Es la segunda novela de la obra Episodios de una guerra interminable. El protagonista es un niño, Nino, que vive en una casa cuartel, con su padre Antonino, Guardia Civil, su madre y dos hermanas, en Fuensanta de Lemos, un pueblecito en la sierra sur de Jaén.
Arranca en 1947 cuando Nino tiene nueve años. Nos narra a través de su mirada, como era vivir en un pueblo que tenía a muchos de sus hombres viviendo en la sierra, a sus mujeres e hijos viviendo solos en el pueblo. Del miedo, de la rabia de los vencidos. Del miedo y la rabia de los vencedores en una guerra oculta, encubierta que aún no había terminado.
De paso nos cuenta hechos cotidianos, de la penuria extrema de aquellos años como la forma de calentarse en los inviernos helados de la sierra con piedras calentadas al fuego y más adelante con botellas de agua caliente envueltas en trozos de mantas que cosían las madres y entregaban a sus hijos cuando cumplían los doce años y que era una especie de ritual que anunciaba que “eran mayores” y por tanto más responsables. Nos habla de la lucha cotidiana por la supervivencia de mujeres que se habían quedado solas con sus hijos, con los hombres muertos o huidos.
Nos lleva a través de su mirada a contemplar lo mejor y lo peor de la naturaleza humana. Actos de dignidad, de traición, de valentía y de nuevo al miedo y a su consecuencia: el silencio. Escuchamos con él, en su cama, los gritos, los golpes, las suplicas en largas noches dentro de las paredes de papel de la casa cuartel.
Pero sobre todo esta novela trata de amor. De transformación y de decisiones. Nino conoce a Pepe el Portugués un recién llegado al pueblo, que se acaba de instalar en un molino apartado con el que pasará largas tardes pescando, conversando y que será el primero en proporcionarle una novela de Julio Verne, que lo convertirá en un lector voraz. Pepe acabará siendo su amigo y el modelo de hombre en el que se quiere convertir.
La magia de la autora consiste en hacerte ver el mundo interior de Nino, hacer que nos sumerjamos en sus pensamientos, de cómo el amor suaviza los golpes más duros. El amor que está seguro que siente su padre por él, le hace comprenderlo y amarlo a pesar de sus descubrimientos sobre él. El amor que siente por Pepe el Portugués le hace entender y conocer un mundo más amplio, más libre y lleno de matices.
Me doy cuenta mientras escribo esta reseña que Almudena Grandes ha creado una obra tan rica, con personajes tan vivos que podría estar escribiendo sobre ella durante horas. Leedlo, dejaros atrapar por Nino, por sus vivencias en el Cortijo de las Rubias, con su profesora de mecanografía, estremeceros con la aplicación de la “ley de fugas”, con la historia de la guerrilla del Cencerro, con la exposición pública de muertos republicanos en plazas de pueblo, con la ropa de luto tendida por las viudas en los balcones los días de fiesta, con la historia inquietante del guardia civil Miguel Sanchis y su amor por Pastora, su mujer, con la pleita y las leyes sobre ellas… Todo ello contado en primera persona, con un lenguaje sencillo, íntimo y atrayente.
Por May
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