera novela confiará en la buena acogida del público para darse a conocer y dar a conocer ‘El caso Galenus’, ¿hasta qué punto cree que son necesarias las redes sociales y la edición del libro en formato electrónico?

La situación del mercado del libro en general está mal, francamente. Ha habido una caída de ventas superior al 50 % en los últimos años, eso hace que sea muy complicado. Para dar a conocer un libro, como para cualquier otro producto entre comillas, las redes sociales aportan en el sentido de que empiezan a encender el fuego de boca a oreja; salvo que uno tenga una de esas grandes campañas publicitarias las redes sociales lo que hacen es arrancar el boca oreja que es lo que realmente funciona.
Uno de los motivos de la caída de las ventas en los libros, a demás de la crisis, es que la gente cada vez lee menos, nuestra vida nos lleva por otros derroteros; estamos consultando el teléfono cada diez minutos, esto es bastante incompatible con estar leyendo, necesitamos 2 o 3 horas de tranquilidad en un sitio apartado. Y una más de las razones es el libro electrónico, todo el mundo sabe que puede piratearse. Las redes sociales es el mecanismo para arrancar el boca oreja y el libro electrónico creo que es un gran avance, que está muy bien, ‘El caso Galenus’ está en estas plataformas digitales, para mí no hace daño, lo que mas hace daño es la falta de tiempo para leer y la crisis económica.

Muchas gracias y mucha suerte, Alberto.


Por Ginés J. Vera

lunes, 3 de noviembre de 2014

SANTIAGO POSTEGUILLO: «Lo que está haciendo el poder con la cultura es una traición al legado cultural patrio».

Santiago Posteguillo, filólogo, lingüista, doctor europeo por la Universidad de Valencia, es en la actualidad profesor titular en la Universitat Jaume I de Castellón. Autor de más de setenta publicaciones académicas que abarcan desde artículos de investigación a monografías y diccionarios especializados, en 2006 publicó su primera novela, Africanus, el hijo del cónsul (2006), primera parte de una trilogía que continúa con Las legiones malditas (2008) y La traición de Roma (2009). “La noche en que Frankenstein leyó el Quijote” acaba de ser nominada para el Premio de la Crítica Literaria Valenciana en la categoría de “ensayo y otros géneros”. Le entrevisto en Valencia, patria chica de ambos, tras publicarse ‘La sangre de los libros’ con la editorial Planeta.

¿Qué relación hay entre este libro y su anterior ‘La noche en que Frankenstein leyó el Quijote’? ¿Habrá un tercero?

Pues es posible que escriba un tercero. El primero gusto aunque pilló a contrapié a mucha gente, el segundo ha arrancado incluso mejor, igual porque ya la gente sabe que a veces puedo hacer otras cosas como esta;  este segundo habiendo salido el 7 de octubre ya está en una segunda edición, vamos mucho mejor. El primero funciono bien en América latina, tengo fechas para ir a Perú, a Colombia, a México y Argentina por este libro, por ‘La sangre de los libros’, aparte de que allí gustan mucho mis novelas históricas.
Tiene toda la relación del mundo, ahora son 30 relatos donde antes eran 24, en este sentido es un poco más ambicioso; el esquema es muy similar, son relatos novelados, donde me detengo en distintos momentos y distintos autores de la literatura universal que a mí me parecen mágicos, en este sentido están muy relacionados, si funciona y nos aminamos haremos un tercero.

‘La sangre de los libros’, ¿es una invitación a leer las obras referidas y a conocer las vidas literarias de sus autores?

Totalmente, ese es el gran enfoque de ‘La sangre de los libros’ y del anterior también. ‘La sangre de los libros’ intenta ser un paseo literario en el tiempo desde la época de la Roma Clásica con Cicerón hasta llegar a la época de la ciencia ficción con Isaac Asimov. Y la idea es que la gente a través de llamarles la atención con los misterios a veces sangrientos, a veces de sufrimiento de los escritores primero se interese por ellos y de ahí salte a las obras. Al final del libro hay un llamamiento a: no se detengan ahora que se han acabado las páginas, hay mucha literatura por leer.

