lunes, 13 de febrero de 2023

Así creamos monstruos. Entrevista a Ignacio Cabria

En una semana más romántica de lo habitual, por aquello de san Valentín, en Maleta de libros me decanto por compartir una entrevista monstruosa. Si días atrás reseñase aquí Así creamos monstruos (Luciérnaga), de Ignacio Cabria, agradecido comparto la entrevista que me concedió al hilo, precisamente, de ese libro que os recomendé. Os dejo también el enlace a la reseña. 


  P.: Su libro lleva un prólogo del escritor y divulgador Javier Sierra. Coméntenos cómo surgió la idea de incluirlo a modo de apertura para esta obra.

  R.: Como explica Javier Sierra en el prólogo, nos conocimos en 1988 por nuestro trabajo entonces en la ufología. Durante todos estos años hemos compartido variados intereses, colaboración y amistad. Nadie mejor que Javier Sierra podía hacer llegar a los interesados por los misterios una obra como la mía, a la que él aporta aquí su respaldo y su buen escribir. 

  P.: Al parecer, los monstruos no solo han formado -y forman- parte de la psique colectiva de la humanidad. También han evolucionado con la cultura. Podríamos decir que los monstruos tienen mucho de cultural, que rara es la cultura que no los tiene o que no esté sujeta a tenerlos.

  R.: Los monstruos son universales y nos acompañan desde los orígenes de la humanidad. Representan los miedos a lo desconocido que habita más allá del mundo conocido, en las profundidades, en los bosques, en tierras lejanas… Y algunos de esos monstruos son humanos. Desde la antigüedad, cada pueblo ha querido delimitar la cultura propia convirtiendo al otro en bárbaro, salvaje… o monstruo. El monstruo es la alteridad absoluta, lo que se opone a nosotros. Y como construcción cultural que es, el monstruo evoluciona adaptándose a nuestras inquietudes y a nuestro conocimiento del mundo. Y sobrevive hasta hoy mismo reproduciéndose en los modernos medios de comunicación y redes sociales.

 P.: Este libro se enmarca en una disciplina científica -o que aspira a serlo-, llamada criptozoología. En ese sentido, analiza en su obra a los monstruos que habiendo sido observados son desconocidos, pero no reconocidos por la ciencia. Explíquenos esto mejor.

  R.: La criptozoología ha sido definida por sus practicantes como la ciencia que estudia los animales ocultos. Por ocultos entienden tanto los animales desconocidos por la ciencia como los que aparecen fuera de su entorno habitual (por ejemplo, una pantera en la ciudad) y los que se suponen supervivencias de dinosaurios o de homínidos del pasado. Lo que yo hago en mi libro es indagar en la forma como se han originado las ideas de la criptozoología.

  P.: Entre los monstruos de su libro tenemos al yeti, el primer icono moderno de bestia homínida. Es curioso como se le relaciona con un par de tipos que trabajaron para la CIA, con el famoso actor James Stewart o con gente que tuvo la mano muy larga, a excepción de un yeti… que la perdió en cierto monasterio del Nepal. Háblenos de ello.

  R.: Ese capítulo de la historia del yeti es digno de contarse porque terminó con las esperanzas de algunos buscadores del monstruo. En aquella búsqueda obsesiva de pruebas de la existencia del yeti se llevaron a cabo en los años cincuenta varias expediciones a cargo del millonario Tom Slick, y uno de sus episodios más innobles fue el robo de dos dedos de una supuesta mano del yeti que se guardaba como una reliquia religiosa en un monasterio budista de Nepal, operación en la que participó como cómplice el actor James Stewart sacándolos de la India. El análisis científico de aquellos dedos solo dio como resultado que eran dedos humanos, es decir, que la mano era una representación del yeti. Para añadir más polémica, se acusó al millonario Slick de haber trabajado para la CIA en aquellas expediciones con la misión de espiar la frontera china. Poco más sabemos, porque los documentos clasificados que se ha conseguido liberar en base a la Ley de Libertad de Información de Estados Unidos están en parte cuidadosamente tachados de negro.

  


P.: Un monstruo que me ha parecido también interesante -como casi todos, he de reconocer-, ha sido el diablo de Jersey. Un ejemplo pionero de fake news viral. Observado incluso por el mismísimo José Bonaparte. Mon Dieu! Al de Jersey también se le relaciona, de otro modo con Lewis Carrol. ¿Nos lo comenta?

  R.: Claro. El diablo de Jersey es una de las historias más estrafalarias relacionadas con los monstruos. Su origen se remonta al siglo XVIII, a la leyenda del “diablo de Leeds”. Dice que un niño no deseado, por una maldición de su madre, salió volando por la chimenea convertido en diablo. Pero la aparición del monstruo fue en 1909, cuando se produjo un pánico social en Nueva Jersey por las visiones de una extraña criatura, que fue asociada al diablo de Leeds. Según la prensa de la época, los testigos describieron al monstruo de muy diversas maneras. Hubo quien lo comparó con un “jabberwock”, lo que tiene gracia, porque este es un monstruo inventado por Lewis Carroll en un poema disparato que incluyó en A través del espejo, poema que es un juego del lenguaje y no tiene ningún sentido. 

  Para resumir, la historia del diablo de Jersey termina como uno de los ejemplos más notables de fake news. Un promotor del espectáculo llamado Jeffries pretendió haber capturado vivo al monstruo y lo exhibió en una feria, con el beneplácito de una prensa americana entregada. Cuando se descubrió que el tal diablo no era más que un canguro pintado, todo el montaje se vino abajo. Pero ahí ha quedado el “diablo de Jersey” como una leyenda acrisolada, porque así se llama actualmente el equipo de hockey del lugar: los Diablos de Jersey.

  P.: No me resisto a preguntarle, por último, por la inclusión de los dibujos interiores, obras suyas también.

  R.: Me parecía que no se puede entender a los monstruos de hoy sin fijarnos en la evolución de su iconografía a través de unas pocas imágenes fundamentales. Y si algunas tenían derechos de autor, la mejor solución, como artista aficionado que soy, era dibujar yo mismo esas representaciones imprescindibles. Y estoy contento, porque así he hecho el libro un poco más mío, más personal.


  Así creamos monstruos. Ignacio Cabria. Luciérnaga.


  Lee la reseña del libro aquí.


2 comentarios:

  1. Muy buena entrevista. Y muy curioso lo de los falsos monstruos que se citan al final. Si es que noticias falsas ha habido siempre...
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  2. Ginés Vera15/2/23, 19:16

    Así es, Margari. Un saludo. Gracias por tu visita y comentario.

    ResponderEliminar