Ginés Vera: En el primer capítulo de “Nosotras, enfermeras” leemos una frase impactante. “Éramos felices pero no lo sabíamos”. Quizá como decía Anatole France la vida nos enseña que solo somos felices a costa de alguna ignorancia. ¿Vivíamos por encima de nuestras posibilidades y la llegada del coronavirus nos ha mostrado la cruda realidad?
Enfermera Saturada: No me refiero tanto a la idea de que viviésemos por encima de nuestras posibilidades, sino a que buscábamos la felicidad en cosas complejas o difíciles de alcanzar cuando la teníamos al lado sin darnos cuenta o sin darle la importancia que realmente tenía. Cenar con la familia, pasar una tarde con los amigos, ir despreocupados a un concierto… esas pequeñas cosas que el virus nos arrebató y que nos hacían más felices de lo que creíamos.
Ginés Vera: Leemos que a principios de marzo apenas se conocían datos sobre los síntomas que provocaba la COVID-19, el pronóstico a corto plazo o qué tratamientos eran los mejores para acabar con ella. Siendo así, ¿no cree que más allá de la lógica crítica a lo que no se ha hecho bien hay que poner en valor lo que se ha hecho y se sigue haciendo frente al virus por auténtico desconocimiento?
Enfermera Saturada: Es cierto que en aquel momento sabíamos muy poco del coronavirus a nivel de su tratamiento o de los efectos que podía llegar a tener sobre los enfermos, pero había cosas que sí teníamos claras, y una de ellas es que no se podía enfrentar al personal sanitario a luchar contra él sin medios de protección. Es como mandar a un bombero sin traje ignífugo. Se han hecho cosas bien, por supuesto, pero eso no puede hacernos olvidar lo que se ha hecho mal.
Ginés Vera: En el capítulo 8 somos testigos de dos momentos a caballo entre lo emotivo y lo inverosímil. Me refiero a como el personal sanitario pasó de recibir aplausos y notas de agradecimiento de vecinos y gente anónima, agradecida, a justo lo contrario. A recibir notas pidiendo al efermero/a que se vaya de un edificio por la seguridad del resto de convecinos… algún insulto de por medio, además.
Enfermera Saturada: Afortunadamente eran pocas las compañeras que recibían ese tipo de notas en sus buzones o a las que les rociaban el felpudo con lejía por miedo al contagio, pero eran actos que hacían mucho daño. Llegar a tu casa después de un turno eterno, jugándote tu propia salud y dando lo mejor de ti mismo para tratar de salvar el mayor número de vidas en pleno confinamiento y ver esa nota… se te cae el mundo encima.
Ginés Vera: Hay sin duda dos ingredientes que vertebran esta historia además de la parte verídica, real y testimonial de “Nosotras, enfermeras”. Uno es el sentido del humor con el que adereza la narración. El otro es el de lanzar un aviso, una voz crítica sobre lo ocurrido, una toma de conciencia no solo para las y los lectores, sino para quienes si pueden hacer algo para mejorar las condiciones sanitarias de quienes se juegan el tipo a diario para combatir la COVID-19. ¿Es así?
Enfermera Saturada: Con este libro pretendo, por un lado, contar lo que vivimos detrás de las paredes de los hospitales mientras más de medio país estaba confinado en sus casas, y por otro lanzar ese aviso para que se fortalezca al sistema sanitario. Vendrán más pandemias, nadie sabe cuándo ni cómo serán, pero lo que sí sabemos es que es imprescindible y necesario que se topen con un buen sistema de salud que les pueda hacer frente.
Enfermera Saturada (Héctor Castiñeira) nació en Lugo y se graduó en Enfermería por la Universidad de Santiago de Compostela. Especialista en enfermería del trabajo, ha cursado másters en Formación del Profesorado, en Integración de Cuidados, Urgencias y Emergencias y en Seguridad Clínica. Experto en cuidados críticos del paciente adulto y pediátrico, ha trabajado como enfermero en el Servizo Galego de Saúde, en Emerxencias Sanitarias de Galicia 061 y en el Servicio Madrileño de Salud, donde desarrolla su labor asistencial. Colabora habitualmente en medios de comunicación (RNE, Corporación Radio e Televisión de Galicia, Antena 3 TV, El Mundo, El Huffington Post o El Progreso) ayudando a combatir las fake news de la salud. Embajador de la iniciativa Salud sin Bulos y miembro de la Asociación Española de Comunicación Científica, ha recibido importantes premios en reconocimiento a su labor de promoción, defensa y visibilidad de la profesión enfermera.
“Nosotras, enfermeras”. Enfermera Saturada. Plaza&Janés. 2020
Lee aquí la entrevista que me concedió por su libro ‘La vida es suero’.
Gracias por esta estupenda entrevista. Al final me voy a animar con este libro, que en principio no me llamaba mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sigo a Enfermera saturada desde el principio. Y en 2017 conocí a Héctor y también lo he entrevistado hace unos días. Me gustan sus libros y este concretamente, es más que necesario. Pero la gente es muy reacia a leer más sobre el coronavirus. Lo entiendo. Estamos saturados pero es que hay un sector que no quiere mirar, y eso es muy peligroso. BUena entrevista. Saludos Ginés.
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