No haré una comparativa entre ambas obras, dado que las casualidades acaban ahí, salvo que algún lector agudo quiera ver algo de luctuoso y tétrico en las infraestructuras ferroviarias que transitan Cinco horas con RENFE. Más allá de eso, Pérez nos embarca en un viaje, “Un viaje y un ferrocarril interminables”, parece añadir el autor como subtítulo. Aunque lo inicia en Oviedo para recorrer la distancia que separan la otrora Vetusta literaria de Clarín con la capital, con Madrid.
Y es este un viaje actual con pinceladas del pasado. Porque el protagonista, el propio autor, evoca no solo en el primer capítulo un viaje forzado en su infancia, con mismo inicio y final de recorrido. La nostalgia se cuela en su maleta de viaje, como también el sentido del humor, irónico y divertido. Un humor asturiano, como el autor, a modo de elemento del paisaje, describiendo a sus compañeros de compartimento o sus opiniones sobre el desarrollo del ferrocarril en el último medio siglo.
Que nadie se me descarrile de la idea que me he llevado al leer Cinco horas con RENFE. Me ha parecido un libro muy ágil, entretenido y por momentos reflexivo. Porque Pérez se nos revela un apasionado del universo ferroviario. Descubriremos detalles sobre locomotoras, trazados, tiempos de recorrido y el paisaje desde el Atlántico a la capital, al Madrid de Paco Umbral y su “Mataburras”.
Una novela, como digo, de gran recorrido si tenemos en cuanta que en nuestra sociedad de mensajería instantánea y prisas muy pocos harían este viaje en tren, soportando cinco horas entre raíles y traqueteos. Justo a ese juego, a esas dulces incomodidades, a esa magia que aún conservan los viajes en tren apela Pérez en Cinco horas con RENFE. Oviedo, Gijón, León, Valladolid… Ciudades grandes y pequeñas, de ida y de vuelta, porque Pérez también ha querido cerrar el círculo, todo viaje en parte lo es.
“… Hubo una época en la que uno de cada cinco trenes que circulaban en España lo hacía en Asturias.” Una razón de más para sentir la llamada de la naturaleza, la naturaleza viajera que nos impulsa no solo en verano a viajar. En este caso, a conocer Asturias y su paisaje desde el tren, con el tren. Con Cinco horas con RENFE, al menos; porque leer también es viajar, es un viaje infinito. Antes de apearme, añadir que el libro viene con numerosas ilustraciones (dibujos a mano y gráficos), en blanco y negro, como pequeñas ventanas desde el vagón, como postales de recuerdo de este viaje tan entretenido como reflexivo.
Miguel Ángel Pérez García (Mieres, 1962) es Doctor Ingeniero Industrial por la Universidad de Oviedo y profesor de esa misma universidad, donde desarrolla sus labores docentes e investigadoras desde 1987. Como escritor de obras técnicas y científicas, ha publicado cuatro libros y ha traducido varios del inglés, además de haber publicado dos centenares de comunicaciones científicas en diversos congresos y revistas internacionales. Como escritor de ficción, ha publicado entre otros: Adagio, Cinco horas con RENFE, ¿Estarás conmigo pasado mañana? o La muerte de Islero. Con Una fina capa social recibió en 2020 el Premio Internacional de ensayo Pensando el Siglo XXI.
También he aprovechado hoy para volver. En esta ocasión no veo esta lectura para mí, pero gracias por dármelo a conocer.
ResponderEliminarBesotes!!!
Bienvenida Margari. Gracias por tu comentario. Un saludo.
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