La
casualidad me llevó a este poemario. O quizás fuese el poemario
quien me eligió, pues soy afín a la idea de que son los libros
quienes nos eligen.
Lilián Pallares (Barranquilla, Colombia. 1976)
ha reunido en Bestial (Olifante, ediciones de poesía) treinta y seis
poemas resonantes. Hay algo muy humano en ellos, pero también
salvaje, primigenio. Se mueven en cuatro regiones que Pallares ha
llamado: primitiva, carnal, viperina e insurrecta. Quienes se
acerquen a estos poemas van a percibir una pulsión hacia lo
instintivo.
La noche está muy presente, también las criaturas, la
fiereza, el rojo o el negro. El sueño o la luna se alían con la
sed, los olores o los cánticos dando paso a silencios. Hay un latir
de cuerpos, sobre todo femeninos, donde la piel, la lengua, el ojo,
los labios o el corazón transmiten una vibración poética casi
entre lo sensual, lo erótico y lo brutal. Humildemente me he quedado
prendado de su poema ‘Libre’, no solo por esa búsqueda
identitaria en algunos de ellos, también por la fuerza narrativa de
este poema, junto a otros igual de telúricos y feroces.
Este tercer
poemario de Lilián Pallares denota su pasión por sus raíces y por
la palabra transformadora en imágenes de poderoso contenido lírico
y visual.
Bestial.
Lilián Pallares. Olifante, ediciones de poesía
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