Aunque hay un repaso desde la Roma Clásica hasta nuestro siglo, también veo guiños a la rabiosa actualidad: a nuestros políticos, falta de financiación, lo que opinaría Ridruejo se nuestro sistema parlamentario…

Sí, porque aunque uno haga una literatura con las novelas históricas o bien ahora también son relatos históricos y en muchos casos me centro en autores del pasado es imposible para un escritor abstraerse de lo que te rodea y más en unos tiempos como los actuales que podemos definir cuanto menos de convulsos, y particularmente en nuestro país. No puedo evitar pensar y a veces sonreír en qué diría un Quevedo, un Ridruejo, un Cervantes o un Seneca hoy día. Séneca supongo que ya estaría en la cárcel y Quevedo estaría camino de ella.

“La sabiduría es la única libertad” afirmaba Séneca. ¿Hasta qué punto se sigue usando la ignorancia desde el poder para alejarnos de la libertad?

Lo que está haciendo el poder con la cultura solo tiene un nombre, que es traición al legado cultural patrio, fíjate lo que te digo, porque van muy de patriotas. El 21 % de IVA cultural es un atentado prácticamente terrorista contra la cultura, ejercido desde el poder, porque al poder siempre le ha incomodado una cultura, incomoda, inquieta, critica y simplemente utilizan una venganza. Y hacen mucho daño, y lo hacen muy bien porque son inteligentes. No podrán acabar con la cultura porque la cultura siempre acaba encontrando resquicios por donde subsistir pero sí que conseguirán retirar de la lectura a mucha gente y hacer que más gente sea menos pensante y, por consecuencia, más manipulable por tanto conseguirán sus objetivos.
 Hace tiempo que he dejado de pensar en que hay casualidades en estos asuntos, hay quien puede pensar que es una vena paranoide mía y yo creo que lo que ocurre es que hay un plan ejercido desde el poder para intentar simplificar la mente de las personas y se les entrega pan y circo en forma de entretenimientos perfectamente legítimos y muy bonitos, por ejemplo el futbol, un buen partido de futbol puede ser un buen entretenimiento. Que ahora haya futbol todos los días de la semana siempre esto no había pasado nunca. Los bous al carrer esto es más controvertido, pero mas allá de la controversia, en tiempos de crisis, hay mas bous al carrer en la Comunidad Valenciana que nunca. Hay que adormecer mucho a la gente porque claro, lo de las tarjetas opacas de Bankia, lo que han hecho los bancos, los imputados, alcaldes y  alcaldesas imputadas por todas partes, sindicatos, en fin, claro, hay que adormecer mucho a la gente, se intenta y se hace bien, y aún así le salen cosas.

“Incluso los libros electrónicos necesitan una buena piel, que la imagen atraiga a los lectores potenciales” leo en el capítulo ‘La piel de un libro’.

Si, a ver, en este sentido es lógico, estamos en un mundo muy audiovisual y la imagen es absolutamente necesaria incluso -comento aquí- no solo en un libro de papel, en un libro digital tiene que tener una imagen que te resulte atractiva y que te detengas cuando vas navegando por la red. Hoy en día es muy importante el hecho de las portadas, yo me preocupo mucho con ellas, suelo debatir con los equipos de diseño gráficos de mis libros qué ponemos de portada y cómo lo ponemos. Para mi evidentemente lo fundamental es el texto, pero la gente no se acerca a un libro…, si no te conoce como autor no se acerca por el nombre, se acerca por que le llame la atención la imagen, luego por el titulo y luego ya veremos. Es verdad que luego puedes tener a un grupo de gente que te siga y aun así una imagen impactante, atractiva pero que no defraude es importante, si.

Muchas gracias Santiago, y mucha suerte.

Ginés J. Vera.