Noche y océano (Seix Barral), de Raquel Taranilla es la obra galardonada este año con el Premio Biblioteca Breve. Lo primero que me pregunté es por el concepto de brevedad, ya que la novela se extiende más allá de las cuatrocientas páginas. No hay reproche, es una curiosidad literaria. De literatura y curiosidades también va esta novela. Noche y océano navega por las aguas de la ficción a partir de un personaje culto, mordaz y divertido.
En realidad, todo ello en femenino, ya que hablamos de Beatriz, Beatriz Silva para más señas. Ella nos cuenta en un relato en voz protagonista un suceso en clave detectivesca. Porque hay otro personaje, masculino en este caso, sobre el que van a recaer ciertas sospechas. Nos faltaría el muerto. Uno muy muerto, embalsamado, sin cabeza. Ni más ni menos que el director de cine F. W. Murnau. También está un pez, que no se llama Wanda, sino Omega. Un pez cebra, para quien quiera saberlo. Volvamos a ella, a Beatriz. Sin hacer un descenso a los infiernos de Dante, guiño para los más sagaces, en cierto modo la protagonista nos sumerge en cierto océano del desencanto, la metaliteratura y el exotismo verborréico hasta rozar lo patológico.
Porque Bea Silva es doctora en Sociología, se aburre en su trabajo como profesora de universidad, tiene treinta y dos años y una noticia parece despertarla de su letargo vital. ¿Qué noticia? La de la desaparición del cráneo de Murnau. Sospecha que ha sido otro director de cine, J. B. Quirós. Un vecino reciente con el que entablará una curiosa relación. Le escucha, mira, observa y se deja seducir en parte por la obsesión de este por el creador de Nosferatu o Tabú. Noche y océano es una suerte de novela confesional donde destaca no solo la voz de la protagonista sino el tratamiento formal en sí de la obra. Las notas a pie, lo lúdico, la ironía desbordante o el juego rompecabezas al hilvanar historias desde la trama principal le han valido sin duda el beneplácito del jurado del premio. El Biblioteca Breve 2020, como dije.
Noche y océano es casi un lamento y un retrato lúcido de nuestra sociedad de conocimiento, una fotografía en blanco y negro entre lo real y lo ficcional, las luces y las sombras de un personaje que trata de escapar con humor de lo solemne aunque en esa huida venza la ironía y la aceptación del paso irreversible del tiempo.
Una divertida novela satírica sobre la sociedad de la hiperinformación y el hiperconocimiento.
Raquel Taranilla (Barcelona, 1981). Además de escribir, es profesora de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense. Antes impartió clase en la Universidad de Barcelona y en la Universidad Hamad bin Khalifa (Qatar Foundation). En 2015 publicó el libro autobiográfico Mi cuerpo también.
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