Esta semana entrevisto al
novelista y poeta Alejandro Pedregosa. Estudió Filología hispánica y Teoría de
la literatura en la Universidad de Granada. Obtuvo el Premio de Novela Corta
José Saramago con su primera novela, ‘Paisaje quebrado’ (2004) En 2008 publicó
‘El dueño de su historia’ tras la cual inicia una serie de novelas criminales
donde el ambiente y los escenarios adquieren dimensión de personajes. La
primera de ellas, ‘Un extraño lugar para morir’, se desarrolla en Pamplona
durante las fiestas de San Fermín, mientras que ‘Un mal paso’ sitúa la acción
en Santiago de Compostela y en el famoso Camino que lleva su nombre. ‘A pleno
Sol’ (2013) es la tercera novela de la serie y está ambientada en la acampada
de Indignados que tuvo lugar en la Puerta del Sol en la primavera de 2011. Ha
escrito también los libros de poemas: ‘Postales de Grisaburgo y alrededores’
(2000); ‘Retales de un tiempo amarillo (2002); ‘En la inútil frontera’ (2005); ‘Los
labios celestes’ (Pre-textos, 2007) con el que obtuvo el Premio Arcipreste de
Hita y ‘El tiempo de los bárbaros’ (2013). Precisamente en 2013 publica el
libro de relatos ‘La sombra de Caín’ donde se recogen algunas de sus
colaboraciones con periódicos como Ideal, Hoy, Sur, El correo o El diario
vasco. Le entrevisto por la publicación de su última novela ‘Hotel
Mediterráneo’ (Planeta, 2015).
La violencia machista se palpa en la novela,
ese tema tan complejo de novelar que es el maltrato y lo que las víctimas
perciben a veces de la situación que les toca vivir (con o sin ayuda).
La violencia machista no es el tema
principal de la novela pero su presencia funciona como eje que desarrolla la
acción. Digamos que es el personaje no presente que hostiga a los demás. Por
otro lado el machismo es un tipo de terrorismo, y hasta que las autoridades y
la sociedad no pongamos el mismo celo en combatirlo que al resto de terrorismos
no avanzaremos nada. No recuerdo que las televisiones en los años ochenta o
noventa emitiesen programas donde se ensalzaran los asesinatos de ETA. Hoy, sin
embargo, tenemos programas para adolescentes donde hay machismo explícito en
todos los discursos. No es cuestión de minutos de silencio ni de condenas
políticas, se trata de educar, y educar bien y en igualdad.
Tratando un tema tan serio como el que
hemos dicho hay un toque de humor
que creo muy oportuno, no sé qué pensarán los lectores legionarios de ese
rollito con la cabra.
El humor está presente en todas mis novelas
independientemente del tema que traten. Es una forma de entender la vida. Creo
que la risa (sobre todo la que se ríe de nosotros mismos) es redentora. En
cuanto a La Legión no sé muy bien qué decirte, jejeje; desde luego no he
pretendido ofender a nadie, pero cada uno es libre de molestarse por lo que le
dé la gana. Esa es una libertad de las más practicadas en España, la libertad
del cabreo.
El personaje de Tamara -en cierto momento-
piensa que ‘De cartón piedra’, sea una ‘canción de mierda’…, pero se lo
perdonamos. Háblenos de las
canciones que aparecen en ‘Hotel Mediterráneo’ a modo de banda sonora, de su
elección.
Yo quería que el cancionero de Serrat
apareciese en la novela por dos cuestiones muy importantes. La primera: creo
que es el cantautor que más y mejor ha cantado a la naturaleza y al mundo
rural; y como ya hemos dicho la naturaleza es importante en este libro. En
segundo lugar, creo que los personajes de mi novela (El Presidente, por
ejemplo) son muy parecidos a los personajes de las canciones de Serrat (El titiritero,
Curro el Palmo, Edurne, Lucía...); tienden a trascender, a no ser meros actores
de una historia. Aspiran a quedarse a vivir en la memoria de la gente.
Más allá del protagonista, quiero destacar entre
los personajes masculinos al Presidente, su humor socarrón y su ‘lenguaje
levemente obsceno’ que tan bien encaja con ellas, con las mujeres del Hotel.
Partimos de que ésta es una novela donde los
personajes son tan importantes o más que la propia trama. El Presidente, sin
duda, es uno de los personajes más entrañables y carismáticos. Como el resto de
habitantes del hotel tienen un pasado poco edificante. El Presidente representa
la complejidad de los afectos: ¿se puede llegar a querer a un corrupto?
‘Hotel Mediterráneo’ ¿es quizá una novela con secretos, silencios y
música para restañar las heridas del alma de quien acude a él?
En cierto sentido sí. El Hotel Mediterráneo
no es propiamente un Hotel sino una casa de acogida para mujeres en peligro de
muerte por violencia machista. Su propia naturaleza de amparo lo hace ser un
lugar escondido y lejano. Pero contra lo que pueda parecer, la vida de los
habitantes del Hotel es bastante tranquila y yo diría que incluso alegre...
hasta que surge un problema y eso cambia todo.
Hay un guiño en un momento de la narración
a esa necesidad, cuando no dependencia, de las comodidades y servicios de la
sociedad moderna a pesar de lo bucólico del lugar; por ejemplo, un centro de
salud si se tienen hijos pequeños.
(Risas). Sí, en la última década y
potenciado por la crisis hay una especie de fulgor por volver a lo rural. Y me
parece bien, pero creo que muchos urbanitas tienen una visión idílica del campo
que no se corresponde con la realidad. La vida rural no es fácil ni cómoda. A
menudo no nos damos cuenta de que nuestro grado de sociabilización en la ciudad
es muy elevado y creemos que es lo normal. Para nada. Si te vas a vivir al
campo o a un pueblo pequeño es conveniente que te guste el silencio y la
soledad... pero mucho.
Muchas
gracias y mucha suerte, Alejandro.
Por
Ginés J. Vera.
Con las novelas de humor no suelo llevarme bien, pero si es con toques de humor, sí que me caen mejor. Y en este libro ya me había fijado. Ahora me lo subrayo, que también me ha caído bien su autor.
ResponderEliminarBesotes!!
Gracias Margari, seguro que te gustará.
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