Entrevisto a Eloy M. Cebrián que ha publicado la
novela ‘Madrid 1616’ (Algaida, 2015) a cuatro manos junto al también escritor
Francisco Mendoza.
Los lectores de su anterior novela ‘Madrid 1605’ ¿qué van a encontrar en
‘Madrid 1616’?
Se van a encontrar un libro muy
parecido, se van a encontrar como en su casa si les gustó el primer libro. Los
personajes son más o menos los mismos, la estructura y la concepción de la
novela es muy similar. Se sigue usando el recurso de los dos tiempos: los
personajes contemporáneos y los personajes del Siglo de Oro; la parte
contemporánea escrita como una novela contemporánea y la parte del Siglo de Oro
intentando emular el lenguaje de la época y narrada en primera persona por un
testigo de los hechos, todo eso se conserva. Lo que ocurre es que el
intríngulis es distinto. Se pueden leer como libros independientes, aquella
terminaba con la publicación de la primera parte del Quijote y ésta la acción
para los personajes contemporáneos empieza varios años después, cuando ellos
han gozado de toda la fama por su hallazgo pero ya están empezando a olvidarlo,
los medios ya han desplazado el foco, de hecho al principio de la novela el
bibliófilo López de Mendoza está viendo la rueda de prensa en televisión el
supuesto hallazgo de los huesos de Cervantes en el convento de las Trinitarias
y está esperando que le llamen por teléfono porque se considera la máxima
autoridad en la materia, pero el teléfono no suena, entrevistan a Francisco
Rico, entonces, a partir de ahí arranca la trama contemporánea.
Un libro oportuno, publicado en el cuatricentenario de su fallecimiento,
para conocer algo más de Cervantes en este 2016.
Yo creo que si no fuera por el
cuarto centenario difícilmente lo hubiéramos publicado.
¿No les hubiera interesado, en el sentido personal o en el editorial?
Hombre, publicar un libro hoy es
dificilísimo, es casi un milagro, a veces hay que aprovechar los centenarios y
las efemérides para conseguirlo. Esta novela estaba pensada en uno de sus
aspectos principales casi desde que se publicó la primera hace tres años, pero
desde luego yo no estaba por la labor de ponerme a trabajar en un libro tan
complejo sin tener la absoluta seguridad de que la editorial que publicó la
primera iba a publicar la segunda, cuando esa seguridad existió empezamos a
trabajar.
Un poco triste ¿no?
Totalmente, pero uno no escribe
para dejarse los libros en el cajón…
Quizá el único autor que guarda novelas en un cajón sea Stephen King…
Yo creo que Stephen King, si
pudiera, publicaría hasta la lista de la compra. Era una buena oportunidad para
publicar un libro que además me apetecía.
Manchego Cervantes y ustedes dos, los autores de estas dos novelas,
también manchegos, ¿qué les ha llevado a escribir a dúo estos dos libros del
autor manchego más universal?
La Mancha está muy mitificada, ni
Paco Mendoza es manchego ni yo tampoco, porque La Mancha es una comarca natural
muy definida. Albacete capital no pertenece ni el pueblo de Paco tampoco, si
fuéramos los dos de Ciudad Real todavía, pero bueno.
» El proyecto empieza en Paco
Mendoza, fue profesor mío en el instituto y luego compañero más adelante. Él es
profesor de literatura, ahora jubilado; es bibliófilo, de eso no está jubilado,
un coleccionista de libros antiguos muy respetado, ha escrito incluso manuales
de divulgación, cosas para especialistas, es una voz muy respetada en el mundo
de la bibliofilia. Él tenía una idea para una novela que era plantear cuál es
el mayor tesoro que podía encontrar un bibliófilo. Los libros ganan en valor
según su rareza, su antigüedad, el prestigio del autor, la trascendencia en la
Historia de la literatura, el colmo de todo esto sería El Quijote y en
manuscrito, original, en puño y letra de Cervantes, además el colmo para un
bibliófilo seria encontrarlo barato.
Barato o regalado, me temo…
Él tenía un argumento que llegó a
publicar como un pequeño apéndice en un manual suyo de bibliofilia, pero Paco
no es novelista él es ensayista, entonces yo pasaba por allí, casualmente, nos
conocíamos desde hace mucho tiempo, yo sí que había publicado varias novelas
previamente y entonces me ofreció el proyecto. Le estuve dando largas bastante
tiempo porque no me apetecía la idea de escribir dependiendo de algunas cosas,
lo de discutir con alguien más, y al final acepté a condición de que me dejara
total y absoluta libertad para escribir a mi aire.
» Yo le dije: ‘Tú te encargas de
la parte documental, de proporcionarme material sobre el mundo de la
bibliofilia, los incunables, las subastas, etc., pero la novela la escribo y
así es como se han escrito las dos novelas; la parte creativas es mía,
personajes, trama, la redacción de la novela, y él lo que hace es aportar la
documentación. Aporta el fondo documental para que la novela una vez caiga en
manos de un bibliófilo sea verosímil. Y muchos aspectos también de la parte
literaria, documentación de la época… Yo soy filólogo, pero de Filología
inglesa, de Filología hispánica, del Siglo de Oro él lo domina mejor que yo. El
equipo ha funcionado así. Yo era la parte creativa y él proporcionaba la
documentación. Hemos trabajado muy a gusto, nunca hemos usurpado funciones,
nunca hemos discutido.
Muchas gracias y mucha suerte, Eloy.
Por Ginés J. Vera.
Eloy M. Cebrián (Albacete, 1963) estudió Filología Inglesa en la Universidad
de Valencia. Ha impartido clases de inglés en institutos de Valencia, Villena y
Albacete, ciudad en la que actualmente vive y trabaja. Como escritor, ha
cultivado fundamentalmente la novela y el relato. Es autor de las novelas ‘Memorias
de Bucéfalo’, ‘Bajo la fría luz de octubre’, la novela policíaca ’El fotógrafo
que hacía belenes’, ‘Los fantasmas de Edimburgo’ y ‘Operación Beowulf’ entre
otras. Publicó ‘Madrid 1605’ (Algaida, 2012), también con Francisco Mendoza de
la que esta novela ‘Madrid 1616’, por la que me concede esta entrevista, es
continuación.
No sabía que iban a publicar una segunda parte. Disfruté mucho con Madrid 1605, así que este nuevo libro terminará cayendo. Muy interesante la entrevista.
ResponderEliminarBesotes!!
Gracias margari. Así es, y cuando empieces a leerla no la dejarás. Ya me cuentas qué te pareció aquella y, si 'cae' esta, qué impresiones te merece. Un saludo.
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