Entrevisto esta
semana a la escritora valenciana Carmen Amoraga, recientemente galardonada con
el premio Nadal de Novela 2014 con La vida era eso. Su primera novela, Para que
nada se pierda, le valió el II Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla, al que
siguieron La larga noche (Premio de la Crítica Valenciana), Todas las caricias,
Algo tan parecido al amor (que fue finalista del Premio Nadal de Novela 2007) y
El tiempo mientras tanto (finalista del Planeta 2010). También ha publicado su
recopilación de artículos en prensa Palabras más, palabras menos en 2006 y Todo
lo que no te contarán sobre la maternidad (2009).
¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de
escribir esta novela?
Encontrar una
distancia en la que yo me sintiera cómoda entre la persona que inspiró la
novela y el personaje que iba tomando vida propia. Construí el personaje de Giuliana
muy diferente a la personalidad de Bibiana, y el personaje de William todo lo diferente
que yo recordaba de Walter que fueron las personas inspiradoras de la novela.
La novela
empezó a tomar su propio ritmo, y yo al principio tenía un poco de miedo de que
a las personas que la inspiraron no se sintieran de todo cómodas. Cuando a Bibiana
le pedí permiso y me lo concedió, le di los capítulos para que se los leyese;
ella no me decía nada, hasta que un día le pregunté y me dijo: mira, es que no
me la puedo leer. La primera parte es más fiel a la realidad y le producía mucho
dolor. Le dije: no te preocupes, y fui contándosela y le pareció bien aunque no
se lo hubiera leído. Lo más difícil fue encontrar esa distancia.
Como lectora, ¿qué cree que tienen en común
sus novelas precedentes con La vida era eso, merecedora del Premio Nadal 2014?
Que son
historias cotidianas, de personajes cotidianos con los cueles empatizas mucho,
creo que eso y el lenguaje directo, mas la intimidad que genera entre el lector
y el personaje, creo que es lo que más caracteriza a mis novelas. Un lector mío
habitual que lea esta novela tapada yo creo que lo reconocería.
Ha sido miembro del jurado de algunos
certámenes literarios, ¿qué es lo que ha valorado en ese momento al leer una
obra?
Lo que valoro,
en primer lugar, es que la historia me atrape, que el lenguaje me envuelva, y
que la novela se desarrolle con coherencia. Y que los personajes tengan una
personalidad marcada; luego hay errores que se pueden pasar por alto, porque yo
entiendo que las novelas se trabajan hasta que se publican, no solo cuando se
pone el punto final se ha acabado. Porque estás muy próxima a la historia y hay
cosas que no ves. Sobre todo eso. Si la novela te atrapa todo lo demás se puede
perdonar.
¿Cómo cree que nos has afectado la
irrupción de las nuevas tecnologías de la información, las redes sociales, en
la forma de comunicarnos y, por otra parte, en nuestros hábitos de lectura?
A nuestra forma
de comunicarnos la ha facilitado. Ha facilitado la comunicación entre personas
que están en distintos lugares del mundo, y en distintos momentos horarios,
porque cuando te comunicas a través de las redes sociales todo pasa aquí y todo
pasa ahora. Han hecho universal el tráfico de la información y de la opinión, y
eso nos beneficia a todos porque la comunicación tienen un emisor y un receptor,
y tan responsable es el que emite como el que recibe. Nos ha hecho ponernos las
pilas a todos como receptores de información y de opinión, nosotros tenemos que
poner los filtros, no todo lo que llega nos tiene que merecer el mismo valor,
el mismo respeto sí, pero la misma opinión no, la misma credibilidad no. Tenemos
que ser nosotros los que pongamos ese filtro, creo que nos está enseñando a
todos a ser receptores de esa información y esa comunicación, qué intimidad
mostramos. Las nuevas tecnologías son una herramienta, no es ni buena ni mala, es
el uso que nosotros le demos a esa herramienta.
A los hábitos
de lectura, nos facilita la compra de libros. Ahora, si nos descargamos libros ilegalmente
la culpa no es de la herramienta, es nuestra; somos pequeños delincuentes o
grandes delincuentes. No se nos ocurriría raptar a un médico, llevárnoslo a
nuestra casa, y decirle: aquí está mi mujer que está enferma, valórela usted; y
luego, le devolvemos a su lugar de origen. Nos permitimos una licencia con la
ley en nuestra relación con la cultura que no nos la permitimos en otros
aspectos o servicios. Es verdad que el IVA cultural es una falta de respeto.
Los delitos culturales son una falta de respeto a los creadores culturales,
pero el IVA cultural es una falta de respeto a los creadores y a los usuarios.
Y que bajo ese elevadísimo IVA cultural se esconde una presunción de hacer
ciudadanos de distintas categorías
Ha dicho en alguna ocasión que leer y
escribir tienen efectos terapéuticos, en su caso, ¿hay algún autor o lectura
recurrente a los que acuda de forma terapéutica?
Al que recurra
de forma habitual, no. Hay libros que en momentos determinado de mi vida me han
ayudado mucho. Yo me acuerdo especialmente de cuando tuve a mi primera hija,
que tenía un sueño que me moría durante años; para mí leer era un esfuerzo
tremendo, además tenía un trabajo que me obligaba a leer bastante por
obligación, y recuerdo haber leído en aquella época ‘Saber perder’ de David
Trueba, que me reconcilio con la vida y con la literatura y que tuvo un gran
efecto terapéutico en mi.
¿Qué parte de Giuliana hay en Carmen
Amoraga y viceversa?
Giuliana es un
personaje de ficción, cuando estás escribiendo te mimetizas con los personajes;
yo creo que Giuliana, William, Santiago, María, cualquier personaje que está en
la novela tiene muchas cosas de mi y de otras personas que están delante de mí.
Y tienen muchos aspectos universales.
Háblenos del feed back con sus lectores a través de las redes sociales, ¿qué
destaca y qué echa de menos?
Hasta ahora el
contacto que tenía con mis lectores era que venían a las firmas de libros o se
tomaban la molestia de mandar una carta a la editorial que luego la editorial
me mandaba a mí, con las redes sociales esta relación es como cualquier otra
relación: es intensa rápida, en mi caso es cercana. Y para mi es muy
gratificante. Yo no echo de menos nada y todo me parece bien porque con esta
novela en concreto que acaba de salir, estoy recibiendo multitud de mensajes
muy positivos respecto a la novela. Dicen que el primer fin de semana de
recaudación de una película da el tono, pues el tono que me está dando es muy
bueno. En Facebook las personas que están en mi Facebook son personas que yo he
aceptado, que son amigas mías, que solemos interactuar; pero Twitter es
abierto, no hace falta que yo autorice, bueno si se puede bloquear, pero en
principio yo esa herramienta no la utilizo, y todo lo que me ha llegado ha sido
muy bueno; estoy muy contenta.
Muchas gracias y mucha suerte Carmen.
Por Ginés J. Vera
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